lunes, junio 14

Grandes huesos fósiles y gigantes imaginarios, en el folklore español. (5)

Por Heraclio ASTUDILLO-POMBO, Dept. MACS-UdL.


Antecedentes griegos y romanos (continuación, 5ª parte)


LEYENDAS Y COSTUMBRES DE LA ANTIGUA GRECIA, RECOGIDAS POR PAUSANIAS, EN SUS VIAJES POR EL MEDITERRÁNEO ORIENTAL. (1ª parte)


CRÓNICAS DE VIAJES, VINCULADAS CON LUGARES Y MONUMENTOS QUE CONTENÍAN GRANDES RESTOS ÓSEOS, RELACIONADOS POR LA TRADICIÓN LOCAL, CON LOS GIGANTES DE LA ANTIGÜEDAD.

Aunque mucha gente, poco informada, suele creer que el turismo es un "invento" bastante reciente, una actividad de ocio cultural característica de la sociedad "moderna", debemos recordar o dar a conocer que en su versión de periplo mediterráneo, es una práctica bastante antigua que se remonta hasta el tiempo de griegos y romanos. a pesar de que se trataba de una actividad, relativamente minoritaria y elitista.

Además, en aquellos tiempos, se aprovechaban las peregrinaciones a ciertos santuarios, también, para visitar ciertos lugares próximos que pudieran resultar atrayentes. Para facilitarle a los potenciales viajeros y peregrinos, la elección sencilla de las mejores rutas, según las posibilidades e intereses de cada uno, y el conocimiento de los atractivos de los destinos más interesantes, según el gusto de cada uno, se escribían y publicaban "crónicas de viaje" que, en el fondo, eran bastante parecidas a muchas de las modernas guías de viaje que se editan en los tiempos actuales.

Quizá uno de los mejores ejemplos, de un tipo especializado de estas guías para viajeros de la antigüedad, sea la Guía de Grecia (Periégesis tes Hellados), publicada en 10 libros, dedicados a diversas regiones de la Gran Grecia antigua, fue escrita hacia el año 180 d.C., por Pausanias de Lidia, también conocido como Pausanias el Periegeta, a causa de sus viajes. Esta obra fue editada en tiempos más modernos, con el título de Descripción de Grecia, por lo que, en la actualidad, es más conocida por este nombre,

Esta obra, tuvo en su tiempo una gran popularidad, por estar muy de moda en aquella época, la temática de los hechos "maravillosos, prodigiosos o portentosos", que en esta obra abordaba Pausanias, pero posteriormente y durante muchos siglos, cayó en desgracia, debido a que su estilo era considerado poco literario y a que su su temática sensacionalista, ya había pasado de moda. La Guía de Grecia fue despreciada por los críticos influyentes, por estar considerada una obra de poco mérito literario y de escaso interés histórico, pues su temática era, fundamentalmente, mítica. Las malas valoraciones de sus críticos, determinaron que esta
obra fuese ignorada, completamente, durante siglos, porque muchos escritores y recopiladores posteriores no la citaban en sus obras, en absoluto.

A pesar de todos los avatares históricos que causan la destrucción de los libros, algunos ejemplares de esta obra sobrevivieron y se conservaron intactos hasta la época del Renacimiento. Al ser redescubierta, la Guía de Grecia, fue valorada muy positivamente por los historiadores, entonces muy interesados en conocer detalles de la vida cotidiana en la antigüedad clásica, pues sus descripciones de las costumbres y creencias de los antiguos, resultaban muy útiles e ilustrativas para entender muchas cosas del mundo grecorromano.

Portada de una de las primeras ediciones traducídas, de la Guía de Grecia de Pausanias, en este caso particular, se trata de una edición en italiano de 1593, editada en Mántua.
Imagen: http://www.summagallicana.it/lessico/p/Pausania%20detto%20il%20Periegeta.htm

Las primeras traducciones de la Guía de Grecia, a las lenguas modernas, se realizaron a finales del siglo XVI, pero no será hasta siglo XVIII cuando los viajeros europeos interesados en conocer los restos del mundo grecorromano, mayoritariamente, se trataba de historiadores y arqueólogos británicos y alemanes, empezaron a viajar a los territorios de la antigua Gran Grecia, llevando como guía de viaje, alguna de las diversas ediciones modernas, traducidas al inglés o al alemán, de la vieja obra de Pausanias. Estos viajeros cultos y especializados, intuyeron que la detallada información toponímica y topográfica que contenía la Descripción de Grecia, podría ayudarles a localizar geográficamente, las ruinas de ciertas ciudades y monumentos antiguos, entonces ya desaparecidos, para luego de su descubrimiento, poder iniciar laexcavación de esos mismos yacimientos arqueológicos.

La Descripción de Grecia, permitió a algunos arqueólogos la localización e identificación de varios importantes yacimientos arqueológicos griegos, entre los que cabe destacar, muy especialmente, los sitios de las antiguas ciudades y santuarios de Olimpia y de Delfos.

Portada de una de las ediciones traducídas, de la Guía de Grecia de Pausanias, en este caso particular, se trata de una edición en francés de 1731, editada en París.
Imagen:


Actualmente, la Guía de Grecia de Pausanias ha recuperado el prestigio que tuvo en su tiempo, pero por motivos bien distintos, pues ahora se considera a la Descripción de Grecia, como una fuente muy valiosa y fidedigna de información etnohistórica, pues recoge descripciones de las características de los cultos y de las costumbres locales, así como sobre el contenido de las leyendas míticas de los diversos territoris de la antigua Grecia y de países vecinos. También recoge referencias sobre topografía y toponímia, de los distintos lugares que resultan muy útiles, en la actualidad, para la localización o situación geográfica de ciudades y monumentos hoy destruidos o arruinados.

la Guía de Grecia de Pausanias,t ambién es considerada, hoy día, como una de las primeras guías turísticas de la antiguedad, ya que fue diseñada y escrita por Pausanias con la intenció de dar a conocer, a sus contemporáneos, muchos lugares fuera de lo común, por los "prodigios y maravillas" que se podían contemplar en ellos, en directo. Todos estos lugares prodigiosos, estaban distribuidos por el territorio de diversas islas y costas de las riberas orientales del mar Mediteraneo que formaban entonces, o habían formado, antiguamente, parte, de los territorios de la gran Grecia. La mayor parte de los lugares citados en la Guía de Grecia de Pausanias, habían sido visitados, previamente, por él mismo, en diversos viajes de estudio que en años sucesivos había realizado sobre el terreno.

Cabe recordar que la vieja obra de Pausanias, en tiempos modernos, resultó de gran ayuda para algunas personas expertas en mitología clásica que fueron capaces de intuir la relación existente entre los antiguos relatos mitológicos y los modernos hallazgos paleontológicos de restos de grandes mamíferos terciarios y cuaternarios, ambos coincidentes en las mismos lugares donde se desarrollaban los relatos míticos. En el siglo XIX, hay que destacar al filólogo alemán, Ernst von Lasaulx que escribió Die Geologie der Griechen und Römer, publicado en 1851, en Münich y, en el siglo XX, a la historiadora y folclorista norteamericana Adrienne Mayor que escribió The First Fossil Hunters: Paleontology in Greek and Roman Times, publicado en 2000, en Princeton.

De las diferentes ediciones de la Guía de Grecia y de la Descripción de Grecia, de Pausanias, que hemos podido consultar, para redactar este artículo, hemos logrado entresacar hasta 19 referencias a grandes esqueletos y huesos míticos, hallados en distintos lugares de diversos países de las costas mediterráneas orientales. En la antigüedad clásica y en tiempos de Pausanias, estos huesos y esqueletos, según el contexto de las narraciones legendarias locales, en unos lugares, podían ser considerados y tratados como "huesos de héroes" míticos o de sus familiares más inmediatos, tales como esposas e hijos, mientras que en otros lugares, otros grandes huesos idénticos o nada semejantes, podían ser interpretados como los "huesos de gigantes", míticos.

Aunque en la revisión de la Guía de Grecia y la Descripción de Grecia, de Pausanias, hemos encontrado otras muchas referencias legendarias, a huesos gigantescos, las hemos ignorado, cuando en esos casos, se vinculaba a esos grandes huesos míticos (restos esqueléticos fósiles), con ciertas divinidades no griegas o otros tipos de monstruos mitológicos, que no poseían aspecto humano o humanoide y, por tanto, no eran asimilables a los gigantes más típicos.



PERO, VAYAMOS AL GRANO....

Descripción de Grecia, libro 5, capítulo 12, párrafo 3. Pausanias alude aquí al principio de veracidad que guía todo lo descrito por él, en esta obra suya que al tratar sobre maravillas y prodigios, podría prestarse a las exageraciones y las invenciones, al manifestar públicamente que: "Jamás he escrito nada sobre rumores sin fundamento, sólo sobre aquello que me ha sido contado por personas de toda confianza y de aquello que he visto con mis propios ojos."

También informa, en este mismo párrafo, que un cráneo de elefante estaba expuesto en un templo, como algo espectacular y atractivo para los peregrinos que visitaban el santuario: "En el santuario de Artemisa, cerca de Capua (en la actual Italia) he visto, el cráneo de un elefante (probablemente, se trataba del cráneo de algun elefante asiático contemporáneo, animal bien conocidos de los griegos, pues siglos atrás, Alejandro Magno se trajo algunos de sus campañas gerreras en la actual India par exhibirlos en su país) y puedo asegurar que el cráneo del elefante no se parecen en nada, a los de ninguna otra bestia conocida, por su forma y tamaño característicos."
De esta información podemos deducir que Pausanias, del que algunos estudiosos de su obra, suponen que era médico, por la terminología especializada que en ocasiones utiliza y que, por lo tanto, debería tener conocimientos anatómicos, nunca debió poder observar ningún esqueleto completo de elefante contemporáneo, africano o asiático, ni tampoco cráneos de mamuts o de mastodontes fósiles, lo suficientemente íntegros, como para poder llegar a establecer una asociación entre ambos tipos de animales, por la similitud de sus cráneos y demás huesos. Pues esta comparación le hubiera permitido realizar la correcta identificación zoológica de muchos de los grandes huesos míticos que la tradición griega atribuía, sistematicamente, a diversos héroes y gigantes, mitológicos.
 
Dos representaciones gráficas de los esqueletos de dos proboscideos, a la izquierda el de un mamut y a la derecha el de un elefante indio actual. Nótese el gran parecido entre las partes y el conjunto de ambas especies de animales.

EL HALLAZGO Y RECUPERACIÓN DE LOS HUESOS DE TESEO, EN LA ISLA DE ESCIROS.

Descripción de Grecia, libro 1, capítulo 17, párrafo 6. Relata Pausanias: "Cuando Cimon, hijo de Milcíades, hubo asolado la isla de Scyros, para vengar la oprobiosa muerte de Teseo, pudo buscar libremente la tumba del héroe y luego de encontrarla, milagrosamente, recogió los huesos (gigantescos) del héroe y se los llevó a Atenas.”

Para no volver a repetir los comentarios expuesto, anteriormente, en la tercera parte de laintroducción a los Huesos de gigantes ibéricos, en "Antecedentes griegos", véase lo redactado sobre la moderna interpretación etnopaleontológica que de otra versión, de este mismo hallazgo, se hacía allí.

La hazaña más conocida, de todas las que se supone que llevó a cabo Teseo, el héroe ateniense, posiblemente, sea la victoria sobre el invencible Minotauro, encerrado en el Laberinto de Dédalo, en la isla de Creta.

Representación artística del hecho legendario "Teseo dando muerte al Minotauro", en un jarrón ateniense de estilo "de figuras negras", aproximadamente del año 550 aC.
Imagen: http://tbn0.google.com/imagesq=tbn:jKUIs7H4rUWZqM:http://www.historyforkids.org/learn/greeks/religion/myths/pictures/theseus.jpg



LOS GRANDES HUESOS DE EDIPO, RECUPERADOS EN TEBAS, ERAN VENERADOS EN UN SANTUARIO DE ATENAS.

Descripción de Grecia, 1.28.7. Dice "En Atenas, dentro del recinto del santuario dedicado a las diosas, a las que los atenienses llaman, "de agosto", pero a las que Hesiodo, en la Teogonía, llama las Erinias (Las Furias), hay un monumento que guarda los huesos de Edipo, los cuales fueron encontrados y traídos desde Tebas (capital de la antigua región de Beocia), después de
realizarse una diligente investigación en aquella ciudad para localizar su sepultura.
En tiempos modernos, en la zona de Grecia que corresponde a la antigua región de Beocia, los paleontólogos han hallado abundantes restos óseos fósiles, de megafauna terciaria, tales como: mastodonte de Auvernia (Anancus arvernensis) , de rinoceronte etrusco (Stephanorhinus cf. etruscus) del Plioceno final, de tigre de dientes de sable (Smilodon fatalis), de oso cavernarios (Ursus spelaeus) y de león de las cavernas (Panthera leo spelaea) del Pleistoceno.

Obsérvese el aspecto, más o menos, antropomorfo que adquiere un esqueleto de oso de las cavernas (Ursus spelaeus), macho, cuando es expuesto en posición bípeda, completamente reconstruido y articulado. Ejemplar procedente del Pleistoceno de Rumania. Comparése la altura de esta bestia de 2,65 m. con la de Glenn que mide 1,75 m. Los mayores ejemplares (machos) de oso de las cavernas, podían llegar a alcanzar hasta 3 m., de altura en posición bípeda, y hasta una tonelada de peso.
Imagen: http://files3.tellmewhereonearth.com/Photos%20Cave%20Bear/bear31.BMP

Como ya hemos apuntado, en múltiples ocasiones anteriores, posiblemente, los grandes huesos de cualquiera de las especies animales enumeradas o una mezcla de diversas de ellas, pudieron servir para satisfacer la necesidad de la época, de exhibir, venerar y admirar grandes huesos u osamentas, como testimonio de la veracidad de las narraciones que referían la existencia de gigantes y relataban las grandes hazañas consumadas por diversos héroes del pasado mítico.

LA EROSIÓN MARINA MUESTRA, EN LA COSTA TROYANA, LA TUMBA DE ÁYAX, EL HÉROE GRIEGO .

Descripción de Grecia, 1.35.5. Pausanias relata como supo que el mar había dejado al descubierto los huesos de Áyax, en la costa de Troya, (situada junto al estrecho de los Dardanelos, el antiguo Helesponto, en la actual provincia turca de Çanakkale). "Un misio me habló del enorme tamaño del cuerpo de Áyax. Me dijo que el mar se había llevado la parte situada frente a la playa de un montículo de tierra, existente cerca de la ciudad de Sigeon, el cual se descubrió por un oráculo que era la sepultura del héroe, pues dentro se hallaba su enorme esqueleto."
"Un detalle de lo que me contó aquel hombre, me permitió estimar las verdaderas dimensiones de Ayax el héroe: los huesos de las "cazoletas" (rótulas) de sus rodillas, a las que los médicos llaman "piedras de molino", eran, exactamente, del tamaño de los discos que lanzan los niños, en los juegos del pentatlón."

Probablemente, los grandes huesos, del supuesto héroe de la guerra de Troya, en realidad pertenecieron a un mastodonte (Trilophodon pentelici) o a un rinoceronte (¿Aceratheriumsp. ?) del Mioceno, pues los paleontólogos han encontrado restos de ambos tipos de especies animales, de esa época, por toda la región de la antigua Rhoeteum y, además, las medidas de sus rótulas coinciden con las estimaciones aportadas por Pausanias, equivalentes a unos 12-13 cms. de diámetro.

Aspecto de la reconstrucción, viviente, de un Trilophodon. La bella señorita que el ilustrador a situado junto a la bestia, no está como distracción, sino que puede servir, como referencia, para hacerse una idea del tamaño relativo del proboscidio y de su esqueleto, respecto a una persona.
Imagen:




LA TUMBA DEL GIGANTE ASTERIO, EN UNA ISLITA MEDITERRÁNEA, CERCANA A LA CIUDAD DE MILETO.

Descripción de Grecia, 1.35.6. Dice Pausanias "Frente a la ciudad de Mileto se encuentra la isla de Lada y muy próximas a ella unas islitas diminutas que han quedado separadas. Una de esas islitas recibe el nombre de "isleta de Asterio", y dicen que ese nombre es debido a que el cuerpo del gigante Asterio se encuentra enterrado en ella. Asterio era hijo de Anax, uno de los gigantes hijos de la Tierra. El cadáver (esqueleto) de Asterio no mide menos de 15 pies de longitud (equivalentes a 4,5 m. de altura)."
En tiempos modernos, en zonas insulares (Samos) o continentales (Turquía), muy cercanas, los paleontólogos han hallado abundantes restos fósiles de proboscideos del Plioceno al Pleistoceno, tales como: mastodontes (Deinotherium giganteum, Trilophodon pentelici, ) y elefantes primitivos (Palaeoloxodon antiquus) cuyos restos óseos serían los candidatos más probables a ser considerados, por los antiguos griegos, como los restos del mítico gigante Asterio.

Aspecto de un esqueleto articulado de Deinotherium del Mioceno inferior, expuesto en posición cuadrúpeda. El esqueleto perteneció a un ejemplar joven, ya que sólo alcanza una altura de 2,65 m. en la espalda, mientras que los adultos solían alcanzar los 4,5 m. de altura.


LOS SUPUESTOS HUESOS DEL GIGANTE GERIÓN, QUE EN REALIDAD, ERAN LOS DEL GIGANTE HILO, PERO ESTO ERA UN SECRETO QUE NO DEBÍA CONOCER EL PUEBLO...

Descripción de Grecia, 1.35.7-8. Cuenta Pausanias: "Otro suceso prodigioso me sorprendió estando en una pequeña ciudad, situada en Lidia superior (actuales provincias turcas de Izmir y Manisa), que es llamada las Puertas de Témeno, cuando, por efecto de una gran tempestad de agua, se desprendió parte de una montaña y aparecieron varios huesos enormes que por su forma hacían creer que serían humanos, pero como su tamaño era descomunal no podía afirmarse tal cosa. Inmediatamente, se difundió entre la gente del lugar, la historia de que era el cuerpo del gigante Gerión. Porque, todo el mundo en la zona del río Hilo, conocía a alguien que, al arar, había encontrado, enterrados, grandes cuernos de ganado bobino, que se habían relacionado con la leyenda de Gerion, pues según ésta Gerion era famoso por criar una raza de bueyes gigantescos. Cuando los contradije y les expliqué que la tumba de Gerión estaba en Tartesos (la actual Cádiz), entonces los funcionarios religiosos lidios, me revelaron secretamente, la verdadera historia: en realidad aquellos huesos, pertenecían al cuerpo de Hilo, otro gigante hijo de la Tierra, de quien ya se habían encontrado huesos en otras ocasiones anteriores y por esa razón, el río que surca estas tierras, se llamaba Hilo en su honor"

En tiempos modernos, en esta misma zona, los paleontólogos han hallado abundantes restos fósiles de proboscideos del Plioceno al Pleistoceno, tales como:
mastodontes (Deinotherium giganteum, Trilophodon pentelici, ) y elefantes primitivos (Palaeoloxodon antiquus, Anancus sp.) cuyos restos óseos, serían los candidatos más probables a ser considerados como los restos del mítico gigante Gerión/Hilo. Además, también se han encontrado restos del gigantesco uro (Bos primigenius) que en el caso de los machos llegaban a alcanzar, en "la cruz", una altura media de 1,60 a 1,80 m., pudiendo llegar los mayores ejemplares hasta los 2 metros (1, 50 m. en las hembras) y los 3 m. de longitud. No sería nada extraño que diversos hallazgos de sus restos, durante las faenas agrícolas, pudrieran haber inducido en la mentalidad popular de la época, la leyenda de los rebaños de Gerión, aunque algunos paleontólogos, sugieren que las supuestas cornamentas legendarias, en realidad, bien pudieran ser las defensas fósiles de alguna especie de mastodonte o elefante antiguo, pues interpretaciones semejantes se realizaron por esa época en otros lugares del Mediterráneo: los colmillos del mítico "jabalí de Calidón", hallados en Capri.

Esqueleto completo y articulado de uro (Bos primigenius), procedente del yacimiento Pleistoceno de Fonte Campanile, en Viterbo (Italia), ejemplar expuesto en posición cuadrúpeda, el Museo de Paleontologia, en Roma.
 
Imagen:
http://ospitiweb.indire.it/~rmrc0001/museo/images/immagini%20palombo/fig%2027%20Bos%20primigenius%20scheletro.JPG



Dibujo sencillo que intenta representar, en clave de humor, las proporciones entre las dimensiones del uro (Bos primigenius), de un joven novillo (Bos taurus) y un joven humano (Homo sapiens). Se hace evidente por el tamaño relativo del uro que tenía
un tamaño gigantesco. El
torero parece perplejo, al encontrarse ante semejante "hastado" de proporciones gigantescas, acompañando, cual pariente protector, al torito que ha de torearImagen: http://img4.imageshack.us/img4/1906/urus.jpg



EL HALLAZGO DE LOS HUESOS DE ORESTES, EN TEGEA, CONTADO DE NUEVO.

Descripción de Grecia, 3.3.6-7 Escribe Pausanias "Un laconio llamado Licas, llegó a Tegea, en la época en que los espartanos, por recomendación de un oráculo, estaban buscando los huesos de Orestes, para poder ganar la larga guerra que mantenían contra esta ciudad. Licas se enteró que estaban enterrados en un terreno que era propiedad de un herrero forjador de bronce, por lo que, gracias a su astucia, se pudo hacer con ellos. "


Descripción de Grecia, 3.11.10. Relata "Cuando los huesos de Orestes fueron rescatados y transportados desde Tegea, los espartanos los enterraron allí (en Esparta)."

Descripción de Grecia, 8.54.4. Dice "Los tegeos aseguran que el lugar donde dicen los espartanos que encontraron los huesos de Orestes, no es correcto, pues afirman que el hallazgo no fue en Tegea, sino en Tirea, un lugar situado al Este de Tegea."

Para no repetir lo ya expuesto, anteriormente, en la segunda parte de la introducción a los Huesos de Gigantes Ibéricos, en "Antecedentes griegos y romanos", véase la moderna interpretación etnopaleontológica que de otra versión de este mismo hallazgo se hacía allí.