miércoles, diciembre 31

AGRADECIMIENTOS 2008


Felicitación a l@s Colaboradores/as del año 2008
¡ OS DESEAMOS UNAS FELICES FIESTAS Y UN VENTUROSO AÑO, 2013
Colaboraciones de la Campaña del 2008.

Acaba el año 2008 y quiero aprovechar la ocasión de hacer el balance anual, para agradecer publicamente, las múltiples ayudas recibidas, en forma de información de muy diversa índole, datos, sugerencias, nombres y direcciones de personas, etc. que nos han permitido seguir avanzando en el conocimiento del folclore paleontológico ibérico, lentamente, con dificultad pero sin pausas.
Este año 2008, la campaña de búsqueda de información ha sido muchísimo más intensa que la del año anterior, por eso nos ha rendido muchos más frutos que nos han sido remitidos por muchísimas personas, tantas que no sería nada extraño que hubiese olvidado mencional alguna de ellas o que hubiese errado algún dato referente a su condición, si eso sucediere, le ruego que me disculpe el lapsus y que me avise para poder ponerle remedio, prontamente, al involuntario olvido o error.

Nuestra gratitud para todas esas personas, porque sin su colaboración, muchas de las cosas que se publican o se publicaran, en el futuro, en las páginas de este blog, no se habrían podido dar aconocer.

Gracias también, a tod@s los lectores y lectoras que pasáistes por este blog y habéis ocupado algunos minutos de vuestro tiempo en la lectura de algo de lo que en él se expone. Y muy especialmente de aquell@s que nos envían comentarios que nos ayudan a mejorar.

A unos y otros, a todos, os deseo que paseis unas muy ¡Felices Fiestas!


Lista de personas benefactoras que han contribuido, con sus aportaciones durante el 2008, al crecimiento y consolidación de la Paleontología cultural y de la Etnopaleontología, ibéricas:

- Álvarez Lao, Diego, paleontólogo especialista en proboscidios fósiles, investigador de la Universidad de Oviedo
- Becerra Parra, Manuel, autor de la "Guía del Excursionista del Parque Natural Sierra de Grazalema"
- Bueno Hernández, Roberto, fotografo especialísta en fotografía de la naturaleza
- Cano Cavanillas, Luis, Ingeniero Geógrafo, autor del buscador "en línea" de topónimos del Parque Natural de las sierras de Cazorla-Segura y Las Villas y sierras colindantes y fotografo especialísta en fotografía de la naturaleza.
- Cano Cavanillas, Juan Diego, Ingeniero informático de Sistemas y conocedor de la serranía de Cazorla-Segura y Las Villas
- Concepción Suárez, Xulio, filologo, toponomista, Catedrático de I.E.S.B. en Pola de Lena y miembro del Real Instituto de Estudios Asturianos
- Constantino de la Peña, Carolina, bióloga, directora del Museu Balear de Ciències Naturals de Sóller (Mallorca)
- Fandos Rodríguez, Pedro, geólogo, historiador de la minería española, vocal de la Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero.
- Fernández Arriaga, Iñaki, paleontólogo aficionado, autor del libro "Patrimonio Paleontológico de Euskal Herria. Vol. I Fósiles en Bizkaia", editado el 2006.
- García-Alcalde, Jenaro, paleontólogo, Catedrático de Paleontología de la Universidad de Oviedo.
- García Penalta, Xurxo, dibujante, ilustrador e historietista, de Marvel Comics.
- Gili Folch, Eulàlia, paleontóloga, Profesora Titular de la Universitat Autonoma de Barcelona
- Jiménez Sánchez, Reinaldos, montañísta de la Asociación Senderista de Ronda (Málaga) Pasos Largos y coautor de la web Picobarro,
- Martin Closas, Carles, geólogo, profesor titular de la Facultat De Geologia, Universitat De Barcelona
- Mas Gornals, Guillem, paleontólogo, investigador colaborador del Museu Balear de Ciències Naturals de Sóller (Mallorca)
- Montero Bastarreche, Ángel, paleontólogo especialista en flora fósil, del IMGEMA-Jardín Botánico de Córdoba, Coordinación científica y técnica del Museo de Paleobotánica.
- Morla Juaristi, Carlos, Catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes, Universidad Politécnica de Madrid
- Pastor Aliaga, José Ramón, coleccionista, articulista, conferenciante, Secretario de la Asociación Mineralógica y Paleontológica de San Vicente del Raspeig (Alicante)
- Pérez Daniëls, Rafael, ingeniero informático y autor de la web de El Cubillo,pedanía de Alcalá de la Vega (Cuenca)
- Pérez Lorente, Félix, paleontólogo, especialista en icnología, profesor titular de la Universidad de La Rioja y Director Científico de la Fundación Patrimonio Paleontológico de la Rioja,
- Puche Riart, Octavio, Ingeniero de Minas, profesor titular de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas, Universidad Politécnica de Madrid e historiador de la minería española.
- Sanz García, José Luís, dinosauriólogo, catedrático de Paleontología de la universidad Autónoma de Madrid
- Sesma Moranas, José Manuel, biólogo y fotografo especialista en fotografía de la naturaleza, Barcelona.
- Vega Recio, José Manuel "Paleontofilo", profesor de Educación Primaria, paleontólogo aficionado, autor de la Web "Geología y Paleontología de las Sierras Subbéticas Cordobesas".
- Tent-Manclus, José Enrique, geólogo, profesor titular de la Universidad de Alicante.
- Villa Otero, Elisa, geóloga, profesora titular de la Universidad de Oviedo.



lunes, diciembre 29

Paleontología Cultural y Etnopaleontología (2)

por Heraclio Astudillo Pombo, DMACS-UdL.


Paleontología Cultural y Etnopaleontología 
(Continuación, 2ª parte)


Introducción.

Disponemos, en la actualidad, de variados tipos de pruebas y de abundantes datos científicos, procedentes de excavaciones arqueológicas, de estudios históricos, etnográficos, onomásticos, literarios, escultóricos, pictóricos, heráldicos, numismàticos, filatélicos, cinematográficos, publicitarios, etc., etc. que nos permiten, no sólo afirmar, sino también demostrar que muy distintas clases de fósiles, desde tiempos remotísimos, hasta la mismísima actualidad y en muy distintos lugares del planeta, han ejercido influencias muy notables y variadas sobre muy distintas sociedades y culturas humanas.


TIPOLOGÍAS DE LAS INFLUENCIAS PALEONTOLÓGICAS SOBRE CIERTOS ASPECTOS CULTURALES Y SOCIALES.

Si analizamos las influencias básicas, ejercidas por los diferentes tipos de fósiles, sobre la cultura humana, en todo momento y en todo arreu, nos damos cuenta que son de dos categorías básicas, pues mientras ciertas clases de fósiles han contribuido, en determinados grupos humanos, a generar cultura de tipo material (inspirando la creación de diversos objetos), otras clases de fósiles, o los mismos tipos, pero en otro tipo de sociedades, han contribuido a inspirar cultura de tipo no material, es decir de tipo ideal (generando ideas explicativas y/o utilitàrias).

Las diferentes repercusiones culturales, de tipo no material y no científico que los fósiles han llegado a inducir que son generales y universales, puesto que se han dado en las sociedades de todas las épocas y de diversos lugares geográficos del mundo (=Paleontología Cultural), básicamente, son de tipo:

- LINGUÍSTICO : Onomàstica, Etimología, Lexicologia, Dialectología, Geolingüística, Dictadología tópica, etc.

- LITERARIO:  Leyendística etiológica, Poesía, Fraseología, Enigmística, Paremiología y Formulística ritual, etc.


- PLÁSTICO: inspiradores de diseños artísticos y artesanales, uso arquitectónico decorativo, joyería, diseño gráfico, etc.

- PSICOLÓGICO: interpretaciones míticas, legendarias y de sentido común; creencias irracionales y prácticas supersticiosas, etc.

- SIMBÓLICO: emblemas corporativos, Heráldica, Signalética, etc.

Obsérvese el aspecto cruciforme de los cuatro surcos mayores del sistema ambulacral del erizo de mar fósil Micraster coranginum. La presencia de una cruz, hizo que la población rural de algunas partes de Álava, Navarra y Guipúzcoa, los considerara piedras milagrosas con "virtud"  protectora, razón por la cual, fuero usadas para alejar la caída del rayo.Imagen: http://www.hontzamuseoa.com/7-Paleonto.htm


La asimilación cultural de los fósiles ha contribuido a enriquecer el patrimonio lingüístico regional, en sus ASPECTOS ONOMÁSTICOS , al estimular la creación de nombres propios y genéricos para diferenciar y designar determinados objetos pétreos característicos, científicamente denominados fósiles (creación de léxico) o para diferenciar y designar ciertos lugares donde este tipo de objetos están presentes (creación de toponímia).

1- los nombres vulgares o populares, son denominaciones usadas por la gente común, en ciertas áreas locales, en cualquier variante o dialecto de las lenguas regionales, usadas para nombrar determinadas especies, tipos o grupos de fósiles, existentes en su entorno;


2- los topónimos, son las denominaciones usadas por la gente común, en ciertas áreas locales, en cualquier variante o dialecto de las lenguas regionales, para nombrar determinados lugares de su entorno próximo y que hacen referencia a la existencia de determinadas clases de fósiles que han sido su motivación toponomástica por el hecho de que en este lugar, antiguamente, aparecían en abundancia o se encontró algún ejemplar tan extraordinario que el hallazgo dejó recuerdo en la memoria popular;

En esta imagen se puede apreciar la extraña decoración de la fachada de una casa de  Alpanseque (Soria), conseguida aplicando diversos tipos de conchas fósiles, razón por la cual se la conoce, en la localidad, con el nombre y topónimo de la "Casa de los Fósiles"

La asimilación cultural de los fósiles ha contribuido a enriquecer el patrimonio narrativo, en sus ASPECTOS LITERARIOS, al estimular la creación de imaginativas narraciones explicativas, muchas veces con intenciones educativas o finalidad moralitzante. Más raramente han estimulado la creación de poesía, fraseologia, paremia y enigmística:


3- las leyendas populares, de tipos etiològico y/o moralitzante, en las cuales se intenta justificar un origen legendario para determinadas clases o especies de fósiles, que tuvieron un papel de cierta importancia en el imaginario popular y que se podían observar, en determinados lugares de su entorno próximo;

Aspecto del relieve serpentiforme, existente en una losa de la entrada de la iglesia de Siresa (Huesca) que es llamado popularmente "el coletazo de la Mora" o la "serpiente petrificada" y que es justificado con la correspondiente leyenda explicativa. Fotografía original de Rafel Vidaller Tricas.

4- aunque, raramente, algunos hallazgos de fósiles excepcionales han sido motivo de poemas y locuciones o frases hechas alusivas al hecho y al resto, mientras que fósiles corrientes o indeterminados, han sido usados como excusa poética por diversos autores y en algunos lugares han sido motivo de refranes y adivinanzas, e incluso han constituido palabra para ciertos crucigramas.

5- en muy contadas ocasiones, algunos tipos de fósiles comunes, pero de supuesto origen legendarios, han contribuido a la formación de apodos colectivos o seudogentilicios aplicados a los habitantes de algunas localidades.


La asimilación cultural de los fósiles ha contribuido a enriquecer el patrimonio credenciario popular, en sus ASPECTOS IMAGINARIOS, al estimular en las sociedades pre-científicas y preindustriales la aparición de ideas explicativas o utilitarias, motivadas por determinadas propiedades, reales o supuestas, de los fósiles o por determinadas particularidades de sus yacimientos:

6- creencias legendarias, sobre unos supuestos orígenes "no naturales" para ciertos tipos de fósiles o para sus yacimientos, apareciendo asociados, por la cultura popular tradicional, ciertos hechos extraordinarios y seres sobrenaturales a determinadas clases o especies de fósiles, a sus yacimientos o a ciertas rocas fosilíferas, existentes en determinados lugares de su entorno próximo;


7- creencias más o menos naturalistas, sobre unos orígenes supuestamente "naturales" de ciertos tipos o especies de fósiles o de sus yacimientos, siendo ideas fundamentadas sobre conclusiones del sentido común, procedentes de observaciones y experiencias ordinarias;

Con bastante frecuencia se dice que los depósitos de conchas de braquiópodos, gasterópodos o pelecípodos son el residuo dejado por el mar, hace "miles de años", cuando su nivel era tan alto que llegaba a cubrir ese lugar. También se recurre con mucha frecuencia a la justificación por el Diluvio universal bíblico, para justificar esos tipos de acumulaciones de conchas marinas, tierra adentro o sobre zonas elevadas como son las montañas. En vez conocer que aquel territorio, antiguamente fue un fondo marino que luego se elevó sobre el nivel del mar
 
La asimilación cultural de los fósiles ha contribuido a enriquecer el patrimonio costumbrario popular, en sus ASPECTOS USUARIOS, al estimular en las sociedades pre-científicas, la invención de diversas formas de uso, aplicadas a aprovechar las propiedades físicas (aspecto, dureza, composición, etc.) o metafísicas (virtudes), de determinadas clases o especies de fósiles o de rocas fossilíferas, existentes en su enorno natural (próximo) o cultural (próximo a lejano):

8- usos supersticiosos, fundamentados sobre ciertas creencias arracionals que asignan a determinadas clases o especies de fósiles o de rocas fossilíferes, unos imaginarios orígenes sobrenaturales o/y unas virtudes, supuestamente, extraordinarias. Adquiriendo este tipo de fósiles unas funciones sociales relevantes, de tipo mágico, mágico-religioso y usos rituales, protectores (amulético o talismánico), farmacopea humana y veterinaria (terapéuticos), probatorio (mítico-legendario), etc.


9- usos utilitarios, seculares o no supersticiosos, típicos de cada zona geográfica y época histórica, fundamentados sobre ciertas cualidades características de determinadas clases o especies de fósiles o de rocas fosslíferas, con usos orientados, en general, a beneficiarse económicamente de ciertas propiedades descubiertas empíricamente. Adquiriendo este tipo de fósiles unas funciones sociales relevantes de tipo estético, económico, comunicativo y usos de tipo comercial, artesanal, lúdico, etc.

Las conchas y moldes de diversos géneros de braquiópodos, jurásicos, de una manera semejante a como sucedía en otros lugares de España, eran utilizados para jugar diversas versiones del "juego de las chinas". En este caso, los fósiles, proceden de Alcublas (Valencia) y a la versión local del juego se le llamaba el "juego de frailes y monjas"
Imagen: http://www.montanera.org/excursiones.htm


UTILIDAD DE LA PALEONTOLOGÍA CULTURAL Y DE LA ETNOPALEONTOLOGÍA, COMO AUXILIARES, PARA OTROS CAMPOS DEL CONOCIMIENTO HUMANO.

A- Utilidad potencial  para la Ciencias Humanas y Sociales

Si valoramos la potencial utilidad, de los estudios Etnopaleontológicos y Paleontologicos culturales, desde un punto de vista práctico, vemos que en relación a las Ciencias Humanas y Sociales, sus investigaciones pueden hacer aportaciones interesantes a:

1- la Onomástica, contribuyendo a completar sus aspectos léxicos y toponímicos y a la Dialectologia, contribuyendo a completar sus aspectos de diversidad lèxica y distribución geolingüística y tambiés a la Dictadología tópica contribuyendo a completar sus aspectos de diversidad de seudogentilicios y su distribución geográfica;

2- la Literatura, contribuyendo a precisar aspectos tipológicos de narrativa oral y popular, de tipo legendario explicativo-justificativo (leyendística etiológica), a la fraseología, la paremiología y a la enigmística, populares;

3- la Etnología, contribuyendo a profundizar en el estudio de sus aspectos relativos a los usos y costumbres, asociadas, en los ámbitos locales y regionales;

4- la Historia contemporánea y moderna, contribuyendo a profundizar en sus aspectos relativos a la historia de las creencias y de las costumbres, así como de la vida cotidiana.


B- Utilidad potencial  para la las Ciencias de la Tierra y la Paleontología

Si valoramos la potencial utilidad, de los estudios Etnopaleontológicos y Paleontologicos culturales, desde un punto de vista práctico, vemos que en relación a la Paleontologia científica pueden hacer aportaciones interesantes, orientadas hacia:


- La mejora de la comunicación y la relación con la población rural, en los estudios de campo de todo tipo, al demostrar interés o conocimiento de aspectos particulares de la cultura local o manifestar dominio de la nomenclatura y sistemática paleontológicas populares, propias de la zona.


Paleontólogo en el yacimiento de improntas de medusas, de Constantina (Sevilla), llamado popularmente "Piedra Escrita" del que fue informado por los lugareños
Imagen: http://www.publico.es/agencias/efe/228034/piden-la-proteccion-del-yacimiento-de-constantina-la-capilla-sixtina-de-los-fosiles

- El aumento de las posibilidades de geolocalització de nuevos yacimientos paleontológicos para su estudio científico, basándose la búsqueda en determinados indicios toponímicos oficiales, registrados en la cartografía, y en indicios toponímicos populares, no registrados en la cartografía pero conservados en la memoria y el lenguaje locales. En otras ocasiones basándose la búsqueda, en ciertos indicios legendarios muy característicos.

- El mejor conocimiento de ciertos aspectos históricos, sociales y filosóficos, relacionados con el registro fósil peninsular, asociados con la aceptación o repugnancia social, en ciertas zonas geográficas y/o épocas históricas, hacia nuevos paradigmas paleontológicos y la consiguiente evolución o estancamiento de las ideas científicas relacionadas.


Fuentes:

- Abel, Othenio. 1939. Vorzeitliche Tierreste im deutschen Mythus, Brauchtum und Volksglauben. Jena. Verlag Gustav Fischer
- Annoscia, Enrico. 1981. I fossili nel mondo dell'uomo. Milano. Soliart.
- Antunes, Miguel Telles. 2000, "Paleontologia e Portugal", Colóquio Ciência, Revista de Cultura Científica, 25 (54–75)
- Astudillo, Heraclio. 2006. “Paleontología y Etnopaleontología”. Glossopetrae, 1ª época : http://geocities.com/europeanfolkloreoffossils
- Astudillo, Heraclio. 2007. “Los fósiles y la Cultura Popular (1,2,3 y 4)". Folklore de los Fósiles Ibéricos, septiembre. http://folklore-fosiles-ibericos.blogspot.com/2007/09/los-fsiles-y-la-cultura-popular-1.html y siguientes
- Astudillo, Heraclio. 2008. “Paleontología Cultural y Etnopaleontología (1)”. Folklore de los Fósiles Ibéricos, junio. http://folklore-fosiles-ibericos.blogspot.com/2008/06/paleontologa-cultural.html
- Bassett, Michael G. 1982. Formed Stones, Folklore and Fossils. National Museum of Wales. Cardiff. Geological Series No. 1,
-Blinkenberg, Christopher. 1987. The Thunderweapon in religion and Folklore. A study in comparative archaelogy. New Rochelle. Caratzas Publishing.
- Buffetaut, Eric. 1991. Des fossiles et des homes. Paris. Éditions R. Laffont.
- Díez Borque, José Mª. 1995."La literatura de conjuros, oraciones, ensalmos..." en Díez Borque, José Mª (Coord.). Culturas en la Edad de Oro. Cursos de Verano de El Escorial, Madrid, Editorial Complutense.
- Dezallier d'Argenville, Antoine Joseph. 1755. Essai sur l'histoire naturelle des fossiles qui se trouvent dans toutes les provinces de France, IIIe. partie de de L'Oryctologie (p. 387 - 532). Paris.
- Ellemberger, François.1989. Historia de la Geología. Vol 1. De la antigüedad al siglo XVII. Madrid y Barcelona: MEC & Labor.
- Eyden, Phil. 2000. "Cephalopod Fossils: Myth and Legends": http://www.tonmo.com/science/fossils/mythdoc/mythdoc.php
- Friebe, Georg. (1995): "Schlangeneier und Drachenzungen. Fossilien in Volksmedizin und Abwehrzauber". - Beiheft zur Sonderausstellung (23. Sept. 1995 bis 07. Jan. 1996), 44S., Dornbirn (Vorarlberger Naturschau).
- Gayrard-Valy, Yvette. 1988. Les fossiles: empreinte des mondes disparus. Paris. Gallimard.
- Gruber, B. (1980). Fossilien im Volksglauben (als Heilmittel). Katalog Oberösterr. Landesmuseums 105. zugleich Linzer Biol. Beiträge, 12/1, 9. 5 (239-242). 
- Kamen-Kaye, Maurice. 1975. Ethnogeology? Geology; March 1975; Geological Society of America, v. 3; no. 3; p. 100;
- Kunz, George Frederick. 1997. The Magic of Jewels and Charms. Mineola, NY. Dover Publications.
- Lane, N. Gary & Ausich, William I. 2001 "The Legend of St Cuthbert's Beads: A Palaeontological and Geological Perspective". Folklore, April, 2001
- Liñán, Eladio. 1998. Los fósiles y el pensamiento paleontológico. La interpretación histórica de los fósiles. Discurso de ingreso en la Academia de Ciencias Exactas, Físicas, Químicas y Naturales de Zaragoza. Zaragoza. 46 pp
- Liñán, Eladio. 2004. Fósiles, mitos y leyendas: Criptopaleontología. Revista de la Real Academia de Córdoba, de Ciencias, Bellas letras y Nobles Artes, 146, 189-205.
- Mayor, A. 2000. The First Fossil Hunters: Paleontology in Greek and Roman Times. Princeton University Press.
- Mayor, A. & Sarjeant, W. A. S. 2001. "The folklore of footprints in stone: from classical Antiquity to the Present". Ichnos, 8 (2): 143-163.
- Mayor, A. 2007. "Place Names Describing Fossils in Oral Traditions." in Myth and Geology, ed. B. Masse and L. Piccardi. London: Geological Society, 273, 245-261.
- McNamara, Kenneth J. 2007. "Shepherds' crowns, fairy loaves and thunderstones: the mythology of fossil echinoids in England" Geological Society, London, Special Publications; p. 279-294.
- Oakley, K. P. 1971. "Fossils collected by the early paleolithic men". In: Mélanges de préhistoire, d’archéocivilisation et d’ethnologie offerts à André Varagne. Paris. p. 581-584.
- Oakley, K. P. 1975. Decorative and Symbolic Uses of Vertebrate Fossils. Pitt Rivers Museum.
- Oakley, K. P. 1985. Decorative and Symbolic Uses of Fossils. Selected Groups, Mainly Invertebrate. Oxford University Press.
- Reese, David S. 1976. "Men, Saints, or Dragons?", Folklore Vol. 87, No. 1, pp. 89-95
- Rudkin, D. & Barnett, R. 1979. "Magic and Myth. Fossils in Folklore". Rotunda, 12 (2): 13-18.
- Sequeira Fernandes, Antonio C. 2005. "Fósseis: Mitos e Folclore". Anuário do Instituto de Geociências - UFRJ. Rio de Janeiro. Vol. 28-1 (101-115)
- Sørensen, Viggo. 1994. “Lidt om echinittens brug og navne”. ORD & SAG, 14. Udgivet af Institut for Jysk Sprog og Kulturforskning (Aarhus Universitet) december 1994. p. 43-54.
- Taylor, Paul D. 1998. "Fossils in folklore". Geology Today, Volume 14, Number 4, July 1998, pp. 142-145(4).
- Taylor, P. D. et al. (2005), Fossil Folklore: Explore the myths about fossils. Natural History Museun. London
- Thenius, E. & Vávra, N. 1996. Fossilien im Volksglauben und im Alltag. Frankfurt. Kramer.
- van der Geer, Alexandra & Dermitzakis, Michael . 2008. "Fossil medicines from “snake eggs” to “Saint’s bones”; an overview". Calicut Medical Journal ;6 (1) e8.
- Zammit-Maempel, George.1975. "Fossil Sharks’ Teeth A Medieval Safeguard against Poisoning". Melita Historica.Published by the Malta Historical Society. 6 (1975) 4, p.391-410.
- Zammit-Maempel, George. 1978. "Handbills extolling the Virtues of Fossil Shark’s Teeth". Melita Historica: A Journal of Maltese History. 7 (1978) 3, p. 211-224.


sábado, noviembre 22

Grandes huesos fósiles y gigantes imaginarios (6)

Por Heraclio Astudillo Pombo. DMACS-UdL

Interpretaciones antiguas, en tiempos de los griegos ( Continuación, 3ª parte)


HALLAZGO DE LOS ESQUELETOS DE UN PAR DE GIGANTES, ENTERRADOS, EN LAS FRONTERAS DE CARTAGO.


Eúmaco de Neápolis, entre el siglo III-II a.C., en su obra Descripción de la Tierra, un tratado geográfico, relata que "Cuando los cartagineses estaban excavando una ancha trinchera defensiva, en el s. V a. C., en los límites del territorio cartaginés que estaba situado en la zona costera del golfo de Túnez, hallaron dos enormes esqueletos, colocados en el interior de sendos ataúdes, uno de los cuales medía 23 codos de longitud (lo que equivaldría, aproximadamente, a unos 9,5 m., de altura al ser recompuesto, sobre el terreno, en posición bípeda) y el otro medía 24 codos de longitud, (es decir, unos 10 m. de altura, al ser recompuesto de la misma manera), concluyéndose entre los asombrados descubridores que   "con tales enormes dimensiones, aquellos huesos sólo podían pertenecer a los restos mortales de dos antiguos gigantes míticos, norteafricanos."

Aspecto del esqueleto articulado, completo, de un individuo de la especie Gomphotherium angustidens, del Mioceno, presentado en su posición natural, la cuadrúpeda, en el Museo  Senckenberg de Historia Natural, en Frankfurt (Alemania).

En tiempos modernos, en esa misma zona, los paleontólogos han hallado restos de megafauna mamífera, consistente en grandes huesos de diversos tipos de proboscidios: mamut norteafricano (Mammuthus africanavus) del Plioceno, mastodonte de cara larga (Tetralophodon longirostris) del Mioceno, gonfoterio (Gomphotherium angustidens) del Mioceno y mastodonte de Osiris (Anancus osiris) del Mioceno al Pleistoceno inferior.
Posiblemente, los restos óseos más o menos completos de un par de ejemplares de proboscidios de cualquiera de las especies mencionadas anteriormente, podrían ser los protagonistas de aquel antiguo hallazgo cartaginés, relatado por Eúmaco.



LOS INGENUOS Y LIBIDINOSOS GIGANTES DE FANAGORIA, MASACRADOS POR EL ASTUTO HERACLES, EN EL FONDO DE UNA CUEVA.

Estrabón de Amasia entre los siglos I a.C. y I d.C., en su obra Geografía, libro 11, capítulo 2, versículo 10, dice que, en esa misma época, "En la importante ciudad de Fanagória (cerca de la actual ciudad rusa de Sennoy), situada en el “Bósforo Cimerio” (Zona del estrecho de Kerch que conecta el Mar Negro con el Mar de Azov, separando las penínsulas de Crimea (Ucrania), al oeste, de la península de Taman (Rusia) al este), hay un templo dedicado a Afrodita Apaturos (es decir Afrodita Embaucadora) y comenta que "la etimología del epíteto de la diosa: "Apaturos" (Embaucadora), procede de cierto mito antiguo, según el cual, en aquel lugar, unos Gigantes habían atacado a la diosa Afrodita, con intenciones libidinosas, pero ella pudo ocultarse y pidió ayuda a Hércules. Cuando llegó el héroe, hizo que la diosa se escondiese en el fondo de una cueva que allí había, y luego se hizo visible y, seductoramente, fue atrayendo a todos los lujuriosos Gigantes, uno por uno, hasta el interior de la oscura gruta, donde Hércules estaba oculto, quien les fue dando muerte con su poderosa maza."

Este mito nos hace pensar que cerca del antiguo templo de Afrodita Apaturos, realmente, debió existir alguna gruta, en cuyo interior se habrían conservado los restos de varios esqueletos de animales prehistóricos gigantescos, tal vez proboscidios, que al ser hallados por los antiguos griegos, debieron ser interpretados, míticamente, como los restos de los cuerpos de los legendarios gigantes, muertos por Afrodita y Hércules, durante un episodio local de la famosa Gigantomaquia mitológica.

Recreación del aspecto del mamut sureño, (Mammuthus meridionalis) propio de la época cálida interglacial, puede verse que carecía de la densa pelambrera lanosa que cubría y caracterizaba a sus parientes los mamuts lanudos, de la época glacial.
Los ejemlares de Mammuthus meridionalis podían alcanzar los 4,5 m. de altura en la espalda y unas 12 tm. de peso.
Imagen:
http://www.riservenaturali.provincia.siena.it/page/asp/immagine.asp?cod=89

Según el paleontólogo ruso Alexéi Tesakov, los sedimentos de esta zona contienen una extraordinaria riqueza de grandes mamíferos pleistocenos, entre los que cabe destacar por su gran tamaño: el mamut sureño de Tamán (Mammuthus meridionalis tamanensis) y el elasmoterio del Cáucaso (Elasmotherium caucasicum) un tipo de rinoceronte gigante, unicornio y lanudo. 
El hallazgo casual de los restos óseos de mamut y/o de elasmoterio, acumulados en el interior de una caverna, podrían haber contribuido al nacimiento de la antigua leyenda mitológica griega, antes presentada.

Aspecto del enorme esqueleto, completo y articulado, de un ejemplar de Elasmotherium caucasicum, expuesto en Museo Histórico,  Arqueológico y Paleontológico de Azov (Rusia).
Imagen: Wikimedia


SERTORIO INSPECCIONA LA TUMBA DEL GIGANTE ANTEO.


Estrabón de Amasia en el siglo I a.C. y s. I d. C., en su obra Geografía, libro 17, cap. 8. versic. 29; citando como fuente de información al historiador romano Aulo Gabinio, escribe: "En el norte de África, concretamente en la zona de Maurusia (actual Marruecos) el general romano Quinto Sertorio fue informado por los habitantes de la zona que cerca de Lynx*, existía una gran tumba, de un mínimo de sesenta pies de largo, conteniendo unos grandes huesos que, según la tradición, pertenecían al gigante libio Anteo, muerto por Heracles, durante la Gigantomaquia.
La tumba fue hecha excavar por el incrédulo Sertorio que comprobó que, efectivamente, contenía los huesos de un gigante, tras lo cual fue cubierta de tierra de nuevo y realizado un sacrificio ritual de desagravio, pues existía una la leyenda que hablaba de una maldición, según la cual, en cuanto se hubiera descubierto la tumba, empezaría a llover diluvialmente y no cesaría hasta que la tumba hubiese sido cubierta de tierra, nuevamente."


* Según diversos historiadores modernos, Etrabón confundió Tingis (ahora, Tánger) con Lynx o Lixus (actualmente, El Araisch o Larache), ambas localidades están en Marruecos.

En tiempos modernos, en esa misma zona norteafricana, los paleontólogos han hallado restos de megafauna, pliocena y pleistocena, consistente en grandes huesos de diversos tipos de proboscidios: elefante africano antecesor (Loxodonta atlantica) del Pleistoceno, mamut
norteafricano (Mammuthus africanavus) del Plioceno, mastodonte de Egipto (Anancus osiris) del Plioceno al Pleistoceno inferior y mastodonte de cara larga (Tetralophodon longirostris) del Mioceno.

Aspecto del esqueleto de un mastodonte de grandes colmillos superiores rectos (Anancus), expuesto en el Museo de Historia Natural de Florencia (Italia)
Imagen: http://www.geocities.com/stegob/PALEOBOOKITALYFLORENCEAAMAMMOTH.JPG

Posiblemente los huesos de algún ejemplar de cualquiera de estas especies de megafauna fueron interpretados en clave mítica y  por ese motivo, confundidos  con los restos óseos del gigante mítico, fundador de la primera dinastía reinante. Confusión que podría haber contribuido a originar la leyenda y a llenar de contenido óseo, el túmulo funerario del gigante Anteo, cientos de años antes, de que fueran inspeccionado por los romanos.


IDENTIFICACIÓN POLÉMICA DE LOS HUESOS DE UN GIGANTE CRETENSE.

Filodemo Gádara, en el siglo I a.C., en el Tratado sobre los Signos, fragm. 4: "de Lacy", escribe que "En la isla de Creta, se produjo el hallazgo, de la tumba de un gigante, puesto que en su interior se encontró un colosal esqueleto que fue motivo de una gran polémica, ya que según unos, los grandes huesos hallados, pertenecían al gigante Otos, mientras que otros, los relacionaban con el gigante cazador, Orión."

El esqueleto de un elefante de mediano tamaño, cuando es reconstruido, en posición bípeda, adquiere un aspecto y unas dimensiones que contemplados con los ojos de los antiguos y supersticiosos descubridores, hace 3000 años, habría pasado a convertirse, en los supuestos restos de un auténtico gigante. Montaje didáctico y fotografia de Adrienne Mayor.
Imagen: Archaeology Magazine

En tiempos modernos, los paleontólogos han hallado restos óseos de los grandes elefantes continentales (Elephas cf. antiqus) del Plioceno pero sobre todo de elefantes enanos de las siguientes especies: Elephas (Palaeoloxodon) creticus, E. creutzburgi y E. chaniensis, del Pleistoceno. 
El hallazgo de sus huesos, en la antigüedad, bien pudiera haber aportado el material óseo necesario, sobre cuya interpretación fabulosa los antiguos cretenses pudieron haber fundamentado la leyenda del hallazgo de la tumba de un gigante mítico.


RECUPERACIÓN DE LOS GRANDES HUESOS DE TESEO.

Diodoro SiculoDiodoro de Sicilia en el siglo I a.C., en su obra Biblioteca (historica), libro 4, capit. 62, versic. 4, cuenta que "Cuando Teseo, fue derrocado por una facción política rival, fue desterrado de Atenas, su tierra natal, refugiándose en la isla de Scyros, situada al noroeste de la Eubea, donde poco tiempo después murió asesinado traicioneramente; (consultar Plutarco, Teseo, 35), sin embargo, informados los atenienses del fatal desenlace, arrepentidos de haber desterrado a Teseo e indignados, fueron enviaron una misión guerrera a la isla, buscaron su tumba, la hallaron y llevaron los grandes huesos del héroe a Atenas, donde fueron depositados en un santuario que después se llamó Theseum, un recinto sagrado que gozaba del derecho de refugio y donde los atenienses otorgaron, a los grandes huesos de Teseo, honores iguales a los ofrecidos a los dioses."

Aspecto de un esqueleto articulado de Deinotherium del Mioceno inferior, procedente de Langenau, cerca de Ulm, expuesto en el Museo Estatal de Historia Natural Stuttgart (Alemania). Pertenece a un ejemplar joven puesto que sólo alcanza una altura de 2,65 m. en la espalda, mientras que los adultos alcanzaban los 4,5 m. de altura.
Imagen:
 http://science.naturkundemuseum-bw.de/files/collection/01_deinotherium_0.jpg
 
En tiempos modernos, los paleontólogos han hallado restos de elefante enano (Elephas mnaidriensis), de dinoterio (Deinotherium giganteum) y de mamut sureño (Mammuthus cf. meridionalis) del Plio-Pleistoceno. La interpretación fabulosa de los huesos de cualquiera de estas especies que pudieron haber aportado sus grandes restos óseos, habrían aportado los motivos materiales necesarios, para inspirar y dar origen a la leyenda del hallazgo de los restos herícos de Teseo.


HUESOS DE HÉROES ANÓNIMOS, EN LLANURAS ITALIANAS Y BALCÁNICAS.

Publio Virgilio Marón, en el siglo I a.C., en su obra Georgicas, libro 1, verso 461, relaciona los gigantescos huesos que, de vez en cuando, encontraban los campesinos cuando  araban sus campos de cultivo, en ciertas llanuras cercanas a Roma, en Italia, y también los hallados en otras llanuras de Macedonia, en los Balcanes, con los restos de héroes anónimos, muertos en épicas y cruentas batallas antiguas. Supuestamente ocurridas en aquellos mismos lugares, algunos siglos o milenios antes de su hallazgo, que iban aflorando a la superficie del terreno cultivado, cuando la delgada capa de tierra que recubría sus superficiales e improvisadas tumbas bélicas, era removida por las herramientas de los agricultores.


Miniatura para iluminar las páginas de las Geórgicas de Virgilio, una ilustración atribuida al artista Apollonio di Giovanni, realizada hacia 1450--1460

En estas dos zonas geográficas, en tiempos contemporáneos, modernos y recientes, resulta que los paleontólogos han hallado muchos restos de proboscidios terciarios y cuaternarios, que comprenden una franja temporal que abarca desde el Mioceno hasta el Pleistoceno. Correspondientes a muchas de las especies de proboscidios terciarios y cuaternarios que han sido citadas anteriormente, a excepción de los elefantes enanos y pigmeos, típicamente insulares. Las especies de proboscidios terciarios
 y cuaternarios cuyos grandes huesos habrían sido interpretados como huesos de héroes anónimos, serían: Anancus arvernensis, Deinotherium giganteum, Elephas primigenius, Elephas antiqus, Mammuthus meridionalis, etc,

Continuará

domingo, octubre 19

Grandes huesos fósiles y gigantes imaginarios (5)

Por Heraclio Astudillo Pombo. DMACS-UdL


Interpretaciones antiguas, recogidas en la literatura griega, romana y grecorromana de la antigüedad (Continuación, 3ª parte).

Indicios e información explícita, sobre grandes huesos y osamentas gigantes, contenidas en tratados antiguos, de autores griegos, romanos y grecorromanos.  

INTRODUCCIÓN

Como ya hemos adelantado en el capítulo anterior, además de los relatos bíblicos sobre gigantes del Antiguo Testamento, que ya hemos tratado en ese mismo capítulo, el otro tipo de fuentes de referencia, a las que se recurrió en la Antigüedad clásica y aún posteriormente, en la Edad Media y el Renacimiento, para intentar interpretar los grandes huesos y los enormes esqueletos que eran descubiertos, en las diversas regiones, por toda la cuenca mediterránea, fueron ciertos tipos de relatos escritos por autores griegos, romanos y grecorromanos que recogían observaciones sorprendentes y noticias sensacionalistas sobre ciertos hallazgos de huesos y esqueletos prodigiosos. Desde el punto de vista literario se trataba de textos de temática extravagante o de tipo paradoxográfico. Este género literario, de tipo sensacionalista que relataba fenómenos anormales o sucesos inexplicables del mundo natural o socialgozó, en la antigüedad clásica, de una extraordinaria popularidad entre todas las clases sociales, excepto entre los filósofos que lo despreciaban, por considerarlo fantasiosos y poco racional.

Este tipo literatura muy popular en aquella época trataba de divulgar, entre otras cosas maravillosas del mundo conocido, los descubrimientos prodigiosos de grandísimos esqueletos, de grandes huesos y de enormes sepulcros y tumbas de héroes y de gigantes, de la antigüedad mítica. Algunos de ellos también hacían referencia a la existencia de grandes restos óseos que eran exhibidos y, en muchos caso, venerados en ciertos santuarios y templos griegos.
Todos los autores de este tipo de literatura, acostumbran a presentar los hechos considerados prodigiosos, mediante relatos, supuestamente, veraces, cuya fiabilidad debía aceptarse porque estaba basada, unas veces, en la autoridad de prestigiosos autores anteriores, en otras, porque se trataba de observaciones personales del autor y, en otras, porque eran noticias aportadas por exploradores, mercaderes y viajeros que habían estado en lugares más o menos remotos, informantes que no siempre eran testimonios directos de lo que describían. En la mayor parte de los casos, las descripciones acostumbraban a aparecer distorsionadas por dosis variables de exageración o de fantasía y en otros, por interpretaciones honestas, pero erróneas o legendarias, puesto que estaban fuertemente influidas por ciertas creencias míticas muy arraigadas, profundamente, en la mentalidad de la época (s. III- s. I aC.).

Las fuentes de información griegas y grecorromanas de estas narraciones, consistían en tratados geográficos o históricos, biografías de hombres ilustres, crónicas de exploraciones y de viajes, que aunque no estaban, estrictamente, relacionadas con la religión o la mitología, como en el caso de las fuentes básicamente mitológicas, seguían manteniendo los mismos planteamientos fabulosos y reafirmando las mismas explicaciones legendarias. Puesto que, también, sostenían que los gigantes y los héroes míticos habían existido realmente y se habían enfrentado, en la antigüedad, en una lucha a muerte, sin ningún género de duda, "puesto que sus huesos podían verse en muchos lugares del mundo".
Incluso señalaban los lugares en los que se habrían producido algunos combates míticos o hallado tumbas ciclópeas, con sepulcros de héroes y de gigantes míticos, conteniendo colosales esqueletos, supuestamente pertenecientes a ciertos personajes que, en aquel tiempo, eran considerados como absolutamente históricos.

Aunque los hallazgos de grandes huesos, citados por las fuentes grecorromanas, se produjeron a lo largo de todos los países del litoral mediterráneo, fueron especialmente abundantes y relevantes, en los de la mitad oriental de la cuenca mediterránea.
Algunos de los relatos contenían abundante información sobre diversos lugares en los que se podían visitar grandes túmulos i monumentos megalíticos, considerados entonces como sepulcros de gigantes y héroes o ciertos santuarios, templos, palacios y villas de recreo, en los que se guardaban huesos de diversos héroes y gigantes que podían ser admirados o venerados como reliquias de antaño, expuestas a la credulidad y curiosidad de los visitantes.
Este tipo de relatos y los huesos a los que se referían, promovieron la práctica de peregrinaciones de tipo patriótico-religioso entre los griegos y grecorromanos y los viajes de tipo turístico-histórico, entre los romanos, hasta los lugares donde podían observarse algunas grandes reliquias óseas de la antigüedad.


LA ISLA DE LOS GIGANTES DE UN SÓLO OJO.

Homero, en el siglo VIII a. C., describe en La Odisea, canto 9, versos 574-589, el enfrentamiento de Ulises-Odiseo, astuto rey de Ítaca y sus guerreros, contra un gigante antropófago, como si se tratara de un hecho, verdaderamente, histórico, sucedido 450 años antes, cuando navegaban de regres a sus hogares, en la isla de Ítaca, una vez finalizada la guerra de Troya.
Homero describe, detalladamente, al gigante Polifemo que habitaba en una isla mediterránea, como uno de los miembros de una tribu de ogros primitivos que ejercían como pastores y tenía su vivienda y redil, en el interior de cuevas costeras, devoradores de humanos, una particularidad es que estaban dotados de un sólo ojo frontal.

“Odiseo en la cueva del gigante Polifemo”; pintura de Jacob Jordaens, s. XVII. Se puede apreciar que la estatura del gigante es casi el doble de la de los humanos, se le suponía una altura de unos 2,5-3 m.
Imagen:
Polifemo

En el siglo XX, los paleontólogos han hallado en las cuevas costeras de algunas islas del Mediterráneo central y oriental (Cerdeña, Sicilia, Malta, Creta, Chipre, islas Cícladas y del Dodecaneso), los huesos de elefantes primitivos de pequeña estatura, descendientes del gran elefante antiguo, continental (Elephas anticus), del Plioceno. Los restos hallados corresponderían a ciertas especies de elefantes enanos (E. mnaidriensis, E. melitensis, E. a. leonardii, etc.) y también a elefantes pigmeos (E. falconeri) que, en los yacimientos, acostumbran a estar acompañados de otros restos de fauna prehistórica de igual o menor talla que había compartido con ellos esos territorios insulares, durante el Pleistoceno, hace unos 500. 000 años.

Representación de un ejemplar de elefante insular pigmeo, macho y adulto (Elephas falconeri) en posición cuadrúpeda, junto a una muchacha de estatura normal. Esta ilustración realista sirve para para hacerse una idea de sus dimensiones relativas y de su extraordinaria pequeñez. 
Si este elefante estuviera en posición bípeda, resultaría algo más alto que la humana y por tanto los restos de su esqueleto, podrían llegar a ser considerados como los huesos de un "pequeño gigante", de tan sólo 2,30 a 2,50 m. de altura, tal como sugiere la historiadora y folklorista de la Antigüedad clásica, Adrienne Mayor, en su libro: "The First Fossil Hunters: Paleontology in Greek and Roman Times".
Imagen: http://ameblo.jp/oldworld/image-10013484964-10007287634.htmlSi tenemos en cuenta que para los griegos del siglo IX a. C., cualquier tipo de elefante, resultaba ser un tipo de animal, completamente, desconocido, el hallazgo de restos de esqueletos de elefantes enanos que, además, por ser animales plantígrados, los huesos de sus extremidades, se asemejan suficientemente, a los de los humanos, se comprenderá que aquellos grandes huesos, vistos con los ojos de los griegos de aquella época, se prestaban a ser confundidos, fácilmente, con los de algún tipo de gigante mitológico.

Hans Brinkerink, del Museo de Historia Natural de Rotterdam (Holanda), junto a una reproducción de un un individuo perteneciente a la especie de elefantes enanos "grandes" (Elephas mnaidriensis), en posición cuadrúpeda, la gran talla se debe a que es un adulto macho las hembras eran más pequeñas.
Si el elefante estuviera en posición bípeda, resultaría mucho más alto que el humano y por tanto los restos de su esqueleto, podrían ser considerados como los huesos de un verdadero gigante, de 4 a 5 m. de altura, tal como sugiere la historiadora y folklorista de la Antigüedad, Adrienne Mayor 
en su libro: "The First Fossil Hunters: Paleontology in Greek and Roman Times".

El modelo zoológico y anatómico fue reconstruido a partir de restos esqueléticos procedentes de hallazgos arqueológicos en la isla griega de Tilos. Puede apreciarse el tamaño relativo entre proboscídeo y humano. Imagen: [foto original de: Dick Mol] http://www.nmr.nl/nmr/pages/showPage.do?instanceid=14&itemid=154&style=default

Posiblemente la visión de estos conjuntos cavernarios, de restos óseos, en los que destacaban grandes calaveras, aparentemente, con una sola cuenca ocular en posición frontal, quizás fueron interpretados por los antiguos griegos, como auténticas necrópolis ciclópeas. Esta falsa interpretación, tal como sugirió el paleontólogo austriaco, Othenio Abel, habría podido ser el hecho desencadenante que inspiró la invención de las leyendas sobre peligrosos gigantes antropófagos, dotados de un solo ojo que habitaban en ciertas islas y que se refugiaban, junto con sus rebaños, en las cuevas cercanas a la costa, a los primeros descubridores de las grandes osamentas, los supersticiosos navegantes griegos, de los siglos X y IX a. C., muy influidos por la mitología griega, poblada de gigantes y monstruos.

En esta fotografía se puede apreciar el aspecto vagamente simiesco, y por tanto antropomórfico, de un pequeño esqueleto de elefante pigmeo (Elephas falconeri), perteneciente a una hembra joven, reconstruido a partir de restos hallados en la isla de Malta.
Nótese, en la parte anterior del cráneo, el orificio nasal en una posición central muy alta, lo que le proporciona una cierta semejanza con lo que podría ser una posible cuenca ocular única, situada en posición central frontal.
Imagen:
Elefante enano maltés


LOS HUESOS DEL HÉROE ESPARTANO ORESTES, ASTUTAMENTE RECUPERADOS.

Heródoto de Halicarnaso, en el siglo V a. C., describe en Historias, libro 1, cap. 68, que durante una larga guerra que, hacia el año 560 a.C., mantenían los espartanos contra los habitantes de la ciudad arcadia de Tegea, como los espartanos no conseguían vencer a sus enemigos en el campo de batalla, enviaron una delegación a consultar al oráculo de Delfos, para saber como podían congraciarse con los dioses para que éstos les diesen la victoria.
La solución era conseguir hallar los huesos del antiguo héroe espartano Orestes que estaban enterrados en algún lugar, ignorado, de Tegea. Se realizan distintas misiones con el objetivo de encontrar los huesos de Orestes, desenterrarlos secretamente, y llevárselos disimuladamente hasta Esparta, sin éxito alguno. Finalmente, Licas, un soldado veterano, recién retirado de la caballería espartana, se infiltra en Tegea y gracias a la buena suerte y la astucia, consigue su objetivo, localiza un ataúd de 3 m., que contiene un enorme esqueleto, sustrae los huesos y los hace llegar a Esparta. Los dioses, complacidos, premian a los espartanos, con la victoria sobre sus enemigos tegeos.

En tiempos modernos los arqueólogos y paleontólogos que han realizado excavaciones en la misma zona, donde estuvo ubicada la ciudad arcadia de Tegea, en la antigüedad, han descubierto abundantes restos óseos de proboscidios prehistóricos, tales como: elefante antiguo (Elephas (Palaeoloxodon) antiquus) del Pleistoceno Medio, mamut lanudo (Mammuthus primigenius) del Pleistoceno, mastodonte de Auvernia (Anancus arvernensis) del Mioceno superior al Pleistoceno.

Posiblemente, el famoso enorme esqueleto del afamado hijo, del célebre Agamenón, en realidad, era simplemente un vulgar esqueleto de algún proboscidio pleistoceno, confundido con el de un héroe, tal como sugiere George Huxley. Quien supuso que quién habría sido inhumado con todos los honores, por una confusión de identidad, habrían sido los restos óseos de un antiguo proboscidio, del mismo tipo de los antes mencionados. Tal cosa sucedió entre el siglo VIII y VII a. C., una época en la que parece ser que fue cuando se inició en el Peloponeso el antiguo culto a las supuestas "megarreliquias óseas" de los antiguos héroes míticos locales, cuyas hazañas imaginarias recogían los relatos míticos.


Aspecto vagamente antropomófico del esqueleto,
desarticulado, de un gran elefante africano  actual (Loxodonta africana). Todos los huesos aparecen organizados, en posición horizontal, antes de proceder a la limpieza, previa al ensamblaje del montaje articulado, para su posterior exposición en un museo de zoología.
El tamaño del taxidermista, agachado junto al cráneo, da una idea del tamaño relativo de ambos. Dada la relativa semejanza, entre esqueletos de proboscidios y de humanos, es obvio que en el caso del hallazgo de un conjunto de huesos semejantes a los que se muestran aquí, enterrados, es muy probable que tales huesos, fuesen confundidos con los de un gran gigante, en su tumba.
Imagen
: Loxodonta africana