martes, agosto 12

Grandes huesos fósiles y gigantes imaginarios (9)

 Heraclio Astudillo Pombo

"Huesos de gigante" en la isla de Santa María (Azores), vestigios fósiles de gigantes atlánticos que no de míticos atlantes (1ª parte)

Introducción

En este blog, desde 2009, no se había vuelto a tratar sobre "huesos de gigante" ni de su relación directa con los restos fosilizados de megafauna terciaria, puesto que en aquel entonces se creía haber agotado el filón de las informaciones sobre los aspectos etnológicos del fenómeno osteo-gigantológico en el continente europeo y en los países costeros de la cuenca mediterránea

A pesar de que se disponía de abundante información sobre los numerosos casos de hallazgos y de los envíos a España de "huesos de gigantes" del continente americano, cuyos hallazgos habían sido reseñados por conquistadores y misioneros,  debido a su lejanía geográfica, se había decidido obviar el tratamiento de esos casos. Sus yacimientos estaban demasiado lejos de la península ibérica y del continente europeo por lo que se dejaron para una futura ocasión. La distancia oceánica mínima que  separaba los yacimientos costeros americanos más orientales de las costas más occidentales de la península ibérica, era de unos 5000 km.. Además en 2009 se desconocía la existencia del fenómeno osteo-gigantológico en la isla de Santa María (Azores) en territorio insular portugués. 

En 2010 se conoció, casualmente, la existencia de unos "huesos de gigante" en la isla de Santa María (Azores), en un trabajo de Mario Estevens & Sérgio Ávila aparecido en 2007 y que contenía un párrafo que parecía muy prometedor etnopaleontológicamente: "Finalmente, e igual de interesante, es el papel que han desempeñado estos fósiles de ballena en el folclore local de la isla de Santa Maria (Azores) y en la historia de la isla de Santa María, cuyas referencias populares se remontan a varios siglos atrás." 

Intimidante aspecto de un enorme gigante armado con una descomunal porra que cierra el paso a dos humanos comunes. Imagen: Trono mitológico  https://tronomitologico.blogspot.com/2021/01/los-gigantes-aloadas-oto-y-efialtes.html

Como la distancia de las islas Azores más orientalesa la costa oeste de Portugal, es de "sólo" unos 1.400 kilómetros, "poca cosa" si se compara con la enorme distancia de los yacimientos americanos y, además, la cultura de estas islas es muy portuguesa y europea pues  han sido colonizadas por europeos. Se consideró que el caso azorense podía integrarse, sin problemas, en la sección etnopaleontológica europea. Así es que se inició la localización de la correspondiente información etnopaleontológica, con unas expectativas de éxito bastante elevadas, motivadas por el optimista contenido del párrafo de Mario Estevens & Sérgio  Ávila, antes citado. 

Se huroneó de manera sistemática y persistente por todo Internet, durante varios meses, a la búsqueda de toda clase de datos científicos y etnológicos, se buscó información utilizando palabras y frases clave en diferentes idiomas y bases de datos, se insistió en hemerotecas digitales, en archivos de prensa antigua española y portuguesa. Contra todo pronóstico y desafortunadamente para el desarrollo del proyecto investigador, la búsqueda resultó totalmente estéril. No se halló nada consistente ni inconsistente, sobre aspectos etnopaleontológicos ligados a la denominación popular portuguesa "ossos de gigante" u "ossos de gigantes" en relación a la isla de Santa Maria de las Azores


Nombre, edad geológica y localizaçión de los yacimientos fosilíferos más importantes de la isla de Santa Maria (Azores).

Con gran frustración por la incapacidad para hallar la información que parecía anunciar el párrafo antes mencionado y con gran decepción por la ausencia total de ninguna clase de datos etnopaleontológicos marienses localizables "online", se aparcó el tema. Confiando que más adelante se localizarían o/y se publicaría algún trabajo sobre aquel asunto y con la esperanza de que el futuro nos depararía mejor suerte y se conseguiría localizar documentos antiguos o modernos que aportaran algo de luz a aquella investigación que se había dejado "aparcada" temporalmente. 

Fue pasando el tiempo, meses y años, y no se conseguía encontrar nada nuevo que resultase útil para el avance de la investigación etnopaleontológica, por lo que el autor se fue olvidando del asunto de los "huesos" de los gigantes marienses y abandonando las tareas rutinarias de investigación.  

Recientemente, de manera casual, mientras se buscaba otro asunto se topó con el archivo de los huesos de gigantes marienses del 2010. Repasando y ojeando los materiales que se seleccionaron y guardaron entonces, el autor se dio cuenta de la singularidad zoológica de aquellos "huesos de gigante" y se decidió desempolvar el trabajo realizado años atrás, para adaptarlo y publicarlo en una entrada dedicada al tema en la que se rescataría una buena parte de lo que se guardó y escribió entonces.

Las islas Azores están situadas en medio del océano Atlántico y el grupo de las más orientales, entre las que se encuentra la isla de Santa María, están situadas a una distancia de,  aproximadamente, unos 1.400 kilómetros de Lisboa, la capital portuguesa. La distancia entre Lisboa y la isla más oriental de las Azores orientales, Santa María, es de unos 1.446 km. Esa relativa proximidad geográfica y la singularidad zoológica de los "huesos de gigante" marienses fueron los motivos que nos impulsaron a retomar el tema etnopaleontológico gigantológico, 16 años más tarde, después de haberlo considerado agotado y cerrado, 16 años antes.  


El mito de los gigantes humanoides en Europa

Cuando se trató el tema, ya se había comentado que las causas de la atribución mítica y gigantológica de grandes huesos fósiles o subfósiles, habrían sido la total ignorancia de la existencia de grandes animales, en tiempos prehistóricos (megafauna terrestre o marina), y la existencia, extensión e integración sociocultural de diversos relatos míticos vinculados con la literatura fabulosa de viajes a países lejanos o imaginarios habitados por gigantes, escrita por autores de la antigüedad clásica y también el conocimiento y respeto por los antiguos relatos  bíblicos ancestrales, vinculados con la religión cristiana y derivados de la conservación de varios mitos hebreos y de otros de la región del Mediterráneo oriental. Estas condiciones culturales habrían favorecido e inspirado la aparición de interpretaciones de tipo fabuloso y la invención de sus correspondientes narraciones legendarias, como una forma de difusión, conservación y transferencia de estas ideas. Las interpretaciones y narraciones de tipo fabuloso asociadas al hallazgo casual de grandes restos óseos se habrían iniciado y generalizado en la antigüedad remota, consolidado y difundido en la antigüedad clásica y habrían perdurado, con adaptaciones y sustituciones, hasta finales del siglo XVIII, o hasta mediados del XIX, e incluso hasta inicios del siglo XX, entre las clases populares. 

Hoy, después de pasados diez y seis años, se retorna al tema los "huesos de gigante" debido al hallazgo, relativamente reciente, de unos interesantes datos conocidos algo más tarde y luego olvidados, relacionados con este tema. Como tal información nos resultaba completamente desconocida, en el momento en que se canceló el tema este se dio por agotado. La recuperación de esa información olvidada durante tanto tiempo nos aportó un nuevo punto de vista que nos proporcionó una nueva visión que fue considerada como muy relevante para quien escribe. Tal relevancia estaba motivada por la singularidad del caso de los "huesos de gigante" azoreanos, puesto que si habitualmente los grandes huesos fósiles, motivadores de una atribución mítica relacionada con gigantes humanoides e inspiradores de alguna leyenda explicativa y justificadora, siempre correspondían a restos óseos de megafauna terrestre, en el caso de los gigantes mariense-azoreano los huesos fósiles corresponden a restos óseos de megafauna marina, resultantes de la destrucción y dispersión natural del esqueleto de grandes cetáceos prehistóricos: ballenas y cachalotes. 

Resulta sorprendente que un tipo de animales tan bien adaptados, anatómicamente, para la vida en el medio oceánico, motivo por el que se asemejan externamente a peces y por lo que carecen de miembros superiores, formados por huesos largos y los miembros inferiores casi totalmente atrofiados, hayan podido asociarse con seres imaginarios de aspecto humanoide. La explicación está en que cuando los huesos están desconectados, fragmentados y mal conservados lo único que puede inferirse de su aspecto es que se trata de hueso de mamíferos Los prejuicios culturales y la imaginación descontrolada harán el salto hacia los seres míticos. 


El probable origen económico de un hallazgo y de una vieja interpretación fabulosa de grandes huesos fósiles hallados en campo abierto

Hallazgos recientes de los restos óseos fragmentarios de grandes cetáceo confirmarían la posibilidad de que, muy probablemente, fuesen los antiguos hallazgos de restos óseos de este tipo de grandes mamíferos marinos, contenidos en las capas de rocas calizas marinas, intercaladas en capas de materiales volcánicos, la causa más probables de este tipo de interpretación, fuertemente influenciada por las fuentes de información bíblicas y la creencias religiosas de aquellas épocas fuertemente tradicionales y conservadoras

Cuenta la leyenda histórica portuguesa que el descubrimiento de la la isla de Santa María de las Azores se debió producir entre 1427-1432 y que la colonización se empezó a producir a partir de 1440. La necesidad de construir edificaciones para uso doméstico, industrial, comercial o defensivo, desde fecha tan temprana, habría obligado a los primeros habitantes a tener que buscar y recolectar diferentes tipos de materiales de construcción de origen local. 

Los primeros habitantes, explorando las potencialidades en recursos constructivos de aquel medio, posiblemente, descubrieron por casualidad que en determinados lugares de la isla había capas de roca caliza contenida entre capas de roca volcánica. La necesidad de obtener cal para ser usada como corrector de suelos volcánicos ácidos inaptos para el cultivo de ciertas varieades de plantas comestibles y la necesidad de cal como mortero y como revoque exterior y de bloques de piedra caliza de construcción, compactos, fácilmente tallables y escuadrables para elaborar elementos arquitectónicos, unos materiales muy necesarios para la construcción tradicional de muros de edificios, debieron estimular la prospección y explotación, por toda la isla de Santa María, en busca de todo tipo de rocas calizas, para su aprovechamiento como materiales de construcción y de mejora agrícola de suelos cultivables.

La relativamente escasa roca caliza se usó en la construcción de algunos de los edificios más emblemáticos de la isla, tales como iglesias y cementerios tanto en exterior como en el interior. La roca caliza se extraía de capas de poco espesor intercaladas entre capas de roca volcánica. Generalmente se trataba de gres calizo, de caliza arenosa, de conglomerados y brechas calizas que contiene una gran abundancia y diversidad de fósiles marinos, tales como gasterópodos, moluscos bivalvos, briozoos, equinodermos, dientes de tiburón y que en algunos lugares también podía contener escasos fragmentos de hueso de cetáceos, generalmente, bastante mal conservados, condición que dificulta mucho su identificación. Tales restos fósiles, antiguamente, en los primeros cinco siglos de ocupación, cuando predominaba una mentalidad precientífica pudieron haber sido interpretados e identificados de una manera muy distinta a la actual. 

Santa María es la única de las nueve islas que constituyen el archipiélago de las Azores constituida por una importante proporción de terrenos de origen sedimentario, en medio marino. Es en estos materiales en donde se pueden encontrar muchos fósiles marinos pertenecientes a diferentes grupos de invertebrados y también de algunos vertebrados, como son peces y restos óseos de grandes cetáceos.

La Praia Formosa está ubicada en la parroquia de Almagreira, en el municipio de Vila do Porto. Esta playa es una de las raridades de todo el archipiélago de los Azores, puesto que está constituida por arenas de tonalidades claras y de composición caliza. Cuando lo normal, en todo el archipiélago es que la arena de las playas sea de color negro o tonalidad muy oscura, por proceder de la disgregación de materiales volcánicos. Imagen: https://depositphotos.com/pt/

Habría sido en el transcurso de las vistas de prospección de materiales constructivos y durante los trabajos de extracción de roca caliza, destinada a la construcción, cuando se habrían ido descubriendo los grandes huesos y fragmentos óseos de cetáceos prehistóricos que estaban incluidos en las capas de materiales sedimentarios marinos de naturaleza caliza, dando origen los hallazgos de restos óseos a las interpretaciones míticas de aquellos vestigios fósiles.

"En Santa María, los fósiles de ballenas se conocen desde hace mucho tiempo, siendo llamados "ossos de gigante" (huesos de gigante) por los habitantes de la isla." (Ávila et al. 2018). 

Esta denominación popular, de tipo fabuloso, pone de manifiesto que los habitantes de la isla de Santa María, como la mayoría de sus contemporáneos, en todo el mundo, como desconocían la verdadera naturaleza zoológica de aquellos restos óseos, "petrificados", habrían atribuido su origen, influidos por la literatura antigua, a vestigios óseos de gigantes humanoides míticos, evidentemente, personajes literarios absolutamente imaginarios. De tales gigantes imaginarios tenían un gran conocimiento literario, principalmente, debido a su conocimiento de las enseñanzas de los textos bíblicos del Antiguo Testamento, en los que se mencionaban en distintas ocasiones a este tipo de seres y, también de los textos literarios de antiguos autores griegos y latinos.  

"Ulises en la cueva de Polifemo", representación artística, de una escena sacada de la fabula mitológica de Homero, pintada por Jakob Jordaens (1593-1678), en la que relata como la astucia de Ulises le permitió salvar la vida de sus hombres y la suya propia, al conseguir burlar a un gigante, monóculo,  previamente cegado 

Imagen: Mitos. Odisea  http://web.usal.es/~hvl/Mitos/odisea.htm 

En occidente, en la época moderna, la interpretación de cualquier resto óseo de grandes dimensiones, fosilizado, hallado enterrado, semienterrado o superficial, como auténticos “huesos de gigantes” antediluvianos, procede de la conservación de ideas derivadas de la mitología clásica grecorromana, difundida en antiguos textos y de mitología hebrea y de su reflejo en algunos pasajes de los textos bíblicos. Ideas que se conservaron hasta mediados del siglo XVIII entre las clases cultas y hasta mediados o finales del siglo XIX entre las clases populares, analfabetas y muy creyentes de los relatos bíblicos. En la Biblia, se menciona a los gigantes como una clase de seres humanos de gran estatura y fuerza, violentos y malvados que se enfrentan a los israelitas en varias ocasiones, siendo mencionados en varios pasajes del Antiguo Testamento. Algunos ejemplos notables de gigantes incluyen a Goliat, Og, los anaquitas y los nefilim. Los nefilim, en particular, son descritos como el resultado de la unión entre ángeles caídos y mujeres humanas, y se les atribuye una naturaleza violenta y sobrenatural. 

Representación gráfica del enfrentamiento entre un grupo de humanos y un nefelin a consecuencia de algún conflicto surgido en la convivencia con esta clase de gigantes. Imagen: https://www.jw.org/es/ense%C3%B1anzas-b%C3%ADblicas/preguntas/gigantes-nefilim/


"La primera información publicada sobre este asunto [los hallazgos de huesos fósiles de ballenas] data del siglo XIX fue dada a conocer por Boid (1835), quien escribió: "En una parte del lado noroeste, difícilmente accesible, se puede ver un inmenso fémur fósil". Este hueso, localizado en Ponta do Pesqueiro, fue posteriormente identificado por Bedemar (1837) como un hueso de ballena (Estevens y Ávila, 2007)." 

Las ballenas carecen de apéndices posteriores, sin embargo, en su esqueleto, presentan vestigios de huesos homólogos a los miembros posteriores de otros tetrápodos (modificado de Ridley 1993). Imagen: https://www.researchgate.net/publication/271836334_Capitulo_4_EVIDENCIAS_A_FAVOR_DE_LA_EVOLUCION/figures?lo=1

Otros fragmentos fósiles de vértebras y costillas de cetáceos, reportados por autores posteriores (Cotter 1888-1892; Teixeira 1950; da Ferreira 1955; Zbyszewski y Ferreira 1962b) nunca fueron objeto de un estudio adecuado para poder identificar la verdadera naturaleza de aquellos restos óseos, como huesos de cetáceos. 


Algunas muestras de los antiguos "huesos de gigante" recuperados en la época moderna más actual

Aunque los restos fósiles de grandes cetáceos hallados en diversos yacimientos paleontológicos marienses se conocen científicamente desde antes de mediados el siglo XIX (1835), el estudio más pormenorizado de ese tipo de restos fósiles se ha realizado en épocas muy, muy, recientes, durante el siglo XXI. En esta época el conocimiento científico y la mentalidad moderna habían descartado totalmente la posibilidad de que humanoides gigantes hubieran podido habitar aquellos parajes de la isla de Santa Maria, antes de que llegaran los descubridores y luego los ocupantes lusos, habiendo podido quedar sus restos óseos,  tras morir, enterrados o expuestos sobre el terreno en diversos lugares de la isla.

Diferentes vistas de un fragmento medial de la porción ventral del rostro de una ballena fósil dentada (odontoceto), asignado al género  Mesoplodon sp. Recolectado en el afloramiento de Assumada. A: Vista dorsal; B: Vista lateral izquierda; C: Vista ventral. Fotografía de Sérgio Ávila. Imagen: Fossil whales from the Azores

El primer estudio sistemático exhaustivo sobre las ballenas fósiles de la isla Santa María fue realizado por Estevens y Ávila (2007). Estos autores reportaron diez apariciones de cetáceos fósiles pertenecientes a dos subórdenes: Odontoceti (Ziphiidae), con una especie de Mesoplodon recolectada en el afloramiento de Assumada; y varios fragmentos óseos de costillas, vértebras y otras partes del esqueleto, asignados a Mysticeti (Balaenopteridae?), una especie aún no determinada.

Mapa
de la Isla de Santa María (Azores, Portugal)con la ubicación de las localidades en las que han aparicido restos de cetáceos fósiles en el Complejo Touril (Mesiniense-Zanclean) y en el Complejo Facho Pico Alto (Plioceno). La isla de Santa María, en el Grupo Oriental, es la única isla del archipiélago de las Azores con yacimientos fósiles. Se han identificado en esta isla un total de 15 yacimientos fósiles, que datan del Mioceno tardío y el Plioceno temprano, hace entre siete y cinco millones de años, además de seis yacimientos más recientes del Pleistoceno, con edades comprendidas entre 117.000 y 130.000 años, incluyendo el yacimiento de Prainha.  Imagen: Fossil whales from the Azores

De todas maneras hay que suponer que, en diversas ocasiones, durante los siglos precedentes (XV-XIX), algunos habitantes habrían podido encontrar, casualmente, algunos tipos de restos óseos de ballenas o cachalotes, en el transcurso de la realización de algunas de sus actividades cotidiana en el medio natural o rural. 

Diferentes vistas de una porción medial de una gran costilla derecha asignada a Balaenopteridae indet. 
Complejo Touril, en la Zona de Figueiral. A: Vista lateral, B: Vista posterior, C: Corte transversal del extremo proximal, D: Corte transversal del extremo distal. Fotografía de Sérgio Ávila.  Imagen: Fossil whales from the Azores

No sabiendo cómo identificarlos, ni conociendo casos similares, correctamente identificados, los habitantes de Santa Maria habrían relacionado aquellos restos óseos con sus conocimientos previos, de origen ancestrales. Les habrían venido a la mente los relatos de viajes a países exóticos de antiguos viajeros y sus accidentados encuentros con gigantes, escritos por antiguos autores griegos y romanos, inspirados en antiguos hallazgos de grandes huesos y osamentas de grandes animales prehistóricos
 interpretados como restos de héroes o gigantes mencionados en antiguos mitos de los países mediterráneos.  

Dos vistas de una vértebra lumbar asignada a la familia Balaenopteridae, recolectada en sedimentos del Complejo Touril, en la Zona de Figueiral. A: Vista anterior, B: Vista posterior. Fotografía de Sérgio Ávila.  Imagen: Fossil whales from the Azores

Otra fuente inspiradora de una interpretación fabulosa de los resto óseo hallados en siglos pasados, habrían podido ser los relatos bíblicos relacionados con los encuentros de los antiguos hebreos, con pueblos de gigantes o con mercenarios gigantes enrolados en las filas enemigas, en el transcurso de los 40 años que duró su migración después de abandonar Egipto, liderados por Moisés con destino a la tierra prometida.


Diferentes vistas del primer fragmento recuperado de una gran costilla izquierda asignada a Balaenopteridae indet. 
Recolectado en sedimentos del Complejo Touril, en la Zona de Figueiral. A – Vista lateral, B – Vista medial, C – Vista anterior, D – Vista posterior, E – Corte transversal esquemático del extremo proximal, F – Corte transversal esquemático del extremo distal. Fotografía de Sérgio Ávila.   Imagen: Fossil whales from the Azores


Continuará