La leyenda de "las patadas del demonio", de la ermita de La Posa, en Isona (Pallars Jussà, Lleida)
Tercera parte
Sobre cómo la naturaleza puede estimular la fantasía humana hacia ciertas confusiones sagradas...
A pesar de su fuerte inclinación y de ser roca viva, debido a la gran cantidad de hoyos e irregularidades, desde hace centenares de años, una gran parte del terreno ha debido acumular una delgada capa de suelo orgánico, procedente de la hojarasca aportada por la vegetación leñosa situada más arriba y a los lados, luego retenida en las muchas irregularidades que presenta la superficie de roca y, especialmente, en sus concavidades y grietas. Además la naturaleza e inclinación de la citada superficie, favorecería la retención de las precipitaciones y la disponibilidad de algo de humedad. Esas mínimas condiciones habrían permitido la formación de una capa de suelo, más o menos gruesa, sobre la que diversas clases de semillas, habrían ido a parar, transportadas por diferentes agentes. Llegando algunas de ellas a germinar y enraizar, constituyendo una rudimentaria cubierta vegetal. Formada por plantas herbáceas y leñosas, del tipo xerófito, muy bien adaptadas a las restrictivas condiciones ecológicas allí existentes.
Vista muy reciente de una pequeña zona, en la parte más alta del yacimiento, con vegetación herbácea. A pesar del muro de contención de arrastres y desviación de escorrentías, visible en la parte alta de la imagen, y de la limpieza que periódicamente se realiza, las hierbas vuelven a colonizar las fisuras y las concavidades. Fotografía original de Paulí Gispert
Imagen: Jaciment d'icnites de La Posa
Con el paso del tiempo, el sencillo y delgado tapiz herbáceo y los manchones arbustivos, debieron irse volviendo más complejos, captando mejor más materiales y organismos formadores de suelo, extendiéndose y recubriendo una buena parte de la superficie rocosa, repleta de grietas y concavidades que contrarrestarían la acción antiedáfica de los agentes erosivos, naturales.
Aspecto de una zona del yacimiento de icnitas de La Posa, repleta de concavidades, vaciadas de tierra y despejadas de hierbas. Despues de una limpieza del terreno para exponer las supuestas "marcas de dinosaurios cretácicos" a los investigadores y visitantes. También que la vegetación leñosa, formada por romero, boj, coscoja y roble, está aislada, anclada en una grieta. Fotografía original de Gustau Erill Pinyot.
Imagen: Parque Cretácico de la Posa
Como antiguamente, la cubierta de suelo y vegetación cubría una gran parte de la pendiente rocosa, la cantidad de concavidades, perfectamente, visibles debía ser bastante moderada e infinitamente menor que las que ahora pueden ser vistas. Como su ubicación estaba a muy corta la distancia de la entrada principal de aquella ermita, ambas circunstancias debieron favorecer el establecimiento de una relación entre ambos elementos, el santuario consagrado, a la Virgen, y el lugar marcado misteriosamente en la supersticiosa mentalidad popular de siglos pasados.
Observado el conjunto que forman la ermita, las marcas misteriosas y el lóbrego fondo del barranco, con los recursos mentales y emocionales, propios de personas sin ninguna clase de conocimientos científicos, sin relación alguna con fuentes de información de tipo geológico y que además estaban fuertemente influidas por creencias mágicas y mitico-religiosas, era totalmente imposible que hubiera podido resultar una interpretación objetiva, racionalista y naturalista, de tan extraño fenómeno geológico. Si hubiera sucedido lo contrario habría sido un auténtico milagro de la Virgen.
El Ángelus (1857-1859), pintura al óleo sobre lienzo de Jean-François Millet, muestra una pareja de devotos campesinos que ha cesado su labor para rezar, en pleno campo, tras escuchar el toque de campanas del mediodía
Imagen: Wikipedia.
Para la mayoría de las personas, de hace cien, doscientos o trescientos años, desconocedoras de la existencia de fenómenos geológicos, semejantes, por el simple hecho, involuntario, de "estar poco viajadas y leídas", ya que en aquellos tiempos la comunicación de los montañeses y la alfabetización del vulgo, eran consideradas como cosas poco convenientes, para el mantenimiento de los privilegios de las clases dominantes. Los únicos elementos culturales de referencia de los que podían extraer información eran las propias vivencias agrarias o ganaderas, las leyendas populares, a veces, de origen pagano, antiquísimo, las vidas de santos y los mitos judeocristianos que se difundían desde la multitud de iglesias distribuidas por todos los rincones del "reino".
Posiblemente, la roca marcada con una gran cantidad de concavidades de contorno redondeado o elíptico, la mayoría de ellas, de dimensiones mayores que el tamaño de un pie humano, debió recordarle a los campesinos de la zona, un terreno blando pisoteado por el paso de algún tipo de animal desconocido, dotado de grandes cascos o pezuñas. Pero como no se trataba de barro endurecido sino de roca viva, entonces debieron imaginar que el autor debía haber sido un monstruo de enorme fuerza, para hundir la roca, tal vez algún ser diabólico... o incluso el mismísimo Diablo, rey del Infierno y señor de todos los demonios. Como antiguamente la religiosidad y la superstición popular estaban muy unidas, es posible que la influencia de tales creencias, pudiera haber influido para que en la interpretación de la causa original de aquella extraña concentración de inexplicables marcas sobre la roca, antes nunca vistas y muy cercanas al santuario de la Virgen, se viera la presencia del diablo, que tal vez había acudido al lugar impelido por malévolas y sacrílegas intenciones....
Grabado realizado entre 1480 y 1490, por el grabador alemán Martin Schöngauer, representando a san Antonio Abad resistiendo, estoicamente, el acoso y los tormentos causados por un grupo de insidiosos, pecaminosos y monstruosos demonios.
Las marcas que estos seres repugnantes podrían llegar a dejar, al pasar sobre las rocas, cubrirían toda la variada gama de icnitas conocidas. ;-)
Obra conservada en The Metropolitan Museum of Art, New York
Imagen: Martin Schöngauer
En aquella época, también se creía que muchos seres sobrehumanos, divinos o diabólicos, disponían de la capacidad de dejar marcados sus pies, sobre la roca que había pisado, por lo tanto resultaba evidente que allí debió haberse producido algún hecho, portentoso, protagonizado por seres con poderes sobrenaturales. Como todas las marcas eran redondeadas o elípticas, posiblemente el pie que las habría estampado debería ser del mismo tipo por lo que debía haber sido un gran casco o pezuña. Y como las marcas estaban tan cerca de una iglesia dedicada a la Virgen, debería tratarse de un ser infernal, enemigo de la santísima Madre de Cristo.
Por otra parte, como la distribución de las marcas, sobre la superficie rocosa, resultaba bastante caótica, eso parecía indicar que el desplazamiento se había realizado sin rumbo fijo, incomprensible si se dirigía hacia la cercana ermita. Pero quizá era el resultado de que el causante había resultado, incapaz de mantener una dirección fija, esto podría indicar que tal vez había sido acosado por diversos lados. La ausencia de otro tipo de marcas indicaría que había sido acorralado por algún otro ser sobrenatural que no necesitaba pisar el terreno para atacar, por lo tanto debía tratarse de alguien capaz de mantenerse en el aire, sin esfuerzo, debería ser algún espíritu celestial. Además dado que las marcas estaban situadas muy cerca de la entrada principal de la ermita... el fenómeno podía y debía interpretarse, como el resultado de un enfrentamiento entre un defensor del lugar sagrado y un destructor, por lo tanto sólo podía tratarse del escenario de una pelea entre Satanás que se dirigía hacia la ermita con intención de destruirla y su máximo oponente san Miguel arcángel para impedirle que pudiera llevar a cabo su maligno y sacrílego plan.
Grabado del excepcional grabador alemán Albrecht Dürer (Alberto Durero), titulado " Revelación de san Juan, 11. San Miguel luchando con el Dragón". Puede verse la monstruosa diversidad de los demonios.
realizado para el Libro del Apocalipsis, formado por la encuadernación de una serie de sus grabados. Publicado en Alemania, en 1498
Imagen: Apokalypse-Dürer
Conclusión etnopaleontológica
En este caso como en otros de naturaleza semejantes, nos hallariamos ante un caso de icnohierofanía paleontológica (Baucon, 2008), pues unas marcas fósiles desencadenan una interpretación sacralizante del lugar y una vinculación causal con algún ser sobrehumano.
En mi opinión, es posible que la creación y ubicación de la leyenda paleontológica, precisamente, en el paraje de La Posa, pudiera deberse a la coincidencia y proximidad de dos fenómenos geopaleontológicos particulares. Por un lado está el conjunto de depresiones de origen desconocido, situadas en la parte alta del barranco, muy cercanas a la puerta principal del santuario mariano y, por otro lado, la presencia de un terrenos de color negruzco, en la parte baja del barranco, debido a la presencia de abundante materia carbonosa, procedente de las capas que encierran niveles de lignito.
Vista conjunta de la ermita de La Posa, edificio blanco con pequeña espadaña, situado por encima y a la drecha de un manchón gris de roca pelada (yacimiento de icnitas). Muy visible tras la retirada masiva de la cubierta de suelo y vegetación que ocultaba a la vista la casi totalidad de las huellas de actividad biológica y que después de la brutal "limpieza", pueden apreciarse en la actualidad. Fotografía de Ramonet de Salas.
Imagen: Isona - Ermita de la Mare de Déu de la Posa. Wikiloc. https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/isona-ermita-de-la-mare-de-deu-de-la-posa-58961044/photo-39464247
Está claro, que los mitos religiosos, propios del catolicismo de siglos pasados, habrían proporcionado los personajes y el argumento, necesarios para el desarrollo coherente del relato legendario que ahora ya es conocido. Una explicación, muy sencilla, creíble y respetable durante los siglos anteriores a nuestra época actual, pero que se mantuvieron vigentes hasta mediados del siglo XX, entre algunos colectivos poco ilustrados.
Fuentes:
- Amades Gelats, Joan. 1980. Costums i creences. Folklore de Catalunya. Ed. Selecta. Barcelona
- Baucon, A. et al. 2008. Principles of Ichnoarchaeology: new frontiers for studying past times. Studi Trent. Sci. Nat., Acta Geol., 83 (2008): 43-72
- Baucon, A. et al. 2012. A history of ideas in ichnology. In D. Knaust & R.G. Bromley Ed. Trace Fossils as Indicators of Sedimentary Environments. Elsevier
- Pascual-Marquinez, A. et al. 2010. Estudio icnoarqueológico de los petroglifos con forma de huella animal y de las icnitas de dinosaurio en la Necrópolis de Revenga (Burgos) Cidaris 30, VIII EJIP, pág. 217-222
- Roma i Casanovas, Francesc. 2002. Llegendes de la natura. Edicions El Mèdol. Tarragona
- Roma Casanovas, Francesc. 2011. Petjades del Diable de la Posa (Isona, Pallars Jussà) Petjades... Footprints... Empreintes... Huellas..., una geografia mítica poc estudiada
- Sanz García, José Luís. 1999. Mitología de los dinosaurios." Taurus.
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