martes, septiembre 30

El registro fósil ibérico y el santoral católico, en la religiosidad popular de España y Portugal (8)

Heraclio ASTUDILLO-POMBO. Universitat de Lleida

Fósiles ibéricos relacionados, por la tradición popular española, con diversos santos y santas (2)

Algunos casos de restos óseos, de animales pleistocenos, considerados y usados como reliquias, católicas, en la España pre-racionalista (2)


El increíble caso de los restos de un "híbrido celestial" o de un "santo, transgénico, extraterrestre" hallados en Illescas (Segunda y, quizá, última parte).



¡Finalmente se me han "aparecido" unas imágenes celestiales y he visto "la luz"!

Después de mucho cavilar, sobre como podría haber sido posible que una persona influyente hubiera podido asociar, de manera congruente con una cierta dósis de lógica racional, unos huesos humanos con otros de bovinos y de ave, espontáneamente, empezaron a aparecer en la memoria visual, de quien esto escribe, una sucesión rápida y caótica, de una serie de figuras y formas evanescentes. Se trataba de unas figuras quiméricas, medio humanas y medio animales que recordaba haber visto, algunas décadas antes, en pinturas y relieves murales  de estilo románico y en libros o códices ilustrados antiguos, de época medieval. 
Después de algunos intentos, fallidos, buscando aquellas imágenes en enciclopedias de Historia del Arte y, luego en Internet, empezaron a aparecer las representaciones híbridas que estaba buscando. "Técnicamente" a esos seres híbridos, imposibles en el mundo real, se les denomina "tetramorfos cristianos", puesto que también existen los equivalentes paganos.  

Los Tetramorfos rodeando al Pantocrátor, en un relieve de la fachada principal de la iglesia de San Juan de Moarves de Ojeda (Palencia). Abajo a la derecha, un buey o toro alado
Imagen: Moarves de Ojeda 

De las diversas representaciones de  "tetramorfos cristianos", halladas en Internet, obviamente se eligió aquella que resultaba ser más favorable a la hipótesis aplicada, para resolver  al caso que nos ocupa, por ser una de las representaciones más antropomorfas. La figura formaba parte de una gran pintura románica, al fresco, que orna e ilustra la bóveda de la cripta real del Panteón de Reyes, de la Real Colegiata de San Isidoro, en la ciudad de León. 

Los cuatro tetramorfos aparecen dispuestos rodeando al Pantocrátor, en las cuatro esquinas, encima de cada uno de los cuatro pilares que sustentan la bóveda.  
Bóveda de Panteón Real, Basílica de San Isidoro de León. 
Imagen: Wikipedia

A ambos lados de la mandorla que contiene al Pantocrátor, presidiendo la escena, se ven cuatro raros personajes que representan a los cuatro evangelistas. En esta representación con cuerpo humano y un par de grandes alas,  como de ángel, cada uno con la cabeza del animal que les representa, Juan con la de águila, Lucas con la de buey, Marcos con la de león y Mateo con la de Ángel. Cada uno acompañado de su propio nombre para poder ser identificado por los visitantes ignorantes de la simbología cristiana pero debidamente alfabetizados.

Curiosa representación pictórica, del s. XIII, en la que aparece un ser híbrido, con cuerpo humano, dotado de grandes alas de ave y cabeza de bovino. Se trata de uno de los cuatro personajes denominados "tetramorfos cristianos" que, en este caso, representa simbólcamente al evangelista Lucas.
Detalle de la gran pintura románica, al fresco, existente en la bóveda de la cripta real del Panteón de Reyes, de la Real Colegiata de San Isidoro, León. R
ecorte de captura de pantalla 
Imagen: Educarex


¿Tal vez, hace unos 700, 500 o 400 años, se pudieron haber atribuido, "oficialmente", al evangelista san Lucas, las reliquias contenidas en el relicario, de Illescas? La respuesta, a esta pregunta posiblemente figure escrita en el recipiente...y sólo la observación directa del objeto permitiría confirmar o descartar tal suposición, ciertamente, muy "atrevida"
¿La antinatural mezcla de huesos, humanos y animales, simplemente, fue la consecuencia de una confusión inocente o, por el contrario, tan extraña combinación de huesos se realizó deliberadamente, para dar verosimilitud a las supuestas cualidades del personaje santificado? Nuestros conocimientos en psicología de la falsificación y aceptación de reliquias católicas es muy elemental, así es que no podemos ser demasiado rotundos en tal afirmción. Tales cuestiones pueden ser calificadas como simples "ocurrencias de persona descreída", "elucubraciones místicas de escéptico" o como "posibilidades más posibles que probables"... entre otras muchas más, pero más vale "parir" una idea bastante exótica, razonablemente argumentada que abstenerse por prudencia o que oponer argumentaciones nada probables y nada razonables.


Epílogo razonable ante una falta de conclusiones probables 

Hubiera resultado muy útil y sumamente gratificante, para quien esto escribe, haber podido llegar a conocer la supuesta identidad santoralícia de la santa persona, cuyos restos mortales resultaban tan sorprendentes como improbables, pues entre sus extraordinarios y claramente sobrehumanos atributos anatómicos, figuraba una falange bovina y una fúrcula aviana. De momento, la misteriosa identidad asociada a ese relicario illescano persiste, pues por mucho que nos hemos esforzado, no ha habido "fuerza humana" capaz de que conseguir obtener los datos necesarios e imprescindibles, con los que se hubieran podido conocer el nombre del sorprendente personaje, detectado y desenmascarado por el experto profesor Aguirre, en Illescas (Toledo), hace unos treinta y un años.

El Dr. Emiliano Aguirre Enríquez, Catedrático de Paleontología Humana de la Universidad Complutense de Madrid y ex director del Museo de Ciencias Naturales, retratado en fechas, relativamente, recientes. Descubridor de las anomalías osteológicas del relicario de Illescas
Imagen:
Burgospedia


Sobre la verdadera identidad de la supuesta falange bovina, como no se dispone de datos ni ha podido ser estudiada morfológicamente, se deberá confiar en la autoridad científica del Dr. Emiliano Aguirre, paleontólogo especializado en anatomía de humanos y grandes mamíferos, fósiles. Su buen "ojo clínico" fruto de su amplia experiencia y la acertada opinión demostrada en muchas otras ocasiones, nos hace creer que la identificación sugerida para el bóvido pleistoceno que aportó una falange al reliquiario del santuario de Illescas, era acertada y que su origen debieron ser los restos de un individuos de la especie bovina Bos primigenius, tal como recogió, en su día, el articulo periodistico del diario El País.

En numerosos lugares de la Península ibérica se han hallado restos óseos de Bos primigenius, de diversa antigüedad, tal como sucede por toda Europa y otras partes de África y Ásia, pero como no ha podido ser analizada, detalladamente, la composición química de la falange de Illescas, no se puede conocer su procedencia geográfica. Además el hecho de no conocer cuál era la procedencia geográfica del relicario contenedor de tal falange bovina, impide poder atribuir un posible origen geográfico, más o menos concreto, a la mentada "santa falange" del probable uro, posiblemente pleistoceno.

El arqueólogo belga Wouter Claes fotografiado en 1998, junto a un panel rocoso en el que aparecen grabadas las siluetas de varios bóvidos salvajes con aspecto de Bos primigenius o uros, en el sitio arqueológico de Qurta II, en Egipto .
Imagen:
Ice Age’ Art at QURTA

En cuanto a poder llegar a establecerse una clasificación, ni siquiera aproximada, para el ave prehistórica, posiblemente pleistocena, según dice el artículo de El País que había aportado su fúrcula al reliquiario conventual, tal misión no ha sido posible.
Por tratarse de una tarea muy delicada y compleja, la falta de datos y la imposibilidad de acceder al santo objeto, en cuestión, o a una serie de buenas imágenes suyas, ha hecho inviable la solución del tercer enigma illescano.

Ante tantas incógnitas sin resolver y desde hace tanto tiempo, deseamos con vehemente anhelo juvenil que el profesor Emiliano Aguirre consiga, al fín, ver cumplido su deseo de poder resolver este caso, pendiente desde hace más 30 años.
Asimismo animamos a paleontólog@s con vocación forense, a colaborar con el Dr. Aguirre para llevar a cabo, en vivo y en directo, los correspondientes "trabajos de campo" en ambiente eclesiástico y con monacal discreción y beatífica prudencia, para que el resultado científico del estudio paleontológico no cause escándalo en ambientes integristas ni regocijo revanchista en ambientes anticlericalistas.



¿Qué hubiera podido pasar si...?

Uno se pregunta ¿Qué habría podido suceder si un@ o vari@s paleontólog@s especialistas en anatomía comparada de vertebrados, preferentemente expertos en mamíferos, hubiesen examinado, detenidamente, los restos óseos que pudieran estar contenidos en cada unos de los 262 relicarios de la antigua colección de Fernando Pacheco? ¿Cuántas especies de fauna moderna o prehistórica habrían podido identificarse, a partir de los restos óseos contenidos en los relicarios de la Capilla de las Reliquias?

Decenas de receptáculos de forma curiosa y contenido misterioso se muestran en las tres vitrinas de la Capilla de las Reliquias. Fotografía de la alacena central, original de
Ramón Escobar Hervás
Imagen:
Maravillas ocultas de España


Incluso, uno va más allá y se sigue preguntando ¿El posible contenido óseo,  humanamente anómalo, de los relicarios, resultaría ser más frecuente según su  distinta procedencia geográfica? Dicho de otra manera, ¿Quiénes de los fabricantes de reliquias eran más aficionados a la paleontología lucrativa, los italianos o los flamencos? O tal vez, la práctica de utilizar huesos fósiles, de épocas recientes, fue una práctica bastante generalizada en todas aquellas partes de Europa y en "parte del extranjero", donde existía una fuerte demanda popular de restos óseos, supuestamente humanos, virtuosos y sagrados, a los que encomendar la protección contra el infortunio. La veneración de los restos humanos de santos fue una práctica tan frecuente entre los nobles como entre los plebeyos. Los monasterios, conventos e iglesias que poseían colecciones de ellos, se convirtieron en lugares capaces de atraer ríos de peregrinos y de acumular grandes cantidades de limosnas que hacia más agradable la vida de sus ocupantes y más rica a la comunidad de sus propietarios. 

Pero tratándose de objetos de culto religioso que contienen material considerado sagrado, por la Iglesia católica, avalada su supuesta autenticidad por un documento certificado por el Vaticano, conseguir una autorización eclesiástica para llevar a término un estudio paleontológico, del contenido de los relicarios, no va a ser una misión fácil sino todo lo contrario. Pero si hace treinta años, los responsables de los "tesoros" del Santuario del Hospital de la Caridad de Illescas, mostraron al profesor Aguirre el contenido de alguno de aquellos relicarios, no tiene porque ser una "misión imposible" si se negocia con la persona apropiada, quizá sólo "muy dificultosa". 
Tal vez, podría intentarse, si se cuenta con la sabia y prudente dirección del Dr. Emiliano Aguirre y sus contactos eclesiásticos, además del compromiso de total discreción por parte de l@s investigadores/as implicad@s... 

En opinión de quien esto escribe, Ciencia y Religión "saldrían ganando" de llevarse a término una colaboración en la que pudiera realizarse un estudio paleo-zoológico de los numerosos restos óseos, supuestamente humanos, contenidos en muchos de los 262 relicarios exhibidos en la Capilla de las Reliquias del Hospital de La Caridad de Illescas, en Toledo.

 
Buscando una posible explicación, racional, a la misteriosa presencia de huesos animales, en un relicario humano

Desde nuestro particularísimo y limitadísimo punto de vista, por ser demasiado naturalista, escéptico y científico, para el gusto de l@s devot@s creyentes más crédul@s y fanátic@s, la explicación a los prodigios anatómicos del santo o santa desconocido, parte de cuyos restos descansan en uno de los numerosos relicarios (262) depositados en la Capilla de las Reliquias, del santuario La Caridad de Illescas (Toledo), no hay que buscarla en "las inconmensurables maravillas anatómicas que es capaz de realizar el Señor Todopoderosos", ni en "los prodigiosos efectos biotecnológicos de la avanzada ciencia transgénica extraterrestre". La causa del embrollo osteológico estaría en "la creatividad delictiva de algunos estafadores" que fabricaban reliquias de sant@s con las que nutrir un activo y lucrativo mercado católico, durante muchos siglos de ostentosa y supersticiosa ignorancia y de credulidad acrítica y militante. Para alegría de estafadores y gozo de estafados.

Forma humorística de representar el fenómeno social, todavía vigente, de la veneración supersticiosa y la compra-venta fraudulenta de supuestas reliquias "autenticas" de santos católicos.
Imagen
: Reliquias


El activo comercio de reliquias de santos y mártires cristianos, durante los últimos 2000 años de mayor o menor demanda social ha sido posible gracias, en buena parte, a la fabricación fraudulenta de "residuos sagrados", con grandes beneficios económicos a favor de todos los falsificadores y especuladores, implicados en este tipo de negocios lucrativos que han fomentado y mantenido la ignorancia y la credulidad popular de la que viven y medran.


Al final, no puede concluirse con ninguna seguridad, si la curiosa presencia de una fúrcula, un hueso típicamente aviano, sin equivalente humano y de una enorme falange bovina, entre algunos huesos, autenticamente, humanos pudo ser el resultado de una "burda mescolanza" o si su presencia cumplía un "cierto propósito" místico o milagroso que se escapa a nuestra intuición. Lo que si puede asegurarse con toda contundencia, es que tanto las agrupación de huesos (santas reliquias) como su introducción en un recipiente ex-profeso (relicario), respondían a la fraudulenta finalidad de proporcionar satisfacción a la necesidad psicológica de protección y seguridad que todos los humanos tenemos desde la más remota prehistoria, pero en los casos fraudulentos, a cambio de dinero, privilegios u otros bienes materiales, con algún valor económico.


Retablo con 49 relicarios, todos ellos en forma de busto humano, existente, en la iglesia de Santa María del Castillo, en Olmedo (Valladolid).
Imagen: Domvs Pvcelae

El culto a las reliquias de santos y mártires, es una antigua herencia cultural adaptada por el cristianismo y conservada por el catolicismo que deriva del antiquísimo culto pagano a las reliquias de los dioses y héroes míticos que ya practicaban muchos pueblos de las costas del Mediterráneo oriental, incluso 2000 o 3000 años antes de que se recrease, en Roma, la iglesia cristiana oficial, a partir del cristianismo primitivo.
El recurso y dependencia hacia los fetiches, talismanes y amuletos, llámense como se les quieran llamar, ha aquejado a las personas creyentes supersticiosos de la "manía" de que su destino está determinado por su relación, favorable o desfavorable. con determinadas fuerzas sobrenaturales, poderes no naturales y seres sobrehumanos que pueblan su universo mental. 

"Pequeño" retablo-armario (1604-1606), conteniendo 16 relicarios de tamaño modesto, 14 en forma de busto humano y 2 en forma de brazo humano. Ornado interiormente con una pintura de la Anunciación y exteriormente con representaciones de diversos santos. obra de Juan de Muniátegui, Vicente Carducho y Bartolomé Carducho. Procede del convento de San Diego en Valladolid. Museo Nacional Colegio de San Gregorio, Valladolid (España). Rubén Ojeda
Imagen: Wikimedia Commons

Angustiados por las dificultades ordinarias y extraordinarias de la existencia humana y afligidos por las consecuencias de vivir en unas condiciones injustas e insalubres, los creyentes supersticiosos suelen confiar toda o buena parte de su seguridad física, sanitaria, psíquica y económica, a la benevolencia de los seres divinos o sobrehumanos que generan e insuflan los misteriosos poderes sobrenaturales que impregnan de maravillosas virtudes mágicas a ciertos objetos prodigiosos que, supuestamente, formaron parte del cuerpo o que estuvieron en contacto con él, durante su vida. 
La gama de materiales y substancias que a lo largo de la historia han sido usadas para crear reliquias, católicas, es casi infinito, pero el recurso a los huesos fósiles, seguramente debido a su escasez, ha sido minoritario y, creo, que para el caso de España este tipo de restos, particulares y concretos, es una primicia mundial... o no, ya veremos.

Una posible explicación, racional y de lógica científica, que podría justificar la presencia de restos óseos fósiles, de animales vertebrados, mezclados entre huesos humanos, habría que buscarla en dos hechos osteológicos que, habitualmente, han sido bien valorados socialmente y recompensados económicamente, en el sector del comercio de reliquias y en el sector de los devotos adoradores de reliquias de "santos de tiempos antiguos".

En primer lugar, porque poseer una mayor cantidad (masa o peso) y diversidad (variedad) de "huesos de santo" deberá "costar" más dinero, cuando se adquiere comercialmente. Porque, lógicamente, a mayor cantidad y variedad de "huesos de santos" acumulados, ese lugar tiene que poseer más cantidad de "poder milagroso" y esa es una cualidad 
que demandan los fieles creyentes, devotos y atribulados a un santo o a sus restos mortales, cuando visitan su santuario. También coinciden en esta idea, aquellos que quiere constituir y poseer un centro muy atrayente para las peregrinaciones populares.

En segundo lugar, porque los restos óseos que la terminología popular llama "huesos de santo" o "huesos de mártir", cuanta mayor sea su antigüedad, más "petrificados" deberán estar o parecer, pues el grado de "petrificación" era considerado garantía de antigüedad y/o de largo enterramiento. Por lo tanto aquellos huesos hallados en el campo, en superficie, o en las excavaciones del terreno que eran más duros y pesados por efecto de la impregnación por sales minerales, antes disueltas en el agua que circula por el suelo o subsuelo, poseían unas características "sensibles" garantía de gran antigüedad... Al fin y al cabo, si para los creyentes más cerriles, la creación del Mundo y de Adán tenían unos 6000 años de antigüedad....


Diversos tipos de restos óseos, considerados partes esqueléticas de santos y por tanto reliquias corporales. A la izquierda diversos tipos de relicarios dotados de "ventanas"
Imagen: Domvs Pvcelae


Una vez el falsificador tiene los huesos, fósiles o no, sólo había que añadirle la oportuna dosis de santidad, mediante la correspondiente identidad y alguna leyenda piadosa con las que dotar de virtud milagrosa un material vulgar que una vez introducido en un recipiente adecuado, humilde o costoso, quedaba transformado en un producto altamente comercializable y a punto para su venta. La infinita credulidad devota lo convertía automáticamente en desable y apto para satisfacer las peticiones de los oportunos compradores, pícaros unos o piadosos otros, pero suficientemente adinerados como para poder adjudicarse un tipo de objetos siempre costosos, pero tan exclusivos para el poseedor exhibicionista, como atractivo para los creyentes devotos, los desahuciados desesperados, los hipocondríacos desocupados y los supersticiosos angustiados, todos ellos acosados por la subjetiva magnitud de sus dificultades o dramas cotidianos.



ATENCIÓN AMIGOS LECTORES Y AMIGAS LECTORAS:

Se busca información fiable sobre el tema tratado hoy, preferiblemente, documental ¿Por casualidad algun@ de l@s amables lectores/as de esta bizarra entrada dispone de alguno de los datos que son necesarios para resolver este sorprendente caso toledano?

¿Por ventura sabe de la existencia de otros casos ibéricos, semejantes, protagonizados por "huesos de santo" de naturaleza fósil, sobre los que pueda y quiera facilitar alguna información etnopaleontológica o paleontológica?
Muchas gracias



Fuentes:

- Arsuaga, Juan Luis;  Baquedano, Enrique; Bermúdez de Castro,  José Mª; Carbonell,   Eudald; López, Nieves;  Morales, Jorge; Pérez-González, Alfredo; Querol, Mª Ángeles;  Santonja, Manuel; Soria, Loli ; Sanz, José Luis;  Turbón, Daniel y Zazo, Caridad (2002). Emiliano Aguirre Obra Selecta (1957-2003). Enrique Baquedano y Susana Rubio (Edit.). Zona Arqueológica, 2, Museo Arqueológico Regional. Com. de Madrid.
- Aguirre Díaz, Emiliano. 2010. Comunicación personal del 28 de enero.
- Buenacasa Pérez, Carles. 2003. La instrumentalización económica del culto a las reliquias, una importante fuente de ingresos para las iglesias tardoantiguas occidentales (ss. IV-VIII) en: Santos, obispos y reliquias: [Actas del III Encuentro Hispania en la Antigüedad Tardía, Álcala de Henares, 13 a 16 de Octubre de 1998] / coord. por Concha Bosch Jiménez, Luis A. García Moreno, María Elvira Gil Egea, Margarita Vallejo Girvés,
- Espadas Burgos, Manuel. 2006. Buscando a España en Roma. Ayer y hoy de una presencia histórica. Madrid. Consejo Superior de Investigaciones Científicas
- Carrió-Invernizzi, Diana. 2014 Santiago de los españoles en Plaza Navona (siglos XVI-XVII), en Jean-François Bernard (dir.), Piazza Navona, ou Place Navone, la plus belle & la plus grande, ÉCOLE FRANÇAISE DE ROME, pp. 635-655. 
- Gala Pellicer, Susana. 2010. Las plumas del arcángel San Gabriel en el imaginario popular y literario de Italia y España. Del Decameron VI, 10 al siglo XXI. Cuadernos de Filología Italiana, vol. 17, 81-100
- Martín Lloris, Catalina. 2011. El culto a los Héroes en la Antigüedad Clásica, en Las reliquias de la Capilla Real en la Corona de Aragón y el Santo Cáliz de la Catedral de Valencia (1396-1458). Universitat de València, Servei de Publicacions,

Toro Pascua, María Isabel. 2001. Las falsas reliquias en la literatura española del Siglo de Oro: a propósito de la polémica erasmista Via spiritus 8, 219-254
- VV. AA. 2005. La Caridad Reina. Libro conmemorativo de los 50 años (1955-2005) de la Coronación Canónica de la Virgen de la Caridad, Illescas (Toledo) Funcave
-  VV.AA. 2012. Historias de Valladolid: RELIQUIAS Y RELICARIOS, embajadas de la corte celestial (1/2) Domvs Pvcelae, 3 de febrero de 2012
VV.AA. Relics. Catholic Encyclopedia 
- VV. AA. Reliquia cristiana. Wikipedia.

domingo, septiembre 14

El registro fósil ibérico y el santoral católico, en la religiosidad popular de España y Portugal (7)

Heraclio ASTUDILLO-POMBO. Universitat de Lleida

Fósiles ibéricos relacionados por la tradición popular española con diversos santos y santas del panteón sagrado católico (1)


Introducción

En diversas entradas anteriores, publicadas entre los años 2008 y 2010, se han mostrado algunos tipos de fósiles relacionados con algunos santos y santas del santoral católico español. Si se estima conveniente conocer más detalles sobre estos casos, pueden consultarse los "posts" dedicados a las llamadas, popularmente, "piedras de rayo", véase: El rayo y los fósiles ibéricos, (7 entradas), y a las llamadas, popularmente, "piedras de Santiago" véase   Santiago Apóstol y los fósiles ibéricos", (7 entradas), publicadas en esta misma bitácora. 
En todas aquellas ocasiones, los distintos tipos de fósiles que fueron presentados y que  eran relacionados por la ingenua religiosidad popular con diversos santos, resultaban ser conchas y caparazones de distintos  invertebrados marinos o sus moldes internos o externos o las marcas de actividad biológica (icnitas) dejadas por ellos. Hasta ahora, en este blog, nunca antes se había presentado ni tratado ningún caso en el que algún tipo de hueso procedente del esqueleto de ciertos vertebrados terrestres,  se hubiera relacionado con el cuerpo de algún personaje sagrado, de los muchos que integran del panteón santoral católico español. Con la entrada de hoy se inicia ese nuevo tema o capítulo del folclore paleontológico religioso español.


Algunos casos de restos óseos, de animales pleistocenos, considerados y usados como reliquias, católicas, en la España pre-racionalista (1)
 
En 2007, buscando información etnopaleontológica ibérica, hallé un artículo titulado "Reliquias o fósiles, dilema de un gran paleontólogo", escrito por el periodista madrileño Rafael Fraguas, hermano del genial historietista "Forges", publicado en el diario El País, de Madrid con fecha de 06/03/2003.
Versaba sobre diversas anécdotas protagonizadas por ciertos huesos fósiles que habían sido interpretados, equivocadamente, en el ámbito de la religiosidad popular española, cómo auténticas "reliquias" de santos y cómo tales habían sido considerados y utilizados para su veneración pública, en diversos lugares del centro de España.

El Dr. Emiliano Aguirre Enríquez, Catedrático de Paleontología Humana de la Universidad Complutense de Madrid y ex director del Museo de Ciencias Naturales, retratado en fechas, relativamente, recientes. Descubridor de las anomalías osteológicas del relicario de Illescas.
Imagen
: Burgospedia


El artículo surgió a raíz de un homenaje celebrado a finales del 2002, que con motivo de la conmemoración de sus 75 años y su jubilación como director del MNCN, quiso brindarle la Comunidad de Madrid, mediante la organización de un acto de reconocimiento, celebrado en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Apadrinado por algunos de sus discípulos más aventajados de la Arqueología y la Paleontología española, quienes glosaron la meritoria obra científica de su maestro, el profesor Emiliano Aguirre
 
Todo el articulo periodístico, en la modesta opinión del etnopaleontólogo que esto escribe, que es persona que sólo se dedica al estudio de los "aspectos sociales colaterales" del registro fósil ibérico, resultaba muy interesante. Puesto que aportaba una serie de datos muy curiosos y desconocidos, imprescindibles para iniciar cualquier investigación especializada en el campo del conocimiento de las influencias sociales, de tipo no científico, que algunos fósiles han llegado a ejercer entre los miembros de algunas comunidades humanas.
Cuatro
 fueron los fragmentos de aquel articulo que parecían particularmente prometedores y atractivos para iniciar una investigación exploratoria, por su relación directa con el trabajo de recopilación de casos paleontológicos anecdóticos, "ejemplares", por su relación con las sorprendentes interpretaciones populares que, en ciertas ocasiones, se habían llegado a hacer de determinados restos paleontológicos. 
En esta ocasión, como en muchas otras, los nuevos datos obtenidos, a parte de proporcionar nueva información, impulsaba a plantearse nuevos interrogantes o, dicho de otra manera, cada nueva respuesta genera nuevas preguntas y nuevos motivos para proseguir desbrozando el camino y excavando el monte. 


El increíble caso de los restos de un"híbrido celestial" o de un "santo, transgénico, extraterrestre" hallados en Illescas (Primera parte).

Uno de los fragmentos del citado artículo de Rafael Fraguas que impulsó a este voluntarioso  etnopaleontólogo a buscar nuevos datos, con los que saciar la insaciable y malsana curiosidad científica que en aquellos momentos le enardecía y espoleaba a penetrar el excitante, oscuro y resbaladizo terreno de lo paranormal y lo supersticioso que impregna muchísimas de las tradiciones propias de la religiosidad popular carpetovetónica, decía así:
"En la tertulia, Aguirre hizo una confesión a los discípulos reunidos en torno suyo: "Una de las frustraciones científicas de mi vida ha sido la de no haber podido yo -ni haber hallado ningún alumno que quisiera- investigar un hecho singular que descubrí en un convento de la provincia de Toledo", les dijo. Y les relató su hallazgo: "En una visita realizada dos décadas atrás me fueron mostrados restos venerados desde hacía siglos por ser considerados reliquias óseas de santos. Pero, casi a simple vista, junto con restos humanos pude observar mezclado con ellos un hueso de las extremidades de un gran animal del Pleistoceno (desde 1,8 millones de años hasta 10.000 años). Se trataba de una falange de unos seis centímetros de longitud casi con certeza perteneciente a un gran bóvido, tal vez al animal precursor del toro actual"

Aspecto característico del esqueleto del pie o mano de un animal bovino, mostrando los tres tipos de falanges que constituyen sus dos dedos funcionales. La falange distal que es la que contacta el terreno, es muy característica y conforma la pezuña, típica de las distintas especies de animales constituyentes del grupo. Las dos falanges, restantes son menos características
Imagen: Osteología (Veterinaria) 2: Rumiantes y Suidos

Su perplejidad no acabó allí. Entre aquellos restos halló también un hueso, llamado fórcula (fúrcula), del esternón de un ave presumiblemente de una época similar. El hallazgo conmovió la conciencia de Emiliano Aguirre quien, entre numerosos otros episodios de su intensa vida, perteneció a la Compañía de Jesús hasta la década de los años 70 en que la abandonó." 

Diversos tipos de fúrculas de diferentes especies de aves modernas, estructuras resultantes de la fusión de los huesos claviculares e interclaviculares, sus funciones biomecánicas no están suficientemente estudiadas
Imagen: Ciencias de Joseleg


Buscando una primera explicación a dos atípicas anomalías anatómicas de un santo

Intentar determinar las causas por las cuales unos restos humanos incluían un par de huesos no humanos pudo habernos hecho plantear, varios enfoques, a cual más desconcertante e inquietante, puesto que un santo o santa con una dotación ósea tan atípicamente humana no podía ser un ser humano común, normal y corriente, tenía que ser un "fenómeno" o un "monstruo" de la naturaleza. 

La incongruencia esquelético-anatómica del contenido óseo del relicario de Illescas quizá ponía de manifiesto que los restos pertenecían a un humanoide, con algunas características anatómicas animalescas. ¿La presencia de una fúrcula, podría indicar que podía volar?, ¿Quizá se trataba de un ser híbrido, medio humano y medio angelical de aquellos que se dice que existieron en tiempos anteriores al Diluvio Universal? ¿Tal vez podrían ser los restos de una extraña criatura sobrehumana, producto de algún experimento transgénico, de origen extraterrestre? Ambas hipótesis eran sumamente emocionantes pero totalmente disparatadas y, por tanto absurdas, inválidas como justificación razonablemente creíble. La explicación más sencilla y, por ello, la más probable, la única interpretación que podía ser válida, debía ser que la sagrada mescolanza ósea, observada por el Dr. Aguirre en un innominado convento toledano, debía constituir un involuntario error de identificación o un fraude malintencionado. 
Se trataría de un error involuntario, si aquella muestra osteológica, incongruente zoológicamente, se había reunido "al buen tuntún", agrupando diversos huesos de diferente origen biológico, restos de al menos tres especies distintas y por alguna persona analfabeta anatómicamente, puesto que parecía ser que quien realizó o supervisó la mezcla ósea, no había sabido diferenciar entre restos de humano, de bóvido y de ave. 
Pero cabía la posibilidad de que aquella mezcla de huesos, incongruente zoológicamente, no fuera casual, sino intencional, ya que con ella se hubiera querido demostrar que "aquel santo", en particular, poseía unas cualidades anatómicas extraordinarias, que no poseían los demás seres humanos comunes... 

Aspecto del esqueleto completo, articulado, de un ejemplar de uro euroasiático (Bos primigenius primigenius o Bos taurus primigenius)
Imagen: Bos primigenius


Conocer la identidad del santo o santa, en cuestión, ayudaría a localizar y conocer su biografía y esto proporcionaría algunos datos de interés sobre su vida y milagros. Tal vez algún documento explicaría las causas legendarias o milagrosas del origen de las dos curiosas "malformaciones" óseas que poseía tal personaje y que se manifestaban en sus vestigios óseos sagrados.

Saber cuál era la localidad toledana, innominada por el Dr. Aguirre, en la que se ubicaban el innominado convento, poseedor del curioso relicario, cuyo contenido paleontológico había conseguido conmover la "consciencia" del profesor Emiliano Aguirre y, también, el detonante que provocase el interés de quien esto escribe hacia tan extraña situación anatomico-patológica.


Numerosas jornadas de pesquisas investigadoras, sobre el curioso asunto de los huesos humano anómalos, distribuidas a lo largo de todo un año, resultaron totalmente infructuosas, no consiguiendo obtener ni un solo dato relacionado con el tema. Así es que se decidió establecer contacto, por correo convencional con el profesor Aguirre, pues no maneja el correo electrónico, gracias a la mediación de un amigo común (Pepelu Sanz). Desde su despacho del MNCN, el Dr. Aguirre me informó del nombre de la localidad toledana: Illescas y del convento, propietario del reliquiario, motivo de la anécdota paleontológica que tanto me había interesado: santuario de Ntra. Sra. de la Caridad. Pero, muy amablemente, me hizo saber que no le era posible facilitarme más detalles, sobre el asunto por el que que me había interesado, pues se trataba de un tema "reservado", pendiente de investigación  para que lo llevase a término algún investigador "doctorando" al que pudiera dirigir él mismo... pero éste no era mi caso, circunstancia que quise aclararle, de buen principio, en mi carta de contestación.


Ensayando hasta dónde puede llegarse, partiendo de "Usted está aquí" y "Esto es todo lo que hay"...

Partiendo de los únicos datos fiables de los que disponía, extraídos del contenido del articulo de R. Fraguas y de la escueta información, suministrada por el Prof. Aguirre, consistente en que el sorprendente suceso se produjo durante una visita que, por motivos desconocidos, el Dr. E. Aguirre realizó al Santuario del Hospital de Ntra. Sra. de la Caridad, de Illescas, en Toledo, hacia el año 1983, durante la cual tuvo acceso al contenido de, al menos, uno de los relicarios que contenía algunos huesos, supuestamente humanos, desconociendo cuántos y cuáles eran los demás, se inició la búsqueda de nuevos datos complementarios que fuesen cabos sueltos de aquel embrollo etnopaleontológico de los que se pudiera ir tirando para seguir obteniendo más datos.

Gracias a las pesquisas realizadas, durante diversas jornadas, se pudo conocer que en la iglesia toledana de Ntra. Sra. de la Caridad, de Illescas, existe una capilla denominada, popularmente, Capilla de las Reliquias o Capilla de Pacheco. Ambas denominaciones del mismo recinto eclesiástico, son debidas al hecho de que el mismo fue construido a expensas de una donación económica que, entre 1595 y 1600, hizo don Fernando Pacheco de Toledo, marqués de Villena, Señor de Gargantalaolla, Comendador de Auñón y Berrinches y caballero de la orden de Calatrava.


Retrato del gran benefactor del santuario de la Caridad de Illescas, Don Fernando Pacheco de Toledo, realizado al óleo sobre lienzo, en 1595, por Juan Pantoja de la Cruz (1553–1608). Conservado en la colección de arte del convento. Fotografía original de Ramón Escobar Hervás.
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Maravillas ocultas de España


El mentado noble, castellano, además de un hombre rico era un grandísimo creyente, por lo que mientras estaba en Roma, como embajador ante la Santa Sede, en representación del rey de España Felipe III de España de la Casa de Austria (o de Habsburgo), llamado el Piadoso, entre otras actividades, se dedicó a adquirir numerosos relicarios que contenían diversos tipos de reliquias sagradas, correspondientes a diferentes santos y santas, e incluso alguna relacionada con la pasión de Jesucristo o de la vida domestica de la Virgen María.

En esa época de su vida, comprendida entre finales del s. XVI y principios del s. XVII, consiguió reunir una importante colección de relicarios, en total unos 262, su valor relativo estaba determinado más por el número y diversidad de "santos personajes" representados que por la importancia de las dimensiones de los restos contenidos, la relevancia de los personajes y la riqueza de los materiales empleados en la decoración.

Desde 1600, fecha de inauguración del nuevo santuario de la Virgen de la Caridad, se fueron depositando en la capilla que D. Fernando Pacheco había hecho construir, ex profeso para mantenerlas expuestas a la veneración pública. A tal efecto, el recinto había sido dotada de tres grandes alacenas, una en cada uno de los muros, utilizadas a modo de expositores de la colección, a imitación de las vitrinas que el rey Felipe II, había hecho construir, años antes en los muros de las capillas del templo del Real Monasterio El Escorial, para exhibir en ellas los miles de reliquias que constituían su obsesiva colección particular, atesorando restos de unos 6.000 santos y santas, en su mayor parte mártires.



Vista general de la llamada Capilla de las Reliquias o Capilla de Pacheco, con sus tres vitrinas repletas de los preciosos objetos sagrados que constituían la colección privada de Fernando Pacheco, marqués de Villena. Algunos otros relicarios, se ven expuestos sobre la cornisa de la bóveda. El espacio, tras las pinturas alegóricas de El Greco, permanece vacío. En primer término, a los lados, rejas de la cancela de hierro que cierra el recinto. Fotografía original de Yolanda Lancha.
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La Tribuna de Toledo


De la documentación consultada, se desprende que la mayoría de los relicarios de la colección y, tal vez, las reliquias que contenían en su interior procedían de diversos lugares de Flandes e Italia, pero no conocemos cuántos ni cuáles podrían proceder de la Península Ibérica. También se sabe que antes de ser trasladadas a España, todos los relicarios fueron examinados y certificadas las reliquias como verdaderos restos de santos y totalmente auténticas, por los correspondientes expertos, vaticanos, en estos etéreos y delicados asuntos. Una parte de las reliquias fue revisada y certificada durante el mandato del Papa Clemente VIII, (1592-1605) haciéndose constar el veredicto aprobatorio mediante la bula papal de 1604, mientras que el resto de reliquias "importadas" del extranjero fueron revisadas y certificadas, por los expertos vaticanos, durante el pontificado del Papa Paulo V (1605-1621).

Detrás del vidrio protector, de la enorme puerta vidriera se pueden ver numerosos recipientes de formas y dimensiones muy diversas, son relicarios confeccionados con materiales diversos. Los relicarios contenidos en la alacena central de la Capilla de las Reliquias, son los más importantes de la colección Pacheco. En su interior se guardan objetos de variada naturaleza, alguno son restos óseos, supuestamente humanos, procedentes del cuerpo de algún supuesto santo o santa... Fotografía original de Yolanda Lancha.
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La Tribuna de Toledo


D. Fernando Pacheco de Toledo que debió ser un católico, apostólico y romano, tan ferviente, como "desmesurado" devoto de la Virgen de la Caridad, del Hospital de Illescas, al llegarle la hora de la muerte, quiso manifestar sus católicos y filiales sentimientos y, de paso, asegurarse la entrada en el paraíso celestial, nombrando a la Virgen de la Caridad, patrona del Hospital y Santuario de de la Caridad de Illescas, como su única heredera universal, en su testamento de 1612. En el que hacía donación de toda su fortuna personal, su la colección completa de 262 reliquiarios y su colección de obras de arte, religioso, además de establecer una dotación económica para la fundación y mantenimiento de dos capellanías en el santuario del Hospital.

Continuará, próximamente