viernes, abril 23

Poesía de temática paleontológica (3)

Por Heraclio ASTUDILLO POMBO, D.MACS, UdL



Continuación de los "fósiles químicos" usados como motivo poético.


Al carbón de piedra (Oda)
Poema de Melchor de Palau y Catalá (España 1843 – 1910), extraído de la página web Poemas del alma

Con toda seguridad, el poeta novecentista catalán, para redactar estos versos, se inspiró en la visión optimista y generalizada que se tenía en su tiempo, del desarrollo industrial, pues era considerado como un infalible motor del progreso y un seguro generador de beneficios sociales y económicos, para todos, ya fuesen empresarios u obreros. También, debió tomar en cuenta, el protagonismo que la energía fósil que contenía el carbón mineral, cuyos yacimientos abundaban en casi todos los países europeos y que habían comenzado a ser explotados, intensivamente, en el siglo XVIII, podía suponer como panacea para todos los problemas de la sociedad del siglo XIX. Además, el poeta, en sus rimas, también, demuestra poseer
bastantes conocimientos sobre geología y minería del carbón de piedra.

Dibujo coloreado, de autor anónimo. Estampa costumbrista, posiblemente del siglo XIX, que muestra a un grupo de mineros asturianos del carbón, abandonando la bocamina, al final de su dura jornada laboral, mientras otros mineros parecen dirigirse a iniciar su turno.


Este, que veis, carbón endurecido,
yacer a mantos en terrestre fosa,
rayos de claro sol un tiempo ha sido,
a la voz de la Industria poderosa,
abandona, cual Lázaro, su tumba,
y a más vida resurge esplendorosa.
Con su aliento, no hay miedo que sucumba
la que es de nuestro siglo predilecta
hija febril, y cual abeja zumba,
que, a medida que avanza más perfecta,
a la Ciencia siguiendo va anhelante
y sobre el Arte su fulgor proyecta.
Ella nos dice que llegó el instante,
—aun cuando en la substancia son hermanos—
de apreciar el carbón más que el diamante,
de que cesen los míseros humanos
de prosternarse ante el inútil fuego,
y de tenderle codiciosas manos.
Nunca su brillo me turbó el sosiego,
mas del pan de la industria a la excelencia
férvido canto de mi lira entrego.
Cantar quiero su enérgica potencia
los bronces al fundir, nuncios de saña,
defensores de patria independencia,
cuando caldea y en su lumbre baña
a la férrea fugaz locomotora,
sierpe que tiene el silo en la montaña.
Que, cual ave o Jóve voladora,
se encumbra a los más arduos peñascales,
y el espacio famélica devora.
Por él llega a los témpanos glaciales
el buque, sin más trapo que su enseña,
contrastando los recios vendavales.
Reemplaza activo la fluvial aceña;
vigor produce en la nerviosa pila;
las creaciones artísticas diseña.
Por él la roca su metal destila;
por él dice el crisol la verdad pura;
el átomo su afine se asimila,
hasta gérmenes ricos en dulzura,
la Química halla en él para su gloria,
colores y matices la Pintura.
Y, de fúlgido origen en memoria,
demás que rasga de la noche el velo,
despide lumbre en exprimida escoria.
Solar emanación con vivo anhelo,
la luz, la fuerza, y el calor prodiga.
Como su padre que recorre el cielo.
y que—cual suele previsora hormiga,
en la estación de abrasador verano,
sin un punto ceder en la fatiga
temiendo el filo del invierno cano,
almacenar bajo escondidos techos,
el robado a los trojes rubio grano.
En la época feraz de los helechos
presintiendo el invierno del planeta,
guardó el carbón en insondables lechos.
La faz del globo de arbolado escueta,
diera a la Industria el postrimer suspiro
a no surtirla tan copiosa veta.
Ved al carbono en incesante giro
recorrer los tres reinos naturales;
ya inficionar la atmósfera le miro,
ya, atraído por fibras vegetales,
el germen de sabroso fruto,
ya, salvando los límites florales,
nutrir la grácil ave, el tardo bruto,
ya tornar al espacio con empeño,
de la muerte y la vida fiel tributo.
Más tú, sepulto en ataúd roqueño,
a ciclo tan fecundo substraído,
dormiste largo, indiferente sueño.
Te han pisado, mas no te han conocido;
pasaron sobre ti, cual polvo leve,
las varias razas que en el mundo han sido.
Tocábale al gran siglo diez y nueve,
explorar tus veneros con acierto,
aun bajo la polar cándida nieve.
¡Qué fuera de la Industria tú encubierto!
con gratitud en su aflicción te nombra
negro maná de su árido desierto.
Un día fuiste gigantesca alfombra;
en lo que hoy hallamos calor y luz radiante
donde otros seres disfrutaron sombra.
Que Dios, previendo nuestro afán constante,
para su hartura reservarnos quiso
esa fecunda flora exuberante,
que adorno fue quizá del Paraíso.



La Standard Oil Co.

Poema de Pablo Neruda (Chile, 1904-1973), extraído de la página web LETRAS PETROLERAS
Aunque este poema fue escrito en los años cuarenta, del pasado siglo XX, creemos que mucho de lo que en él relata el poeta chileno, aún sigue teniendo vigencia, hoy en día. Pues los diversos medios de comunicación social nos han estado informado, durante las últimas cinco décadas, sobre cómo en diversas ocasiones y en muy distintos lugares del planeta, la explotación de las ricas reservas nacionales de crudo petrolífero, en ciertos casos, ha sido adjudicada por corruptos y avariciosos, gobiernos locales, a la mejor empresa comisionista extranjera, o en otros, de como algunos gobiernos locales, amedrentados por las coacciones de poderosos y belicosos gobiernos de países lejanos que disponían de ejercitos bien entrenados y pertrechados, ávidos de invasiones, supuestamente redentoras, han tenido que ceder los derechos de explotación de sus ricos yacimientos nacionales, a ciertas empresas extranjeras muy bien conectadas con sus propios gobernabtes. Pero también, hemos podido ver, cómo en el peor de los casos, la resistencia de los gobiernos a la apropiación de sus recursos petrolíferos, ha supuesto invasiones y guerras, algunas de las cuales, siguen aún en activo.

Dantesca imagen que muestra como en 1991, con motivo de la retirada de las tropas iraquíes de Kuwait, Saddam Hussein ordenó incendiar los pozos de petróleo kuwaitíes en represalia por una antigua disputa acerca de la perforación que estos últimos realizaban a gran profundidad (lo que se denomina técnicamente como “sifón”). Lo cierto es que investigaciones posteriores determinaron que esta despreciable táctica no fue exclusiva del dictador iraquí, sino que también la Coalición occidental, comandada por los EUA, atacó e incendió deliberadamente instalaciones y pozos iraquíes.


Cuando el barreno se abrió paso
hacia las simas pedregales
y hundió su intestino implacable
en las haciendas subterráneas,
y los años muertos, los ojos
de las edades, las raíces
de las plantas encarceladas
y los sistemas escamosos
se hicieron estratas del agua,
subió por los tubos el fuego
convertido en líquido frío,
en la aduana de las alturas
a la salida de su mundo
de profundidad tenebrosa,
encontró un pálido ingeniero
y un título de propietario.
Aunque se enreden los caminos
del petróleo, aunque las napas
cambien su sitio silencioso
y muevan su soberanía
entre los vientres de la tierra,
cuando sacude el surtidor
su ramaje de parafina,
antes llegó la Standard Oil
con sus letrados y sus botas,
con sus cheques y sus fusiles,
con sus gobiernos y sus presos.
Sus obesos emperadores
viven en New York, son suaves
y sonrientes asesinos,
que compran seda, nylon, puros,
tiranuelos y dictadores.
Compran países, pueblos, mares,
policías, diputaciones,
lejanas comarcas en donde
los pobres guardan su maíz
como los avaros el oro:
la Standard Oil los despierta,
los uniforma, les designa
cuál es el hermano enemigo,
y el paraguayo hace su guerra
y el boliviano se deshace
con su ametralladora en la selva.
Un presidente asesinado
por una gota de petróleo,
una hipoteca de millones
de hectáreas, un fusilamiento
rápido en una mañana
mortal de luz, petrificada,
un nuevo campo de presos
subversivos, en Patagonia,
una traición, un tiroteo
bajo la luna petrolada,
un cambio sutil de ministros
en la capital, un rumor
como una marea de aceite,
y luego el zarpazo, y verás
cómo brillan, sobre las nubes,
sobre los mares, en tu casa,
las letras de la Standard Oil
iluminando sus dominios.

2 comentarios:

Lola dijo...

Es la tuya una ciencia que no deja de sorprenderme. Con cada nuevo post accedo a un mundo desconocido especialmente interesante.

Astu dijo...

Lola, agradezco, especialmente tu comentario, por venir de quien viene... y, también, porque me sirve para constatar que el ciberespacio global,no está vacio, que en él existen personas que leen y valoran positivamente, mi producción, un tipo de producto "muy raro", elaborado con finalidades divulgativas y conseguido con grandes dosis de tiempo y paciencia, con unas gotas de creatividad e intuición y con la impagable e imprescimdible ayuda de muchas personas generosas que ponen, al servicio de mi investigación, una parte de su tiempo, sus energías y sus conocimientos.