domingo, abril 6

El registro fósil ibérico y el santoral católico, en la religiosidad popular de España y Portugal (24)

por Heraclio ASTUDILLO POMBO. Universitat de Lleida

Fósiles ibéricos relacionados, por la tradición popular española, con diversos santos y santas (12

Fósiles relacionados con santa Lucía de Siracusa, en la Comunidad valenciana 

Introducción

Con esta entrada, dedicada al caso particular de la provincia de Castellón de la Plana (Comunidad valenciana), se dará por finalizada la serie dedicada a la divulgación de los diferentes casos, reunidos por el autor, de todos aquellos géneros y especies de fósiles ibéricos que antaño fueron relacionados con santa Lucía de Siracusa, por la religiosidad popular de algunas de las distintas regiones españolas.

Aspecto tradicional de una escultura religiosa, moderna, con una representación típica de santa Lucía de Siracusa, con un par de ojos humanos expuestos sobre una bandeja. 
Imagen: St. Lucy, Xavier Society for the Blind, New York City.

La vida de Santa Lucía, situada hacia comienzos del siglo IV, fue recogida en el compendio de biografías de santos escrita por Santiago de la Vorágine, la denominada Leyenda Dorada, escrita y publicada el s. XIII. La representación gráfica de Santa Lucía, como figura humana aislada, se distingue por su atributo más característico: los ojos sobre una bandeja o en una copa. Raras veces aparece  representada llevándolos en la mano, dispuestos como si fuesen flores al final de un tallo, o clavados en la punta de un puñal o un pincho. Sin embargo, este atributo martirial de los ojos arrancados, tan típico de la santa, no aparece en las representaciones anteriores al siglo XIV, así es que en las representaciones anteriores a esta época, es decir, en las más antiguas, no los hallaremos.


Fósiles relacionados con santa Lucía de Siracusa, en Castellón de la Plana 

 Según la información recibida de nuestro informante castellonense, David Gómez de Mora, los campesinos de la zona norte de la provincia de Castellón, antaño, habían considerado que una cierta clase de piedrecitas, con una forma muy particular, eran unas piedrecitas prodigiosas. La creencia procedía del hecho que el aspecto y tamaño de esta clase de piedrecillas, las hacía relativamente semejantes a la córnea de un ojo humano. Debido a tal semejanza anatómica, las gentes de la zona creían un prodigio de la naturaleza y un maravilloso testimonio milagroso del martirio de santa Lucía de Siracusa, patrona protectora de la vista. Puesto que la tradición popular religiosa afirmaba que los verdugos que habían torturado a la santa, antes de matarla, le habían arrancado los ojos. La presencia de tales piedrecillas, debían servir a los cristianos como recordatorio del martirio sufrido por la santa, así como de la fidelidad a su fe cristiana y de su fortaleza ante las amenazas y torturas infligidos por sus pérfidos verdugos.

Aspecto de la superficie exterior, meteorizada, de un bloque de caliza de Palorbitolinas, en el que resultan bien visibles los contornos de los caparazones de los ejemplares individuales del macroforaminífero. Este resalte se debe a que la calcita que forma los caparazones resulta más resistentes al efecto descomponedor y disgregador de la disolución diferencial de la meteorización que la matriz rocosa
Imagen: Registre fòssil del Puig de l’Ermita de Vinaròs. https://www.amicsdevinaros.com/app/download/5793919639/maqueta+fossils+web.pdf

Aquellas "piedrecitas", supuestamente maravillosas y benéficas, popularmente, 
eran denominadas "pedres de santa Llúcia" (piedras de santa Lucia), aunque en realidad, sencillamente sólo eran los caparazones fosilizados de un determinado tipo de foraminíferos gigantes, científicamente, denominados Palorbitolina lenticularis. Este tipo de fósiles marinos cretácicos, pueden hallarse formando parte integrante de rocas sedimentarias de naturaleza caliza, compactas y coherentes (calizas), arenosas, compactas y más o menos coherentes (areniscas) o fácilmente disgregables (margas), en cuya matriz rocosa forman agregados, más o menos, densos y compactos. Pero también pueden hallarse individualizados y sueltos, por haberse desprendido de su matriz rocosa, por el efecto desagregador de la meteorización o/y la erosión. 
Los caparazones fósiles de esta clase de macroforaminíferos cretácicos son muy abundante en el sur de la provincia de Tarragona y el norte de la de Castellón de la Plana, por lo que es fácil encontrarlos en diferentes lugares de esas zonas. Algunos de ellos situados en el entorno, más o menos, próximo de alguna ermita consagrada al culto de la santa siracusana, circunstancia que facilitaría, aún más fácilmente, la vinculación con la santa, patrona de la protección de visión.

Aspecto de una acumulación de ejemplares de Palorbitolina lenticularis, resultan visibles por ambas caras, la cóncaba y la convexa
Imagen: Registre fòssil del Puig de l’Ermita de Vinaròs. Manuel Domingo García Sanz https://www.amicsdevinaros.com/app/download/5793919639/maqueta+fossils+web.pdf

Las personas más mayores de las comarcas norteñas de Castellón (Alt Maestrat, Baix Maestrat y Ports), compartiendo sus recuerdos de infancia y juventud, comentaban que, antiguamente y hasta mediados del siglo XX, las personas más devotas de santa Lucía, la santa defensora de la salud de los ojos y protectora de la visión, más necesitadas su ayuda o de su protección, acostumbraban a pasarse "pedres de santa Llúcia" por encima de los parpados, con la finalidad de prevenir la aparición de todo tipo de enfermedades oculares, el día en que se celebraba su festividad religiosa. Dolencias que antaño eran muy temidas entre los habitantes de las zonas rurales, por la falta de atención médica especializada, dificultades económicas y de desplazamiento a las ciudades  más cercanas, mejor dotadas sanitariamente. Puesto que tales dolencias podían llegar a disminuir la visión, temporalmente o permanentemente, llegando incluso a causar la ceguera total o parcial de las personas afectadas. Pudiendo incapacitar, más o menos, a las personas afectadas para llevar una vida totalmente normal, ya que podían restarles capacidad de trabajo,  autonomía personal y obtención de ingresos económicos.

Aspecto de una litografía antigua (1921) en la que aparecen representadas la anatomía del ojo humano y diferentes afecciones oculares. Ilustración médica de un libro de anatomía humana, de principios del siglo XX.
Imagen: Etsy.  https://i.etsystatic.com/5663576/r/il/c0a252/428321144/il_fullxfull.428321144_fdwr.jpg

Las "pedres de santa Llúcia", también eran utilizada, para tratar de prevenir la aparición de complicaciones oculares, en los casos de mordeduras o picaduras de animales en la cara, en las zonas más cercanas a los ojos.
En otras ocasiones, menos preocupantes, las "pedres de santa Llúcia" también se usaban como remedio casero popular para curar los orzuelos que ocasionalmente se formaban en el borde de los párpados. 

Fuentes

Gómez Mora, David (2024). Información personal, transmitida y recibida el 2-10-2024, por medio del Messenger de este blog en Facebook.