martes, marzo 19

Los dinosaurios en la cultura popular española y portuguesa (9)


Heraclio ASTUDILLO-POMBO, Dept. Medi Ambient i Ciències del Sòl. Universitat de Lleida 


Los dinosaurios en los medios de comunicación, españoles, más populares: la prensa periódica, el cinema, los cromos y los tebeos.
Primer periodo, de 1880 hasta 1900, exclusive. (Continuación 4ª parte)

Nota previa de aviso a navegantes: 

Aunque ya habíamos dado por concluido el primer bloque temporal en que habíamos dividido nuestra, particular, investigación sobre este tema: 1880-1899, el hallazgo de un nuevo artículo que, presentamos hoy, descubierto, con posterioridad al cierre del primer periodo cronológico, nos obliga a retroceder en el tiempo, retornando de nuevo, a las publicaciones populares del siglo XIX.


En 1899, en España, se publicaba que el "brontosauro" había sido el mayor dinosaurio de todos los que habían existido...



Hace poco más de un año, en el post del 26 de enero del 2012, presentábamos a un dinosaurio, "extrafuerte", el diplodoco, al que se calificaba como El animal más fuerte que ha habido en el mundo en el titular del artículo publicado, el 29 de septiembre de 1899, en el nº 17 de la revista semanal, ilustrada, Alrededor del mundo, de Madrid-

Hoy presentaremos a un digno oponente de aquel campeón de los dinosaurios forzudos, se trata del brontosaurio el campeón de los dinosaurios "extragrandes"... que en aquel momento eran conocidos por la ciencia.
Reproducimos el contenido del artículo titulado El mayor animal que ha habido en el mundo que, en 1899, por primera vez,
informaba a los lectores españoles, sobre la existencia y las características de un animal prehistórico tan enormemente prodigioso. Dicho artículo fue publicado por revista semanal, ilustrada, madrileña, Alrededor del Mundo, en la pagina 11, de su nº 1, aparecido el 9 de junio de 1899

La transcripción completa del texto de redactor anónimo, dice así:

"Los restos del mayor animal que ha habido en el mundo fueron descubiertos recientemente en Wyoming, comarca famosa por otros descubrimientos análogos. Tratase de un brontosauro casi de doble tamaño del hallado hace años en la misma localidad.
Sus huesos fosilizados pesan 20.000 kilogramos, lo cual permite calcular que, en vida, el coloso pesaba  unos 60.000 kilos."
Dibujo del esqueleto completo y articulado de un brontosario, bajo cuyo gigantesco tórax-costillar, aparece una minúscula figura humana con la finalidad de que sirva como referencia estimativa de las dimensiones, monstruosas, de ese animal. Esta antigua estimación, no se asemeja demasiado a las reconstrucciones posteriores. 
Imagen: Captura de pantalla de la ilustración original


"Tenía 39 metro metros de largo, es decir, aproximadamente las dimensiones de cualquiera de los lados del patio principal del Palacio Real de Madrid. El monumento á Colón, que hay en Barcelona, sólo mide 21 metros más que el brontosauro. Éste, puesto de pie, en dos patas, posición favorita suya a juzgar por su estructura, llegaría con hocico á más de la mitad del mismo monumento a Colón y no sólo alcanzaría desde el suelo hasta el viaducto de la calle de Segovia en Madrid, sino que todavía le quedaría cuerpo para cruzar el viaducto a lo ancho y apoyar la cabeza en la otra barandilla. 

Su cola era más larga que el monumento á Colón que hay en Madrid. 
Cuarenta personas pueden sentarse cómodamente bajo el arco formado por sus costillas.
Su estómago era bastante capaz para contener tres elefantes enteros."



"Brontosaurus skeleton" Reconstrucciones de ' Brontosaurus ' (ahora Apatosaurus ). Arriba: esquema modificado de la primera reconstrucción, según de Marsh (1883, lámina I). Abajo:
esquema modificación de la segunda reconstrucción de Marsh (1891, lámina XVI)
Imagen:
Mike Taylor


 "Una rebanada de jamón suyo tendría un diámetro de 3 metros 60 centímetros."
 Cuatro hombres á caballo pasan bien, de frente, por el espacio comprendido entre sus patas de delante y de atrás.
Cada vez que ponía un pie en el suelo, cubría con él un espacio de una vara (0,8-0,9 m) cuadrada. 

El brontosauro era una especie de dinosauro, y su nombre se compone de las palabras griegas bronte (trueno) y sauros (lagarto), sin duda porque se supone que al andar producía un ruido tan grande como el del trueno y hacía retemblar la tierra con su peso. 
A pesar de esto y de su semejanza con los dragones de las leyendas primitivas, parece que no tenía nada de temible."

Ilustración extraída de un viejo manual de paleontología, del primer tercio del siglo XX, en la que se muestra la fotografía de un montaje museográfico, de la sección de paleontología del Museo Americano de Historia Natural, de Nueva York. En el que se exponían, juntos, el esqueleto de un apatosauro y el de un humano, adulto.

Montaje museográfico dirigido por Henry F. Osborn, realizado respetando las presunciones anatómicas de Marsh, es decir, con una cabeza y pies, ajenos. Compárese esta figura con la primera, las proporciones, entre ambos esqueletos, son realistas, por lo que no hay mucha posibilidad de exagerar las proporciones relativas, entre ambos.En el texto que aparece al pie de la imagen se pueden leer algunas de las creencias, paleontológicas, existentes en la época, sobre los supuestos hábitos de vida de este dinosaurio. Entonces se consideraba que un animal tan grande y pesado no podía llevar una vida, completamente, terrestre sino que debería llevar una vida anfibia, en zonas pantanosas de las llanuras de inundación y en lagunas. 

"Carecía de coraza, de grandes uñas y de mandíbulas poderosas. Probablemente su enorme cuerpo servía de pasto á coetáneos suyos más pequeños pero más feroces y mejor armados. Una de las cosas que más chocan en él es la pequeñez de su cabeza, que sólo se explica porque un animal de cuello tan largo no podría soportar el peso de un cráneo grande. A juzgar por su escaso desarrollo cerebral, debía ser muy tonto el brontosauro. 
Si pudo vivir durante mucho tiempo en aquella época de lucha feroz por la existencia, fué sin duda porque al asomo del menor peligro emprendía una prudente huida y se refugiaba en el agua, donde su poderosa cola de diez y ocho metros de largo le serviría de formidable arma ofensiva."

Mural pintado en 1947, en el 'Great Hall of Dinosaurs', en la sección de paleontología del Peabody Museum of Natural History de la Yale University, representando a un brontosaurio, en el que entonces se suponía que debió ser su hábitat natural, las riberas pantanosas de rios y lagos, jurásicos. 
Imagen: Xaxam Live Journal

"Además cuando se ponía de pie, su posición predilecta, á juzgar por el desarrollo extraordinario de sus patas, le permitía alcanzar con la vista á mucha distancia y observar la presencia de cualquier enemigo."


Gráfico realizado por Matt Martyniuk  en el que se da una idea mucho más realista, de las proporciones relativas entre apatosauros y humanos que la ofrecida por la ilustración de 1899. 
Se ha comparado el tamaño, de tres especies de apatosauros, en relación al tamaño de un ser humano adulto. Los lados de la cuadrícula equivalen a 1 m. de longitud
Imagen: Wikimedia


Comentarios, personales:
 
El artículo, en cuestión, debió resultar muy didáctico por el abundante uso que se hace de comparaciones entre las dimensiones del dinosaurio y las de ciertos elementos urbanos que debían ser bien conocidos para la mayoría de lectores madrileños y/o barceloneses. Además, también, recurría a la evocación de una serie de situaciones, facilmente, visualizables para la mayoría de las personas de aquella época. 
Pero desde la actual perspectiva científica, podríamos calificar el contenido de este artículo como excesivamente imaginativo por sus atrevidas suposiciones, relacionadas con el hábitat y la ecología de un animal fósil tan poco conocido. Desde otro punto de vista, también actual, pudiera resultar bastante divertido, por las "pifias" que manifiesta.
A pesar de todos los errores cometidos, debemos ser indulgentes con los redactores de este artículo y juzgar su contenido con benevolencia, porque hace 114 años, era muy poco lo que se sabía sobre dinosaurios, incluso en los EUA, el país pionero en su descubrimiento y estudio. 


Representación moderna de un apatosaurio, el verdadero nombre de los dinosaurios que, antiguamente, fueron conocidos como brontosaurios
Imagen: Encyclopædia Britannica online

Los errores se debieron a que en aquella lejana época, de finales del s. XIX y principios del XX, igual que sucede hoy en día, las lagunas del conocimiento tuvieron que rellenarse a base de poner mucha imaginación, para intentar resolver aquellos enigmas que se le presentan y que no pueden ser resueltos por observación o experimentación, a los que hay que buscar explicacines razonables, mediante suposiciones razonadas, lógicamente, bien fundamentada sobre los conocimientos, más o menos, aceptados en la época y partiendo de indicios objetivos, más o menos, claros y eso es lo que, también, hicieron en aquel tiempo lejano, evidentemente, con menor acierto que en la época actual, puesto que disponían de una información centesimal, sobre los pocos géneros y especies de dinosaurios que eran conocidos en aquella época.

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