martes, enero 1

Arqueoetnopaleontología (1)

Heraclio Astudillo-Pombo. Universitat de Lleida.

Los usos sociales y funciones culturales de los fósiles en la antigüedad o la necesaria contribución y la imprescindible colaboración de la arqueología (1)

Allí donde la etnopaleontología, por la gran antigüedad de los hechos sucedidos, no puede llegar a conocer la función y uso de algunos fósiles,  la paleoetnología o etnoarqueología puede intentarlo y, a veces, hasta conseguirlo
 
Los estudio etnopaleontológicos intentan conocer las funciones y usos de los fósiles, en las sociedades de tiempos históricos relativamente recientes por lo que, generalmente,  el investigador puede disponer de algunas fuentes documentales u orales, como soportes informativos para la obtención de datos contextuales, con los que poder hacer avanzar su investigación. Pero en algunas ocasiones el investigador etnopaleontológico se encuentra con situaciones en las que los fósiles aparecen en contextos culturales muy antiguos (prehistoria o protohistoria) o no tan antiguos, pero sin alfabeto ni documentos escritos (culturas ágrafas). En tales condiciones comom no existen documentos que consultar ni informantes que interrogar, el investigador etnopaleontológico carece de soportes informativos en los que poderse apoyar. En los caso de este tipo el investigador etnopaleontológico deberá recurrir a la ayuda de los paleoetnólogos o etnoarqueólogos, que son los expertos practicantes de una especialidad muy particular de la arqueología. Ellos son los especialistas en este tipo de condiciones de investigación. En los casos en que no es posible la colaboración directa de este tipo de expertos, siempre será posible intentar documentarse en publicaciones de arqueología que reflejen este tipo de enfoque arqueológico, centrado en los usos y las costumbres de sociedades del pasado más o menos lejano.

Aspecto del panfleto propagandístico que está coronado con la figura de la cruz de la Orden de Malta, titulado: Virtud de la Piedra de S. Pablo y de las lenguas y ojos de serpientes petrificados los cuales se encuentran en la isla de Malta.
Se trata de una "hoja volante" en la que dentro del espacio delimitado por la cenefa marginal se anunciaba las virtudes terapéuticas y preventivas de determinados fósiles de la isla de Malta. Este modelo de hoja volante publicitaria se imprimió en Malta y en Ferrara, pero no sabemos en que año por que no aparece fechado. Por su aspecto, parece ser del siglo XVII-XVIII. Colección privada.
Imagen: Tra bambini e acque sporche (2009).



Los estudios paleoetnológicos, están orientados a conocer los usos y las costumbres de sociedades de la antigüedad lejana o remota, a partir del estudio y de la interpretación etnográfica, en clave moderna, de determinados conjuntos de restos materiales dejados por una determinada cultura antigua o muy antigua. Se puede intentar, e incluso conseguir, a partir del estudio interpretativo de conjuntos de restos materiales culturales muy antiguos, constituidos por cualquier tipo de objeto de cualquier material  que sea resistente al paso del tiempo y a las condiciones particulares del yacimiento. Los materiales orgánicos son poco adecuados para su conservación, cuando permanecen enterrados, pero los materiales más o menos mineralizados como los huesos y los dientes y los objetos metálicos, se conservan más o menos bien, sin que hayan llegado a descomponerse totalmente ni alterarse destructivamente. Esto también sucede con los objetos minerales y de piedra, como son  los fósiles
En tales situaciones como los conjuntos de objetos arqueológicos, son muy antiguo, puede suceder que no se conozcan las funciones socio-culturales primitivas, de algunos, de muchos o de todos esos objetos arqueológicos encontrados juntos. En tales condiciones, se estudian por separado  cada uno de los objetos y luego intentando agruparlos de alguna manera. La interpretación resulta más fácil cuando se conoce previamente la función de algunos o de la mayoría de objetos que constituyen ese conjunto. 
En ciertas ocasiones y para determinados objetos particulares, la fuente de información puede provenir de estudios antropológicos y etnográficos realizados sobre ciertas culturas primitivas que se han mantenido aisladas, al margen de la evolución del mundo hasta el siglo XIX o principios del XX. Estas sociedades podían mantener en uso ciertos objetos muy semejantes y por tanto aportar claves necesarias para la interpretación de objetos semejantes separados por miles de años y miles de kilómetros.
Todo esto este trabajo de correlación interpretativa entre los objetos de un conjunto, sólo es posible cuando no ha sido alterado por la intervención destructiva de los "buscadores de tesoros" y/o los "saqueadores de tumbas", los cuales, realizan una desorganización de los conjuntos originales de objetos, removiendo, extrayendo, transportando y rapiñando aquellos objetos que sean de su interés personal. 

El conocido personaje fílmico Indiana Jones, es el prototipo del aventurero "buscador de tesoros" arqueológicos y del "saqueador de tumbas". Una incoherencia ética y profesional, tratándose de un afamado arqueólogo que es profesor universitario. En la época en que están ambientadas sus películas de aventuras arqueológicas (1935-1938), la arqueología oficial, trabajaba de otra manera muy distinta a la mostrada por el personaje, muy semejante a la de un delincuente furtivo.
Imagen: Indiana Jones en busca del Arca Perdida (1981)

Como es fácil de imaginar y entender, sin documentos y sin informantes que puedan prestar información de apoyo, los resultados de este tipo de estudios arqueoetnográficos suelen ser altamente hipotéticos, moderadamente confiables y los métodos utilizados, fuertemente inductivos. 


A veces, los arqueólogos han hallado ejemplares de ciertos tipos de fósiles, entre los objetos de un yacimiento arqueológico

Entre la multitud de sitios históricos, excavados por toda Europa, entre los siglos XIX y XX, en algunos de ellos, los arqueólogos descubrieron que estaban presentes algunos ejemplares de ciertos tipos de fósiles. Estudiando las características geológicas y paleontológicas del terreno circundante, de comprobó que no formaban parte de los componentes geológicos naturales del terreno excavado y que por tanto no eran una "contaminación natural" sino objetos recolectados y conservados por miembros de aquella sociedad, con alguna finalidad, hoy desconocida. 
En la mayoría de los casos se puede afirmar que esos fósiles no son objetos depositados en el lugar por causas naturales, sino por causas culturales. En algunos pocos casos, debido a sus características tan particulares, se pudo determinar con toda seguridad y precisión el lugar exacto de procedencia de esos fósiles, permitiendo conocer que tales "objetos arqueológicos" naturales, procedían de otro lugar cercano o lejano al lugar del yacimiento arqueológico. Lugar que, a veces, podía estar alejado a decenas o, incluso, hasta centenares de km. de distancia. De estos hechos se puede deducir que si hace varios millares o centenares de años, este tipo particular de fósiles fueron buscados y recolectados, lejos del sitio arqueológico en donde se hallaron, luego transportados y después conservados, esta serie de acciones antiguas constituye un indicio de que, en aquel tiempo, a este tipo de fósiles se les consideraba valiosos y apreciables, por algún motivo particular que hoy se ignora. Por lo tanto, en este tipo de casos, cuando un un fósil es hallado en un contexto cultural antiguo, como es un yacimiento arqueológico, entonces debe ser considerado como un elemento originariamente natural, pero que al ser asimilado por esa sociedad, adquirió entre sus gentes ciertas connotaciones y funciones sociales y determinados usos culturales.

Artefacto hecho hace unos 28.000 años por un individuo de cultura gravetiense, modificando un fósil. Se trata de un fragmento de trilobite, perforado artificialmente, en dos puntos, y con un grabado indescifrable en la parte posterior. Quizás fue usado como amuleto mágico, protector, o tal vez como curioso adorno personal. 
Encontrado en la denominada “Grotte du Trilobite”, nombre impuesto debido a este raro hallazgo que, sucedió en una excavación realizada en esta cueva francesa ubicada cerca de la localidad de Arcy-sur-Cure, departamento de Yonne, en 1888. Este fósil no es originario del lugar del hallazgo por lo que tuvo que ser transportado desde otro lugar.

En ciertos casos, la antigua función social y el  antiguo uso cultural, asociados a un determinado tipo de fósiles hallados en un contexto cultural antiguo que inicialmente resultaban desconocidos, pueden ser conocidos, sin mucha dificultad, al resultar bastante fáciles de interpretar. Eso sucede cuando esos fósiles u “objetos geo-culturales” tienen una clara relación con algunos de los objetos que le acompañaban y que constituyen el contexto cultural-material o sistema de objetos que le rodean. 
En otras ocasiones la función y/o uso puede ser inducido por la relación evidente con las antiguas estructuras materiales de las que, sin duda alguna, formaba parte, originalmente. 

Amuleto etrusco (s. IV aC), consistente en un diente de tiburón fósil, encapsulado en una funda de oro, adornado con filigrana del mismo metal. El gran y rico engarce realizado en metal noble, indicaría que este fósil, en aquella época, se le tenía en un alto aprecio, por sus virtudes imaginarias. Diseñado para ser llevado colgando del cuello.  Hallado en contexto funerario. Siglo IV antes de Cristo. 
Imagen: 

Mucho más raramente,  las funciones sociales y usos culturales de ciertos tipos de fósiles asimilados por una civilización de la antigüedad, pueden ser conocidas por las antiguas referencias escritas o grabadas que aluden a ellos. A veces aparecen recogidas en textos muy antiguos de índole religiosa, literaria, geográfica o medicinal que se han conservado en versiones más modernas o  en copias medievales o renacentistas. Por ej. se sabe que los lapidarios médicos griegos o medievales citan los usos médicos de ciertas "piedras" cuya descripción permite presumir que se trataba de fósiles. 
Aún más raramente, ciertos fósiles, presentan grabados textos con información sobre su procedencia, propietario o utilidad o se conoce su probable función, debido a que se conoce su relación con ciertas divinidades de la antigüedad.

Ejemplar de erizo fósil de la especie Echinolampas africanus, hallado en la tumba de Tja-nefer, un sacerdote de Heliópolis (Egipto). La fotografía muestra la parte inferior del fósil, en la que fue grabado un jeroglífico, hace unos 4000 años. Entonces, este tipo de fósiles estuvo asociado con el dios Sopdu ("lucero del alba" = planeta Venus) relacionado con la resurrección de los muertos....
Imagen: Museo Egizio, Turin (Italia)


En otros casos la función social y el uso cultural del fósil, que inicialmente no estaban muy claras, luego podían deducirse de forma relativamente fácil, por la clara relación que el fósil guardaba con el contexto cultural, formado por el conjunto de objetos presentes en aquel punto del yacimiento.
Por desgracia, para la curiosidad del diletante o interés del investigador, en muchas ocasiones, ha resultado imposible saber qué función social y qué uso cultural, pudo haber tenido un tipo de fósiles determinados, ya fuera para la persona poseedora o para la comunidad social de la que ésta formaba parte.

El análisis comparativo de los datos de tipo paleontológicos y los de tipo   paleoetnológicos, acumulados durante décadas, procedentes de las diversas y numerosas excavaciones arqueológicas, realizadas por toda Europa, entre los años de 1800 y de 1994, en las que se había encontrado algún tipo de fósiles, entre los diversos objetos arqueológicos encontrados, en lugares de asentamiento social o/y lugares de enterramiento personal, han permitido a los expertos en paleoetnología, poder llegar a establecer unas ciertas conclusiones, sobre unas determinadas posibles o hipotéticas funciones sociales, unos probables usos culturales y unas posibles creencias supersticiosas, asociadas a determinados tipos de fósiles. Tales fósiles habrían sido recolectados o adquiridos, transportados, usados y conservados o depositados, por ciertas personas influyentes de ciertas comunidades sociales, en determinados lugares geográficos y periodos históricos.

A principios de 1900, cerca de Deseret, en Utah, Frank Beckwith excavó un cementerio indio y encontró un trilobite dentro de la caja torácica de un esqueleto indio. Beckwith reconoció que el trilobite era de la especie Elrathia Kingii del Cámbrico Medio, del esquisto Wheeler. 
Años más tarde, en 1930, a petición de F. Beckwith, Tedford N. Pickyavit indio de la etnia Pahvant Ute, acordó hacer un collar siguiendo la tradición de los Pahvant Ute y lo hizo en 1931, a un costo reportado de $ 2.50, constaba de 13 especímenes de Elrathia kingii, cada uno perforado a través del cefalón y atado con una correa de cuero crudo. Intercalados entre los trilobites hay cuentas de arcilla formadas a mano teñidas de rojo, marrón oscuro o verde. Las dos borlas son de pelo de crin de caballo. Tedford le dijo a Beckwith que la antigua tradición era hacer cuentas con piedras pulidas que se perforaban para enhebrar en una correa. Su hermano Joseph N. Pickyavit, explicó que los collares de trilobites eran considerados como “Defensas corporales individuales", utilizados como preventivo contra la difteria, el dolor de garganta y muchas otras enfermedades. Los más viejos decían que les habían protegido contra el impacto de flechas y balas disparadas mientras los tenían puestos, "al menos funcionaba bien por un tiempo ".
Imagen: forums arrowheads

Los diferentes sitios arqueológicos estudiados, en los dos siglos anteriores, corresponden a diversas sociedades europeas de muy diversas épocas históricas, lugares geográficos y culturas humanas. 
Los estudios paleoetnológicos fueron realizados sobre el conjunto de los hallazgos arqueológicos relacionados con lugares en los que se hallaron fósiles, en los sitios excavados.
Se pudieron identificar diversos tipos de fósiles, aunque algunos tipos predominaban sobre otros según zonas geográficas o épocas históricas. Tales fósiles debieron ser recolectados o adquiridos y luego usados con diversas finalidades, interpretadas según el contexto, doméstico, viario, religioso, deportivo o funerario en los que fueron encontrados, formando parte de cada uno de los diversos conjunto arqueológicos.
Los sitios arqueológicos estudiados paleoetnológicamente comprendían un periodo temporal que iba desde el Paleolítico Inferior hasta la Edad Media. 
Posteriormente, con la invención de la imprenta, se ha podido disponer de mucha más información escrita cuya consulta permite al investigador etnopaleontológico conocer muchas de las costumbres de las sociedades europeas y de otros continentes, del pasado reciente.

Moderno método de excavación de un sitio arqueológico muy importante y bien dotado economicamente. Un gran número de arqueólog@s, realizando las excavaciones de forma sistemática y coordinada, bajo la dirección de un equipo de expertos, a la búsqueda de restos históricos con los que reconstruir el pasado de la zona geográfica, identificando los restos de la flora, la fauna y la comunidad humana que la habitó.
Imagen: Yacimiento de Atapuerca



La Arqueoetnopaleontología una nueva área de estudio del patrimonio arqueológico de tipo paleontológico

Después de todo lo que se ha ido mostrando y argumentando en este texto, hasta ahora, nos parece imprescindible la creación de una nueva especialidad dentro de la arqueoetnología
. Debería estar dedicada a estudiar la identificación paleontológica, la procedencia geográfica, la función y usos sociales de aquellos fósiles que hayan aparecido en contextos arqueológicos, tanto en yacimientos de tiempos antiguos como en aquellos relativamente recientes, relacionados con sociedades "analfabetas", o sea, con culturas ágrafas, es decir sin textos escritos sobre su historia, costumbres, mitos, sagas, etc. Por lo que tampoco han dejado textos o gráficos explicativos, relacionados con las funciones de sus utensilios, sus objetos de ajuar doméstico o funerario, objetos de adorno o de protección mágica personal, ofrendas religiosas, etc. 
Una situación equivalente se daría para aquellas sociedades históricas, relativamente antiguas, que aún habiendo estado alfabetizadas y con abundantes documentos epigráficos hallados, sólo se conoce su código alfabético pero resulta completamente desconocido el significado de las palabras construidas con esos signos por lo que sus textos resultan absolutamente indescifrables, a pesar de los muchos años dedicados a su estudio intentando alcanzar su comprensión.

Dibujo esquemático representando el texto en idioma íbero, inciso sobre la superficie de una placa de plomo hallada en el yacimiento ibérico de la localidad de Yatoba (Valencia). Se desconoce el significado de las palabras escritas en esta lengua muerta, a pesar de los estudios realizados hasta ahora. 
Se sabe por los informes redactados por los propios arqueólogos que han realizado excavaciones arqueológicas que en diversas ocasiones, en diferentes lugares del mundo, entre todos los objetos hallados al excavar en un determinado yacimiento arqueológico, se han identificado algunos ejemplares de ciertos tipos de objetos paleontológicos, tales como anmonites, belemnites, equinoideos fósiles, dientes fósiles de escualos, tallos de crinoideos, conchas de dentalios, de gasterópodos, de bivalvos o de braquiópodos, trilobites, ámbar amarillo, azabache, icnitas de pisadas de dinosaurios, icnitas de galerías de invertebrados, etc.. En casi todos los casos se desconoce con qué fines específicos fueron recogidos y depositados tales objetos. En ciertas ocasiones, demasiadas, los fósiles son considerados, sistemáticamente, como contaminantes naturales de origen geológico, presentes en el terreno.

En todos los casos, se trata de un tipo muy particular de objetos arqueológicos, debido a su naturaleza paleontológica. Puede tratarse de "fósiles al natural" (manuportados o manuports), es decir, sin ninguna señal de modificación humana que fueron recogidos en otro lugar, más o menos lejano, y luego transportados hasta el lugar del hallazgo. Pero puede tratarse de "fósiles manipulados" (manufacturadosartefactos) para darles una forma adecuada al uso al que estaban destinados. 

Ambos tipos de objetos paleontológicos, como todos los demás hallados en el mismo sitio arqueológico, han de servirle al investigador para conocer determinados aspectos de la vida y costumbres de sus antiguos poseedores y usuarios. Para ello es necesario encontrarles alguna función social, una utilidad personal y una integración cultural para todos esos objetos. En el caso particular y específico del patrimonio arqueológico de tipo paleontológico, alcanzar estos conocimientos serían la finalidad del trabajo de investigación de los arqueoetnopaleontólogos, los especialistas en la etnopaleontología del tiempos pasados lejanos. Su trabajo consistiría en descubrir y conocer los usos y funciones más comunes de diversos tipos de fósiles, presumiblemente, "asimilados culturalmente" por determinadas comunidades sociales, en tiempos históricos remotos, pertenecientes a culturas y áreas geográficas concretas.


Fuentes

- Almagro-Gorbea, M. & Ruíz Zapatero, G (1992). Paleoetnología de la Península Ibérica. Reflexiones y perspectivas de futuro. Complutum, 2, 469-499.
- Anónimo. Arqueología procesual. Wikipedia
- Anónimo. Metodología arqueológica. Wikipedia
- González-Ruibal, Alfredo (2012). Hacia otra arqueología: diez propuestas. Complutum,  Vol. 23 (2): 103-116
- Lull Santiago, Vicente  (1988). Hacia una teoría de la representación en arqueología. Revista de Occidente, Nº 81, 

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