jueves, enero 15

In Memoriam (5)


En memoria de D. Santiago Lafarga Coscojuela (Naval, 1932 - Barbastro, 2015)

Con algunas semanas de retraso, como suele suceder en muchos de los casos en los que la persona fallecida reside en otra localidad y/o no se mantiene contacto frecuente y regular con ella, con su familia o con sus amigos, me enteré casualmente e inesperadamente del fallecimiento de D. Santiago Lafarga Coscojuela. Tal cosa sucedió al leer una nota de homenaje fúnebre publicada en el Nº 20 de la revista ARAGONIA (2014) revista que, en la actualidad, se publica anualmente, editada por la Sociedad de Amigos del Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza (S.A.M.P.U.Z.) de la que Santiago formaba parte como socio desde hacía muchos años 

Siempre que tengo conocimiento que ha fallecido alguna persona que me me había ayudado, personalmente, en la consecución de los objetivos de mis trabajos de investigación etnopaleontológica ibérica, me embarga el mismo sentimiento de tristeza, por la pérdida irreversible de aquella persona benefactora. Puesto que la muerte nos la ha arrebatado para siempre, tambén no ha arrebatado la posibilidad de volver a recurrir en busca de ayuda. Es comprensible que el impacto emocional de la noticia fúnebre sea diferente según sea cada caso. No es lo mismo encajar la noticia del fallecimiento de una persona con la que se ha estado frente a frente, en varias ocasiones o con la que se ha salido al campo a prospectar, que la de una persona con la que se ha mantenido una relación epistolar, en algunos casos de varios años, que la de otra con la que se ha mantenido un único contacto telefónico, por muy cercano y llano que haya sido en la conversación. Desgraciadamente, desde que empecé la publicación divulgadora de mis investigaciones en este blog, en 2008, ya he perdido para siempre, vari@s informantes y algun@s amig@s, corresponsales. 
Desde que me enteré de la mala noticia de su fallecimiento, Santiago Lafarga Coscujuela ya descansa en paz en nuestra memoria y permanece presente en nuestros recuerdos.



"Santiago Lafarga con sus fósiles"Fotografía original de José Luis Pano Cuello. aparecida en Ronda Somontano revista digital del Somontano de Barbastro, 16 noviembre de 2010.  
La exposición “Maravillas fósiles del mar de Aragón” estaba formada con una parte seleccionada de las colecciones paleontológicas de Santiago Lafarga. Estaba ubicada en el recinto de la Institución Ferial de Barbastro y abierta a los centros educativos y al público en general desde el 16 al 27 de noviembre de 2010. La exposición se montó con motivo del programa de Exposiciones y espectáculos científicos, organizados por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Barbastro y el centro de la UNED, para celebrar la Semana de la Ciencia, del año 2010 en Barbastro.


Recuerdos de nuestra breve relación telefónica, en febrero de 2011


Desde hacía años, en los ambientes paleontológicos de Barbastro y de otras localidades oscenses y aragonesas, eran conocidas la existencia y calidad de las colecciones de fósiles y, también, de los montajes escenográficos realizados con fósiles, denominados "fondos marinos fósiles de Aragón", reunidos por Santiago Lafarga Coscojuela un apasionado recolector y coleccionista de fósiles. También era conocido su largo historial y su enorme tesón como recolector de fósiles, pues toda esta información sobre Santiago Lafarga había publicada en diversos medios de comunicación aragoneses. En noticias, entrevistas y reportajes sobre Santiago Lafarga Coscojuela, además de su pasión por los fósiles quedaba patente su gran accesibilidad.
Disponiendo de esta clase de información y basándome en ella, en el mes de diciembre del año 201o, se me ocurrió que tal vez Santiago Lafarga a lo largo de sus muchos años de recolector paleontológico aficionado, había podido recibir o percibir algún tipo de información relacionada con la "paleontología popular", propia de los territorios en donde había estado recolectando fósiles, que pudiera serme de alguna utilidad etnopaleontológica.

Queriendo beneficiarme de los posibles conocimientos que Santiago Lafarga pudiera tener sobre cultura popular paleontológica aragonesa, acumulados durante su larga experiencia como recolector y coleccionista de fósiles por tierras de Aragón, hice lo que suelo hacer en otras ocasiones similares, intentar localizar en Internet algún medio telemático que me permita establecer contacto personal a distancia. Después de muchos intentos y bastante tiempo invertido, rastreando la Red de redes no pude localizar ninguna forma de contactar directamente con él. Por fortuna para mi, finalmente, pude localizar una dirección de correo electrónico, correspondiente a la empresa AGRAF SL, en Barbastro (Huesca) que por el nombre del titular debería tener alguna relación familiar con la persona con la que quería establecer contacto. Redacté un mensaje de correo  electrónico dirigido Miguel Ángel Lafarga, responsable de aquella empresa, explicándole los motivos no lucrativos de mi interés académico, por establecer contacto con Santiago Lafarga Coscojuela. Luego resultó que Miguel Ángel era su su hijo y que estaba de acuerdo en que yo pudiera contactar con su padre. En el correo de respuesta (7/01/2011) me informó que su padre no disponía de ninguna dirección personal de correo electrónico, ya que no utilizaba este medio de comunicación, solamente la comunicación telefónica. Me proporcionó un número de teléfono móvil y me recomendó un calendario y horario apropiados a las rutinas cotidianas de su padre, de forma y manera que su padre pudiera atenderme de una forma adecuada y satisfactoria para los intereses de ambos.

El día que le telefoneé a Santiago Lafarga, a media mañana del 11 de de febrero de 2011,  respetando las condiciones previamente impuestas por Santiago, tras presentarme y exponerle los motivos de mi interés académico por hablar con él, me dijo que de los temas que a mí me interesaba conocer, él no disponía de ninguna información. A pesar del aparente fracaso inicial, no dí por perdida y acabada aquella entrevista telefónica recién empezada, pues esperaba conseguir alguna información aprovechable para mis objetivos. Le fui mencionando algunos tópicos típicos entre buscadores y recolectores de fósiles en Aragón, para facilitarle el repaso de sus recuerdos como buscador y recolector de fósiles con una larga experiencia y muchos viajes por diferentes yacimientos aragoneses. Los resultados aunque pudieran resultar curiosos e interesantes para un no especialista en mi temática investigadora, muy útiles para escribir una entrevista periodística común, no me aportaban nada útil a mis propósitos
Sin embargo no me rendí, a pesar del mal resultado seguí hacia adelante, pasé a proporcionarle una serie de ejemplos de folclore paleontológico procedentes de distintos lugares de Aragón, a muchos de los cuales Santiago fue respondiendo citando lugares donde había yacimientos de ese tipo de fósiles, pero no fue capaz de proporcionarme nombres vulgares, ni topónimos derivados, ni creencias o prácticas populares supersticiosas, relacionadas con tales clase de fósiles. En esos momentos añoraba mi larga y fecunda relación epistolar con Alberto Serrano Dolader.

Por suerte para mis intereses, al final,  Santiago pudo rescatar de sus recuerdos algunas anécdotas que creyó que podrían serme útiles y satisfacer los motivos de mi contacto con él y me las fue relatando animadamente. 
De todas aquellas anécdotas que me fue relatando  Santiago Lafarga durante la larga conversación telefónica, distendida y amistosa, que mantuvimos aquella mañana del 11 de de febrero del año 2011, en los apuntes que fui tomando solo recogí  dos. Ya que su contenido resultaba apropiado a los objetivos de mis investigaciones. Que hoy van a ser dadas a conocer por ser apropiadas a los contenidos difundidos por este blog, dedicado a divulgar temas relacionados con la investigación de "paleontología popular" ibérica.

En un escenario muy semejante al que se ve en esta fotografía en B/N, publicada en 1974, debieron desarrollarse los acontecimientos que recoge la primera anécdota que me contó Santiago Lafarga. 
En primer término, capas de margas grises de ammonites piritizados y plicátulas. Carretera de Morella a Forcall. Al fondo el techo de la serie estratigráfica, de calizas de toucasias.Imagen: IGME


I- Los curiosos ammonites crecientes de Forcall, en   Castellón (com. Valenciana)

En cierta ocasión en la que Santiago había ido a recolectar fósiles, en la localidad castellonense de Forcall, allá por los años setenta del siglo XX, estando en un yacimiento en el que se encontraban ammonites piritizados, de un vivo color granate-rojizo, por estar superficialmente limonitizados. Mientras se dedicaba a recolectar, solamente recogía los ejemplares de pequeño tamaño, el lugareño que le acompañaba ejerciendo funciones de guía, le recomendó modificar su comportamiento recolector, diciéndole:

"No coja esos tan pequeños, ahora, y así, si vuelve el año próximo, como habrán crecido, podrá recogerlos cuando sean más grandes"

Al parecer, de nada sirvieron las explicaciones científicas y los razonamientos de sentido común que le dio Santiago a su acompañante, pues no lograron convencerle de que los fósiles no pueden crecer porque no están vivos. Puesto que el guía rural afirmaba que:

"Pues de un año para otro, yo veo los caracoles petrificados de este sitio, un poco más grandes que el año anterior"

De las dos frases del acompañante de Santiago Lafarga, se deduce que aquel hombre, casi a finales del siglo XX, aún conservaba una mentalidad naturalista propia del siglo XVIII. Puesto que era en aquella época, cuando se creía que los fósiles, se formaban espontáneamente en el interior de la tierra, dentro de la cual crecían vegetativamente y aumentaban de tamaño con el paso del tiempo. 


Típico aspecto oscuro, metálico y oxidado de varios ejemplares de "ammonites piritizados", bien conservados y limpios, mostrando los detalles del molde interno de la concha típicos de su género. 
Imagen: El mundo de los fósiles


También se puede deducir que el acompañante de Santiago desconocía porqué los "ammonites piritizados" o "núcleos piritosos de ammonites" que más interesan a los recolectores coleccionistas, son los de pequeño tamaño. El motivo de tal preferencia es que son más compactos y consistentes, conservan más perfectamente los detalles de sus formas características, por lo que resultan más fácilmente identificables los géneros y especies a que corresponden los moldes internos de las conchas.


II- Las piedras marinas fósiles, con formas raras y dibujos curiosos, del entorno de la montaña del Turbón, en Huesca (com. de  Aragón)

En otra ocasión, entre los años 2000 y 2002, en la que Santiago Lafarga circulaba en coche por una carreterilla local en dirección a la parte alta de la montaña del Turbón, al pasar por una pequeña aldea de "tres casas", del valle de Lierp, vio que había un cartel de cartón, sujeto al tronco de uno de los árboles que crecían junto a la carretera y junto a una de aquellas casas. En aquel anuncio comercial para forasteros ponía escrito en grandes letras mayusculas, trazadas a mano, una frase que, en aquel momento, le hizo sonreír por su evidente ingenuidad paleontológica y comercial:

"Se venden piedras marinas fósiles con formas raras y dibujos curiosos a 1 euro"

De la frase anterior se deduce que aquella persona que ofrecía, a los pocos viajeros que pasaban por aquel lugar, la venta de ejemplares de fósiles innominados que habían sido recolectados por los alrededores, se desprende que no parecía saber en absoluto qué era exactamente un fósil, a principios del siglo XXI. Tampoco parecía conocer que los fósiles en el mercado comercial "normal" tienen precios muy diferentes, según la rareza y la calidad de los ejemplares
Ademas, con su anuncio público, también demostraba desconocer totalmente que la Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico Español, prohibía desde el año 1985 la recolección comercial y el comercio de restos fósiles procedentes de la extracción realizada en cualquier lugar de todo el territorio español. 

La montaña del Turbón se ve al fondo de la imagen, vista desde la carretera que conduce a la localidad balnearia de Vilas del Turbón. En un paisaje no muy diferente a este, Santiago Lafarga debió encontrarse el cartel anunciador de la venta de fósiles que se han citado unas lineas antes.
Imagen: Crónicas motañeras



Tal vez algunos de los muchos amigos coleccionistas o paleontólogos que tenía Santiago Lafarga, ya conozcan estas dos anécdotas, por haberlas escuchado de su propia boca en alguna ocasión. Hoy las reproduzco aquí, para que todas aquellas personas que no las conocieran puedan disfrutar de ellas y sacar alguna enseñanza.
Además, creo que con los comentarios añadidos, el conjunto resulta más rico y más didáctico para aquellas personas que lean esta entrada de homenaje póstumo.


Fuentes

- Anónimo 
(1974). Memoria asociada al mapa de España de Rocas Industriales, de Vinaroz, hoja 48, E: 1:200.000. Cia. Gral. de Sondeos. IGME 
- Guerrero Peyrona, Joaquín (2015)Homenaje in memorian de Santiago Lafarga Coscojuela. Aragonia, 20 (2014). Sociedad de Amigos del Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza. 
- Lafarga Coscojuela, Santiago (2011). Comunicación personal por vía telefónica: 11/02 /2011
- Lafarga Rodríguez, Miguel Ángel (2011). Comunicación personal por e-mail: 07/01/2011

- Moreno-Bedmar, J. A. et al. (2010). Bioestratigrafía de los ammonites del Aptiense inferior (Cretácico Inferior) del Perelló (Tarragona). Cidaris, 30. VIII EJIP, 201-204. 
- Pano Cuello, (2010). Exposiciones y espectáculos científicos en la Semana de la ciencia en Barbastro. Ronda Somontano revista digital del Somontano de Barbastro, 16 noviembre de 2010.


sábado, enero 3

El registro fósil español y portugués, en el humor gráfico ibérico (4)

por Heraclio ASTUDILLO-POMBO. Universitat de Lleida

¡Año Nuevo, chistes viejos! (2)
Humor gráfico, paleontológico, creado por paleontólog@s de la UCM...  ¡ Hace la friolera de 50 años! (3)


Recapitulación: 

La última entrada que se dedicó al Humor gráfico, paleontológico, creado por paleontólog@s de la UCM...se publicó el pasado 3 de agosto con el subtitulo de Humor Colpista
En aquella entrada se mostraban cinco magníficos ejemplares, acompañados de los comentarios, más o menos, bien fundamentados de quien escribe estas líneas, con la intención de contextualizar, suficientemente, el asunto a l@s lectoras y lectores que por haber nacido bastante más tarde, no tuvieron la "suerte" de tener que vivir, en vivo y en directo, en las condiciones ambientales de aquella "gloriosa" época.


"
Recuerdos del futuro"  o  ¿La cólera de Dios?"

Este chiste sociológico-antropológico, no firmado por su autor/a, publicado en el nº 13 de COLPA, durante el año 1968, parece aludir, sarcásticamente, a una lamentable e ignominiosa situación de dominación del profesorado universitario sobre el indefenso alumnado
El dibujo parece intentar reflejar de forma satírica y vengativa, una situación "común" en la Universidad de aquella época oscura, hoy, ya lejana por suerte. Entonces, por regla general, las diferencias de estatus académico, eran muy marcadas en el trato y las relaciones cotidianas, entre clases universitarias. De entre todo el profesorado numerario, generalmente, eran los "cátedros" y sus "agregatas", los más reaccionarios y beligerantes, frente a  las exigencias de innovación didáctica, exigidas por el alumnado del Primer Ciclo. Las relaciones interpersonales entre las "clases" estudiantil y profesoral, no eran muy fluidas, en aquella época, pues el ascenso en escalfón jerárquico era muy deseado y respetado por los más "conservadores". Pero los aires de cambio social, económico y político empezaban a notarse en las universidades españolas, aunque no a velocidad que reclamaban los estudiantes y PNN más inconformistas, politizados o utópicos.


Imagen: Cortesía de Carolina Fuentes

Aunque todo el dibujo resulta muy elemental y esquemático, el oscuro personaje que se destaca del grupo, situado sobre el techo del autocar, muestra algunos detalles interesantes. Viste, íntegramente, de negro y parece lucir un "alzacuellos", indicios que apuntarían a que se trataría de un clérigo... Aparece voceando, a la ristra de cabizbajos "forzados", mientras maneja, inmisericorde, el látigo, triple, dotado de tres "cabezas" cubiertas de afilados garfios, es decir, es "el puto amo" que manda y ordena todo lo que deberán hacer sin rechistar los "pringaos" de los "indefensos" estudiantes matriculados en su asignatura. 

El texto al pie de la imagen, informa que se representa una excursión de trabajo práctico, relacionado con la asignatura de Paleontología Humana. Además, del "instrumental" técnico que portan l@s involuntari@s condenad@s a trabajo forzoso, en plena naturaleza, podría inducirse que el objetivo del "viaje de estudios" era el de dominar el noble y fino arte de explorar, a pico y pala, el terreno cuaternario. El desplazamiento desde el campus madrileño de la UCM, se habría realizado con la finalidad de poder practicar, “in situ”, la excavación sistemática y científica de un depósito paleontológico... en el que pudieran hallarse restos corporales o culturales de humanos prehistóricos. 

Según la Wikipedia,Emiliano Aguirre no fue profesor agregado y profesor de la asignatura  Paleontología de Vertebrados y Humana, en la Universidad Complutense de Madrid, hasta 1971 y como el chiste se publicó en el nº 13 del COLPA, en  1968, la incongruencia de fechas parece indicar que existe "un intríngulis espacio-temporal"...
Según la Wikipedia Emiliano Aguirre  durante el curso 1967-1968 fue profesor visitante de Antropología en la Pontificia Universidad Católica del Perú y en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima.... parece ser que el chiste intentaba recordar episodios del pasado... o a augurar sucesos del futuro!
Como sabemos que Emiliano Aguirre había participado con gran asiduidad y bastante dedicación, en excavaciones paleontológicas realizadas en Torralba y Ambrona, en Soria, suponemos que tal vez la autora del chiste aludiese a un viaje de prácticas, realizado, algunos años atrás, para excavar en alguno de los dos yacimientos citados, bajo la enérgica dirección de un exigente profesor de clases prácticas, beligerante con el desinterés, la desidia o la incompetencia o de algun@s estudiantes poco interesados en los aspectos prácticos de la materia académica.

Como el chiste no aparece firmado, no se puede saber con total certeza quien fue su autor pero según Carolina Fuentes, su autora fue María Cándida Marcos Fernández. Sabemos por el BOE "que a la sazón" tenía 20 años... y por lo que parece se desprenderse de su dibujo, que tenía pocas simpatías por el paciente, sistemático, rudo y duro trabajo de campo, del excavador paleontológico y, sobre todo, por las formas de "motivación extrínseca" propias de los métodos didácticos utilizados por el profesorado de aquella época.

Sabemos por el contenido de la ORDEN ministerial de 8 de septiembre de 1971, publicada en el B.O.E. Núm. 248 del 16 octubre 1971, que Doña Maria Cándida Marcos Fernández, era nombrada Catedrática de Ciencias Naturales para la plaza del Instituto Nacional de Enseñanza Media de Collado-Villalba. Esta meteórica incorporación al nivel más alto del funcionariado docente de la Enseñanza Secundaria, sucedía, tan sólo, transcurridos tres años, desde la publicación del polémico y controvertido dibujo "colpero" y con 23 años de edad de la autora, todo un récord de velocidad en el ascenso profesional y curricular.
Si algún/a lector/a tiene información fidedigna y contrastable, sobre este asunto, se le ruega nos haga saber su versión de los hechos aquí manipulados tendenciosamente.



"Viajando al pasado, cuando todo era mejor"

Contrariamente a lo que sucede hoy en día, en 1968 la Fiesta Nacional "gozaba de muy buena salud" y había universitari@s aficionados, al toreo. Por eso no resulta extraño que uno de ellos hubiese sustituido, jocosamente, a un vigoroso toro de lidia por un vibrante y sonriente "tricerátopo", coronado por una sangrientas divisa ganadera y un par y medio de enhiestas banderillas taurinas. 

Imagen: Cortesía de Carolina Fuentes

Carolina Fuentes apunta la posibilidad, dudosa, de que este chiste publicado en el nº 14 de COLPA, durante el año 1968, pudiera ser obra de María Cándida Marcos Fernández. Personalmente, discrepo abiertamente de tal atribución pues si se comparan el estilo gráfico, el mensaje y el redactado, opino que quién firmaba su "desprejuiciada" obra taurina con el alias "Mel", por fuerza, debió ser cualquier otra persona... Tal vez el autor y firmante, escogió como  firma artística la abreviatura de su propio apellido, un nombre archiconocido en la revista y el la Facultad de Ciencias: Meléndez. Sería posible que el pseudónimo Mel pudiera señalar hacia alguno de los diversos "hermanos Meléndez" que por entonces cursaban estudios de Geología o Biología en la UCM... o tal vez no.

Para facilitar a los lectores taurinófilos, especialmente abstruso en temática geológica y paleontológica, la comprensión de la graciosa situación, el autor del chiste redactó un texto explicativo, situado al pie. Aclarando que el extraño animal, híbrido de toro y rinoceronte, era un Dinosaurio y que tal situación, sólo podía suceder en el Cretácico, por ser éste, el último periodo geológico en el que persistió la existencia de este tipo de reptiles, antes de su dramática extinción
Sólo hay una "pequeña gran incongruencia cronológica"... toda la cultura y tecnología, representadas gráficamente, lógica y necesariamente tenían que provenir del "futuro", pues 65 millones de años atrás, nada de todo aquello podía estar pasando. Simplemente por la ausencia de la especie humana en el mundo y de su cultura festivo-taurina, tal incongruencia parece aludir a la posibilidad de hacer viajes, reversibles, en el tiempo, para organizar y disfrutar de sorprendentes eventos torosaurianos.



¿Dónde vas, cobarde? ¡No huyas, pecador de la pradera!

Este "chiste prehistórico-museológico", publicado en el nº 15 de COLPA, durante el año 1969, aparece firmado por D. Gil, sabemos por Carolina Fuentes que es obra de María Dolores Gil Cid y tal atribución ha de ser cierta pues aparece autentificado por al firma de la autora que coincide con la atribución.

Imagen: Cortesía de Carolina Fuentes

Representa el susto morrocotudo que habría podido experimentar un visitante despistado del Museo de Ciencias Naturales y creyente en fantasmas o resurrecciones de esqueletos... Si al pasar junto al esqueleto de un gran animal al que por su aspecto, dimensiones y posición expositiva, hemos supuesto el esqueleto articulado de un "oso de las cavernas" (Ursus spelaeus), se le hubiese enganchado, accidentalmente, la parte trasera de la chaqueta en uno de los elementos de separación y cerramiento del ejemplar. 
En aquella época, la posibilidad de la existencia real de fantasmas y de los muertos y sus despojos pudieran resucitar a la vida, no era sólo un tema propio de películas, series de TV o "cómics", de terror o de ciencia ficción, tal como ahora sucede. A finales de los años 60, todavía, la Iglesia incluía en sus sermones, hojas parroquiales, libros infantiles y juveniles sucesos "paranormales" de este tipo, como ciertos y repetidos, por lo que no es de extrañar que, el subconsciente de mucha gente, pudiera ser responsable de muchos sustos, provocados por causas ridículas y risibles que estaban presentes en el entorno cotidiano. En este caso, el escenario seleccionado para el susto, era una exposición de fauna fósil y el sujeto protagonista un señor de mediana edad, con americana, corbata y sombrero proyectable.



"¿Me lo dice o me lo cuentas, sra. Mayor?"

Este chiste de temática espeleo-paleontológica, publicado en el nº 16 de COLPA, durante el año 1969, 
sabemos por Carolina Fuentes que es obra de A. Palanca y confirmado por estar  firmado por su autor. Con toda probabilidad debió ser obra de Antonio Palanca Soler que, por entonces contaba "veintipocos" años de edad y estaba realizando los últimos cursos de Biología en la UCM. 
Según la opinión del joven autor, expresada gráficamente, muchos años antes de que la muy famosa Adrienne Mayor publicara su celebrado "The firths fossil hunters", nuestros "antepasados" ibéricos, se habrían interesado por la interpretación de los restos fósiles, miles de años antes de que lo hiciéran los griegos y los romanos y por supuesta antes de que nos interesáramos los científicos. 
Según la teoría de A. Palanca, nuestros antecesores paleolíticos no sólo, se habrían entretenido buscando, recolectando y acumulando huesos prehistóricos en sus habitáculos cavernarios, sino que además se habrían ocupado en intentar reconstruir los esqueletos, e incluso, preocupado en transmitir sus descubrimientos a sus futuros descendientes, escribiendo o grabando en la pared de la cavidad subterránea, los pasos a seguir para para repetir, con facilidad, rapidez y acierto, la gozosa experiencia anatómico-forense.

Imagen: Cortesía de Carolina Fuentes

Protagonizan el memorable suceso histórico de tan sorprendente descubrimiento científico, un tieso arqueo-paleontólogo, con bigotito recortado de estilo franquista, chaquetilla de barbero y sin casco protector, artefacto muy recomendable en toda clase de exploración subterránea. Sostiene en su mano derecha una enorme y anticuada lupa de mano, mientras se está alumbrando con una vieja lámpara minera de carburo, sostenida en una posición inapropiada. En el suelo de la caverna, yacen unos huesos entre los que destacan un cráneo completo de aspecto reptiliano que parece contemplar sorprendido el evento, rodeánle parte de una pelvis y dos huesos largos de las extremidades. Al fondo de la escena, un sonriente espeleólogo equipado con casco y lámpara frontal, parece estar más interesado en la contemplación de una representación artística, esquemática, de un bisonte del Paleolítico que al comentario del "profesor".


¡Y si no es así, desmiéntemelo!

Resulta muy difícil interpretar correctamente el "metasignificado" de este chiste, por falta de datos de contexto. Opinamos, desde nuestro profundo desconocimiento de la realidad reflejada en este chiste, que el profesor y el estudiante son meros comparsas y que el verdadero protagonista es el repelente personaje situado sobre la plataforma rodante y cubierto de telarañas, una forma satírica de indicar que el individuo no se puede desplazar autónomamente y que no lo ha hecho en muchísimo tiempo
Por el tipo de uniforme y el rótulo de la gorra, está claro que forma parte del personal uniformado de un museo, conociendo el contexto cultural de los lectores de la COLPA, quizá pertenecía a la plantilla del Nacional de Ciencias Naturales... aunque también podría pertenecer a la del Geominero... 

Imagen: Cortesía de Carolina Fuentes

El texto situada al pie, una elemental broma paleontológica, nos informa de que se trata de un guía "fosilizado", tal vez se aludía, metafóricamente, al hecho de que la escasez de grupos organizados de visitantes,  habría provocado la "fosilización" del guía del museo, por falta de actividad física y mental. 
Aunque, también podría ser que la metáfora utilizada, aludiera al hecho de que su avanzada edad, le dificultaba, física y mentalmente, llevar a cabo, dignamente, sus funciones profesionales y actividades laborales.

En esta ocasión, tenemos que discrepar, nuevamente, de la identidad propuesta por Carolina Fuentes para el autor, pues hatribuido la autoría de este chiste a A. Palanca, atribución que no comparto en absoluto, luego de comparar los estilos, gráficos y de redacción. Estoy convencido de que este chiste es obra de otro autor, distinto a A. Palanca



Agradecimientos:


Carolina Fuentes (blog paleontologico de carolina) y a Manuel Meijide (El Artesano  Numantino), por ayudarme a reunir y datar un material con el que poder cumplir mis objetivos de documentación paleonto-humorística española en la UCM de hace 50 años.


Se agradecerá a cualquier persona, bien informada, la aportación de datos relacionados con cada caso particular, mediante los que se puedan enmendar los errores cometidos, involuntariamente, por falta de conocimiento sobre el contexto sociológico y científico de cada historieta. 




Fuentes:

- Anónimo. Coloquios de Paleontología. Archivos. Revistas Científicas Complutenses
- Anónimo. Humor "Fósil" Chistes publicados en COL-PA y otras publicaciones.
Museo de la Geología de la UCM
- Anónimo. Indice de la revista Coloquios de Paleontología. Archivo de Revistas de la Universidad complutense de Madrid 

- Anónimo. Emiliano Aguirre Enríquez. Wikipedia
- Anónimo. Bermudo Meléndez Meléndez. Wikipedia
- Palanca Soler, Antonio. CV. Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología
-
Villaescusa Fernández, Lucía. 2011. Emiliano Aguirre Enríquez. Un paso adelante en la Paleoantropología española. ArqueoWeb, 13: 108-134. Universidad Autónoma de Madrid
- Villar Palasí, José Luis. 1971. ORDEN de 8 de septiembre de 1971. MINISTERIO DE EDUCACION y CIENCIA. B.O.E. Núm. 248 del 16 octubre 1971