Los dinosaurios en la cultura popular española y portuguesa (8)

Heraclio ASTUDILLO-POMBO, Dept. Medi Ambient i Ciències del Sòl. Universitat de Lleida

Los dinosaurios en los medios de comunicación, españoles, más populares: la prensa periódica, el cinema, los cromos y los tebeos.

Segundo periodo cronológico: desde 1900 hasta 1919 (Continuación, 3ª parte)


Los monstruos "antidiluvianos" del misterioso Dr. Kloch (1ª parte)

Los monstruos antidiluvianos (sic) Mar y Tierra nº 7, 17 de marzo de 1900 (en la copia digital no aparece visible el nº de la página)

Comienza el articulista, el desconocido "Doctor Kloch", aludiendo a las inimaginables "formas prodigiosas de los monstruos gigantescos que creaba la Naturaleza en las edades primitivas, dotados de poderosos medios de defensa, cuyo solo pensamiento aterroriza."

Aspecto que se suponía, en 1900, que debió tener el "Dimedrodon", dibujo de J. Vehil.

Seguidamente afirma que "El diluvio universal y otros cataclismos y revoluciones cósmicas que nuestro planeta ha experimentado, hicieron desaparecer esos seres"
Luego comenta que "gracias al hallazgo de sus vestigios y al trabajo incesante y paciente de sabios como Cope, Cuvier, Marsh, Owen y otros, se han podido reconstruir esos animales primitivos, sino con toda exactitud, lo suficiente como para dar una idea de su figura." De estos trabajos es de donde se dice haber sacado el contenido de este artículo y de otro más, con los que se pretende dar a conocer, a los lectores de la revista, los gigantescos monstruos más notables de los tiempos remotos.

El monstruo presentado en primer lugar, es el "Dimedrodon" del que dice que "era una especie de lagarto, insectívoro, muy inofensivo, de unos 2 m. de largo, dotado de una enorme cresta dorsal que únicamente le servía para desplegarla cuando se sentía amenazado por otros animales a los que conseguía espantar con tal conducta sorpresiva. 

A continuación presenta a el Dinosauro, del que dice que "es uno de los monstruos anfibios más colosales", además afirma que "no puede andar por la tierra ni nadar en el agua", por lo que "habitaba en las lagunas, buscando su alimento en el fondo de ellas y otras veces en los árboles." 

Luego presenta el Hadrosaurus mirabilis, al que también incluye entre los monstruos "antidiluvianos" anfibios. 

Seguidamente describe el  Agathaumas sphenocerus, como una "especie de rinoceronte, era un pacífico animal que aunque estaba armado de poderosas defensas, no hacía daño alguno, como no fuera atacado". Concluye el "retrato" diciendo "La cabeza y la parte superior de su cuerpo se hallaba erizados de agudísimas puntas"

Aspecto que se suponía, en 1900, que debió tener el Agathaumas sphenocerus, dibujo de J. Vehil.

 

Lo más destacable de este artículo, a parte de los errores garrafales, algunos propios de una época en la que el estudio de los dinosarios estaba recién iniciado y otros debidos a la más que probable adscripción del Dr. Kloch a la escuela "dinosauriera" germana, puesta en evidencia por su concepción anfibia de los grandes dinosaurios. 
También son remarcables las ilustraciones de J. Vehil, unos dibujos a plumilla que debieron resultar bastante atractivos e ilustrativos, para los lectores españoles de 1900, y  que también pueden resultar bastante "curiosos" y sorprendentes para los actuales expertos en dinosaurios que las contemplen, ahora, 112 años después de su publicación en España.

Los monstruos "antidiluvianos" del misterioso Dr. Kloch (2ª parte)

Los monstruos antidiluvianos (sic), Mar y Tierra nº 8, 24 marzo de 1900 (p. 120)

El primero de los monstruos "antidiluvianos" que es presentados en esta segunda entrega y que constituye la última parte del trabajo de divulgación reptilológica del desconocido Dr. Kloch,  es "El Laelaps aquilungis un monstruo que se caracteriza por sus garras de águila y por sus terribles quijadas que le permiten coger y desgarrar su presa con gran facilidad. Es el carnívoro más temible de todos los de esta fauna prehistórica" 

Aspecto que se suponía, en 1900, que debió tener el Laelaps aquilungis, dibujo de J. Vehil. 

 

Prosigue el particular bestiario "antidiluviano" del Dr. Kloch, presentando a "El Stegosauro es un anfibio que mide 12 m. y es completamente inofensivo, sino no se le ataca. La cabeza y los miembros anteriores son pequeñísimos; el cuerpo, la cola y los miembros posteriores son enormes. A todo lo largo de la espina dorsal corre una descomunal cresta carnuda, que descansa sobre grandes vértebras"

Luego, presenta a "El Elasmosauro y el Mosasuro, habitantes del agua, y terribles carnívoros que excedían los 15 m.", de los que comenta que eran "nadadores rápidos y poderosos, los dos, particularmente el segundo, especie  de gigantesca anguila con cabeza de cocodrilo"

Aspecto que se suponía, en 1900, que debió tener el Elasmosauro, dibujo de J. Vehil.

Ante las extravagantes formas de la fauna prehistórica, reconstruida gracias a los conocimientos delos sabios científicos, extrangeros, el Dr Kloch reflexiona, diciendo "llegase a sospechar si serán hijas de la imaginación las fabulosas figuras de animales fantásticos, cual las esfínges, unicornios, dragones, etc., o por el contrario nacerían del terror que a los primeros hombres les inspirara la presencia, entre ellos, de algunos rezagados supervivientes de estos colosales animales antiluvianos. No olvidemos que que en toda leyenda, por inverosímil que parezca, existe un fondo de verdad" 

Finaliza su articulo, poniendo una última nota de tipo criptozoológico: "No terminaremos estas notas sin apuntar la curiosa opinión de un sabio naturalista, de nuestro días, que ve en los monstruosos habitantes del mar, el Elasmosauro y el Mosasauro, arriba descritos, los antecesores de la famosa Serpiente de mar, legendaria entre los marinos y cuya analogía con el Mosasauro, especialmente, es notable"

Aspecto que se suponía, en 1900, que debió tener el Mosasauro, dibujo de J. Vehil.

En esta segunda parte, el Dr. Kloch incluye al Stegosauro entre los monstruos "antidiluvianos" anfibios, como ya hizo en la primera, con el Dinosauro y el Hadrosaurus, demostrando su germanofilia dinosauriera. 

También expone al lector, la posibilidad de que los primeros humanos hubiesen podido convivir con los últimos monstruos "antidiluvianos", contacto interespecífico que habría generado las leyendas de dragones y otros monstruosos monstruos medievales, enfoque precursos de las ideas de algunos criptozoólogos  y creacionistas actuales. 
Finaliza su artículo, sugieriendo que podría ser posible que la fabulosa Serpiente de mar, que tantos marinos han visto, durante los siglos anteriores, pudiera ser un derivado zoológico descendiente del mosasauro, dice respaldar esta hipótesis en la opinión de un científico de aquella época, pero sin nombrarlo.

Sobre la verdadera identidad del desconocido doctor Kloch y ante la falta de datos absoluta sobre su persona y/o su trabajo, yo también me he atrevido a inventar mi propia hipótesis. Partiendo de hechos ciertos, como son que el lugar de edición de la revista, es Barcelona, y que el ilustrador de estos dos artículos, es un conocido y prolífico dibujante catalán y teniendo en cuenta algunas opiniones, poco científicas, incluso en aquella época, he llegado a la "hipotética conclusión" de que el rimbombante y misterioso "doctor Kloch",  tal vez sólo era el alias de algún periodista o escribidor, barcelonés, aficionado a los temas paleontológicos "antidiluvianos" que por alguna razón inconfesable, se ocultaba tras este seudónimo tan germánico.... o tal vez no. 
De todas maneras, tanto si estoy equivocado como si no, agradeceré a quienquiera que pudiera conocer a este oscuro personaje que me haga el favor de remiterme algunos datos fundamentales sobre su vida y su obra... y las fuentes de procedencia, para introducir las correcciones y retractaciones que hagan falta.

Fotograma de una "penícula" cómica o "flint" sarcástico,  sobre el trabajo de algunos científicos y ciertos milagros de la ciencia, que causó furor desternillante, consiguiendo despertar un gran número de vocaciones científicas, entre la juventud de los años 60. Es posible que a finales del s. XIX, se diese un fenómeno parecido entre los periodistas de todo el mundo, incluida España...