domingo, marzo 27

Los dinosaurios ibéricos en la cultura popular española y portuguesa (1)

Heraclio ASTUDILLO-POMBO, Dept. Medi Ambient i Ciències del Sòl. Universitat de Lleida



Introducción al proceso de la asimilación cultural del registro fósil dinosauriano en el territorio
ibérico, por la cultura popular española y portuguesa.



La fuerte influencia cultural de las creencias ancestrales y de las tradiciones populares locales 


Todos aquellos restos fósiles de dinosaurios encontrados, en la península Ibérica, por gente común, “sin ningún tipo de estudios”, a lo largo de siglos anteriores al año 1900, e incluso en las siguientes cinco décadas, nunca pudieron ser relacionados con los verdaderos animales originales con los que realmente estaban relacionados. Puesto que su contemplación e interpretación, descontextualizadas de determinados conceptos científicos fundamentales, forzosamente, debió activar interpretaciones mucho más “lógicas” y comprensibles, en relación con la mentalidad mágica de sus descubridores. 

En cualquier proceso interpretativo-explicativo, cuando faltan piezas básicas, la tendencia natural, universal e intemporal de la mentalidad humana, consiste en crear o construir, mediante el uso de la imaginación, “la pieza que falta para que todo cuadre”. Los científicos imaginan hipótesis que, posteriormente, deberán ser verificadas para que la idea resulte válida científicamente, mientras que la gente común, carentes de los recursos intelectuales fundamentales y ansiosa por obtener respuestas inmediatas a sus inquietudes, sólo pueden llegar a crear explicaciones irracionales, dar origen a mitos y crear leyendas.

¿Quién que no fuera un dinosauriologo actual, podría haber reconocido en estos huesos que aquí aparecen organizados y articulados, el esqueleto de la extremidad anterior izquierda, de 3,5 metros de longitud, de uno de los mayores dinosaurios vegetarianos de todos los tiempos (Sauropoda), "bautizado" con el nombre científico Turiasaurus riodevensis, un reptil gigantesco, del que se ha estimado que pudo haber pesado más de 40 toneladas? Para hacer fácil comparación que permita hacerse una idea de las dimensiones de este enorme saurópodo, debe tenerse en cuenta que el "popular y familiar" Tyrannosaurus rex, sólo llegó a pesar unas 6 toneladas. Además ¿Cómo alguien que no fuera un geólogo o paleontólogo moderno, podría haber determinado que este animal vivió hace 150 millones de años, en un medio pantanoso, de un lugar de lo que ahora es la província de Teruel, en lo que hoy es España?
Imagen: Super-sized dinosaur found in Spain

Cualquier hallazgo de restos dinosaurianos “petrificados”, ya se tratase de huesos bien conservados, enteros pero desperdigados o formando un revoltijo o dientes sueltos, cráneos deformados por aplastamiento  o esqueletos casi articulados y casi completos, huevos enteros o fragmentos de cáscaras de huevos, impresiones de la piel, huellas solitarias de pisadas o rastros de numerosas pisadas que hubieran podido ser hallados, en tiempos pasados (o actuales), en los que la mentalidad del descubridor y de la sociedad de la que forma parte, fueran, totalmente o predominantemente, de tipo acientífico, precientífico o protocientífico, sólo puede haber inducido la generación de ideas descabelladas, producido interpretaciones fantasiosas, alimentado creencias irracionales e inducido narraciones explicativas o justificativas de tipo fantástico (leyendas etiológicas).

La frecuente tendencia humana, a usar o abusar de la imaginación y de los "mitos tribales", cuando se enfrenta a hechos que le resultan totalmente desconocidos o inexplicables, a pesar de que se trata de una conducta muy normal en nuestra especie, desafortunadamente, ha resultado ser muy inapropiada para el avance del conocimiento racional de tipo científico y para la correcta interpretación de cualquier fenómeno de la naturaleza, incluidos los procesos de fosilización y la presencia de los restos fosilizados en determinados lugares.

Desde el punto de vista de la sociedad moderna actual, occidental y laica, supuestamente alfabetizada cientificamente, parece evidente que un método especulativo usado para comprender y explicar la realidad que esté mucho más confiado en la imaginación o en la tradición que en la observación, la contrastación y la experimentación o la inducción-deducción logico-racionalista, resultará totalmente inadecuado para la producción de interpretaciones científicas, apropiadas a sus objetivos explicativos, y totalmente inútil para la producción de conocimientos históricos o ambientales, científicamente válidos. Claro está que hay que reconocer que un método basado en la intuición, la imaginación, e incluso la alucinación, y la tradición, es un método que tiene un sólo mérito, el de ser totalmente democrático, pues estará al alcance de casi cualquier persona o comunidad humana, por muy "irracionales o atrasada culturalmente" que estén. Por lo tanto, no debería sorprendernos demasiado, que esta clase de interpretaciones "populares", fantasiosas o acientíficas, aplicadas a muy diversos tipos de restos paleontológicos, se hayan repetido en multitud de ocasiones, en diferentes lugares geográficos y en muy distintos momentos históricos, por todo el ámbito geográfico de nuestra península ibérica, puesto que como ya hemos dicho anteriormente, esta tendencia o actitud intelectual ha estado muy extendida socialmente y geográficamente, debido a resultar una respuesta bastante espontanea o “natural”, debido a su mecanismo mental de fabulación, activado casi automaticamente, su asequibilidad conceptual, al estar completamente basada en el sentido común, la tradición y los mitos de "la tribu" y su universalidad e inclusividad sociocultural, pues afecta no sólo al "pueblo llano", sino también a las élites económicas y religiosas, con ejemplos bien conocidos en diversos paises de todos los continentes.

Representación del siglo XVIII, del milagroso ascenso por la escarpadura de un acantilado del Cabo Espichel, en Sesimbra, Portugal, de la prodigiosa mula que saliendo de las aguas del  océano Atlantico, transportó la sagrada imagen de Santa Maria do Cabo hasta el lugar que, en la actualidad, ocupa el santuario de Nosa Senhora da Pedra de Mua. A la izquierda, se ha representado a los dos testimonios autores del relato que presenciaron "en vivo y en directo" la milagrosa ascensión mariana un hecho absolutamente portentoso y totalmente imaginario.
Imagen: Celtiberia

Como mucha gente de nuestro tiempo ya sabe, las huellas de pisadas atribuidas a la mula prodigiosa son, en realidad, una interpretación errónea de un hecho geológico, una extrapolación de tipo legendario y hagiográfico de un fenómeno paleontológico, entonces desconocido e inexplicable. En realidad se trata de una rastrillada de pisadas, dejadas por un dinosaurio terópodo, hace 150 millones de años, cuando lo que hoy es una roca, entonces era barro y cuando lo que hoy constituye la pared de un acantilado, entonces era una llanura pantanosa.
Es evidente que el hecho paleontológico resultaba demasiado díficil y complejo para los conocimientos de la época, como para acertar con la solución correcta.


Cualquier persona común y corriente, enfrentada al problema que le representa la identificación de un objeto fosilizado que le es totalmente desconocido a ella y a su entorno personal y social, es decir, que constituya un auténtico y verdadero hallazgo paleontológico para toda la comunidad sociocultural, puesto que sería la primera vez, en su vida o en su historia que tienen la oportunidad de poder observarlo. Además, inicialmente, les ha de resultar total y absolutamente irreconocible, puesto que cuando pretendan compararlo con algo conocido por ellos, no pueden vincularlo con ningún tipo de organismos actuales semejantes, como podía ser el caso, hace más de 70 años, de casi cualquier resto de dinosaurios. En estas condiciones, sólo les queda la única opción posible, la más "natural" y la más "facil", en una mente o en una comunidad en la que predomina el pensamiento explicativo de tipo "salvaje", "fabuloso" o "mágico-religioso", la de reaccionar, coherentemente, con el contexto sociocultural dominante, emitiendo un diagnostico que estará en consecuencia a la magnitud de su bagaje cultural, de sus aspiraciones intelectuales y de su fantasía imaginativa.


Arriba, dos esqueletos reconstruidos correctamente, los diversos huesos han sido dispuestos y ordenados según los patrones zoológicos apropiados. El resultado una persona y un elefante enano.
Abajo, los diversos huesos del esqueleto de un elefante enano han sido dispuestos siguiendo patrones antropomorfos, el resultado es la creación de un ser monstruoso inexistente y el nacimiento de un mito mediterráneo de la antigüedad
Imagen: The Firts Fossil Hunters de A. Mayor

Cualquier persona encargada por su comunidad de realizar la identificación o reconocimiento de unos restos "petrificados" hallados en el propio territorio, deberá partir de su capacidad inductiva, deductiva e imaginativa, en relación y sin contradicción al sistema de conceptos y procedimientos, propios de su comunidad cultural, puesto que forman su marco mental de conocimientos, sobre el mundo local en el que vive inmerso y de forma coherente con el sistema de creencias y normas de su comunidad, finalmente, deberá acabar realizando una identificación o reconocimiento de los restos.

Un complicado proceso de interpretación e identificación de restos petrificados, sólo se inicia cuando el/los objeto/s protagonista/s del hallazgo, resulta/n suficientemente atractivo/s para toda la comunidad o para su descubridor. Los motivos pueden ser muy variados: porque le parece muy intrigante y misterioso o porque cree poder llegar a descubrirle alguna propiedad que resulte utilitaria, en el ámbito espiritual mágico-religioso o en el ámbito económico-productivo. Una vez valoradas las diversas posibilidades de aprovechamiento, quizás decidirá ocupar una parte de su tiempo personal y de su capacidad de razonamiento, en buscarle alguna explicación y aplicación a ese extraño objeto petrificado o a esa marca misteriosa estampada o esculpida en la roca.
El proceso interpretativo-explicativo que podría conducir a dar la verdadera respuesta, requerirá del presunto investigador paleontológico, ciertas habilidades intelectuales de las que puede carecer por razones históricas. Para enfrentarse, con posibilidades de éxito, al desafío que representan esclarecer una serie de enigmas que le plantea el propio resto fósil, el interpretador debería poder disponer de una serie de instrumentos intelectuales para ser "verdaderamente" capaz de resolverlo de forma “adecuada” al contexto cultural en el que vive inmerso:

- ¿Qué clase de objeto o què género de ser viviente pudo ser "esto", antes de sufrir el proceso de petrificación?

- ¿Cómo, dónde y cuándo pudo haberse transformado en piedra?

- ¿Qué nuevas propiedades extraordinarias y utilidades prácticas puede poseer, tras sufrir el proceso de transformación en piedra?

Entonces, el presunto investigador paleontológico, con toda la información personal y social que pueda reunir y relacionar con el hallazgo "petrificado", intentará imaginarse qué puede ser y cómo, dónde y cuándo pudo haber sido su formación y en qué circunstancias puede ser empleado con provecho.


Un libro de lectura muy recomendable, a pesar de que no se esté de acuerdo con la autora, en todos los casos expuestos. Se trata sobre el nacimiento de diversos mitos y seres mitológicos por toda la Cuenca mediterránea, a partir diferentes restos fósiles interpretados legendariamente
Imagen: The First Fossil Hunters: Dinosaurs, Mammoths, and Myth in Greek and Roman Times



Desafortunadamente, para el avance del conocimiento científico humano sobre los procesos de fosilización y sobre la naturaleza biológica de los fósiles y para el justo éxito de las investigaciones del presunto investigador paleontológico, si éste no tiene la formación necesaria que proporciona esta disciplina académica o carece de la objetividad suficiente y necesaria, dada la complejidad del fenómeno natural de la fosilización y la falta de organismos vivientes equivalentes que le puedan servir de referencia, inevitablemente, cualquier persona que pertenezca a una sociedad no alfabetizada científicamente, ni instruida paleontológicamente, se verá obligada abreviar el proceso de estudio y a errar el juicio del diagnóstico, con los que se pretendía llegar a conocer la naturaleza y el origen del objeto paleontológico investigado. Lo mismo pasará con investigadores alfabetizados paleontológicamente, pero pertenecientes a comunidades de "creyentes" sujetos a centenarias o milenarias tradiciones, recogidas en textos sagrados, que remiten a visiones, revelaciones y elucubraciones de ciertos personajes "iluminados".

Representación humorística de una creencia muy extendida entre los creacionistas, según la cual los dinosaurios coexistieron con los humanos, hasta el momento histórico de la llegada del Diluvio Universal, evento catastrófico global en el que perecieron ahogados, junto con diversos tipos de criaturas monstruosas malditas por Dios, como diversos tipos de gigantes, dragones, etc..
En la viñeta del dibujante Paul J. Caldwell, titulada "Sin camarote", se ve al patriarca Noé que, desde la cubierta del Arca, les grita
¡Lo siento chicos, pero ya no me queda espacio para vosotros! a tres llorosos dinosaurios que suponemos que previamente le habían solicitado ser admitidos a bordo del Arca salvadora. Con la esperanza de escapar del castigo divino con que Dios pretende "purificar toda la faz de la Tierra, inundándola y recubriéndola toda de agua, para eliminar por inmersión a todas las criaturas malvadas e impías que en ella habitaban"
Imagen: Medias Lugz


Dado que el presunto investigador se verá presionado, por las circunstancias sociales, a emitir un juicio de forma rápida, sin disponer de fundamentos objetivos y que, además, debe resultar aceptable para los grupos sociales dominantes para lo que deberá ser coherente con los mitos ancestrales, entonces, el presunto investigador deberá recurrir al recurso de la fabulación, surgiendo referencias a antinaturales sucesos de mortalidad masiva (extinción), a anormales fenómenos de "petrificación" de restos de organismos antediluvianos que se han producidos en condiciones ambientales muy extraordinarias o/y por la intervención de ciertos seres sobrenaturales, relacionados con diversos mitos tradicionales.

Otra representación gráfica, mucho más artística y nada humorística, que expresa la misma creencia, sobre la supuesta causa diluviana de la extinción de los dinosaurios, es la titulada “El dilema de Noé”. En la que se ve a un (in)feliz tiranosaurio, introduciéndose en un semicírculo luminoso de salvación, de significado metafórico simbólico, dentro del cual hay cuatro parejas de animales salvajes, mamíferos y aves, haciendo fila, ante el patriarca Noé, que le recuerda al dinosaurio, recién llegado, de forma tajante que es una criatura maldita por Dios y por lo tanto no puede ser admitido, en el Arca de salvación, y, en consecuencia, perecerá en la gran inundación, junto con todas las restantes criaturas malditas por Dios, porque no han respetado las leyes divinas.
Imagen
: Dinosaurs before the fall

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