por Heraclio Astudillo Pombo, DMACS-UdL.
EL REGISTRO FÓSIL "LOCAL", REFLEJADO EN CIERTOS TOPÓNIMOS ESPAÑOLES (2ª parte).
Características toponímicas de los etnopaleontotopónimos españoles
Toponimia menor
EL REGISTRO FÓSIL "LOCAL", REFLEJADO EN CIERTOS TOPÓNIMOS ESPAÑOLES (2ª parte).
Características toponímicas de los etnopaleontotopónimos españoles
Toponimia menor
Los topónimos españoles de motivación paleontológica o paleontotopónimos, en su gran mayoría, pertenecen a la categoría de la toponimia menor, es decir los nombres de lugar asociados a elementos geográficos de dimensiones modestas o pequeñas, p. e. "fuente de las Lentejas ", "barranco de los Fósiles", "cueva del Rinoceronte", "laguna de los los Huesos", etc. Raramente pertenecen a la categoría de la toponimia mediana, p. e. "sierra de las Caracolas", "valle de los dinosaurios", etc. y sólo muy excepcionalmente a la categoría de la toponimia mayor, p.e. "costa de los Dinosaurios".
Debido a que los nombres de lugar motivados por la presencia de determinadas clases de fósiles, casi siempre, se refieren a entidades geográficas y topográficas de dimensiones reales, sociales y culturales bastante modestas solo son conocidos y usados por la población local. Por este motivo raramente aparecen recogidos en la cartografía ni en los nomenclátores oficiales, pero sí en las listas topo-onomásticas correspondientes a la toponimia municipal o comarcal.
Toponimia descriptiva
La totalidad de paleontotopónimos españoles son de tipo descriptivo, pues intentan reflejar la singularidad del lugar, por el elemento que lo diferencia del entorno circundante, en este caso la personalidad paisajística les viene determinada por la presencia de fósiles o de un tipo de fósiles en particular.
La categoría de los topónimos paleontológicos españoles, es de tipo realista o analógico, pues está basada en la semejanza o parecido de los fósiles, existentes en ese lugar, con ciertos objetos naturales o artificiales que resultan muy familiares en ese entorno socionatural, p. e. las las conchas de los caracoles de tierra, de las caracolas de mar, las semillas de las lentejas, o del grano de trigo, los huesos de personas o de animales, la forma alada de las mariposas, el perfil de aves, forma de troncos, ramas, monedas, balas, etc.
P. e: "barranco de los Fósiles", "barranco de las palomitas", "cementerio de los Burros", "camino de las Moneditas", "barranco de los Dinerillos", "fuente de las Lentejas ".
Toponimia no normalizada
La mayoría de los topónimos españoles de motivación paleontológica, pertenecen a la categoría de los topónimos no normalizados, pues son de creación y uso, básicamente, popular y local. Por este motivo los etnopaleontotopónimos raramente aparecen recogidos en la cartografía oficial ni en los nomenclátores oficiales, pero sí en las listas topo-onomásticas correspondientes a la toponimia municipal o comarcal.
Tan sólo una pequeñísima parte de los topónimos españoles de motivación paleontológica pertenecen a la toponimia oficial, puesto que han sido establecidos por una autoridad competente, siguiendo un procedimiento administrativo apropiado y por haber sido publicados oficialmente por algún medio oficial de comunicación de la administración pública (Boletines oficiales, nomenclátores de poblaciones, cartografía oficial, etc.).
Toponimia moderna
Los paleontotopónimos que podríamos considerar tradicionales por su gran antigüedad son bastante minoritarios, pues son muy pocos los de origen previsiblemente antiguo. La mayoría de los etnopaleontotopónimos españoles parecen ser de creación bastante reciente (s. XIX-XXI). P. e.: "Torralba de los Huesos", "barranco de la Azabachera", "collado de las Lentejas", "cerro de las Balas", "solana del Caracolar", "calera de los Caracoles", "cueva de las Estrellitas", etc.
Toponimia fabulosa o legendaria
Toponimia fabulosa o legendaria
En ciertas ocasiones la denominación de un lugar se vincula con sucesos de tipo pseudohistóricos o totalmente imaginarios, pues se supone que la presencia de los fósiles ha sido la causada por la intervención de un personaje sobrehumano, p. e. el paso de ciertos santos o de sus caballerías, ciertos hechos milagrosos, determinados castigos divinos, una inundación diluviana, batallas de moros y cristianos, caídas de rayos, prodigios diabólicos, akelarres, etc. p.e.: "cerro de las Brujas", "pisada del caballo de Santiago", "salto de Roldán", "fuente de los Huesos", "cementerio de los Moros", "camino de las Patadas del Diablo", "cueva del Dragón"
Toponimia histórica o científica
En mucha menor medida, la denominación de un lugar se debe a razones de tipo histórico y científico, p. e. presencia de restos de determinadas especies comunes, hallazgos memorables de restos paleontológicos, exploración o explotación de recursos naturales de origen orgánico (quimiofósiles), etc., p.e.: "Villanueva del Río y de las Minas" de carbón, de lignito, de azabache, "sima del Elefante", "cueva del Rinoceronte", "cueva de los Osos"
Clasificación de los paleontotopónimos, seguida en este trabajo
En este trabajo, hemos clasificado los topónimos españoles de motivación paleontológica, siguiendo el sistema taxonómico utilizado por el Centro Nacional de Información Geográfica, para la expresión de la toponímia en el Mapa Topográfico Nacional a escala 1:25.000 que toma en consideración las siguientes clases de entidades geográficas básicas:
Clase 1- POBLACIONES Y CONSTRUCCIONES
Clase 2- COMUNICACIONES Y TRANSPORTE
Clase 3- OROGRAFÍA
Clase 4- HIDROGRAFÍA CONTINENTAL
Clase 5- HIDROGRAFÍA MARÍTIMA Y COSTA
Recordatorio
De los más de dos centenares de topónimos españoles, de motivación paleontológica, que llevamos recogidos, hasta el día de hoy, y que han sido extraídos de la toponimia de todas las provincias y comunidades españolas, mostraremos a modo de ejemplos de sus respectivas clases toponímicas, sólo una pequeña selección de paleontotopónimos escogidos de los etnopaleontopónimos españoles recolectados y registrados por quien escribe.
Recordemos que denominamos paleontotopónimos los nombres de lugar relacionados con fósiles que tienen un origen, más o menos moderno y han surgido en un entorno culto. Por el contrario, los nombres de lugar relacionados con fósiles que tienen un origen "relativamente" antiguo y han surgido en entornos populares los denominamos etnopaleontotopónimos.
- "Casas de Palomitas"
Nombre de un caserío del municipio de Villarluengo, en el Maestrazgo turolense (Teruel), el topónimo está motivado por la abundancia de fósiles de rinconelas, un tipo de braquiópodos, con abundantes pliegues en la concha (surcos y costillas), en los alrededores de este pequeño núcleo humano, estos fósiles del Jurásico, eran llamados palomitas por los lugareños de la comarca, debido a que puestos de una determinada manera, su perfil se asemejaba a la silueta de esta clase de aves.
- "Peranera"
Nombre de un pequeño caserío agregado antiguamente al municipio de Malpás y actualmente al de Pont de Suert (Pallars Sobirá, Lleida), el topónimo de pequeño núcleo humano está motivado por la coloración negruzca del promontorio rocoso donde se asienta el caserío.
El nombre del lugar, Peranera, significa Piedra Negra, en clara alusión a la coloración oscura de las rocas del lugar, con un alto contenido de materia orgánica por estar situado junto a un afloramiento de hulla antracitosa (quimiofósil), del periodo Carbonífero, de edad Estefaniense inferior y Estefaniense superior, cuyos materiales carboníferos aparecen dispuesta en estratos casi verticales.
- Torralba "de los Huesos"
Forma popular de referirse al pueblo de Torralba del Moral (Soria), por parte de los habitantes de los pueblos de sus alrededores. Esta expresión popular que fue usada, sobre todo, durante la primera mitad del siglo XX se mantuvo en uso hasta mediados de siglo.
Depósito temporal de los materiales expuestos en el Palacio de Villa Huerta del Marqués de Cerralbo del yacimiento de Torralba, en Torralba del Moral (Miño de Medinaceli, Soria). Hacia 1911. Archivo Cabré. IPHE. Ministerio de Cultura.
Imagen: http://http://www.blogger.com/www.mintramadrid.es/pdf/2-85-123.pdf
Forma popular de referirse al pueblo de Torralba del Moral (Soria), por parte de los habitantes de los pueblos de sus alrededores. Esta expresión popular que fue usada, sobre todo, durante la primera mitad del siglo XX se mantuvo en uso hasta mediados de siglo.
Depósito temporal de los materiales expuestos en el Palacio de Villa Huerta del Marqués de Cerralbo del yacimiento de Torralba, en Torralba del Moral (Miño de Medinaceli, Soria). Hacia 1911. Archivo Cabré. IPHE. Ministerio de Cultura.
Imagen: http://http://www.blogger.com/www.mintramadrid.es/pdf/2-85-123.pdf
El nacimiento del curioso topónimo popular estuvo motivado por el hallazgo, a principios del siglo XX, de una gran cantidad de grandes huesos fósiles enterrados en un cerro próximo. Se trataba sobre todo de huesos de elefantes antiguos (Palaeoloxodon antiquus), del Paleolítico inferior, que vivieron en esta zona hace unos 350 000 años. Fueron descubiertos, casualmente, los restos de unos 50 individuos, cuando se excavó una enorme zanja para colocar las vías del ferrocarril. En las excavaciones posteriores se extrajo una enorme cantidad de huesos que se acumularon y clasificaron en un almacén. Fue la visión de tantos huesos lo que impulsó a los comarcanos a aplicarle este nuevo nombre a la localidad de Torralba.
Nombre de una localidad minera, el topónimo fue motivado por la explotación del carbón de una pequeña cuenca carbonífera, se trataba de carbón de hulla (quimiofósil) de edad Westfaliense, existente en el término municipal de Villanueva del Río.
Castillete del Pozo 5 y chimenea de la central termoeléctrica de las minas de carbón de hulla de la localidad minera sevillana de Villanueva del Río y Minas.
Imagen: Wikipedia
Cuando en 1890, se abrieron las minas, acudió una gran cantidad de hombres para trabajar en la nueva mina. Al principio se formó un campamento minero que luego se transformó en una aldea y finalmente en un pueblo conocido como La Mina, por haberse formado en torno la mina de carbón. Ambas localidades estaban separadas por el río Huéznar y cuando algunos años más tarde ambos asentamientos se unificaron y sus nombres también se fusionaron para dar el nombre actual.
Esta localidad, también se ha sido conocida, como Villanueva de las Minas (de carbón) o Minas la Reunión (por la unificación de los dos núcleos humanos.