por Heraclio ASTUDILLO POMBO. Dep. MACS, UdL.
Fósiles ibéricos relacionados, por la tradición popular, española, con Dios, Jesucristo o con la Trinidad.
Como ya comentamos, en la introducción a este capítulo, publicada en diciembre del 2009, las razones que puede haber tenido la tradición popular, española, para vincular a un cierto tipo de fósiles, con una determinada advocación del santoral católico, pueden ser muy variadas y, a veces, hasta pueden resultar chocantes para la mentalidad de la gente actual, pero en ningún caso se puede afirmar que resultan arbitrarias, pues siempre hay alguna causa justificada, razonable que permite establecer algún tipo de relación entre el fósil y su nombre popular.
En esta segunda entrega, vamos a presentar los casos de fósiles ibéricos, a los que la tradición popular española, ha relacionado mediante leyendas con Dios, con Jesucristo o con la Trinidad que hasta el momento presente, hemos podido encontrar y recopilar.
En algunas localidades de los valles navarros de Arakil y de la Burunda, valles que forman parte de la comarca euskaldún de La Barranca o de Sacana (eusk. Sakana), a los fósiles de erizos de mar de los géneros Micraster sp. y Echinocorys sp., del Cretácico superior que se hallaban en el campo, hasta hace pocos años, mediados del siglo pasado, les daban el nombre popular, en euskera, “Jainkoaren arriya” o “Jangoikoen arriya” es decir "piedra de dios" o "piedra de dios del cielo". Generalmente, se trataba de fósiles de la especie Micraster coranginum que era la más abundante.
Existía la creencia popular de que caían del cielo, durante las tormentas, como materialización de los truenos y de los rayos. Y en tiempos anteriores se creyó que eran lanzados por un ser divino para castigar a los impíos que infringían sus normas.
También existía la creencia popular de que la sorprendente marca con aspecto de cruz deprimida que, este tipo de piedras, presentaban en la parte más abombada, en realidad era la depresión determinada por 4 de los surcos más profundos del sistema ambulacral, era una marca sagrada que había sido impresa por el supremo creador, para que mediante este signo característico, los buenos cristianos pudieran reconocer, fácilmente, este tipo de "piedras virtuosas", es decir dotadas por Dios con propiedades extraordinarias y pudieran servirse de ellas como protección contra rayos y centellas.
También existía la creencia popular de que la sorprendente marca con aspecto de cruz deprimida que, este tipo de piedras, presentaban en la parte más abombada, en realidad era la depresión determinada por 4 de los surcos más profundos del sistema ambulacral, era una marca sagrada que había sido impresa por el supremo creador, para que mediante este signo característico, los buenos cristianos pudieran reconocer, fácilmente, este tipo de "piedras virtuosas", es decir dotadas por Dios con propiedades extraordinarias y pudieran servirse de ellas como protección contra rayos y centellas.
Aspecto acorazonado, típico, de un Micraster coranginum, en esta imagen, debido a la iluminación, se aprecia muy bien la marca en forma de cruz característica, origen de muchas leyendas y usos populares.
Imagen: Hontza museo
En la comarca de la Sacana, sus habitantes estaban tan convencidos del extraordinario efecto protector, de estas piedras celestes, contra la caida de rayos y centellas, que fueron usados, durante siglos como amuletos de protección contra los impactos de los rayos. Este uso apotropáico, posiblemente milerario, se mantuvo vivo hasta la década de los setenta, del siglo pasado, manteniéndose expuestos en los tejados y alfeizares de las ventanas, de casas y bordas, por su propietarios, fósiles de erizos de mar cretácicos, para preservarlas de la destrucción y del incendio, causados por rayos y centellas. También eran llevados, encima, por campesinos y pastores u otras gentes que debían transitar por descampado, para prevenir la muerte por fulminación, durante las tormentas electricas.
En la localidad de Salvatierra-Agurain (Álava), hasta mediados del siglo pasado, a los erizos de mar fósiles del genero Micraster sp. y, muy especialmente, a los de la especie M. coranginum, se les daba el nombre popular de “matacristos” o “piedra matacristo”, como sinónimo de "piedra de judío". Este nombre popular iba asociado a una supuesta actitud asesina y anticristiana de las gentes de religión judía, pues existía la creencia popular, de que este tipo de "piedras", señaladas, milagrosamente, con una marca en forma de cruz deprimida, en su parte más abombada, eran las mismas piedras que, bastantes siglos atrás, habían sido lanzadas por los malvados y odiosos judíos, contra Cristo, con la pérfida intención de matarlo. Tal suceso legendario según creían algunos había ocurrido muchos siglos atrás, cuando el Hijo de Dios, había pasado por aquel mismo lugar, predicando el Evangelio. Según otros, el imaginario lanzamiento de piedras habría sucedido cuando estando Jesucristo ya clavado en la cruz, los malvados judíos quisieron rematarlo a pedradas...
Ilustración, extraída de un códice medieval, depositado en la Bibliothèque Nationale de France, representando el martirio de san Esteban, por medio de lapidación, a manos de un grupo de malvados judíos. Se ha representado a un pacífico santo cristiano, indefenso, que
mientras está orando piadosamente, arrodillado dando la espalda a sus verdugos, es apedreado sin piedad.
mientras está orando piadosamente, arrodillado dando la espalda a sus verdugos, es apedreado sin piedad.
Posiblemente, una conducta similar a la que se representa en esta escena, pero teniendo a Jesús como protagonista, fue lo que debieron imaginarse los lugareños alaveses, para explicarse las raras concentraciones de extrañas "piedras con cruz" que existían en algunos lugares.
Imagen: Le Martyre de Saint Etienne.
Imagen: Le Martyre de Saint Etienne.
La presencia de este tipo de fósiles, en ciertos lugares de Álava, siglos atrás, dio lugar, no sólo, a leyendas sobre diversas situaciones en las que se produjeron intentos de lapidación de Jesucristo por los judíos de la localidad, por ejemplo cuando pasó por el lugar predicando, o de camino hacia el monte Calvario o cuando ya estaba clavado en la cruz, en ese mismo monte... de la Palestina histórica. También dió lugar a un tipo de "seudogentilicio" despectivo que se aplicaba a todos los habitantes originarios de aquellas localidades, en cuyo término municipal existían yacimientos de este tipo de fósiles, a los que de esta manera se les relacionaba como descendientes o emparentados de la "raza maldita".
Ilustración comparativa, mostrando el aspecto característico y muy semejante, a simple vista, de los caparazones de dos especies muy próximas, del género Micraster. Micraster coranginum (izquierda) y Micraster cortestudinarium (derecha). Representados en vista lateral (arriba), superior (en medio) e inferior (abajo).
Imagen: Ian West
Hasta hace, relativamente, muy pocos años, en la década de los años cincuenta, a los habitantes de Elvillar, Galarreta, Garayo, Heredia y Torre, los habitantes de los pueblos de los alredores, les apodaban despectivamente “judíos”, no porque se tratase de localidades en las que históricamente se hubiera concentrado una numerosa comunidad hebrea, sino porque en su territorio abundaba fósiles de "micraster", a los que por tradición popular, se creía que eran las piedras transformadas, milagroamente, en infalibles pruebas pétreas, de la perversidad de los judíos y de que en aquel mismo lugar, se había producido el intento de lapidación del Hijo de Dios.
Posiblemente, la razón para asociar este tipo de fósiles con Jesucristo y con los judíos, en Álava, se deba a que en Palestina, existen erizos fósiles muy semejantes a los alaveses, a los que en la Edad Media, se les asoció la leyenda que aseguraba que su origen estaba en la transformación milagrosa de las vulgares piedras que los judíos, de Jerusalém, habían arrojado a Cristo, mientras estaba clavado en la cruz, en la colina de el Calvario. Los cruzados y los peregrinos que visitaron Tierra Santa se trajeron a Europa estas historias y este tipo de piedras.
2.2. "Huellas de asno", de cuando Cristo pasó por la Rioja, montado en una burra...
Antaño, en alguna localidad de La Rioja, ahora desconocida, se conocía a un rastro de icnitas o huellas de pisadas de dinosaurio, como las "pisadas de la burra de Cristo", pues según tradición popular, se creía que aquellas marcas habían quedado, milagrosamente, impresas sobre la superficie de roca, porque Jesucristo pasó por aquel lugar, siglos atrás, cabalgando una burra, cuando fue a predicar el evangelio, a los entonces paganos habitantes de aquella localidad.
Aspecto de una rastrillada de icnitas de saurópodo, impresa en una superficie rocosa. Hasta cierto punto, bastante semejante a la que podría haber dejado impresa en barro blando, el paso de una caballería.
Imagen: Dinosoria
Imagen: Dinosoria
Si, antiguamente, una rastrillada de icnitas dinosaurianas pudo ser confundida con marcas de pisadas dejadas, por el paso de un asno, es que dichas marcas, muy probablemente, fueron dejadas por el paso de algún ejemplar juvenil de dinosaurio saurópodo que debido a su corta edad tenía un tamaño pequeño y por la forma característica de sus pies y manos, habría dejado un tipo de huellas muy características, de forma más o menos, semilunar u ovalada(manos) y, más o menos, ovaladas o circulares (pies). Huellas que en un contexto social, altamente religioso y escasamente historiado, habria dado lugar a una leyenda sagrada.
Aunque la mención a estas icnitas aparecen recogida en distintas publicaciones, los responsables de las mismas no recuerdan la ubicación concreta y, hasta el momento nadie ha sabido darme razón de su localización geográfica concreta, más allá de que estaban en algún lugar, ahora olvidado, de La Rioja.
Imagen pictórica, representando a Jesucristo, acompañado de sus discípulos, entrando en Jerusalén el domingo de ramos. Cavalgándose sobre una burra a la que acompaña su pollino.
Pintura de Duccio di Buoninsegna, de 1308-1311. Tempera sobre madera estucada. Museo dell’Opera del Duomo, Siena
Imagen: Web Gallery of Art
Imagen pictórica, representando a Jesucristo, acompañado de sus discípulos, entrando en Jerusalén el domingo de ramos. Cavalgándose sobre una burra a la que acompaña su pollino.
Pintura de Duccio di Buoninsegna, de 1308-1311. Tempera sobre madera estucada. Museo dell’Opera del Duomo, Siena
Imagen: Web Gallery of Art
Según opinión del paleoicnologo riojano Félix Perez-Lorente, el asunto podría ser el resultado de la invención de algún paisano o de la confusión de algún periodista, pues él que se ha movido mucho y durante muchos años, por todas las zonas riojanas con icnitas, no recuerda haber oído mentar nunca, estas icnitas. Con el paso del tiempo, la información periodística, se habría ido extendiendo por diferentes medios de comunicación españoles, al irse reproduciendo la información, sin haber sido contrastada, previamente.
3.1. "Piedrecitas que alejaban el rayo", generadas por el terreno de una montaña navarra, bendecida por la presencia de la ermita de la Trinidad
Hasta hace pocos años, los habitantes de los pueblos de los valles que rodean al monte Erga, montaña situada en el noroeste de Navarra, zona tradicionalmente vascófona, por su proximidad y apertura a las tierras guipuzcoanas, cuando ascendían, en procesión, hasta la ermita de la Trinidad, en el día que el municipio tenían asignado para rendirle culto a la santísima Trinidad, recogían, devotamente, un tipo de piedrecillas de formas extrañas que se podían encontrar, en algunos lugares, del camino que, partiendo desde Aguinaga, ascendía hasta la ermita.
Derecha. Aspecto de una concha fosilizada de Rhynchonella decorata, del Jurasico medio, en vista superior (arriba) y lateral (abajo).
Imagen: Wardsci
Estas curiosas y raras piedrecillas eran denominadas por los romeros “Hirutasun Santuaren arriak”, es decir, “piedras de la santísima Trinidad”, posiblemente, el nombre
popular hacía alusión al lugar de procedencia de aquellas piedrecitas,
el monte del santuario (ermita) de la Trinidad. La devota recolecta de
tales piedrecitas sagradas se hacía con la finalidad de usarlas,
posteriormente, como amuletos protectores contra la descarga del rayo,
en donde ellas estuvieran presentes.
Izquierda. Aspecto de un ejemplar de Zeilleria (Cincta) numismalis, del Liásico, en vista superior .
Imagen: Hokudai museum
En realidad, las piedras sagradas y protectoras que recogían los romeros, sólo eran fósiles de braquiópodos jurásicos, un tipo correspondía a ejemplares de la especie Rhynchonella decorata y las otras a ejemplares de la especie Zeilleria (Cincta) numismalis, cuyos yacimientos afloraban, naturalmente, en ciertos puntos del terreno situados, junto a la ruta que seguían la romería.
Fuentes:
- Aguirre, José.1922. Actas de la 86ª Sesión de de la Junta de Gobierno del Museo Municipal (actual Museo de san Telmo) de San Sebastián, celebradas el día 19 de Diciembre. http://www.museosantelmo.com/archivo_digital/libros_actas_st/1919-1933/word/1922-12-19.doc
- Astudillo Pombo, Heraclio. 2009. Sobre los diversos y extraños nombres de los fósiles (1). Folklore de los fósiles ibéricos, febrero. http://folklore-fosiles-ibericos.blogspot.com/2009_02_01_archive.html
- Astudillo Pombo, Heraclio. 2008. Fósiles ibéricos vinculados con el rayo, por el folklore español (3). Folklore de los fósiles ibéricos, marzo. http://folklore-fosiles-ibericos.blogspot.com/2008/03/fsiles-ibricos-vinculados-con-el-rayo_08.html
- Baráibar Zumárraga, Federico. 1903. Vocabulario de palabras usadas en Álava y no incluídas en el diccionario de la Real Academia Española (decimotercia edición) o que lo están en otras acepciones o como anticuadas. Madrid. Establecimiento Tipográfico de Jaime Ratés (Sucesor de P. Núñez) Plaza de San Javier, núm. 6. https://archive.org/details/vocabulariodepal00baruoft- Baráibar Zumárraga, Federico. 1908. Nombres vulgares de animales y de plantas usados en Álava y no incluidos en el «Diccionario de la Real Academia Española» (Décimatercia edición) Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural», Junio de 1908) Madrid, Fortanet. 1908 (p. 280-298)
- Barandiarán, José Miguel de. 1972. “arri-bedeinkatuak”, en Diccionario ilustrado de Mitología Vasca, en La Gran Enciclopedia Vasca. Tomo VII. Biblioteca de la Gran Enciclopedia Vasca. Bilbao, (p. 333-580).
- Canudo Sanagustín, José Ignacio & Cuenca Bescós, Gloria. 1999. Paleoicnología de dinosaurios, en el suplemento Dinosaurios, de El Heraldo de Aragón (p. 4-5) http://www.aragosaurus.com/secciones/ined_tos/trabaj/CanudoyCuencaBescosicnitasdinosaurios_1999.pdf
- Leizaola Calvo, Fermín. 1991. Fósiles utilizados como protectores y otras creencias en torno a ellos. Zainak, 8, Cuadernos de Antropología-Etnografía. Donostia-San Sebastián: Eusko Ikaskuntza, 1991, p. 59-66 www.eusko-ikaskuntza.org/fr/publicaciones/colecciones/cuadernos/articulo.php?o=11044
- Leizaola Calvo, Fermín. 1999. Símbolos mágico religiosos en el mundo rural de Euskal Herria. Zainak, 18. Cuadernos de Antropología-Etnografía, San Sebastián, Eusko Ikaskuntza, 1999 (p 195-217) Símbolos mágico religiosos en el mundo rural de Euskal Herria http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/zainak/18/18195217.pdf
- López de Guereñu, Gerardo. 1958. Voces alavesas. Euskera, número especial, Euskaltzaindia, Bilbao. (p. 309). Reedición de 1998.
- Perez-Lorente, Félix, comunicación personal del 14 de febrero de 2008,
- vv.aa.1999 Diccionario Euskaldunak de Etnografía Vasca. vol.2, (p. 628) Ed. Etor-Ostoa. Lasarte/Oria. Gipuzkoa. Euskadi.
9 comentarios:
Didáctico y muy bien ilustrado post. Como estudiante de antropología me resulta especialmente interesante acceder a tu bloc para descubrir las leyendas de nuestros antepasados, además de adquirir conocimientos científicos de un experto como tú sobre los fósiles hallados en nuestro país.
Gracias Lola, con seguidoras tan benévolas como tú, uno, además de emocionarse positivamente, siente que podría prescindir de las típicas alabanzas de su abuela.
un abrazo
Hola, estupendo blog. Oí decir que donde cae un rayo aparece la piedra radiada y que como el rayo no cae dos veces en el mismo sitio el fósil "engaña" al rayo. Los del pueblo de Narvaja en Álava, hartos de oír la prédica del mismo profeta San Elías, lo corrieron a pedradas fósiles y éste tuvo que buscar refugio en la cueva de Sandaili cerca de Oñate. En Iruña de Oca se les llama piedras de Santa Catalina, por los radios de la rueda donde fue torturada.
Aquí una curiosa historia sobre el fósil micraster y la devación a Santa Catalina.
http://iesusioshemarian.wordpress.com/2010/09/10/175/
Un saludo
Hola, estupendo blog.
El fósil de micraster se encuentra allí donde ha caído un rayo. El truco consiste en "engañar" al rayo que no cae dos veces en el mismo sitio. En Narvaja, Álava, los del pueblo, hartos de las prédicas, corrieron a pedradas fósiles al mismo San Elías que tuvo que buscar refugio en la cueva del Sandaili, cerca de Oñate. En este sitio una curiosa historia del porqué en Iruña de Oca este fósil está ligado a la devoción a Santa Catalina.
http://iesusioshemarian.wordpress.com/2010/09/10/175/
Un saludo
Por esa misma razón se exponían en los alfeizares de las ventanas y tejados para alejar al rayo de aquella casa.
En la ermita de Sandailli, antaño los devotos depositaban sus "piedras de san Elías" (arri) para que quedaran benditas y resultara más potentes su efecto repelente
Gracias estimado "saurio ocelado" por tu comentario que es muy informativo
De nada, gracias a ti por darnos este sitio.
No creo que a los que apodan "judíos" a los de ciertos pueblo de Álava lo sea porque en los alrededores haya piedras MataCristos. Ese apodo está bastante extendido en toda España, haya judería o no en el pueblo y haya erizos fósiles o no haya. Si los de Elvillar (pedanía de La Guardia) son judíos, los de La Guardia son "rabudos" y los de Galarreta son "judíos rabudos". En muchos pueblos de Álava son abundantes estos fósiles, en los alrededores de Vitoria son fáciles de encontrar.
Buenas noches:
Descubro en "Arte de Brujería y Relación de Auto de Fé celebrado en la Ciudad de Logroño los días 7 y 8 de noviembre de 1610" (Leandro Fernández de Moratín 1820) una anotación que, entre otros objetos, denominados chucherías se nombra la piedra del rayo como eficaz conjuro para proteger a los niños de las asechanza diabólicas, nombra también una "piedra del águila" y una "pipa de San Ignacio" que quizás fueran fósiles pero no encuentro ninguna referencia.
http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000085015&page=1
Por otra parte en Trespuentes, donde son muy abundantes los micraster, los aldeanos engastaban en plata los más pequeños atribuyendoles virtudes maravillosas. Los franceses los llaman "pie de asno". Según Martínez Marina Diccionario Geográfico Histórico (tomo II, pág.388)
https://bibliotecavirtual.asturias.es/i18n/consulta/registro.cmd?id=2740
Un cordial saludo
Apreciado saurio ocelado, muchas gracias por tu comentario múltiple y muy bien documentado, ojalá la mayoría de mis lectores fuesen tan participativos como tú.
En España, las llamadas "piedras de rayo" suelen ser hachas neolíticas de piedras duras pulimentadas o, más raramente, puntas de flecha de piedra pedernal o sílex, tallado. Las excepciones españolas y portuguesas que he podido descubrir, a la regla general, están recogidas en este blog y agrupadas por comunidades autónomas, en el capítulo dedicado a los fósiles relacionados con el rayo.
Las llamadas "piedras de águila" o "piedra aetites", suelen ser pequeños nódulos ferruginosos, si están huecos y tienen otro nódulo suelto en su interior, se les llamaba "piedras preñadas".
Las llamadas "pipas o habas de San Ignacio" eran las semillas de la planta exótica Ignatia amara, con efectos narcóticos y otros...
Los pequeños erizos fósiles del género Micraster, de Trespuentes, usados en otros tiempos como joyas-amuleto eran denominados “piedras de Santa Catalina”
Saludos cordiales
Muchas gracias a ti. Blogs de este tipo son de los que hacen que Internet valga la pena como motor de conocimiento.
Gracias también por la info sobre "la piedra del águila" que también parece un objeto muy atrayente para todas las culturas. Por ejemplo, en el dólmen de Albia, en Aralar, se encontró un nódulo de estos acompañado de una concha fósil y otros objetos.
Conozco bien la Sierra de Badaya y los Micraster son tan abundantes que llama la atención, en algunos lugares aparecen por docenas en la superficie. Sin buscarlos asoman por todas partes
No sé que tiene los fósiles que tanto atraen. Desde siempre ha habido coleccionistas porque nadie se puede sustraer a su "magia". Desde luego cualquier noticia que encuentre sobre ellos la expondré en este sitio. Espero no ser reiterativo.
Un saludo
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