Fósiles ibéricos relacionados, por la tradición popular española, con diversos santos y santas (2)
Algunos casos de restos óseos, de animales pleistocenos, considerados y usados como reliquias, católicas, en la España pre-racionalista (2)
El increíble caso de los restos de un "híbrido celestial" o de un "santo, transgénico, extraterrestre" hallados en Illescas (Segunda y, quizá, última parte).
¡Finalmente se me han "aparecido" unas imágenes celestiales y he visto "la luz"!
Después de mucho cavilar, sobre como podría haber sido posible que una persona influyente hubiera podido asociar, de manera congruente con una cierta dósis de lógica racional, unos huesos humanos con otros de bovinos y de ave, espontáneamente, empezaron a aparecer en la memoria visual, de quien esto escribe, una sucesión rápida y caótica, de una serie de figuras y formas evanescentes. Se trataba de unas figuras quiméricas, medio humanas y medio animales que recordaba haber visto, algunas décadas antes, en pinturas y relieves murales de estilo románico y en libros o códices ilustrados antiguos, de época medieval.
Después de algunos intentos, fallidos, buscando aquellas imágenes en enciclopedias de Historia del Arte y, luego en Internet, empezaron a aparecer las representaciones híbridas que estaba buscando. "Técnicamente" a esos seres híbridos, imposibles en el mundo real, se les denomina "tetramorfos cristianos", puesto que también existen los equivalentes paganos.
Los Tetramorfos rodeando al Pantocrátor, en un relieve de la fachada principal de la iglesia de San Juan de Moarves de Ojeda (Palencia). Abajo a la derecha, un buey o toro alado
Imagen: Moarves de Ojeda
De las diversas representaciones de "tetramorfos cristianos", halladas en Internet, obviamente se eligió aquella que resultaba ser más favorable a la hipótesis aplicada, para resolver al caso que nos ocupa, por ser una de las representaciones más antropomorfas. La figura formaba parte de una gran pintura románica, al fresco, que orna e ilustra la bóveda de la cripta real del Panteón de Reyes, de la Real Colegiata de San Isidoro, en la ciudad de León.
Los cuatro tetramorfos aparecen dispuestos rodeando al Pantocrátor, en las cuatro esquinas, encima de cada uno de los cuatro pilares que sustentan la bóveda. Bóveda de Panteón Real, Basílica de San Isidoro de León.
Los Tetramorfos rodeando al Pantocrátor, en un relieve de la fachada principal de la iglesia de San Juan de Moarves de Ojeda (Palencia). Abajo a la derecha, un buey o toro alado
Imagen: Moarves de Ojeda
De las diversas representaciones de "tetramorfos cristianos", halladas en Internet, obviamente se eligió aquella que resultaba ser más favorable a la hipótesis aplicada, para resolver al caso que nos ocupa, por ser una de las representaciones más antropomorfas. La figura formaba parte de una gran pintura románica, al fresco, que orna e ilustra la bóveda de la cripta real del Panteón de Reyes, de la Real Colegiata de San Isidoro, en la ciudad de León.
Los cuatro tetramorfos aparecen dispuestos rodeando al Pantocrátor, en las cuatro esquinas, encima de cada uno de los cuatro pilares que sustentan la bóveda. Bóveda de Panteón Real, Basílica de San Isidoro de León.
Imagen: Wikipedia
A ambos lados de la mandorla que contiene al Pantocrátor, presidiendo la escena, se ven cuatro raros personajes que representan a los cuatro evangelistas. En esta representación con cuerpo humano y un par de grandes alas, como de ángel, cada uno con la cabeza del animal que les representa, Juan con la de águila, Lucas con la de buey, Marcos con la de león y Mateo con la de Ángel. Cada uno acompañado de su propio nombre para poder ser identificado por los visitantes ignorantes de la simbología cristiana pero debidamente alfabetizados.
Curiosa representación pictórica, del s. XIII, en la que aparece un ser híbrido, con cuerpo humano, dotado de grandes alas de ave y cabeza de bovino. Se trata de uno de los cuatro personajes denominados "tetramorfos cristianos" que, en este caso, representa simbólcamente al evangelista Lucas.
Detalle de la gran pintura románica, al fresco, existente en la bóveda de la cripta real del Panteón de Reyes, de la Real Colegiata de San Isidoro, León. Recorte de captura de pantalla
Imagen: Educarex
¿Tal vez, hace unos 700, 500 o 400 años, se pudieron haber atribuido, "oficialmente", al evangelista san Lucas, las reliquias contenidas en el relicario, de Illescas? La respuesta, a esta pregunta posiblemente figure escrita en el recipiente...y sólo la observación directa del objeto permitiría confirmar o descartar tal suposición, ciertamente, muy "atrevida"
¿La antinatural mezcla de huesos, humanos y animales, simplemente, fue la consecuencia de una confusión inocente o, por el contrario, tan extraña combinación de huesos se realizó deliberadamente, para dar verosimilitud a las supuestas cualidades del personaje santificado? Nuestros conocimientos en psicología de la falsificación y aceptación de reliquias católicas es muy elemental, así es que no podemos ser demasiado rotundos en tal afirmción. Tales cuestiones pueden ser calificadas como simples "ocurrencias de persona descreída", "elucubraciones místicas de escéptico" o como "posibilidades más posibles que probables"... entre otras muchas más, pero más vale "parir" una idea bastante exótica, razonablemente argumentada que abstenerse por prudencia o que oponer argumentaciones nada probables y nada razonables.
Epílogo razonable ante una falta de conclusiones probables
Hubiera resultado muy útil y sumamente gratificante, para quien esto escribe, haber podido llegar a conocer la supuesta identidad santoralícia de la santa persona, cuyos restos mortales resultaban tan sorprendentes como improbables, pues entre sus extraordinarios y claramente sobrehumanos atributos anatómicos, figuraba una falange bovina y una fúrcula aviana. De momento, la misteriosa identidad asociada a ese relicario illescano persiste, pues por mucho que nos hemos esforzado, no ha habido "fuerza humana" capaz de que conseguir obtener los datos necesarios e imprescindibles, con los que se hubieran podido conocer el nombre del sorprendente personaje, detectado y desenmascarado por el experto profesor Aguirre, en Illescas (Toledo), hace unos treinta y un años.
El Dr. Emiliano Aguirre Enríquez, Catedrático de Paleontología Humana de la Universidad Complutense de Madrid y ex director del Museo de Ciencias Naturales, retratado en fechas, relativamente, recientes. Descubridor de las anomalías osteológicas del relicario de Illescas
Imagen: Burgospedia
A ambos lados de la mandorla que contiene al Pantocrátor, presidiendo la escena, se ven cuatro raros personajes que representan a los cuatro evangelistas. En esta representación con cuerpo humano y un par de grandes alas, como de ángel, cada uno con la cabeza del animal que les representa, Juan con la de águila, Lucas con la de buey, Marcos con la de león y Mateo con la de Ángel. Cada uno acompañado de su propio nombre para poder ser identificado por los visitantes ignorantes de la simbología cristiana pero debidamente alfabetizados.
Curiosa representación pictórica, del s. XIII, en la que aparece un ser híbrido, con cuerpo humano, dotado de grandes alas de ave y cabeza de bovino. Se trata de uno de los cuatro personajes denominados "tetramorfos cristianos" que, en este caso, representa simbólcamente al evangelista Lucas.
Detalle de la gran pintura románica, al fresco, existente en la bóveda de la cripta real del Panteón de Reyes, de la Real Colegiata de San Isidoro, León. Recorte de captura de pantalla
Imagen: Educarex
¿Tal vez, hace unos 700, 500 o 400 años, se pudieron haber atribuido, "oficialmente", al evangelista san Lucas, las reliquias contenidas en el relicario, de Illescas? La respuesta, a esta pregunta posiblemente figure escrita en el recipiente...y sólo la observación directa del objeto permitiría confirmar o descartar tal suposición, ciertamente, muy "atrevida"
¿La antinatural mezcla de huesos, humanos y animales, simplemente, fue la consecuencia de una confusión inocente o, por el contrario, tan extraña combinación de huesos se realizó deliberadamente, para dar verosimilitud a las supuestas cualidades del personaje santificado? Nuestros conocimientos en psicología de la falsificación y aceptación de reliquias católicas es muy elemental, así es que no podemos ser demasiado rotundos en tal afirmción. Tales cuestiones pueden ser calificadas como simples "ocurrencias de persona descreída", "elucubraciones místicas de escéptico" o como "posibilidades más posibles que probables"... entre otras muchas más, pero más vale "parir" una idea bastante exótica, razonablemente argumentada que abstenerse por prudencia o que oponer argumentaciones nada probables y nada razonables.
Epílogo razonable ante una falta de conclusiones probables
Hubiera resultado muy útil y sumamente gratificante, para quien esto escribe, haber podido llegar a conocer la supuesta identidad santoralícia de la santa persona, cuyos restos mortales resultaban tan sorprendentes como improbables, pues entre sus extraordinarios y claramente sobrehumanos atributos anatómicos, figuraba una falange bovina y una fúrcula aviana. De momento, la misteriosa identidad asociada a ese relicario illescano persiste, pues por mucho que nos hemos esforzado, no ha habido "fuerza humana" capaz de que conseguir obtener los datos necesarios e imprescindibles, con los que se hubieran podido conocer el nombre del sorprendente personaje, detectado y desenmascarado por el experto profesor Aguirre, en Illescas (Toledo), hace unos treinta y un años.
El Dr. Emiliano Aguirre Enríquez, Catedrático de Paleontología Humana de la Universidad Complutense de Madrid y ex director del Museo de Ciencias Naturales, retratado en fechas, relativamente, recientes. Descubridor de las anomalías osteológicas del relicario de Illescas
Imagen: Burgospedia
Sobre la verdadera identidad de la supuesta falange bovina, como no se dispone de datos ni ha podido ser estudiada morfológicamente, se deberá confiar en la autoridad científica del Dr. Emiliano Aguirre, paleontólogo especializado en anatomía de humanos y grandes mamíferos, fósiles. Su buen "ojo clínico" fruto de su amplia experiencia y la acertada opinión demostrada en muchas otras ocasiones, nos hace creer que la identificación sugerida para el bóvido pleistoceno que aportó una falange al reliquiario del santuario de Illescas, era acertada y que su origen debieron ser los restos de un individuos de la especie bovina Bos primigenius, tal como recogió, en su día, el articulo periodistico del diario El País.
En numerosos lugares de la Península ibérica se han hallado restos óseos de Bos primigenius, de diversa antigüedad, tal como sucede por toda Europa y otras partes de África y Ásia, pero como no ha podido ser analizada, detalladamente, la composición química de la falange de Illescas, no se puede conocer su procedencia geográfica. Además el hecho de no conocer cuál era la procedencia geográfica del relicario contenedor de tal falange bovina, impide poder atribuir un posible origen geográfico, más o menos concreto, a la mentada "santa falange" del probable uro, posiblemente pleistoceno.
El arqueólogo belga Wouter Claes fotografiado en 1998, junto a un panel rocoso en el que aparecen grabadas las siluetas de varios bóvidos salvajes con aspecto de Bos primigenius o uros, en el sitio arqueológico de Qurta II, en Egipto .
Imagen: Ice Age’ Art at QURTA
En cuanto a poder llegar a establecerse una clasificación, ni siquiera aproximada, para el ave prehistórica, posiblemente pleistocena, según dice el artículo de El País que había aportado su fúrcula al reliquiario conventual, tal misión no ha sido posible.
Por tratarse de una tarea muy delicada y compleja, la falta de datos y la imposibilidad de acceder al santo objeto, en cuestión, o a una serie de buenas imágenes suyas, ha hecho inviable la solución del tercer enigma illescano.
Ante tantas incógnitas sin resolver y desde hace tanto tiempo, deseamos con vehemente anhelo juvenil que el profesor Emiliano Aguirre consiga, al fín, ver cumplido su deseo de poder resolver este caso, pendiente desde hace más 30 años.
Asimismo animamos a paleontólog@s con vocación forense, a colaborar con el Dr. Aguirre para llevar a cabo, en vivo y en directo, los correspondientes "trabajos de campo" en ambiente eclesiástico y con monacal discreción y beatífica prudencia, para que el resultado científico del estudio paleontológico no cause escándalo en ambientes integristas ni regocijo revanchista en ambientes anticlericalistas.
¿Qué hubiera podido pasar si...?
Uno se pregunta ¿Qué habría podido suceder si un@ o vari@s paleontólog@s especialistas en anatomía comparada de vertebrados, preferentemente expertos en mamíferos, hubiesen examinado, detenidamente, los restos óseos que pudieran estar contenidos en cada unos de los 262 relicarios de la antigua colección de Fernando Pacheco? ¿Cuántas especies de fauna moderna o prehistórica habrían podido identificarse, a partir de los restos óseos contenidos en los relicarios de la Capilla de las Reliquias?
Decenas de receptáculos de forma curiosa y contenido misterioso se muestran en las tres vitrinas de la Capilla de las Reliquias. Fotografía de la alacena central, original de
Ramón Escobar Hervás
Imagen: Maravillas ocultas de España
Incluso, uno va más allá y se sigue preguntando ¿El posible contenido óseo, humanamente anómalo, de los relicarios, resultaría ser
más frecuente según
su distinta procedencia geográfica? Dicho de otra manera, ¿Quiénes de los fabricantes de
reliquias eran más aficionados a la paleontología lucrativa, los italianos o los flamencos? O tal vez, la práctica de utilizar huesos fósiles, de épocas recientes, fue una práctica bastante
generalizada en todas aquellas partes de Europa y en "parte del extranjero", donde existía una fuerte demanda popular de
restos óseos, supuestamente humanos, virtuosos y sagrados, a los que encomendar la protección contra el
infortunio. La veneración de los restos humanos de santos fue una práctica tan frecuente entre los nobles como entre los plebeyos. Los monasterios, conventos e iglesias que poseían colecciones de ellos, se convirtieron en lugares capaces de atraer ríos de peregrinos y de acumular grandes cantidades de limosnas que hacia más agradable la vida de sus ocupantes y más rica a la comunidad de sus propietarios.
Pero
tratándose de objetos de culto religioso que contienen material considerado sagrado, por la Iglesia católica, avalada su supuesta autenticidad por un documento certificado por el Vaticano, conseguir una autorización eclesiástica para llevar a término
un estudio paleontológico, del contenido de los relicarios, no va a ser
una misión fácil sino todo lo contrario. Pero si hace treinta años, los responsables de los "tesoros" del Santuario del Hospital de la Caridad de Illescas, mostraron al profesor Aguirre el contenido de
alguno de aquellos relicarios, no tiene porque ser una "misión imposible" si se negocia con la persona apropiada, quizá sólo
"muy dificultosa".
Tal vez, podría intentarse, si se cuenta con la sabia y prudente dirección del Dr. Emiliano Aguirre y sus contactos eclesiásticos, además del compromiso de total discreción por parte de l@s investigadores/as implicad@s...
En opinión de quien esto escribe, Ciencia y Religión "saldrían ganando" de llevarse a término una colaboración en la que pudiera realizarse un estudio paleo-zoológico de los numerosos restos óseos, supuestamente humanos, contenidos en muchos de los 262 relicarios exhibidos en la Capilla de las Reliquias del Hospital de La Caridad de Illescas, en Toledo.
Buscando una posible explicación, racional, a la misteriosa presencia de huesos animales, en un relicario humano
Desde nuestro particularísimo y limitadísimo punto de vista, por ser demasiado naturalista, escéptico y científico, para el gusto de l@s devot@s creyentes más crédul@s y fanátic@s, la explicación a los prodigios anatómicos del santo o santa desconocido, parte de cuyos restos descansan en uno de los numerosos relicarios (262) depositados en la Capilla de las Reliquias, del santuario La Caridad de Illescas (Toledo), no hay que buscarla en "las inconmensurables maravillas anatómicas que es capaz de realizar el Señor Todopoderosos", ni en "los prodigiosos efectos biotecnológicos de la avanzada ciencia transgénica extraterrestre". La causa del embrollo osteológico estaría en "la creatividad delictiva de algunos estafadores" que fabricaban reliquias de sant@s con las que nutrir un activo y lucrativo mercado católico, durante muchos siglos de ostentosa y supersticiosa ignorancia y de credulidad acrítica y militante. Para alegría de estafadores y gozo de estafados.
Forma humorística de representar el fenómeno social, todavía vigente, de la veneración supersticiosa y la compra-venta fraudulenta de supuestas reliquias "autenticas" de santos católicos.
Imagen: Reliquias
El activo comercio de reliquias de santos y mártires cristianos, durante los últimos 2000 años de mayor o menor demanda social ha sido posible gracias, en buena parte, a la fabricación fraudulenta de "residuos sagrados", con grandes beneficios económicos a favor de todos los falsificadores y especuladores, implicados en este tipo de negocios lucrativos que han fomentado y mantenido la ignorancia y la credulidad popular de la que viven y medran.
Al final, no puede concluirse con ninguna seguridad, si la curiosa presencia de una fúrcula, un hueso típicamente aviano, sin equivalente humano y de una enorme falange bovina, entre algunos huesos, autenticamente, humanos pudo ser el resultado de una "burda mescolanza" o si su presencia cumplía un "cierto propósito" místico o milagroso que se escapa a nuestra intuición. Lo que si puede asegurarse con toda contundencia, es que tanto las agrupación de huesos (santas reliquias) como su introducción en un recipiente ex-profeso (relicario), respondían a la fraudulenta finalidad de proporcionar satisfacción a la necesidad psicológica de protección y seguridad que todos los humanos tenemos desde la más remota prehistoria, pero en los casos fraudulentos, a cambio de dinero, privilegios u otros bienes materiales, con algún valor económico.
Retablo con 49 relicarios, todos ellos en forma de busto humano, existente, en la iglesia de Santa María del Castillo, en Olmedo (Valladolid).
Imagen: Domvs Pvcelae
El culto a las reliquias de santos y mártires, es una antigua herencia cultural adaptada por el cristianismo y conservada por el catolicismo que deriva del antiquísimo culto pagano a las reliquias de los dioses y héroes míticos que ya practicaban muchos pueblos de las costas del Mediterráneo oriental, incluso 2000 o 3000 años antes de que se recrease, en Roma, la iglesia cristiana oficial, a partir del cristianismo primitivo.
El recurso y dependencia hacia los fetiches, talismanes y amuletos, llámense como se les quieran llamar, ha aquejado a las personas creyentes supersticiosos de la "manía" de que su destino está determinado por su relación, favorable o desfavorable. con determinadas fuerzas sobrenaturales, poderes no naturales y seres sobrehumanos que pueblan su universo mental.
"Pequeño" retablo-armario (1604-1606), conteniendo 16 relicarios de tamaño modesto, 14 en forma de busto humano y 2 en forma de brazo humano. Ornado interiormente con una pintura de la Anunciación y exteriormente con representaciones de diversos santos. obra de Juan de Muniátegui, Vicente Carducho y Bartolomé Carducho. Procede del convento de San Diego en Valladolid. Museo Nacional Colegio de San Gregorio, Valladolid (España). Rubén Ojeda
Imagen: Wikimedia Commons
Angustiados por las dificultades ordinarias y extraordinarias de la existencia humana y afligidos por las consecuencias de vivir en unas condiciones injustas e insalubres, los creyentes supersticiosos suelen confiar toda o buena parte de su seguridad física, sanitaria, psíquica y económica, a la benevolencia de los seres divinos o sobrehumanos que generan e insuflan los misteriosos poderes sobrenaturales que impregnan de maravillosas virtudes mágicas a ciertos objetos prodigiosos que, supuestamente, formaron parte del cuerpo o que estuvieron en contacto con él, durante su vida.
La gama de materiales y substancias que a lo largo de la historia han sido usadas para crear reliquias, católicas, es casi infinito, pero el recurso a los huesos fósiles, seguramente debido a su escasez, ha sido minoritario y, creo, que para el caso de España este tipo de restos, particulares y concretos, es una primicia mundial... o no, ya veremos.
Una posible explicación, racional y de lógica científica, que podría justificar la presencia de restos óseos fósiles, de animales vertebrados, mezclados entre huesos humanos, habría que buscarla en dos hechos osteológicos que, habitualmente, han sido bien valorados socialmente y recompensados económicamente, en el sector del comercio de reliquias y en el sector de los devotos adoradores de reliquias de "santos de tiempos antiguos".
Buscando una posible explicación, racional, a la misteriosa presencia de huesos animales, en un relicario humano
Desde nuestro particularísimo y limitadísimo punto de vista, por ser demasiado naturalista, escéptico y científico, para el gusto de l@s devot@s creyentes más crédul@s y fanátic@s, la explicación a los prodigios anatómicos del santo o santa desconocido, parte de cuyos restos descansan en uno de los numerosos relicarios (262) depositados en la Capilla de las Reliquias, del santuario La Caridad de Illescas (Toledo), no hay que buscarla en "las inconmensurables maravillas anatómicas que es capaz de realizar el Señor Todopoderosos", ni en "los prodigiosos efectos biotecnológicos de la avanzada ciencia transgénica extraterrestre". La causa del embrollo osteológico estaría en "la creatividad delictiva de algunos estafadores" que fabricaban reliquias de sant@s con las que nutrir un activo y lucrativo mercado católico, durante muchos siglos de ostentosa y supersticiosa ignorancia y de credulidad acrítica y militante. Para alegría de estafadores y gozo de estafados.
Forma humorística de representar el fenómeno social, todavía vigente, de la veneración supersticiosa y la compra-venta fraudulenta de supuestas reliquias "autenticas" de santos católicos.
Imagen: Reliquias
El activo comercio de reliquias de santos y mártires cristianos, durante los últimos 2000 años de mayor o menor demanda social ha sido posible gracias, en buena parte, a la fabricación fraudulenta de "residuos sagrados", con grandes beneficios económicos a favor de todos los falsificadores y especuladores, implicados en este tipo de negocios lucrativos que han fomentado y mantenido la ignorancia y la credulidad popular de la que viven y medran.
Al final, no puede concluirse con ninguna seguridad, si la curiosa presencia de una fúrcula, un hueso típicamente aviano, sin equivalente humano y de una enorme falange bovina, entre algunos huesos, autenticamente, humanos pudo ser el resultado de una "burda mescolanza" o si su presencia cumplía un "cierto propósito" místico o milagroso que se escapa a nuestra intuición. Lo que si puede asegurarse con toda contundencia, es que tanto las agrupación de huesos (santas reliquias) como su introducción en un recipiente ex-profeso (relicario), respondían a la fraudulenta finalidad de proporcionar satisfacción a la necesidad psicológica de protección y seguridad que todos los humanos tenemos desde la más remota prehistoria, pero en los casos fraudulentos, a cambio de dinero, privilegios u otros bienes materiales, con algún valor económico.
Retablo con 49 relicarios, todos ellos en forma de busto humano, existente, en la iglesia de Santa María del Castillo, en Olmedo (Valladolid).
Imagen: Domvs Pvcelae
El culto a las reliquias de santos y mártires, es una antigua herencia cultural adaptada por el cristianismo y conservada por el catolicismo que deriva del antiquísimo culto pagano a las reliquias de los dioses y héroes míticos que ya practicaban muchos pueblos de las costas del Mediterráneo oriental, incluso 2000 o 3000 años antes de que se recrease, en Roma, la iglesia cristiana oficial, a partir del cristianismo primitivo.
El recurso y dependencia hacia los fetiches, talismanes y amuletos, llámense como se les quieran llamar, ha aquejado a las personas creyentes supersticiosos de la "manía" de que su destino está determinado por su relación, favorable o desfavorable. con determinadas fuerzas sobrenaturales, poderes no naturales y seres sobrehumanos que pueblan su universo mental.
"Pequeño" retablo-armario (1604-1606), conteniendo 16 relicarios de tamaño modesto, 14 en forma de busto humano y 2 en forma de brazo humano. Ornado interiormente con una pintura de la Anunciación y exteriormente con representaciones de diversos santos. obra de Juan de Muniátegui, Vicente Carducho y Bartolomé Carducho. Procede del convento de San Diego en Valladolid. Museo Nacional Colegio de San Gregorio, Valladolid (España). Rubén Ojeda
Imagen: Wikimedia Commons
Angustiados por las dificultades ordinarias y extraordinarias de la existencia humana y afligidos por las consecuencias de vivir en unas condiciones injustas e insalubres, los creyentes supersticiosos suelen confiar toda o buena parte de su seguridad física, sanitaria, psíquica y económica, a la benevolencia de los seres divinos o sobrehumanos que generan e insuflan los misteriosos poderes sobrenaturales que impregnan de maravillosas virtudes mágicas a ciertos objetos prodigiosos que, supuestamente, formaron parte del cuerpo o que estuvieron en contacto con él, durante su vida.
La gama de materiales y substancias que a lo largo de la historia han sido usadas para crear reliquias, católicas, es casi infinito, pero el recurso a los huesos fósiles, seguramente debido a su escasez, ha sido minoritario y, creo, que para el caso de España este tipo de restos, particulares y concretos, es una primicia mundial... o no, ya veremos.
Una posible explicación, racional y de lógica científica, que podría justificar la presencia de restos óseos fósiles, de animales vertebrados, mezclados entre huesos humanos, habría que buscarla en dos hechos osteológicos que, habitualmente, han sido bien valorados socialmente y recompensados económicamente, en el sector del comercio de reliquias y en el sector de los devotos adoradores de reliquias de "santos de tiempos antiguos".
En primer lugar, porque poseer una mayor cantidad (masa o peso) y diversidad (variedad) de "huesos de santo" deberá "costar" más dinero, cuando se adquiere comercialmente. Porque, lógicamente, a mayor cantidad y variedad de "huesos de santos" acumulados, ese lugar tiene que poseer más cantidad de "poder milagroso" y esa es una cualidad que demandan los fieles creyentes, devotos y atribulados a un santo o a sus restos mortales, cuando visitan su santuario. También coinciden en esta idea, aquellos que quiere constituir y poseer un centro muy atrayente para las peregrinaciones populares.
En segundo lugar, porque los restos óseos que la terminología popular llama "huesos de santo" o "huesos de mártir", cuanta mayor sea su antigüedad, más "petrificados" deberán estar o parecer, pues el grado de "petrificación" era considerado garantía de antigüedad y/o de largo enterramiento. Por lo tanto aquellos huesos hallados en el campo, en superficie, o en las excavaciones del terreno que eran más duros y pesados por efecto de la impregnación por sales minerales, antes disueltas en el agua que circula por el suelo o subsuelo, poseían unas características "sensibles" garantía de gran antigüedad... Al fin y al cabo, si para los creyentes más cerriles, la creación del Mundo y de Adán tenían unos 6000 años de antigüedad....
Diversos tipos de restos óseos, considerados partes esqueléticas de santos y por tanto reliquias corporales. A la izquierda diversos tipos de relicarios dotados de "ventanas"
Imagen: Domvs Pvcelae
Una vez el falsificador tiene los huesos, fósiles o no, sólo había que añadirle la oportuna dosis de santidad, mediante la correspondiente identidad y alguna leyenda piadosa con las que dotar de virtud milagrosa un material vulgar que una vez introducido en un recipiente adecuado, humilde o costoso, quedaba transformado en un producto altamente comercializable y a punto para su venta. La infinita credulidad devota lo convertía automáticamente en desable y apto para satisfacer las peticiones de los oportunos compradores, pícaros unos o piadosos otros, pero suficientemente adinerados como para poder adjudicarse un tipo de objetos siempre costosos, pero tan exclusivos para el poseedor exhibicionista, como atractivo para los creyentes devotos, los desahuciados desesperados, los hipocondríacos desocupados y los supersticiosos angustiados, todos ellos acosados por la subjetiva magnitud de sus dificultades o dramas cotidianos.
ATENCIÓN AMIGOS LECTORES Y AMIGAS LECTORAS:
Se busca información fiable sobre el tema tratado hoy, preferiblemente, documental ¿Por casualidad algun@ de l@s amables lectores/as de esta bizarra entrada dispone de alguno de los datos que son necesarios para resolver este sorprendente caso toledano?
¿Por ventura sabe de la existencia de otros casos ibéricos, semejantes, protagonizados por "huesos de santo" de naturaleza fósil, sobre los que pueda y quiera facilitar alguna información etnopaleontológica o paleontológica?
Muchas gracias
Fuentes:
- Arsuaga, Juan Luis; Baquedano, Enrique; Bermúdez de Castro, José Mª; Carbonell, Eudald; López, Nieves; Morales, Jorge; Pérez-González, Alfredo; Querol, Mª Ángeles; Santonja, Manuel; Soria, Loli ; Sanz, José Luis; Turbón, Daniel y Zazo, Caridad (2002). Emiliano Aguirre Obra Selecta (1957-2003). Enrique Baquedano y Susana Rubio (Edit.). Zona Arqueológica, 2, Museo Arqueológico Regional. Com. de Madrid.
- Aguirre Díaz, Emiliano. 2010. Comunicación personal del 28 de enero.
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- Toro Pascua, María Isabel. 2001. Las falsas reliquias en la literatura española del Siglo de Oro: a propósito de la polémica erasmista Via spiritus 8, 219-254
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