lunes, diciembre 2

El registro fósil ibérico y el santoral católico, en la religiosidad popular de España y Portugal (19)

por Heraclio ASTUDILLO POMBO. Universitat de Lleida

Fósiles ibéricos relacionados, por la tradición popular española, con diversos santos y santas (9) 

Fósiles relacionados con santa Lucía de Siracusa, en Cataluña (Sexta y última parte)


Introducción
 
Con esta entrada se da por finalizado el capítulo dedicado a las diferentes interpretaciones y usos de diversas especies de nummulites, de algunos otros macroforaminíferos emparentados y de opérculos fósiles o contemporáneos de Astrea o Boma, relacionados en Cataluña con santa Lucía de Siracusa.

Los "ojos de santa Lucía, de caballo"  

Este tipo de "piedrecillas"prodigiosas, son citadas por J. Amades en una publicación de 1951, titulada "Piedras de virtud", en la que especifica que "Los "ojos de santa Lucía, de caballo" son usados para curar caballos y otros animales mayores. A estas piedrecitas antes de utilizarlas, se las bendice y se las sumergen en agua bendita"
No especifica quién y cómo las bendice, ni cuándo y cómo se sumergen en agua bendita. Hay que suponer que tal acción podría realizarse, muy discretamente, sumergiendo las piedrecillas prodigiosas en el agua bendita de las piletas aguabenditeras, que hay en el interior de todas las iglesias, junto a las puertas de acceso, cuando se mojaban los dedos para hacer la señal de la cruz. Para quienes vivían en el campo, sin ermitas cercanas con ermitaño responsable del mantenimiento, quizás la potenciación de la virtud terapéutica se conseguía remojando en el agua bendita que se guardaba en casa, en una botellita, que el párroco había repartido en la iglesia parroquial, con motivo de la celebración de alguna efeméride religiosa en ciertos días especiales. Esta dádiva eclesiástica era realizada con la finalidad que los fieles la pudieran usar a voluntad, con diversos fines protectores ya fueran terapéuticos o exorcistas.

Los caballos, era uno de los varios tipos de animales domésticos de mayor tamaño y de mayor aprecio humano, debido a los valiosos servicios que prestaban. Debido a su alta valoración social y utilidad fueron puestos bajo la protección de santa Lucía. Fotografía original de 
Wolfgang Claussen
Imagen: pixabay 

En el año 2003, se produjo un hecho casual que vino a confirmar la veracidad del nombre y uso popular recogidos y publicados por Joan Amades en 1951. Cierto día, al acabar una de mis clases, en la Facultad de Ciencias de la Educación, una alumna me estaba esperando en la puerta del despacho. Tenía concertada una tutoría, para asesorarse en el desarrollo de su trabajo de etnología naturalista. Era natural de un pueblo de la comarca del Plà d'Urgell, en la provincia de Lleida, su área de investigación era una parte de su comarca natal, centrada en las localidades de los alrededores de su pueblo. En un momento dado de la tutoría, sacó del bolso y me mostró dos cajitas pequeñas de cartón, del tipo que se usaban antiguamente, en las joyerías, para contener y exponer anillos o pendientes. Me dijo que en ellas guardaba unas piedrecitas curativas de los ojos que le había prestado su abuela, para que yo pudiera verlas personalmente. Su abuela era de familia campesina y ganadera y las llamaba "ulls de santa Llúcia". Cuando abrió las dos cajitas para mostrarme su contenido, pude ver y reconocer que en una había varios nummulites de tamaño modesto, de 1-1,5 cm de diámetro, mientras que en la otra había un único nummulites de mayor tamaño, de 2-2,5 cm. de diámetro. 
Me comentó que su abuela la había informado que los numulites pequeños se usaban para dar masajes en los párpados humanos, con la finalidad de ayudar a aclarar la vista turbia (cataratas), curar conjuntivitis, eliminar orzuelos o ayudar a expulsar rápidamente las molestas motas que pudieran haberse metido dentro, accidentalmente. 
En cambio el nummulite de mayor tamaño, al que su abuela llamaba "ull de santa Llúcia de cavall", antiguamente, servía para tratar problemas visuales o oculares semejantes, pero se aplicaba sobre los párpados de grandes animales domésticos, tales como caballos, asnos o mulas y también en bueyes o vacas, cuando sus propietarios percibían deficiencias visuales o lesiones oculares. 

Aspecto de varios nummulites de diferentes tamaños, la moneda de la derecha sirve como referencia del tamaño relativo. Recorte de imagen capturada
Imagen: Todo Colección:  https://www.todocoleccion.net/coleccionismo-fosiles/lucamela-nummulites-sueltos~x423366514

Aquella alumna no supo indicarme cuál había sido la forma de obtención de aquellos nummulites utilitarios, ni cuál era su lugar de procedencia geográfica. Motivos por los que le encargué que le preguntase a su abuela sobre estas dos cuestiones. Desgraciadamente, no pudo satisfacer mi interés etnopaleontológico, sobre ambos 
aspectos, ya que su abuela solo le pudo informar que desconocía ambas cuestiones, puesto que aquellos objetos eran un antiguo patrimonio y legado familiar que había ido pasando de una generación a la siguiente, desde hacía muchos años.


Los numulites imaginados o transportados del entorno del Santuario de Santa María de Refet, en Seró, La Noguera, Lleida

En su lista de 20 santuarios catalanes relacionados con el culto a santa Lucía de Siracusa, en los que se mantenían ciertas costumbres populares supersticiosas, relacionadas con unos fósiles a los que J. Amades denominaba "fósiles numulítidos", aparecía citada la ermita de Santa María de "Rafet" [el nombre correcto del lugar es Refet], situada en el término de Seró que es un núcleo agregado al municipio de Artesa de Segre, en la comarca de La Noguera, en la provincia de Lleida (Cataluña).
J. Amades decía en sus escritos que en ese lugar  había una capilla consagrada al culto de la santa protectora de la vista. En realidad esa ermita siempre ha estado consagrada a Santa María Madres de Dios, mientras que la santa siracusana, protectora de la vista, solamente disponía de una pequeña capillita lateral. 

Aspecto de la réplica moderna de la antigua imagen de la "Mare de Déu" de Refet, patrona del santuario, expuesta en el museo del monasterio santuario de Refet. Representa una Virgen sedente con niño sentado en sus rodillas y en acción de bendecir a los fieles, devotos. Por el estilo y material, parece tratarse de una talla románica, en madera, de finales del s. XII o principios del s. XIII, por lo que la primitiva ermita que patrocinaba debió comenzar a existir por esa misma época, tras haber sido expulsados de ese territorio los invasores musulmanes y repoblado con cristianos. Fotografía original de Angela Llop
Imagen: Flickr, https://www.flickr.com/photos/angela_llop/

Bastantes años más tarde, en 2002, dos médicos leridanos, padre e hijo, Manuel Camps Surroca y Manuel Camps Clemente, estudiosos aficionados de la arqueología y de la medicina popular, publicaron un artículo titulado "Origen prehistòric d’alguns santuaris invocats en les malalties de la vista". Aquel escrito contenía los siguientes párrafos:

"Otra de las advocaciones de gran tradición sanadora de las enfermedades de los ojos, y que hemos encontrado relacionadas muchas veces con cultos líticos muy primitivos, son las dedicadas a Santa Lucía, protectora por excelencia de estas afecciones."  
"En el santuario de Refet, del término de Seró, en la Noguera, además de la imagen de la  “virgen encontrada” que se venera, está la capilla de Santa Llúcia, la cual gozó de mucha tradición curandera entre la gente de la comarca. En dicho santuario no falta ninguno de los elementos que le identifican con un origen pagano muy antiguo y que atestiguan una veneración a los monumentos megalíticos."

No es menos antigua la tradición curandera que, para los enfermos de la vista, tenía la imagen de Santa Lucía, venerada, como hemos dicho, en una capilla de la misma ermita. Su antigüedad se deduce de los muchos nummulites que se han encontrado en su entorno, llamados por el pueblo “ojos de Santa Lucía”, entre otros elementos líticos prehistóricos. Se les consideraba con virtudes mágicas para aclarar y curar la vista y sobre todo para sacar las brozas de los ojos." 

Del escrito de los dos galenos ilerdenses se puede deducir que los autores consideraban a los fósiles como objetos de origen geológico lejano que habían sido transportados hasta aquel lugar por los habitantes o transeúntes de la zona, en la antigüedad remota. Depositados en tiempos  prehistóricos, con algunas finalidades religiosas de tipo mágico-curativas o votivas, procedentes de otros lugares lejanos, donde abundarían y habrían sido recolectado con el fin mencionado. Por tanto serían fósiles extraños al lugar en el que yacen, es decir son alóctonos, puesto que no pertenecen al lugar en el que se encuentran. 
En el caso incierto, de que pudieran existir los citados nummulites votivos, depositados en algún lugar del entorno cercano del santuario mariano de Refet, no serían fósiles de origen local o subcomarcal, puesto que el terreno del  santuario de Refet, y el de mucho más allá, es de edad oligocena (34-23 millones de años) y no eocena (56-34 millones de años) por lo que los nummulites ya se habían extinguido, pero es que además, se trata de sedimentos de origen continental, por lo que no pueden contener restos de fauna marina. De existir fósiles marinos en el entorno inmediato del santuario, tales nummulites votivos, forzosamente, deberían haber sido transportados por agentes naturales como corrientes de agua o por agentes artificiales, como sería el traslado humano intencionado. Tal cosa supondría la existencia de algún tipo de culto religioso en el lugar y algunas rutas que conducirían a los devotos en su peregrinación, ellos serían quienes los que los habrían extraído en sus yacimientos naturales originales y quienes los habrían transportado hasta el lugar sagrado de Refet, donde por alguna causa, hoy desconocida, habría existido un santuario consagrado al culto de alguna deidad pagana, tal vez, relacionada con la protección de la visión. 

En cuanto a restos prehistóricos hallados en el entorno del santuario, sabemos por las publicaciones de los estudios arqueológicos realizados en diversas campañas de excavación  que se han hallado diversos tipos de restos arqueológicos, todos correspondientes a la Edad del Bronce (desde el año 3.800 a.C. al 1.200 a.C.). Los indicios arqueológicos apuntarían a la existencia de asentamientos temporales, protagonizados por grupos de pastores nómadas. La presencia de alineamientos de piedras, el hallazgo de pequeñas hachas votivas de bronce, fragmentos de cerámica y de algunos grabados inscritos en grandes rocas que muestran petroglifos de tipo cupuliforme, canaliforme y cruciforme, al parecer, dispuestos con orientación geográfica y astronómica específica. Esto parece indicar la existencia en aquel lugar de ciertos rituales de cultos religioso antiguo, no concretado, y, por tanto, la sacralización de ese lugar, en cierta época de la prehistoria, hoy hace entre 3800 y 3100 años.
Tal vez, con el paso de los siglos, las diferentes culturas y los distintos cultos religiosos se fueron sustituyendo, en función de quienes conquistaban y gobernaban el territorio, llegando con el paso del tiempo hasta la cristianización de aquel territorio, cuando la divinidad pagana patrona del lugar sagrado habría sido sustituida por una santa cristiana, que pudiera haber sido santa María o santa Lucía. 
Los especialistas en el estudio de insculturas rupestres han diferenciado, en el entorno del santuario de Refet, dos tipos de grabados cruciformes, unos identificados como de tipo prehistórico y otros de tipo y antigüedad medieval.

Pero en ninguno de los diversos informes arqueológicos consultados por el autor de esta entrada, se cita la presencia de ejemplares de fósiles numulites o de otra clase macroforaminíferos fósiles, que pudieran haberse podido relacionar con los ojos humanos y su protección o curación, en ninguno de los puntos clave estudiados arqueológicamente.

Consultados  sobre este asunto en particular, los diferentes autores de las excavaciones más recientes, ninguno de ellos contestó al consultante. Por otra parte, ha sido muy habitual que los arqueólogos, casi nunca hayan tomado en consideración la presencia de los fósiles hallados en contextos arqueológicos, puesto que, en general, los consideraron como contaminaciones del contexto cultural antiguo, procedentes del entorno geológico próximo. No considerando que aquellos fósiles hallados pudieran haber tenido, antiguamente, alguna influencia cultural y función social específica entre los antiguos pobladores del lugar excavado.

Suponemos que, tal vez, la información contenida en el párrafo escrito por los galenos Camps & Camps, antes citado, no sea el resultado de una observación directa sobre el terreno, realizada por los autores de la publicación, sino que tomaron prestadas las vagas afirmaciones sustentadas por J. Amades (1951), en relación a una veintena de ermitas y capillas catalanas dedicadas a santa Lucía, suponiéndoles como ciertas. Sin haber tomado la prudente precaución de haber hecho una comprobación personal "in situ", con la que poder confirmar la presencia real y la abundancia relativa de los "fósiles numolíticos", de los que decía J. Amades  que abundaban en el entorno de todas las mencionadas ermitas o capillas catalanas dedicadas a santa Lucía, listadas en sus publicaciones. 
Curiosamente, en el artículo de Camps & Camps, no se menciona a J. Amades en el texto como una de sus fuentes informativas consultadas. Al final del citado artículo, se muestran las fuentes más relevantes consultadas, entre una serie de Notas aclaratorias, en las que tampoco citan a J. Amades, quién en mi modesta intuición, sospecho que debió ser el principal autor responsable de la inspiración que condujo al error galénico.


Fuentes

- Amades Gelats, Joan (1951). Piedras de virtud. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares. VII, 1. Madrid.
- Amades Gelats, Joan (1980). Costums i creences. Folklore de Catalunya III. Editorial Selecta-Catalonia, Biblioteca Perenne, 24. 
- Amades Gelats, Joan (1983). Anar a buscar ulls de Santa Llúcia a Bellulla . Costumari Català. Vol. 3. Salvat Edit. Barcelona.
- Amades Gelats, Joan (1983). Aplec de Santa Llúcia de Trenteres. Costumari Català. Vol. 5. Salvat Edit. Barcelona.
- Anónimo. Santuario de Refet. https://santamariaderefet.org/es/santuario/
- Anónimo (1926). Activitats relacionades amb la Cel·lebració del XIV Congrès Geològic Internacional. Butlletí de Centre Excursionista de Catalunya. Num. 377. Octubre, 1926: https://ddd.uab.cat/pub/butcenexccat/butcenexccat_a1926m10v36n377.pdf
- Anónimo (1933). Geologia de la Comarca d'Olot. L’Autonomista, Suplement Literari. Imp. P. Torres. 1/10/1933
- Alcover, A.M. & Moll, F.B. (1962). Santa Llúcia en la cultura popular. Diccionari català-valencià-balear. 10 vols., Palma de Mallorca, Ed. Moll.
(segons el Diccionari català-valencià-balear, d’A.M. Alcover i F.B. Moll)
- Anónimo (1979). El Aplec de Canovelles. La Comarca al Dia, 31/3/1979
- Camps Surroca, Manuel & Camps Clemente, Manuel (2002). Origen prehistòric d’alguns santuaris invocats en les malalties de la vista. Butlletí Mèdic, 34. Col·legi Oficial de Metges de Lleida
- Canyelles Tharrats, Ramon I. (2003). Monestir de Refet, capítol I. Revista la Palanca, 252. Març . Artesa de Segre.
- Canyelles i Tharrats Ramon I. (2004). Refet: Tema obert 3. Primeres aproximacions a l’estudi dels cruciformes i elements cristianitzadors de Refet. Actes de la XXXIV Jornada de treball del Grup de Recerques de les Terres de Ponent celebrada a Artesa de Segre l’any 2003 sobre el tema Megalitisme, Gravats i Cupuliformes. L’imaginari de l’home prehistòric. 2004
- Canyelles i Tharrats Ramon I (2004). Primeres aproximacions a l’estudi dels cruciformes i elements cristianitzadors a Refet . Jornada de treball del Grup de Recerques de les Terres de Ponent celebrada a Artesa de Segre l’any 2003 Megalitisme, gravats i cupuliformes. L'imaginari de l'home prehistòric. Actes de la XXXIV Jornada de Treball. Artesa de Segre. Homenatge a Josep M. Miró Rosinach
- Montserrat Canyameres (1992). El Vallès (Vigor i bellesa). Ferran Canyameres. Obra Completa. Vol. 5.
- Martínez, Míriam (2019). L’ermità de Santa Llúcia de Taradell. Taradell, 12/12/2019
- Pérez Conill, Jordi (2004). Refet: Tema obert 1: Ocupació de l’Edat del Bronze Antic a Refet (Artesa de Segre) i algunes consideracions sobre la seva pauta.  d’assentament en el marc de l’Edat del Bronze a les valls del Segre i del Cinca. Actes de la XXXIV Jornada de treball del Grup de Recerques de les Terres de Ponent celebrada a Artesa de Segre l’any 2003 sobre el tema Megalitisme, Gravats i Cupuliformes. L’imaginari de l’home prehistòric. 
- Roqué Jutglà, Robert (2014). Aplec de Santa Llúcia de Trenteres de Santa Pau. Diari de Girona, 12/12/2014
Serra, J., Maestro, E. & Capdevila, J. (1994). La cubeta deposicional de Artesa de Segre (Provincia de Lleida). Revista de la Sociedad Geológica de España. Vol. 7
Torres i Benet, Miquel (2004)Refet: Tema obert 2. Espai de culte i ritual a l’assentament de Refet (Artesa de Segre – Noguera).  Actes de la XXXIV Jornada de treball del Grup de Recerques de les Terres de Ponent celebrada a Artesa de Segre l’any 2003 sobre el tema Megalitisme, Gravats i Cupuliformes. L’imaginari de l’home prehistòric.

viernes, noviembre 8

El registro fósil, recogido y explicado por la literatura popular (17)

 por Heraclio Astudillo Pombo, Universitat de Lleida,

Introducción 

El relato legendario que hoy se presenta, es producto de una larga, lenta y dificultosa búsqueda de información, que se inició en el año 2013 y duró seis años. Durante ese tiempo se buscaron, consultaron e interpretaron una multitud de documentos, antiguos y modernos, la inmensa mayoría de ellos, accesibles por Internet, sin obtener apenas, resultados útiles y consistentes para los objetivos de la investigación, pero sí para conocer a fondo "la vida y milagros" del protagonista. También se mantuvieron contacto, vía correo electrónico, con varios amigos e informantes oscenses, algunos pocos de los cuales nos pudieron proporcionar algunos datos o imágenes de documentos, poco aprovechables. La información más interesante fue la que nos llegó facilitada por el contacto con nuevos informantes, antes desconocidos. Fue, precisamente, esa cadena humana colateral la que, finalmente, nos permitió llegar a conocer una vieja leyenda popular que, al parecer, resulta muy poco conocida actualmente y que es muy interesante desde el punto de vista etnopaleontólogico. 

La primera vez que el autor de esta entrada tuvo conocimiento de la existencia de un tipo de fósiles, denominado popularmente "trigo de San Úrbez", en el Alto Aragón, fue en el año 2013. La información desencadenante de nuestra investigación etnopaleontólogica, se hallaba formando parte de un párrafo contenido en el documento titulado "Itinerarios educativos en el Geoparque de Sobrarbe". Decía: "Los foraminíferos, especialmente los nummulites, son fósiles abundantes. Su similitud con monedas les ha valido el nombre de dineretes en casi todos los pueblos de la Depresión Media y Sierras Exteriores. Leyendas como la del trigo de San Úrbez aprovechan también, con un efecto didáctico y moralizante, el parecido con este cereal." (Belmonte, 2013a y 2013b)  
Desde el primer día resultó extremadamente dificultoso y lento el poder encontrar algo de información etnográfica relacionada con estos fósiles. 

Antigua estampa popular, estampada xilográficamente. Por su estilo característico, posiblemente fue impresa hacia finales del s. XVII o principios del s. XVIII. Aparece representado al santo pastor vestido con los rústicos ropajes de un pastor de aquella época. Con aureola santoral
, cayado de pastor y acompañado de su perrillo.
Imagen: A pies descalzos. Tras los pasos de san Úrbez por el Alto Aragón. https://www.apiesdescalzos.es/news/encuentro-anual-de-cofradias-de-san-urbez/

El protagonista principal de la leyenda popular que hoy se transmite es un santo que, en general, actualmente, es muy poco conocido fuera del Alto Aragón. Su nombre es San Urbicio, San Úrbez, en Aragón, o San Urbici, en Cataluña, antaño, fue un santo muy popular y venerado por el gremio de pastores de ovejas, en algunas zonas pastoriles del norte de España y por los campesinos aragoneses, pues en épocas de sequía grave, su invocación podía interceder para conseguir el beneficio de la ansiada lluvia redentora, pero hoy su veneración, fuera del Alto Aragón, es una auténtica rareza social y una reliquia cultural de tiempos pasados.

Moderna representación del santo pastor Úrbez, vestido con ropajes de época barroca, acompañado de un perrillo y dos corderillos. Imagen expuesta en el interior de una capillita, instalada hace unos pocos años, en la cueva Espicalaforca, en el término de Albella (Huesca), por un grupo de devotos y amigos del Camino de San Úrbez. 

Imagen: https://www.apiesdescalzos.es/news/espicalaforca-esta-mas-sola/


La leyenda sobrarbesa de "El trigo de San Úrbez" 

Se trata de una vieja leyenda popular que narra el castigo de un rico hacendado, tan avaricioso como inhumano, castigado por San Úrbez, por su falta de compasión humana y caridad cristiana. La narración, originalmente, le fue comunicada al autor, en su versión corta y popular, por doña Maria Pilar O. C., quien en su niñez la había escuchado en boca de su abuela. Esta señora octogenaria, residente en Barcelona, desde hace más de 50 años, era originaria de la localidad de Nocito, en el término municipal de Nueno (Huesca). El sencillo y breve relato legendario popular, nos llegó por mediación de un sobrino suyo. Sin embargo el relato que aquí se presenta es  una adaptación del micro-relato original, transformado en una versión mucho más extensa y compleja, es decir, es su versión culta o literaria, siendo el responsable de su adaptación literaria el autor de esta entada. La leyenda dice:

Hace ya muchos años, al anochecer de un frío día de Noche Buena, llamó a la puerta de la granja amurallada de un rico hacendado, un depauperado y harapiento pastor al que acompañaban un menguado rebaño y un perro flaco. Al sorprendido sirviente que abrió la puerta, el inesperado visitante le solicitó humildemente que pidiera a su amo que les concediera asilo nocturno solamente aquella noche, para él en el pajar y para su pequeño rebaño en el corral. Suplicándole aquel enorme favor por caridad cristiana y por amor a Dios, cuyo nacimiento iban a celebrar alegremente, esa misma noche, los propietarios de la casa y los sirvientes de la granja. 

Muro de piedra, con la entrada cerrada a cal y canto, en un día de nevada, y sin ninguna presencia humana que anime la escena. Imagen: Istockphoto:   https://media.istockphoto.com/id/90951769/es/foto/puerta-de-nieve.jpg?s=612x612&w=0&k=20&c=XKyU0By2g1UehmBhjS3UZH07EMJmRwdEL5sZyYc0jTA=

El criado cerró la puerta dejando al mísero pastor a la intemperie y fue a informar a su amo del incómodo asunto. Al poco rato regresó acompañado de su amo, el rico terrateniente. Quien empezó por recriminarle, agriamente, su irresponsabilidad y despreocupación por andar, a una hora tan tardía de aquel día, en una época del año tan poco favorable para hallar cobijo en campo abierto. Luego le recriminó su ingenuidad por pasear, en diciembre, a su miserable rebaño por el monte, en busca de pastos inexistentes y finalizó por echarle en cara que en un día como aquel fuera a molestar a una familia a la búsqueda del  beneficio de la caridad ajena. 

Paisaje montañoso y antiguo pastor itinerante, con su pequeño rebaño de ovejas, imagen de tiempos antiguos. 
Imagen: Istockphoto   https://www.istockphoto.com/es/foto/moses-que-ovejas-gm179282722-25828890

El pobre pastor se disculpó, humildemente, respondiéndole que como él era tan pobre no podía disponer de un buen corral ni de un buen establo en donde resguardar a su ganado, ni de una cálida cabaña donde guarecer su persona. Tampoco disponía de reserva de grano y paja con que poder alimentar su ganado aunque hubiera podido mantenerlo estabulado durante la invernada. Su pobreza le obligaba a pasar muchas penalidades en invierno, y a tener que ir itinerante por aquellos montes, aprovechando su rebaño cualquier hierba o matojo comestible que pudiera encontrar y refugiándose epastor y su pequeño rebaño en el interior de algunas cuevas aptas para acoger en las noches y días de temporal 

Pequeñísimo grupo de ovejas recluidas en un corral cerrado y un establo abrigado, para protegerlas del sufrimiento de las consecuencias de tener que soportar las inclemencias de vivir a la intemperie. 
Imagen: Istockphoto https://www.istockphoto.com/es/foto/ovejas-gm1170669427-324029991

El rico propietario irritado por la interrupción de los preparativos de la cena festiva e incrédulo por la situación que tenía que enfrentar, se disculpó por no poder atenderle, diciéndole que tenía que retirarse para volver a los preparativos de la cena familiar. Añadiendo luego, como alegato para no prestarle ninguna ayuda que, precisamente, aquel año había tenido una pésima cosecha y que su granero y su pajar estaban completamente vacíos, por lo que no disponía de nada de grano ni paja para socorrer a su ganado, ni de un lugar caliente, blando y seco donde poder acogerle a él, en buenas condiciones. 

Como quien hiciera un gran favor al mísero peticionario de asilo, el ricachón le recomendó al pastor, amistosamente, que se apresurara a marcharse de su casa, para poder aprovechar la poca luz del día que todavía quedaba, para poder encontrar y seguir un sendero muy cercano que conducía hasta una amplia cueva que existía no lejos de allí, donde él y su rebaño podrían guarecerse aquella noche, para no tener que pasarla  a la intemperie. A continuación el ricachón se retiró y el criado cerró, inmediatamente, la gran puerta en las narices del incómodo visitante.

Aspecto mezquino y desconfiado del personaje del viejo cascarrabias, avaro y egoísta Ebenezer Scrooge, protagonista del film de Disney “Cuento de Navidad”, basado en el cuento de Charles Dickens, publicado por primera vez en 1843.  En el film muchos de los personajes fueron interpretados por el camaleónico y estrambótico actor Jim Carrey, en la versión  cinematográfica del cineasta Robert Zemeckis. Imagen: Disney & Pixar   https://disneyypixar.fandom.com/es/wiki/Ebenezer_Scrooge?file=414b3a767.jpg

Al amanecer del día siguiente, los sirvientes más madrugadores acudieron alarmados a despertar a su amo, para informarle que, durante la noche anterior, algunos ladrones sigilosos habrían entrado a saquear su casa. Sin que nadie se enterase de su entrada habían vaciando su despensa, su granero y su pajar, pues en su interior ya no quedaba nada de todo aquello que contenían el día anterior. 

El rico propietario, aterrorizado e incrédulo por la inesperada noticia y ruinosa calamidad  se repuso del enorme susto recibido. Sintió la imperiosa necesidad de ver con sus propios ojos el alcance de aquella catástrofe económica anunciada por sus criados. Al acercarse a la puerta del amplio granero que el día anterior estaba completamente lleno de grano, el ricachón temblaba de miedo e impaciencia pero al cruzarla comprobó que la noticia era totalmente cierta, pues ahora estaba completamente vacío. Sin embargo quiso cerciorarse que sus propios ojos no le engañaban y se puso a recorrer la gran estancia, de cabo a rabo, iluminándose con la tenue y titubeante luz de un candelabro de tres brazos. Confiaba que quizás podría encontrar algo de trigo olvidado por los ladrones en algún rincón de su granero. Pero pudo comprobar, con gran ira y amargura que el gran granero estaba completamente vacío. 

Hombre mayor mostrando una expresión de una gran recelo, tal vez, temiendo encontrar alguna prueba que le demuestre que sus temores estaban justificados.    
Imagen: “Un cuento de Navidad”: la verdadera historia de Scrooge según la obra de Charles Dickens:  https://trome.com/espectaculos/celebridades/un-cuento-de-navidad-la-verdadera-historia-de-ebenezer-scrooge-segun-la-obra-de-charles-dickens-noticia/ 

Sorprendido por el inesperado hallazgo, el rico hacendado pudo descubrir que en la superficie de algunas piezas del enlosado de piedra del suelo de su granero aún permanecían dispersos algunos pocos granos de su trigo. Cuando quiso cerciorarse que sus ojos no le estaban engañando e intentó recogerlos con su mano,  pudo comprobar estupefacto que estaban fuertemente pegados a la piedra y, al palparlos notó  que estaban petrificados. Tan sorprendido como atemorizado, el ricachón intuyó que aquel extraño expolio de su casa, no era normal, más parecía ser producto de algún encantamiento, conseguido con malas artes de magia o brujería, que un simple robo vulgar, cometido por una banda de vulgares saqueadores humanos.

Aspecto particular de la superficie de una roca sedimentaria caliza, de la zona sobrarbesa, cuajada de numulites fósiles, del tipo denominado popularmente "trigo de San Úrbez". Los supuestos granos de trigo petrificado, en realidad, son las secciones de los caparazones de nummulites, orientados de una forma muy particular. Fotografía original de Ánchel  Belmonte, 
Imagen: Geología y mito en el Alto Aragón: una visión compartida del paisaje:  https://image.slidesharecdn.com/20170707geologiaymitoaltoaragon-171005142543/75/Geologia-y-mito-en-el-Alto-Aragon-una-vision-compartida-del-paisaje-9-2048.jpg

La criada más vieja de la casa, tan añosa como devota de san Úrbez, creyó ver en todo lo sucedido, la noche anterior, la intervención de san Úrbez, cuya festividad se había celebrado pocos días antes. San Úrbez habría querido castigar a su amo por su falta de compasión humana y caridad cristiana para con aquel pobre pastor. 

Anciana pensativa, en la cocina, reflexionando sobre algún suceso que necesita explicación o solución...

Imagen: Freepik: https://img.freepik.com/fotos-premium/serena-anciana-sosteniendo-tetera-mientras-prepara-te-sus-invitados_274679-40130.jpg?semt=ais_hybrid

Puesto que el santo responsable del castigo había sido pastor gran parte de su vida y luego monje eremita y sacerdote y tras su muerte y canonización, fue venerado como santo patrón y protector de los pastores de las montañas de aquella comarca, la conducta del amo para con el pobre pastor, había sido una ofensa personal al santo. 

La vieja criada creía que el santo habría tomado la figura de pastor miserable para poner a prueba la dudosa compasión caritativa del amo de aquella casa, un rico terrateniente de corazón duro como la piedra, cruel y avaricioso. El castigo del santo habría consistido en hacer desaparecer, milagrosamente, una parte importante de sus propiedades materiales para escarmentarlo, por su falta de piedad humana y caridad cristianas. Castigo que quizás contribuiría a hacerle reflexionar y corregir su mal comportamiento.

La indiscreción de algunos sirvientes de la casa hizo correr la noticia del robo misterioso y del trigo petrificado prodigiosamente como la pólvora. Pero muy pocas personas pudieron verlo con sus propios ojos, pues el ricachón no dejaba entrar en su casa a cualquiera. A aquel trigo petrificado, pegado a la superficie de las losas de piedra del granero del ricachón cruel, burlado y castigado por san Úrbez, las pocas gentes del lugar que pudieron ver el prodigio, le llamaron “trigo de san Úrbez”, por motivo de su origen milagroso y por la supuesta autoría urbeciana de su petrificación

Hoy día, aún se pueden ver en la superficie de algunas peñas de la zona en la que vivió san Úrbez, aquellas figuras alargadas, en relieve, que se asemejan, extraordinariamente, a granos de trigo, cuyo aspecto recuerdan un puñado de trigo petrificado, desparramado  sobre la piedra que lo soporta. A esas extrañas agrupaciones de curiosas figuras petrificadas, los lugareños las siguen llamando “trigo de san Úrbez”, en recuerdo del prodigio, atribuido al santo pastor, sucedido en casa del rico hacendado que fue castigado con el vaciado de su despensa, su granero y su pajar, por no acoger a un pobre en Nochebuena.

La caliza nummulítica es una clase de roca caliza compuesta en gran parte por una acumulación de caparazones fósiles de nummulites, también de naturaleza calcárea, y que están firmemente adheridos unos a otros y a la matriz mediante cemento igualmente calcáreo. La caliza nummulítica es muy característica de la época del Eoceno, en el período geológico antiguamente denominado Terciario. 
Imagen: Caliza nummulítica:  https://elmedinaturaldelbages.cat/es/geologia-es/las-rocas-y-los-minerales/caliza-nummulitica/=1 

Se dice que este prodigioso suceso milagroso, aconteció, hace ya muchos años, en un lugar, hoy olvidado del territorio situado en los alrededores de las localidades serranas de Sercué, Vió o Albella, la zona en la que muchos siglos antes, estuvo trabajando como pastor un hombre santo, luego conocido como san Úrbez, o san Urbicionacido en Burdeos en el año 702 y muerto en Nocito en el 802.

Interpretación científica y etnográfica

Cuando conocí  la existencia de un tipo de fósiles denominados "el trigo de San Úrbez", por primera vez, fue en el año 2013. En el primer momento, supuse que además de nummulites también podría tratarse de alguna especie de alveolina. La sospecha estaba motivada por que por entonces, quien escribe, estaba completando la recogida de información para el estudio e interpretación de unos fósiles llamados popularmente "el trigo de los santos", existentes en los alrededores del santuario de san Cosme y san Damián, en la sierra de Guara (Huesca). 

Si algún lector o lectora está interesado en conocer detalles sobre el tema, mencionado, puede leer la entrada publicada en este blog el 26 de enero de 2022: El “trigo de los Santos”, trigo robado en el santuario de san Cosme y san Damián de Guara que fue petrificado milagrosamente como castigo a los ladrones

Quise cerciorarme y comprobar si mi suposición alveolínica era acertada, consultando al geólogo aragonés Ánchel Belmonte Ribas, que fue quien había citado aquellos fósiles, inicialmente. Ánchel Belmonte me comunicó que no se trataba de alveolinas, como yo suponía, sino de nummulites. Tal interpretación popular se daba cuando los ejemplares de nummulites aparecían agrupados y seccionados transversalmente, según su eje polar. Sucedía en aquellos lugares de las rocas numulíticas en los que, casualmente, todos o la mayoría de los nummulites tenían las dimensiones apropiadas y estaban orientados de una forma muy particularmente favorable, para que sus secciones formaran unas figuras que se asemejaban la forma típica de los granos del cereal. 

Aspecto, a gran aumento, de dos caparazones de nummulites seccionados transversalmente, incluidos en la matriz de una roca de caliza nummulítica. Fotografía de Parent Géry. Imagen: Wikipedia https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Nummulites_%28France%29_2.JPG

Preguntado Ánchel Belmonte por el contenido de la leyenda que aparecía citada en la siguiente frase de su escrito: "Leyendas como la del trigo de San Úrbez aprovechan también, con un efecto didáctico y moralizante, el parecido con este cereal.", me contestó que sabía que existía tal leyenda popular pero que desconocía el contenido exacto y detallado de la narración popular legendaria. 

A partir de ese momento, se puso en marcha el proceso de establecimiento de contactos personales, vía correo electrónico, con todos mis informantes altoaragoneses. Solicitando su colaboración en la localización de la leyenda y la comunicación literal o aproximada de su contenido. Tal cosa sucedería seis años más tarde, en 2019, cuando el objetivo parecía inalcanzable y la misión fallida.

Agradecimientos

A Óscar Ballarín Plana y Arturo González Rodríguez, por haber creado el fondo bibliográfico Arialla, con multitud de documentos relacionados con san Úrbez, libremente consultables en Internet.

A Francisco C. L. que influyó en su tía doña Mª Pilar O. C. para que le contase la leyenda del trigo de san Úrbez, que luego de transcribir nos envió por correo electrónico.

¡Atención! 

Si alguna de las personas que han visitado esta entrada, por casualidad, conoce la existencia de alguna otra versión de la leyenda popular dedicada al " trigo de san Úrbez", le rogamos que nos la haga llegar, le estaremos muy agradecidos si nos la transmite para poder darla a conocer.

Bibliografía

- Anónimo. San Urbicio o San Úrbez. https://es.wikipedia.org/wiki/Urbicio
Ballarín Plana, Óscar & González Rodríguez, Arturo (2013). El camino de San Úrbez, de Añisclo a Huesca por camino viejo. Arialla SC. Zaragoza 
Ballarín Plana, Óscar & González Rodríguez, Arturo (2013). A pies descalzos los romeros de Albella y su camino en honor a San ÚrbezArialla SC. Zaragoza
- Belmonte Ribas, Ánchel (2013a). Itinerarios educativos en el Geoparque de Sobrarbe 
550 millones de años bajo tus pies (Guía del Alumno) Departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte. Gobierno de Aragón. Geoparque de Sobrarbe (Red Europea y Global de Geoparques)
- Belmonte Ribas, Ánchel (2013b). Itinerarios educativos en el Geoparque de Sobrarbe 
550 millones de años bajo tus pies (Guía del Profesor) Departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte. Gobierno de Aragón. Geoparque de Sobrarbe (Red Europea y Global de Geoparques)
- Belmonte Ribas, Ánchel (2017). Geología y mito en el Alto Aragón: una visión compartida del paisaje. Jornada "Mitologia, llegendes i geologia". Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya (ICGC) & Projecte Geoparc Conca de Tremp-Montsec, Centre de Suport Territorial (CST) Pirineus, Tremp (Lleida) 07/07/2017. 
- Belmonte Ribas, Ánchel (2013). Comunicación personal, vía correo electrónico,   18/09/2013 
Campo Bernardos, José Mª (1999). Historia, Tradición y Leyenda de un Pastor: San Urbez de Nocito.  Jacetania 183.
Durán Gudiol, Antonio (1989). El eremita San Urbez ¿mozárabe de Huesca. Aragón en la Edad Media. Departamento de Historia Medieval, Universidad de Zaragoza.
 - O. C.  Mª Pilar (2019). Castigo de san Úrbez a un rico inhumano con un pobre pastor. Comunicación personal intermediada por un familiar, via e-mail  12/06/2019
- Roma Riu, Josefina(1981). San Urbez como traducción de la cosmovisión pirenaica. I Congreso de Aragón de Etnología y antropología: Tarazona, Borja, Veruela y Trasmoz, 6, 7 y 8 de septiembre de 1979.
- Villacampa Salinas, Francisco  (1904). Compendio de la Vida y milagros de San Urbez. Establecimiento tipográfico de Leandro Pérez. Huesca. 

domingo, octubre 6

El registro fósil ibérico y el santoral católico, en la religiosidad popular de España y Portugal (21)

 por Heraclio ASTUDILLO POMBO. Universitat de Lleida

Fósiles ibéricos relacionados, por la tradición popular española, con diversos santos y santas (12) 

Fósiles relacionados con santa Lucía de Siracusa, en Cataluña (Quinta parte) 

Recapitulación

En la anterior entrada dedicada a tratar sobre este mismo asunto santaluciano, publicada el 11 de mayo de 2024, se proporcionaba una serie de hipotética explicaciones causales que podrían ser responsables de los errores cometidos por el folclorista catalán Joan Amades. Cuando se refería a la naturaleza paleontológica de ciertas clases de objetos denominados popularmente "ojos de santa Lucía" ("ulls de santa Llúcia") o "piedras de santa Lucía" ("pedres de santa Llúcia") "piedrecitas de santa Lucía" ("pedretes de santa Llúcia") y "lagrimas de santa Lucía" (llagrimes de santa Llúcia"), en relación a su existencia o presencia natural en el entorno de los santuarios santalucianos catalanes. En la entrada de hoy se prosigue y completa dicha serie de hipotéticas explicaciones teóricas justificantes y se concluye este tema.

Algunas posibles explicaciones, razonablemente lógicas, al enigma paleontológico planteado por las afirmaciones del folclorista J. Amades (2ª parte): 

4. Una cuarta posible explicación hipotética, estaría en el hecho de que los fósiles considerados como de tipo "numulítido" por el reputado folclorista catalán Joan Amades, en realidad, no fuesen auténticos numulites, sino alguna otra clase de fósiles, de aspecto numular semejante o vagamente semejante. Es muy posible o muy probable que la impericia paleontológica de los informantes de Amades y del propio folklorista, quizás, hubiesen podido inducir a confusión en la identificación de aquellos pequeños objetos pétreos, considerándolos como fósiles e incluyéndolos en un mismo género, familia o superfamilia, de fósiles (macroforaminíferos), aunque en realidad, tal vez, no pertenecieran a los citados niveles de clasificación taxonómica paleontológica, que pudieran haberle atribuido personas nada o poco expertas en temas paleontológicos. Pudiendo haber dentificado, más o menos erróneamente, una clase de fósiles por otra, al aplicar criterios de clasificación e identificación de forma inapropiada. Pudiendo haber confundido con numulites, por ejemplo, ejemplares de asilinas, discociclinas, operculinas, etc... o simples cantillos rodados, aplanados. 

Antigua ilustración decimonónica que muestra las peculiaridades de un caparazón de nummulite, parcialmente fragmentado, en vista polar. A la derecha, se ha representado el aspecto exterior del relieve del  caparazón fosilizado y, a la izquierda, se muestra la parte interna, con la figura espiral bien visible en su plano ecuatorial, después de retirada la mitad del caparazón que la cubría.
Imagen: Morphart Creations inc. 

5. Una quinta posible explicación hipotética , podría estar en el hecho de que las piedrecitas maravillosas, vinculadas con la santa, supuestamente dotadas de capacidad protectora o virtudes curativas, en realidad, no fueran ninguna clase de fósiles. sino otra cosa muy distinta. En algunos de los lugares, tres hechos constatados documentalmente podrían avalar esta posibilidad de confusión. 

a- Un primer hecho indiciario lo constituye la antigua costumbre popular existente por toda la costa mediterránea del sur de Europa, y muy especialmente, en los territorios católicos, consistente en considerar a los opérculos de las conchas de las caracolas marinas de la especie Bolma (Astraea) rugosa  como objetos protectores relacionados con santa Lucía de Siracusa. Siendo denominados "ojos de santa Lucía" y utilizados como amuletos defensivos  contra "el mal de ojo", pero también como protección contra las enfermedades de los ojos, motivos por los que, tradicionalmente, se han usado como amuleto defensivo y como remedio curativo para ciertas dolencias oculares.

En la parte inferior de la fotografía se pueden ver dos "ojos de santa Lucía", uno grande y el otro pequeño, pero en este caso particular no se trata de fósiles (nummulites), sino de la variedad marina, pues son opérculos de las conchas del gasterópodo Bolma (Astraea) rugosa. En la parte superior aparece el recipiente de madera, con aspecto de bellota, dentro del que se guardaban y transportaban, para tenerlos siempre a mano por si era necesario su uso defensivo o curativo. Según informa el vendedor, el conjunto tienen unos 80 años de antigüedad. 
ImagenMilanuncios

b- Un segundo hecho indiciario, lo constituye el hecho de que, hacia finales del siglo XIX, el último ermitaño y santero de la ermita de santa Llúcia de Taradell, en la comarca de Osona (Barcelona), cuando iba a recolectar limosnas para el altar de la santa, visitando las masías dispersas por el territorio del término municipal, incentivaba la donación generosa de dinero destinado al mantenimiento del culto en el santuario, regalando a los devotos unas lustrosas "piedrecitas" de muy curiosa forma. El santero en estos desplazamientos pedestres, además de transportar la capillita de madera, conteniendo una pequeña imagen de la santa, también transportaba, en un zurrón, unas hojas impresas con los "gozos" de alabanza a santa Llúcia de Taradell y una bolsita conteniendo las mencionadas "piedrecitas", conocidas como "ulls de santa Llúcia" (ojos de santa Lucía). Los devotos más generosos, a cambio de las limosnas más cuantiosas, eran obsequiados, según demanda, con los "gozos" impresos de la santa o con los "ulls de santa Llúcia". 
Se describían aquellas curiosas "piedrecitas" diciendo que tenían dos caras muy diferentes. En la cara que es plana y blanca, había una fina espiral oscura en forma de cuerno marino, esta forma recordaba la de un ojo y de ahí que se llamasen "ojos de Santa Lucía". La otra cara es de color rojizo o anaranjado y tiene en relieve la forma de una pequeña oreja humana, por lo que también se les llamaba en algunos lugares de la costa mediterránea "orejitas de mar". Esta descripción tan detallada y particular de aquellos objetos se corresponde íntegramente con las características de los opérculos o tapaderas de las conchas de las caracolas marinas de la especie Bolma (Astraea) rugosa conocidas vulgarmente como "peonzas marinas". Esta clase de opérculos suelen hallarse, no sin cierta dificultad, mezclados con la arena, en ciertos lugares de muchas playas del litoral mediterráneo.

En la parte inferior de la fotografía se pueden ver dos "ojos de santa Lucía", uno del derecho y el otro del revés, para que se puedan apreciar su diferente aspecto. En la parte superior se ven dos conchas de Bolma (Astraea) rugosa de diferente tamaño.

c- un tercer caso indiciario confirmatorio   lo constituye la existencia de una "piedra de santa Lucía" en la ermita de santa Lucía de Tonyà, un núcleo humano disperso, agregado" al ayuntamiento de Garrigás (Alt Empordà), Girona. Dicha piedra remediadora era muy valorada para el tratamiento de los males de los ojos. Esta costumbre dataría de 1640, cuando la ermita sustituyó el patronazgo de san Esteban por el de santa Lucía de Siracusa. Por las descripciones y imágnes existentes, se sabe que aquella piedra sanadora milagrosa era, en realidad, un "haba marina" y que el responsable de su aplicación sobre los ojos de los enfermos necesitados de remedio milagroso era el sacerdote responsable del culto o, en su ausencia, el sacristán. En tiempos relativamente modernos, algún erudito consideró, erróneamente, que aquella "piedra de santa Lucía" era un fósil... calificación que pudo favorecer la confusión, errónea, de un opérculo calcáreo con el caparazón calcáreo de un supuesto macroforaminífero "nummulítico" para quien no pudiera ver y comparar ambos objetos, con suficiente cercanía y detenimiento. 

Aspecto vagamente ocular de dos ejemplares de opérculos contemporáneos de la caracola marina  Astraea (Bolma) rugosa, conocidos, popularmente,   como "ulls de santa Llúcia". Fotografiados por el lado favorable a la asociación con santa Lucía y con la protección mágica del ojo y la visión. Lado correspondiente a la parte interna, la que está firmemente adherida al cuerpo del molusco.
ImagenLlegendàrium

Existe la remota posibilidad de que en algún lugar pudieran existir opérculos fósiles de caracolas prehistóricas del género Astraea /Bolma, pero en ese caso serían tan escasos los ejemplares que poder hallarlos, en cierta abundancia, sería un verdadero milagro santaluciano. Las especies de caracolas fósiles "donantes" de opérculos, podrían ser: Astraea iredalei, Astraea batalleria y Astraea hickmanae, del Cretácico Superior (Campaniense), Astraea guerini del Cretácico superior (Santoniense), Astraea rugosa del Cuaternario (Eutirreniense ), Astraea baccata del Mioceno, etc.

6. Una sexta posible explicación hipotética, estaría en el hecho de que realmente  sí pudiera tratarse de "fósiles numulítidos" o numulites que hubieran sido "georreubicados" de forma natural. Es decir, removidos desde su verdadero lugar de origen o depósito primario, por ciertos agentes geológicos externos movilizadores, responsables de su remoción y transporte que los habrían transportado un buen trecho, para acabar depositándolos en otro lugar alejado. Estos fósiles alóctonos procederían de rocas sedimentarias marinas más antiguas, de edad cretácica a eocena, poco coherentes por baja cimentación (margas, areniscas margosas, margocalizas, etc.), inexistentes en el muevo lugar de deposición. Acabando, finalmente por resedimentar los fósiles previamente removidos y trasladados, junto con otros materiales sedimentarios, en otro lugar más o menos lejano de su lugar de origen, en un lugar en el que en época histórica se construiría un santuario santaluciano. Llegando a constituir la  acumulación de nummulites arrastrados, uno de los componentes visibles de ciertos niveles de los materiales sedimentarios que, con el paso de millones de años, se transformarían en estratos sedimentarios, mucho más modernos. Este podría ser el origen de depósitos de nummulites incluidos en algunos terrenos miocenos, oligocenos o cuaternarios... Este fenómeno podría explicar por qué, de forma excepcional y de manera anómala, pudiesen encontrarse y recogerse nummulites o fósiles nummulítidos en lugares "inapropiados" y en materiales geológicos "atípicos" que no deberían contenerlos, por mucho más "jóvenes" que los fósiles incluidos en ellos, mucho más antiguos.

7. Una hipotética séptima posible explicación, podría estar basada en el hecho de que los fósiles no eran recolectados por los propios romeros, buscándolos sobre el terreno de los alrededores del santuario. Sino que los compraban a unos vendedores ambulantes que acudían el día de la romería hasta el lugar donde estaba ubicada la ermita de santa Lucía, con su mercancía de piedrecillas prodigiosas, allí instalaban sus puestos de venta, en los que ofrecían aquellos amuletos santalucianos milagrosos a cuantos romeros devotos quisiera comprarlos. 
El escritor vallesano Amador Garrell Alsina, en su obra "Granollers Vila Oberta" (1960), nos ofrece un testimonio de este tipo de actividad comercial y de la existencia de la costumbre local de comprar las piedecillas maravillosas, ahorrando mucho en tiempo y en esfuerzo buscado piedracitas o fósiles devocionales. 
Al referirse a la romería de Ntra. Sra. de Conovellas (Barcelona), copatrona con santa Lucía de una ermita cercana: "También se vendían postales, y unas "piedrecitas" llamadas "de Santa Lucía" o "piedrecitas de la Virgen de Bellulla". Estas piedrecitas eran fósiles numulíticos, de superficie plana y lisa, de forma más o menos circular, del tamaño de una lenteja, blancos y con un granito en el centro que les da semejanza de un ojo." Quizás, este tipo de comercio devocional de fósiles numulíticos, pudo tener una mayor extensión geográfica y fue practicado en otros varios lugares de Cataluña, en los que existían santuarios dedicados al culto de santa Lucía de Siracusa. 

8. Una octava posible explicación hipotética, podría estar basada en el hecho de que los supuestos fósiles santalucianos no fueran tales, sino alguna clase de piedrecillas rodadas aplanadas, de tonalidad clara. Un tipo particular de cantillos rodados pequeños, de contorno circular y perfil aplanado. Los cuales debido a las particulares características físicas de su material mineral o pétreo constituyente, hubieran podido originar unos pequeños objetos pétreos de forma lenticular o globular, con un aspecto vagamente semejante a ejemplares de alguna de las diversas variedades de macroforaminíferos (nummulites u otros tipos) o de opérculos de la concha de la caracola marina Astraea/Bolma rugosa. Debido a que ambos tipos de objetos eran denominados popularmente "ojos de santa Lucía", debido a su aspecto   vagamente semejantes al de un globo ocular, una córnea o un iris, automáticamente, habrían sido vinculados con el santuario y la santa patrona protectora de la vista. 
Dice el refranero religiosos que "la fe puede mover montañas", pero es mucho más fácil que la credulidad y la ignorancia, junto con la imaginación descontrolada, puedan transformar unas piedrecillas, comunes, o no tan comunes, en "ojos de santa", con ciertas virtudes maravillosas.

Joan Tomàs (izda.), músico y musicólogo y el folclorista Joan Amades (dcha.), a lomos de mula, camino de Coustouges, una pequeña localidad y comuna francesa situada en el departamento de Pirineos Orientales, región de Languedoc-Rosellón y comarca del Vallespir (Cataluña francesa), en 1928, yendo a recoger información folclórica catalana en el sur de Francia.
Imagen: Fundació Mestre Joan Tomàs https://mestrejoantomas.cat/personatge/joan-amades-i-gelats/

En conclusión

En este caso,  como en otras ocasiones semejantes, la posible confusión popular de ciertos objetos, muy diferentes en forma y naturaleza, como si fueran una misma cosa, es debida al hecho de compartir el mismo nombre popular y no ser ambas clases conocidas por los cunfundientes, siendo un hecho muy frecuente entre todos aquellos que desconocen la duplicidad de significado del nombre compartido. Esta es la enorme utilidad de los nombres científicos que son únicos y se revisa frecuentemente la posible existencia de duplicidades.

Este tipo de situación  podría haber sido el origen principal de que el folclorista J. Amades, desconocedor de la realidad material local, pudiera confundir las dos clases de objetos con el mismo nombre, pero distinta naturaleza, debido a que tanto los informantes como el etnógrafo, también ignoraban la duplicidad de opciones. Con el resultado de que pudiera recoger, de forma involuntaria y equivocadamente, la existencia de yacimientos de fósiles nummulíticos donde no los había. 
El malentendido surge cuando los interlocutores desconocen la existencia de la coincidencia de nombres vulgares y, además, los dos tipos de organismos que son confundidos, no son conocidos o no son comparados entre sí, por los interlocutores que los denominan con el mismo nombre. Por estos motivos no no pueden darse cuenta de la causa de su error y de que se trata de dos objetos u organismos de distinta clase o naturaleza, pero compartiendo el mismo nombre vulgar.

Instantánea fotográfica que recoge a Joan Amades reproduciendo un gesto popular, muy extendido, que hace alusión a echo de estar atento, permanecer alerta, para que no te pase inadvertido algo importante o que no te engañen en una transacción. Lástima que, en este caso, Amades no se aplicase tal procedimiento de precaución. "Les aigües turbulentes". Bloc personal de Jordi Casadevall Camps. 23 de juliol de 2015. Imagen: https://blocs.mesvilaweb.cat/jordicc/joan-amades/


Otro aspecto a tener en cuenta es la consideración, acertada o errónea, de cuando un resto orgánico mineralizado, es un fósil o no lo es. Es frecuente la confusión de determinadas partes muy mineralizadas de ciertos organismos marinos contemporáneos, como pueden ser las conchas o los opérculos de algunos gasterópodos marinos, con los restos fósiles o "petrificados" de otros muy antiguos, con los que no tienen ninguna relación cronológica. De manera que se ha llegado a considerar y calificar, impropiamente o erróneamente, como "fósiles" a determinados objetos que, en realidad, no son verdaderos fósiles: restos subfósiles o contemporáneos. Como sería el caso de los opérculos de las caracolas marinas contemporáneas de la especie Astraea (Bolma) rugosa, que, tradicionalmente, han sido usados como amuletos protectores o como remedios caseros, en ciertas localidades, de una forma idéntica o muy semejante a como se usaban en otras algunos macroforaminíferos numulares fósiles, como fueron nummulites, assilinas, discociclinas u otros.

Muy probablemente los conocimientos geológicos y paleontológicos de J. Amades no eran suficientemente consistentes para poder cuestionar la fiabilidad de la información recibida, ni disponía de tiempo y medios para realizar comprobaciones personales "in situ". Tal vez, J. Amades tampoco tenía muchas posibilidades de contrastar la veracidad de la información recogida pues no disponía de conocimientos ni de tiempo suficiente para contrastar y verificar, apremiado por la urgencia de publicar sin parar. Quizás tampoco disponía de buenos contactos personales para poder consultar o implicar a geólogos o/y paleontólogos expertos y diligentes. Quienes hubieran podido matizar, corregir y validar o invalidar la información recogida " confiadamente" por el folclorista, sobre el terreno, antes de ser publicada por J. Amades. 
 
Sin embargo, a pesar de predisposición a ayudar al folclorista catalán, un servidor no va a realizar ninguna peregrinación por los diferentes santuarios santalucianos catalanes, para intentar resolver el misterio y esclarecer el embrollo creado por J. Amades. Al menos no va a hacerlo en cuerpo mortal, pero nunca se sabe... por que como dice el dicho galego "A San Andrés de Teixido, vai de morto quen non foi de vivo". 
De todas maneras, quien escribe este post, aceptará, muy agradecido y muy gustosamente, la información geológica y paleontológica recogida "in situ" que le sea transmitida por cualquier geólogo o paleontólogo, titulado o amateur, de reconocida solvencia en este asunto, que conozca alguno de los lugares de los santuarios santalucianos mencionados. En relación al esclarecimiento del misterio de la existencia o inexistencia de numulites o de otra clase de macroforaminíferos en lugares improbables citados por Amades. 

Intentar esclarecer el embrollo paleontológico creado por J. Amades, ha sido un problema que nos ha mantenido ocupados, durante varios meses, consultado hemerotecas, artículos etnográficos, mapas e informes geológicos ocupación que ha estimulado la generación de ideas y producido la recogida de información, que una vez depuradas han sido expuestas en las cuatro entradas del blog dedicadas tratar sobre este asunto. Esta dedicación fue un reto personal motivado e impulsado por nuestra disconformidad con las afirmaciones que J. Amades publicó a principios y mediados del siglo XX. Sin embargo, teniendo en cuenta que el folclorista catalán tuvo que trabajar en unas condiciones ambientales, sociales, económicas, científicas y técnicas mucho más dificultosas que las nuestras, hay que reconocer que, a pesar de los errores cometidos, en algunas ocasiones, su trabajo tiene un enorme mérito.


Fuentes

- Amades, Joan (1951)Piedras de virtud. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, nº1, vol. 7, pp. 118-119
- Amades Gelats, Joan (1952). Canovelles. Costumari català. El curs de l'any, III, pp. 398-399. Ed. Salvat. Barcelona. 
- Amades Gelats, Joan (1969)Costums i creences. Folklore de Catalunya, III(pp. 1215-1216). Editorial Selecta-Catalonia, Biblioteca Perenne, 24. 
- Amades Gelats, Joan (1956). Desembre, 13, Santa Llúcia. Costumari Català. El curs de l'any, V.  (p. 883). Ed. Salvat. Barcelona
- Anónimo (2019). L’ermità de Santa Llúcia de Taradell. Taradell web, 12-12-2019: https://www.taradell.com/2019/12/12/ermita-santa-llucia-taradell/
Carrera i Escudé, ManelAplec de Santa Llúcia: Herbes i pedres que curen els mals d'ulls.Tonyà, Aj. Garrigàs (Alt Empordà) Girona. Diumenge següent al 13 de desembre. Festes de Catalunya. http://www.festes.org/articles.php?id=1085
- Escribano Velasco, Consuelo (2015). Romerías y romeros. Ermitiella 22/09/2015: http://ermitiella.blogspot.com/2015/09/romerias-y-romeros.html
- Garrell Alsina, Amador (1960). Granollers Vila Oberta. Editorial Miquel Arimany.
- Pladevall, Antoni. “Altres noves sobre la Capella de Santa Llúcia”, Taradell: revista mensual, suplement de la ‘Hoja dominical, n. 63, desembre 1953.