domingo, septiembre 7

Decimoctavo Aniversario del blog FFI-1

El pasado 30 de agosto se cumplió el DECIMOCTAVO ANIVERSARIO del blog FOLKLORE DE LOS FÓSILES IBÉRICOS (30 de agosto de 2007 - 30 de agosto de 2025) ( 1ª parte)

Las "batallitas del abuelo" para rememorar y conmemorar los numerosos logros conseguidos y acumulados en los 18 años de funcionamiento del blog Folklore de los Fósiles Ibéricos (1)

El pasado día 30 de agosto, se cumplieron los dieciocho años de actividad informativa, de manera ininterrumpida, del blog FOLKLORE DE LOS FÓSILES IBÉRICOS. Este peculiar blog lleva funcionando casi cuatro lustros, dedicados a comunicar contenidos especializados de "etnopaleontología", un tipo de conocimientos que son muy raros y muy difíciles de encontrar en las fuentes informativas convencionales, tanto si son fuentes materiales como si son digitales. Esa actividad informativa se ha mantenido en Internet de una forma continuada, siendo ampliada de forma constante y regular, con nuevas entradas publicadas con una periodicidad mensual o quincenal. Habiendo publicado, hasta la fecha, un total de 330 entradas.

Este singular blog constituye un medio especializado en la comunicación de diversos aspectos sociales y culturales vinculados con los fósiles, aspectos "etnopaleontológicos" que resultan ser de ubicación geográfica muy local y de extensión social muy reducida, por lo que resultan ser muy poco conocidos y difícilmente localizables en fuentes informativas convencionales
El blog FOLKLORE DE LOS FÓSILES IBÉRICOS, durante estos últimos 18 años, ha estado divulgando contenidos que corresponden al campo de estudio denominado "paleontología popular" o "folclore paleontológico" y también otros  que corresponden al campo de estudio denominado "paleontología cultural", ambos son propios y característicos de diversas regiones geográficas y culturales de las diferentes que constituyen la Península ibérica. 

A lo largo de estos últimos 18 años se ha conseguido localizar, reunir y difundir una amplia recopilación de la variopinta y desconocida información "etnopaleontológica" que, de una manera u otra, y no sin esfuerzo, constancia y dedicación, se ha buscado, localizado y recogido por medio de la consulta de numerosas fuentes documentales, materiales y digitales y de la encuesta de algunas fuentes orales. Información que luego de ser analizada y valorada ha sido ofrecida, organizada temáticamente, al público internauta. 
Con considerable esfuerzo y dedicación creemos haber conseguido rescatar del olvido y salvar de la perdida definitiva, una enorme cantidad de información etnológica que relaciona la cultura popular, de la vida cotidiana, con determinados fósiles. Con su publicación en Internet se ha pretendido y conseguido dar a conocer numerosos casos de relaciones "etnopaleontológicas", característica de diferentes localidades de la península ibérica, un patrimonio cultural inmaterial que, de otro modo, se habría perdido inexorablemente para las futuras generaciones. Somos conscientes que intentar rescatar todo el patrimonio cultural inmaterial relacionado con el registro fósil ibérico, es una empresa imposible, puesto que mucho de ese patrimonio es actualmente inencontrable. Puesto que las fuentes orales potenciales de décadas y siglos anteriores ya no existen y muchas de las fuentes documentales, impresas o manuscritas, que registraban valiosa información han desaparecido por el efecto destructivo del paso del tiempo, en condiciones de conservación desfavorables.

Un buscador de libros viejos escudriña los lomos de decenas de libros ordenados o clasificados en los estantes repletos de una librería de libros de segunda mano, en la búsqueda de un tema, un autor o un título, particular. Imagen: 
Fotografía original de Antonio L. Juárez. Granada Digital  

Durante todos y cada uno de estos últimos dieciocho años, intensamente dedicados a la investigación y difusión etnopaleontológica y paleontológica cultural, sobre los casos de paleontología popular existentes en la península ibérica, el equipo multidisciplinar unipersonal, además de dedicarse a las tareas de investigación y edición, también se ha dedicado a las tareas de creación y divulgación de contenidos específicos que han ido apareciendo en el blog, quincenalmente o mensualmente. Ofreciendo a l@s lectores/as ciertos aspectos del registro fósil ibérico que son muy poco conocidos o totalmente desconocidos por ser la mayoría de ellos inéditos o haberse perdido las antiguas fuentes documentales y orales que los conservaban. Conocimientos que siempre resultan raros, curiosos o sorprendentes, relacionados con las diferentes influencias sociales y culturales del registro fósil ibérico en la cultura popular de diferentes localidades ibéricas. Es decir, se ha prestado atención a la detección, observación e interpretación de los usos y costumbres populares, antiguos y modernos, se han buscado y localizado narraciones y denominaciones populares, con la finalidad de poder detectar la existencia de determinadas influencias sociales y culturales del registro fósil, existente en diversas poblaciones del territorio ibérico, es decir, de España, Gibraltar y Portugal. En el territorio de Andorra no ha podido obtenerse ningún tipo de información relativa al folclore paleontológico local, un resultado bastante lógico si se tiene en cuenta la extraordinaria limitación del registro fósil andorrano (16 yacimientos), la distribución geográfica de las principales actividades económicas y la abrupta orografía del principado pirenaico.

En esta efeméride se celebran los dieciocho años de vida activa continua, de un blog dedicado, exclusivamente, a la divulgación etnopaleontológica y paleontocultural de alto nivel. Este singular Blog ha sido mantenido, desde su nacimiento en 2007, por un esforzado y competente equipo multidisciplinar unipersonal. Tan longeva y constante dedicación a la investigación y divulgación de un tema tan minoritario tiene un gran mérito, puesto que supone un esfuerzo constante, mantenido a lo largo de casi dos décadas en solitario y casi sin estímulos externos. Durante todos estos 18 años, nunca se ha aspirado a la simple supervivencia, ni a cubrir mediocremente el  expediente, ni a aportar información trivial, sustraída de otros blogs o extraída de publicaciones digitales populares. En la espalda y riñones de este equipo de picapedreros de alto nivel y de alta resistencia, empiezan a surtir efecto biomecánico y psicológico los casi cuatro lustros de esfuerzo continuado, con escasa gratificación social, situación que nos han impulsado a pensar en una necesaria, merecida y próxima fecha de jubilación bloguera. 
Imagen:  Freepik

Ya han transcurridos 18 años desde aquel lejano 30 de agosto de 2007, en el que se inició el proceso de divulgación etnopaleontológica ibérica, publicando en Internet la primera entrada. Pero hoy, en el recuerdo que guardamos en la memoria, ese momento lejano no nos parece tan lejano. Hoy tampoco se tiene consciencia cabal, precisa y cuantitativa de la gran cantidad de datos que se han conseguido hallar, reunir, analizar, valorar y ofrecer a los visitantes del blog. Una cantidad enorme de información relativa a una gran cantidad y variedad de casos particulares, relacionados con la "paleontología popular" propia de numerosas localidades ibéricas. 

Cuando se percibe conscientemente la avalancha cronológica de los 18 años ya transcurridos, tampoco se es completamente consciente del esfuerzo, mérito, valor y transcendencia de haber conseguido reunir y ofrecer la enorme cantidad de información etnopaleontológica a los anónimos visitantes del blog. Un tipo de información muy especializada que siempre se ha intentado publicar de una forma rigurosa, comprensible, amena, continua y regular, aunque no siempre se haya conseguido alcanzar alguno de estos objetivos. 

Podemos afirmar que "nos llena de orgullo y satisfacción", el haber ofrecido una información difícilmente encontrable de una manera fácilmente accesible y de consulta gratuita, puesto que nunca se han solicitado ni sugerido donativos económicos a l@s lectores/as. Los únicos donativos solicitados, y que muy raramente se han obtenidos, han sido los de información etnopaleontológica, centrada en casos conocidos existentes en localidades ibéricas. 

En la actualidad, personas de edades distintas y culturas diferentes, si quieren, pueden compartir e intercambiar sus intereses culturales sobre temas particulares. El fácil acceso a Internet y el buen criterio personal permiten, hoy día, la formación permanente de manera fácil, económica, autodidacta y ecléctica. Imagen: Shutterstock. 

Para poder beneficiarse del conocimiento temático de los contenidos que son ofrecido por este blog, ni siquiera es necesario conocer el idioma español, puesto que a l@s visitantes no hispanohablantes se les ofrece la oportuna opción de poder usar el traductor automático y gratuito de Google. Este ingenio tecnológico puede traducir a casi todos los idiomas más importantes del mundo, con bastante calidad y aceptable fidelidad, la información contenida en cada una de las numerosas entradas publicadas, originalmente, en idioma español.

Todo el enorme caudal de información temática, muy  especializada y poco difundida que, a lo largo de estos últimos 18 años, se ha logrado ir reuniendo, interpretando y ofreciendo en este blog, se ha mantenido permanentemente al alcance y disposición de cualquier persona o grupo interesado. Tanto si pretende iniciarse, profundizar o ampliar sus conocimientos, sobre etnopaleontología ibérica. El blog facilita esa información y formación por medio de la presentación de una serie extensa de casos muy específicos, muy localizados y muy poco divulgados que pueden hallarse reunidos en las numerosas entradas de este blog. 

El único requisito que puede limitar o impedir el acceso a los contenidos del blog, es que la persona interesada pueda, o no, conectarse a Internet, una posibilidad que la popularización del uso del teléfono móvil y el abaratamiento de las tarifas de conexión a Internet, han conseguido convertir el acceso a lar redes en una actividad cotidiana y casi  universal. Por lo demás, no hay restricciones de acceso de ninguna clase, no hay que conocer el idioma español, ni registrarse para acceder, ni hay hay que pagar nada.

El teléfono móvil actual, dotado de numerosas capacidades digitales, se ha convertido en un popular y ubicuo sustituto del ordenador o de la tableta, permitiendo realizar múltiples actividades en Internet. Como pueden ser la lectura o descarga de documentos o la ágil y rápida interacción con otras personas con las que se comparten intereses. Imagen: roams.es

Durante todos y cada uno de estos últimos 18 años se han estado publicando entradas o "posts" y difundiendo información temática especializada, con una periodicidad mensual o quincenal, según la disponibilidad de tiempo del equipo unipersonal editor del blog. Se ha tratado sobre interpretaciones, creencias, prácticas, aplicaciones y narraciones populares asociadas a diversos tipos fósiles, existentes en diferentes lugares de las distintas regiones de España, Gibraltar y Portugal. Procurando presentar, siempre, la información ofrecida de la forma más rigurosa, comprensible y amena que ha sido posible. A través de la consulta de las estadísticas del blog se ha podido comprobar que los visitantes más habituales suelen ser españoles o portugueses, que los más asiduos son europeos, iberoamericanos o norteamericanos, que los ocasionales son euroasiáticos o asiáticos y que los menos frecuentes son africanos.

Continuará

martes, agosto 12

Grandes huesos fósiles y gigantes imaginarios (9)

 Heraclio Astudillo Pombo

"Huesos de gigante" en la isla de Santa María (Azores), vestigios fósiles de gigantes atlánticos que no de míticos atlantes (1ª parte)

Introducción

En este blog, desde 2009, no se había vuelto a tratar sobre "huesos de gigante" ni de su relación directa con los restos fosilizados de megafauna terciaria, puesto que en aquel entonces se creía haber agotado el filón de las informaciones sobre los aspectos etnológicos del fenómeno osteo-gigantológico en el continente europeo y en los países costeros de la cuenca mediterránea

A pesar de que se disponía de abundante información sobre los numerosos casos de hallazgos y de los envíos a España de "huesos de gigantes" del continente americano, cuyos hallazgos habían sido reseñados por conquistadores y misioneros,  debido a su lejanía geográfica, se había decidido obviar el tratamiento de esos casos. Sus yacimientos estaban demasiado lejos de la península ibérica y del continente europeo por lo que se dejaron para una futura ocasión. La distancia oceánica mínima que  separaba los yacimientos costeros americanos más orientales de las costas más occidentales de la península ibérica, era de unos 5000 km.. Además en 2009 se desconocía la existencia del fenómeno osteo-gigantológico en la isla de Santa María (Azores) en territorio insular portugués. 

En 2010 se conoció, casualmente, la existencia de unos "huesos de gigante" en la isla de Santa María (Azores), en un trabajo de Mario Estevens & Sérgio Ávila aparecido en 2007 y que contenía un párrafo que parecía muy prometedor etnopaleontológicamente: "Finalmente, e igual de interesante, es el papel que han desempeñado estos fósiles de ballena en el folclore local de la isla de Santa Maria (Azores) y en la historia de la isla de Santa María, cuyas referencias populares se remontan a varios siglos atrás." 

Intimidante aspecto de un enorme gigante armado con una descomunal porra que cierra el paso a dos humanos comunes. Imagen: Trono mitológico  https://tronomitologico.blogspot.com/2021/01/los-gigantes-aloadas-oto-y-efialtes.html

Como la distancia de las islas Azores más orientalesa la costa oeste de Portugal, es de "sólo" unos 1.400 kilómetros, "poca cosa" si se compara con la enorme distancia de los yacimientos americanos y, además, como la cultura de estas islas es muy portuguesa y europea, puesto que han sido colonizadas por europeos. Se consideró que el caso de los huesos azorenses podía integrarse, sin problemas, en la sección etnopaleontológica europea. Así es que se inició la localización de la correspondiente información etnopaleontológica, con unas expectativas de éxito bastante elevadas, motivadas por el optimista contenido del párrafo de Mario Estevens & Sérgio  Ávila, antes citado. 

Se huroneó de manera sistemática y persistente por todo Internet, durante varios meses, a la búsqueda de toda clase de datos científicos y etnológicos, se buscó información utilizando palabras y frases clave en diferentes idiomas y bases de datos, se insistió en hemerotecas digitales, en archivos de prensa antigua española y portuguesa. Contra todo pronóstico y desafortunadamente para el desarrollo del proyecto investigador, la búsqueda resultó totalmente estéril. No se halló nada consistente ni inconsistente, sobre aspectos etnopaleontológicos ligados a la denominación popular portuguesa "ossos de gigante" u "ossos de gigantes" en relación a la isla de Santa Maria de las Azores.  Tal vez los documentos que trataban sobre el tema no habían sido "subidos" a Internet y permanecían ocultos, telemáticamente, en algún archivo inaccesible.


Nombre, edad geológica y localizaçión de los yacimientos fosilíferos más importantes de la isla de Santa Maria (Azores).

Con gran frustración por parte de quien escribe, por la incapacidad o imposibilidad para hallar la información que parecía anunciar el párrafo antes mencionado y con una gran decepción  por la aparente ausencia total de cualquier clase de datos etnopaleontológicos marienses localizables "online", temporalmente, se aparcó el tema. Confiando que algo más adelante se podrían localizar o/y se publicaría algún trabajo sobre el asunto y con la esperanza de que el futuro nos depararía mejor suerte y se conseguiría localizar algún documento antiguo o moderno que aportara datos que proporcionaran algo de luz a aquella investigación estancada que se había dejado "aparcada", temporalmente. 

Fue pasando el tiempo, los meses y los años, y no se conseguía encontrar nada nuevo que resultase útil para el avance de la investigación etnopaleontológica, por lo que el autor se fue olvidando del asunto de los "huesos" de los gigantes marienses y abandonando las tareas rutinarias de investigación, relacionadas.  

Recientemente, de manera casual, mientras se buscaba otro asunto se topó con el archivo de los huesos de gigantes marienses del 2010. Repasando y ojeando los materiales que se seleccionaron y guardaron entonces, el autor se dio cuenta de la singularidad zoológica de aquellos "huesos de gigante" y se decidió desempolvar el trabajo realizado años atrás, para adaptarlo y publicarlo en una entrada dedicada al tema en la que se rescataría una buena parte de lo que se guardó y escribió entonces.

Las islas Azores están situadas en medio del océano Atlántico y el grupo de las más orientales, entre las que se encuentra la isla de Santa María, están situadas a una distancia de,  aproximadamente, unos 1.400 kilómetros de Lisboa, la capital portuguesa. La distancia entre Lisboa y la isla más oriental de las Azores orientales, Santa María, es de unos 1.446 km. Esa relativa proximidad geográfica y la singularidad zoológica de los "huesos de gigante" marienses fueron los motivos que nos impulsaron a retomar el tema etnopaleontológico gigantológico, 16 años más tarde, después de haberlo considerado agotado y cerrado, 16 años antes.  


El mito de los gigantes humanoides en Europa

Cuando se trató el tema, ya se había comentado que las causas de la atribución mítica y gigantológica de grandes huesos fósiles o subfósiles, habrían sido la total ignorancia de la existencia de grandes animales, en tiempos prehistóricos (megafauna terrestre o marina), y la existencia, extensión e integración sociocultural de diversos relatos míticos vinculados con la literatura fabulosa de viajes a países lejanos o imaginarios habitados por gigantes, escrita por autores de la antigüedad clásica y también el conocimiento y respeto por los antiguos relatos  bíblicos ancestrales, vinculados con la religión cristiana y derivados de la conservación de varios mitos hebreos y de otros de la región del Mediterráneo oriental. Estas condiciones culturales habrían favorecido e inspirado la aparición de interpretaciones de tipo fabuloso y la invención de sus correspondientes narraciones legendarias, como una forma de difusión, conservación y transferencia de estas ideas. Las interpretaciones y narraciones de tipo fabuloso asociadas al hallazgo casual de grandes restos óseos se habrían iniciado y generalizado en la antigüedad remota, consolidado y difundido en la antigüedad clásica y habrían perdurado, con adaptaciones y sustituciones, hasta finales del siglo XVIII, o hasta mediados del XIX, e incluso hasta inicios del siglo XX, entre las clases populares. 

Hoy, después de pasados diez y seis años, se retorna al tema los "huesos de gigante" debido al hallazgo, relativamente reciente, de unos interesantes datos conocidos algo más tarde y luego olvidados, relacionados con este tema. Como tal información nos resultaba completamente desconocida, en el momento en que se canceló el tema este se dio por agotado. La recuperación de esa información olvidada durante tanto tiempo nos aportó un nuevo punto de vista que nos proporcionó una nueva visión que fue considerada como muy relevante para quien escribe. Tal relevancia estaba motivada por la singularidad del caso de los "huesos de gigante" azoreanos, puesto que si habitualmente los grandes huesos fósiles, motivadores de una atribución mítica relacionada con gigantes humanoides e inspiradores de alguna leyenda explicativa y justificadora, siempre correspondían a restos óseos de megafauna terrestre, en el caso de los gigantes mariense-azoreano los huesos fósiles corresponden a restos óseos de megafauna marina, resultantes de la destrucción y dispersión natural del esqueleto de grandes cetáceos prehistóricos: ballenas y cachalotes. 

Resulta sorprendente que un tipo de animales tan bien adaptados, anatómicamente, para la vida en el medio oceánico, motivo por el que se asemejan externamente a peces y por lo que carecen de miembros superiores, formados por huesos largos y los miembros inferiores casi totalmente atrofiados, hayan podido asociarse con seres imaginarios de aspecto humanoide. La explicación está en que cuando los huesos están desconectados, fragmentados y mal conservados lo único que puede inferirse de su aspecto es que se trata de hueso de mamíferos Los prejuicios culturales y la imaginación descontrolada harán el salto hacia los seres míticos. 


El probable origen económico de un hallazgo y de una vieja interpretación fabulosa de grandes huesos fósiles hallados en campo abierto

Hallazgos recientes de los restos óseos fragmentarios de grandes cetáceo confirmarían la posibilidad de que, muy probablemente, fuesen los antiguos hallazgos de restos óseos de este tipo de grandes mamíferos marinos, contenidos en las capas de rocas calizas marinas, intercaladas en capas de materiales volcánicos, la causa más probables de este tipo de interpretación, fuertemente influenciada por las fuentes de información bíblicas y la creencias religiosas de aquellas épocas fuertemente tradicionales y conservadoras

Cuenta la leyenda histórica portuguesa que el descubrimiento de la la isla de Santa María de las Azores se debió producir entre 1427-1432 y que la colonización se empezó a producir a partir de 1440. La necesidad de construir edificaciones para uso doméstico, industrial, comercial o defensivo, desde fecha tan temprana, habría obligado a los primeros habitantes a tener que buscar y recolectar diferentes tipos de materiales de construcción de origen local. 

Los primeros habitantes, explorando las potencialidades en recursos constructivos de aquel medio, posiblemente, descubrieron por casualidad que en determinados lugares de la isla había capas de roca caliza contenida entre capas de roca volcánica. La necesidad de obtener cal para ser usada como corrector de suelos volcánicos ácidos inaptos para el cultivo de ciertas varieades de plantas comestibles y la necesidad de cal como mortero y como revoque exterior y de bloques de piedra caliza de construcción, compactos, fácilmente tallables y escuadrables para elaborar elementos arquitectónicos, unos materiales muy necesarios para la construcción tradicional de muros de edificios, debieron estimular la prospección y explotación, por toda la isla de Santa María, en busca de todo tipo de rocas calizas, para su aprovechamiento como materiales de construcción y de mejora agrícola de suelos cultivables.

La relativamente escasa roca caliza se usó en la construcción de algunos de los edificios más emblemáticos de la isla, tales como iglesias y cementerios tanto en exterior como en el interior. La roca caliza se extraía de capas de poco espesor intercaladas entre capas de roca volcánica. Generalmente se trataba de gres calizo, de caliza arenosa, de conglomerados y brechas calizas que contiene una gran abundancia y diversidad de fósiles marinos, tales como gasterópodos, moluscos bivalvos, briozoos, equinodermos, dientes de tiburón y que en algunos lugares también podía contener escasos fragmentos de hueso de cetáceos, generalmente, bastante mal conservados, condición que dificulta mucho su identificación. Tales restos fósiles, antiguamente, en los primeros cinco siglos de ocupación, cuando predominaba una mentalidad precientífica pudieron haber sido interpretados e identificados de una manera muy distinta a la actual. 

Santa María es la única de las nueve islas que constituyen el archipiélago de las Azores constituida por una importante proporción de terrenos de origen sedimentario, en medio marino. Es en estos materiales en donde se pueden encontrar muchos fósiles marinos pertenecientes a diferentes grupos de invertebrados y también de algunos vertebrados, como son peces y restos óseos de grandes cetáceos.

La "Praia Formosa" está ubicada en la parroquia de Almagreira, en el municipio de Vila do Porto. Esta playa es una de las raridades de todo el archipiélago de los Azores, puesto que está constituida por arenas de tonalidades claras y de composición caliza. Cuando lo normal, en todo el archipiélago es que la arena de las playas sea de color negro o tonalidad muy oscura, por proceder de la disgregación de materiales volcánicos. Imagen: https://depositphotos.com/pt/

Habría sido en el transcurso de las vistas de prospección de materiales constructivos y durante los trabajos de extracción de roca caliza, destinada a la construcción, cuando se habrían ido descubriendo los grandes huesos y fragmentos óseos de cetáceos prehistóricos que estaban incluidos en las capas de materiales sedimentarios marinos de naturaleza caliza, dando origen los hallazgos de restos óseos a las interpretaciones míticas de aquellos vestigios fósiles.

"En Santa María, los fósiles de ballenas se conocen desde hace mucho tiempo, siendo llamados "ossos de gigante" (huesos de gigante) por los habitantes de la isla." (Ávila et al. 2018). 

Esta denominación popular de los grandes huesos fosilizados, producto de una interpretación de tipo fabuloso, es típica de los siglos XVI y XVII y pone de manifiesto que los habitantes de la isla de Santa María de esa época, como la mayoría de sus contemporáneos, en todo el mundo occidental, como desconocían la verdadera naturaleza zoológica de aquellos restos óseos, "petrificados", influidos por la literatura antigua, habrían atribuido su origen a vestigios óseos de gigantes humanoides míticos. Evidentemente, se trataba de unos personajes literarios absolutamente imaginarios. De tales gigantes imaginarios tenían un gran conocimiento literario, principalmente, debido a su conocimiento de las enseñanzas de los textos bíblicos del Antiguo Testamento, en los que se mencionaban en distintas ocasiones a este tipo de seres y, también de los textos literarios de antiguos autores griegos y latinos.  

"Ulises en la cueva de Polifemo", representación artística, de una escena sacada de la fabula mitológica de Homero, pintada por Jakob Jordaens (1593-1678), en la que relata como la astucia de Ulises le permitió salvar la vida de sus hombres y la suya propia, al conseguir burlar a un gigante, monóculo,  previamente cegado 

Imagen: Mitos. Odisea  http://web.usal.es/~hvl/Mitos/odisea.htm 

En occidente, en la época moderna, la interpretación de cualquier resto óseo de grandes dimensiones, fosilizado, hallado enterrado, semienterrado o superficial, como auténticos “huesos de gigantes” antediluvianos, procede de la conservación de ideas derivadas de la mitología clásica grecorromana, difundida en antiguos textos y de mitología hebrea y de su reflejo en algunos pasajes de los textos bíblicos. Ideas arcaicas que se conservaron hasta mediados del siglo XVIII entre las clases cultas y hasta mediados o finales del siglo XIX entre las clases populares, analfabetas y muy creyentes de los relatos bíblicos. En la Biblia se menciona, varias veces, a los gigantes como una clase de seres humanos de gran estatura y fuerza, de carácter violento y de instintos malvados que se enfrentan a los israelitas en varias ocasiones, siendo mencionados en varios pasajes del Antiguo Testamento. Algunos ejemplos notables de gigantes incluyen a Goliat, Og, los anaquitas y los nefilim. Los nefilim, en particular, son descritos como el resultado de la unión entre ángeles caídos y mujeres humanas, y se les atribuye una naturaleza violenta y sobrenatural. 

Representación gráfica del enfrentamiento entre un grupo de humanos y un nefelin a consecuencia de algún conflicto surgido en la convivencia con esta clase de gigantes. Imagen: https://www.jw.org/es/ense%C3%B1anzas-b%C3%ADblicas/preguntas/gigantes-nefilim/

Tal vez alguno de los primeros cronistas  de la colonización de las islas Azores mencionase el hallazgo de grandes fragmentos óseos, petrificados, en la isla de Santa Maria, refiriéndose a ellos usando la terminología propia de la época "ossos de gigantes", denominación que se habría transmitido a las generaciones posteriores, habiéndose conservado hasta tiempos relativamente recientes entre los habitantes de la isla de Santa Maria e incorporado a lagunas narraciones fantásticas o legendarias  populares.


Primeras referencias modernas al hallazgo de huesos fósiles en la isla de Santa Maria

"La primera información publicada sobre este asunto [los hallazgos de huesos fósiles de ballenas] data del siglo XIX, fue dada a conocer por Boid (1835), quien escribió: "En una parte del lado noroeste, difícilmente accesible, se puede ver un inmenso fémur fósil". Este hueso, localizado en Ponta do Pesqueiro, fue posteriormente identificado por Bedemar (1837) como un hueso de ballena (Estevens y Ávila, 2007)." 

Las ballenas carecen de apéndices posteriores, sin embargo, en su esqueleto, presentan vestigios de huesos homólogos a los miembros posteriores de otros tetrápodos (modificado de Ridley 1993). Imagen: https://www.researchgate.net/publication/271836334_Capitulo_4_EVIDENCIAS_A_FAVOR_DE_LA_EVOLUCION/figures?lo=1

Otros fragmentos fósiles de vértebras y costillas de cetáceos, reportados por autores posteriores (Cotter 1888-1892; Teixeira 1950; da Ferreira 1955; Zbyszewski y Ferreira 1962b) nunca fueron objeto de un estudio adecuado para poder identificar la verdadera naturaleza de aquellos restos óseos, como huesos de cetáceos. Seguir utilizando la antigua denominación "huesos de gigante", en el siglo XIX, era un arcaísmo mental y lingüístico.


Algunas muestras de los antiguos "huesos de gigante" recuperados en la época moderna más actual

Aunque los restos fósiles de grandes cetáceos hallados en diversos yacimientos paleontológicos marienses se conocen científicamente desde antes de mediados el siglo XIX (1835), el estudio más pormenorizado de ese tipo de restos fósiles se ha realizado en épocas muy, muy, recientes, durante el siglo XXI. En esta época el conocimiento científico y la mentalidad moderna habían descartado totalmente la posibilidad de que humanoides gigantes hubieran podido habitar aquellos parajes de la isla de Santa Maria, antes de que llegaran los descubridores y luego los ocupantes lusos, habiendo podido quedar sus restos óseos,  tras morir, enterrados o expuestos sobre el terreno en diversos lugares de la isla.

Diferentes vistas de un fragmento medial de la porción ventral del rostro de una ballena fósil dentada (odontoceto), asignado al género  Mesoplodon sp. Recolectado en el afloramiento de Assumada. A: Vista dorsal; B: Vista lateral izquierda; C: Vista ventral. Fotografía de Sérgio Ávila. Imagen: Fossil whales from the Azores

El primer estudio sistemático exhaustivo sobre las ballenas fósiles de la isla Santa María fue realizado por Estevens y Ávila (2007). Estos autores reportaron diez apariciones de cetáceos fósiles pertenecientes a dos subórdenes: Odontoceti (Ziphiidae), con una especie de Mesoplodon recolectada en el afloramiento de Assumada; y varios fragmentos óseos de costillas, vértebras y otras partes del esqueleto, asignados a Mysticeti (Balaenopteridae?), una especie aún no determinada.

Mapa
de la Isla de Santa María (Azores, Portugal)con la ubicación de las localidades en las que han aparicido restos de cetáceos fósiles en el Complejo Touril (Mesiniense-Zanclean) y en el Complejo Facho Pico Alto (Plioceno). La isla de Santa María, en el Grupo Oriental, es la única isla del archipiélago de las Azores con yacimientos fósiles. Se han identificado en esta isla un total de 15 yacimientos fósiles, que datan del Mioceno tardío y el Plioceno temprano, hace entre siete y cinco millones de años, además de seis yacimientos más recientes del Pleistoceno, con edades comprendidas entre 117.000 y 130.000 años, incluyendo el yacimiento de Prainha.  Imagen: Fossil whales from the Azores

De todas maneras hay que suponer que, en diversas ocasiones, durante los siglos precedentes (XV-XIX), algunos habitantes habrían podido encontrar, casualmente, algunos tipos de restos óseos de ballenas o cachalotes, en el transcurso de la realización de algunas de sus actividades cotidiana en el medio natural o rural. 

Diferentes vistas de una porción medial de una gran costilla derecha asignada a Balaenopteridae indet. 
Complejo Touril, en la Zona de Figueiral. A: Vista lateral, B: Vista posterior, C: Corte transversal del extremo proximal, D: Corte transversal del extremo distal. Fotografía de Sérgio Ávila.  Imagen: Fossil whales from the Azores

No sabiendo cómo identificarlos, ni conociendo casos similares, correctamente identificados, los habitantes de Santa Maria habrían relacionado aquellos restos óseos con sus conocimientos previos, de origen ancestrales. Les habrían venido a la mente los relatos de viajes a países exóticos de antiguos viajeros y sus accidentados encuentros con gigantes, escritos por antiguos autores griegos y romanos, inspirados en antiguos hallazgos de grandes huesos y osamentas de grandes animales prehistóricos
 interpretados como restos de héroes o gigantes mencionados en antiguos mitos de los países mediterráneos.  

Dos vistas de una vértebra lumbar asignada a la familia Balaenopteridae, recolectada en sedimentos del Complejo Touril, en la Zona de Figueiral. A: Vista anterior, B: Vista posterior. Fotografía de Sérgio Ávila.  Imagen: Fossil whales from the Azores

Otra fuente inspiradora de una interpretación fabulosa de los resto óseo hallados en siglos pasados, habrían podido ser los relatos bíblicos relacionados con los encuentros de los antiguos hebreos, con pueblos de gigantes o con mercenarios gigantes enrolados en las filas enemigas, en el transcurso de los 40 años que duró su migración después de abandonar Egipto, liderados por Moisés con destino a la tierra prometida.


Diferentes vistas del primer fragmento recuperado de una gran costilla izquierda asignada a Balaenopteridae indet. 
Recolectado en sedimentos del Complejo Touril, en la Zona de Figueiral. A – Vista lateral, B – Vista medial, C – Vista anterior, D – Vista posterior, E – Corte transversal esquemático del extremo proximal, F – Corte transversal esquemático del extremo distal. Fotografía de Sérgio Ávila.   Imagen: Fossil whales from the Azores


Continuará

domingo, abril 6

El registro fósil ibérico y el santoral católico, en la religiosidad popular de España y Portugal (24)

por Heraclio ASTUDILLO POMBO. Universitat de Lleida

Fósiles ibéricos relacionados, por la tradición popular española, con diversos santos y santas (12

Fósiles relacionados con santa Lucía de Siracusa, en la Comunidad valenciana 

Introducción

Con esta entrada, dedicada al caso particular de la provincia de Castellón de la Plana (Comunidad valenciana), se dará por finalizada la serie dedicada a la divulgación de los diferentes casos, reunidos por el autor, de todos aquellos géneros y especies de fósiles ibéricos que antaño fueron relacionados con santa Lucía de Siracusa, por la religiosidad popular de algunas de las distintas regiones españolas.

Aspecto tradicional de una escultura religiosa, moderna, con una representación típica de santa Lucía de Siracusa, con un par de ojos humanos expuestos sobre una bandeja. 
Imagen: St. Lucy, Xavier Society for the Blind, New York City.

La vida de Santa Lucía, situada hacia comienzos del siglo IV, fue recogida en el compendio de biografías de santos escrita por Santiago de la Vorágine, la denominada Leyenda Dorada, escrita y publicada el s. XIII. La representación gráfica de Santa Lucía, como figura humana aislada, se distingue por su atributo más característico: los ojos sobre una bandeja o en una copa. Raras veces aparece  representada llevándolos en la mano, dispuestos como si fuesen flores al final de un tallo, o clavados en la punta de un puñal o un pincho. Sin embargo, este atributo martirial de los ojos arrancados, tan típico de la santa, no aparece en las representaciones anteriores al siglo XIV, así es que en las representaciones anteriores a esta época, es decir, en las más antiguas, no los hallaremos.


Fósiles relacionados con santa Lucía de Siracusa, en Castellón de la Plana 

 Según la información recibida de nuestro informante castellonense, David Gómez de Mora, los campesinos de la zona norte de la provincia de Castellón, antaño, habían considerado que una cierta clase de piedrecitas, con una forma muy particular, eran unas piedrecitas prodigiosas. La creencia procedía del hecho que el aspecto y tamaño de esta clase de piedrecillas, las hacía relativamente semejantes a la córnea de un ojo humano. Debido a tal semejanza anatómica, las gentes de la zona mencionada las creían un prodigio de la naturaleza relacionado con santa Lucía, patrona de la salud ocular, y también como un maravilloso testimonio milagroso, recordatorio del martirio de santa Lucía de Siracusa. Puesto que la tradición popular religiosa afirmaba que los verdugos que habían torturado a la santa, antes de matarla, le habían arrancado los dos ojos. La presencia de tales piedrecillas, en determinados lugares, debían servir a los cristianos como un recordatorio del martirio sufrido por la santa, así como de la fidelidad a su fe cristiana y de su fortaleza ante las amenazas y torturas infligidos por sus pérfidos verdugos, pero también como un remedio para tratar sus dolencias oculares.

Aspecto de la superficie exterior, meteorizada, de un bloque de caliza de Palorbitolinas, en el que resultan bien visibles los contornos de los caparazones de los ejemplares individuales del macroforaminífero. Este resalte se debe a que la calcita que forma los caparazones resulta más resistentes al efecto descomponedor y disgregador de la disolución diferencial de la meteorización que la matriz rocosa
Imagen: Registre fòssil del Puig de l’Ermita de Vinaròs. https://www.amicsdevinaros.com/app/download/5793919639/maqueta+fossils+web.pdf

Aquellas "piedrecitas", supuestamente maravillosas y benéficas, popularmente, 
eran denominadas "pedres de santa Llúcia" (piedras de santa Lucia), aunque en realidad, sencillamente sólo eran los caparazones fosilizados de un determinado tipo de foraminíferos gigantes, científicamente, denominados Palorbitolina lenticularis. Este tipo de fósiles marinos cretácicos, pueden hallarse formando parte integrante de rocas sedimentarias de naturaleza caliza, compactas y coherentes (calizas), arenosas, compactas y más o menos coherentes (areniscas) o fácilmente disgregables (margas), en cuya matriz rocosa forman agregados, más o menos, densos y compactos. Pero también pueden hallarse individualizados y sueltos, por haberse desprendido de su matriz rocosa, por el efecto desagregador de la meteorización o/y la erosión. 
Los caparazones fósiles de esta clase de macroforaminíferos cretácicos son muy abundante en el sur de la provincia de Tarragona y el norte de la de Castellón de la Plana, por lo que es fácil encontrarlos en diferentes lugares de esas zonas. Algunos de ellos situados en el entorno, más o menos, próximo de alguna ermita consagrada al culto de la santa siracusana, circunstancia que facilitaría, aún más fácilmente, la vinculación con la santa, patrona de la protección de visión.

Aspecto de una acumulación de ejemplares de Palorbitolina lenticularis, resultan visibles por ambas caras, la cóncaba y la convexa
Imagen: Registre fòssil del Puig de l’Ermita de Vinaròs. Manuel Domingo García Sanz https://www.amicsdevinaros.com/app/download/5793919639/maqueta+fossils+web.pdf

Las personas más mayores de las comarcas norteñas de Castellón (Alt Maestrat, Baix Maestrat y Ports), compartiendo sus recuerdos de infancia y juventud, comentaban que, antiguamente y hasta mediados del siglo XX, las personas más devotas de santa Lucía, la santa defensora de la salud de los ojos y protectora de la visión, más necesitadas su ayuda o de su protección, acostumbraban a pasarse "pedres de santa Llúcia" por encima de los parpados, con la finalidad de prevenir la aparición de todo tipo de enfermedades oculares, el día en que se celebraba su festividad religiosa. Dolencias que antaño eran muy temidas entre los habitantes de las zonas rurales, por la falta de atención médica especializada, dificultades económicas y de desplazamiento a las ciudades  más cercanas, mejor dotadas sanitariamente. Puesto que tales dolencias podían llegar a disminuir la visión, temporalmente o permanentemente, llegando incluso a causar la ceguera total o parcial de las personas afectadas. Pudiendo incapacitar, más o menos, a las personas afectadas para llevar una vida totalmente normal, ya que podían restarles capacidad de trabajo,  autonomía personal y obtención de ingresos económicos.

Aspecto de una litografía antigua (1921) en la que aparecen representadas la anatomía del ojo humano y diferentes afecciones oculares. Ilustración médica de un libro de anatomía humana, de principios del siglo XX.
Imagen: Etsy.  https://i.etsystatic.com/5663576/r/il/c0a252/428321144/il_fullxfull.428321144_fdwr.jpg

Las "pedres de santa Llúcia", también eran utilizada, para tratar de prevenir la aparición de complicaciones oculares, en los casos de mordeduras o picaduras de animales en la cara, en las zonas más cercanas a los ojos.
En otras ocasiones, menos preocupantes, las "pedres de santa Llúcia" también se usaban como remedio casero popular para curar los orzuelos que ocasionalmente se formaban en el borde de los párpados. 

Fuentes

Gómez Mora, David (2024). Información personal, transmitida y recibida el 2-10-2024, por medio del Messenger de este blog en Facebook.

viernes, marzo 14

Arqueoetnopaleontología (20)

 por Heraclio Astudillo-Pombo, Universitat de Lleida

Los usos sociales y funciones culturales de los fósiles en la antigüedad, inducibles gracias a la necesaria contribución y la imprescindible colaboración de la arqueología moderna (17)

La revisión actual de la fauna fósil incluida en los antiguos hallazgos arqueológicos ibéricos ha permitido mejorar la identificación zoológica, la datación y la interpretación paleoetnológica (Quinta parte)   


Introducción

Se prosigue con la presentación, en formato "digest" y en versión traducida al castellano, del artículo "Fossils in Iberian prehistory: A review of the palaeozoological evidence"originalmente publicado en inglés en la revista Quaternary Science Reviews 250, en el año  2020. Dada su enorme transcendencia, desde nuestro punto de vista, para el estudio y conocimiento etnopaleontológico de las culturas locales de la antigüedad, en el ámbito de la península ibérica. 

Sus autores fueron Miguel Cortes-Sánchez, María D. Simón-Vallejo, José-Carmelo Corral, María del Carmen Lozano-Francisco, José Luis Vera-PeláezFrancisco J. Jiménez-Espejo, Antonio García-Alix, Carmen de las HerasRafael Martínez Sánchez, María Dolores Bretones García, Ignacio Barandiaran-Maestu y Arturo Morales-Muniz.

Hay que advertir al lector/a que desconoce esta advertencia, repetida en anteriores ocasiones, que como ha venido sucediendo en todas las entradas anteriores, cuyo contenido trataba sobre  temática arqueopaleontológica, el contenido de esta entrada también se basa en una selección de aquellas partes del texto original, consultado, que en nuestra opinión, estén especialmente relacionados con los objetivos específicos del blog Folklore de los Fósiles Ibéricos y podrían resultar más relevantes para nuestr@s lectores/as. El texto seleccionado previamente, luego ha sido reconstruido, con muy escasas modificaciones de contenido y de estilo originales. Las pocas modificaciones introducidas se han hecho con la finalidad de mejorar la comprensión de determinados conceptos, de cierta complejidad, por parte de aquell@s de nuestros lectores/as que no estén habituad@s o especializad@s en temática arqueológica ni paleontológica. Los comentarios personales aparecen en forma de párrafos escritos en letra cursiva.


3. Resultados (Cuarta parte/Continuación)  

Los diversos yacimientos revisados en la investigación arqueopaleontológica colectiva, se muestran ordenados cronológicamente, de mayor a menor antigüedad.

3.3. Otros yacimientos neolíticos con fósiles

3.3.1. El Tossal de les Basses y Les Jovades (Alicante)

Los trabajos publicados sobre el estudio arqueológico de dos yacimientos valencianos en cuevas neolíticas, 
registran dos casos de hallazgo de especímenes de caracolas marinas fósiles de mediano a gran tamaño. Corresponden al estudio arqueológico del Tossal de les Basses (Lujan y Rosser, 2013: Fig. 4.3), un cerro en la zona de la  Albufereta de Alicante, del IV milenio a.n.e. y al estudio arqueológico del poblado neolítico de Les Jovades (Pascual, 1993: 86, Fig. 6.3), en Cocentaina, (Alicante), del III milenio a.n.e.. 
Sus respectivos autores informan del hallazgo de una concha de caracola marina en ambos yacimiento, que identifican como pertenecientes al género contemporáneo "Strombus" o Srombus sp. La buena calidad de las representaciones de ambos ejemplares, en las ilustraciones de las respectivas publicaciones, permitió a los especialistas en paleomalacología identificar las verdadera identidad de ambas conchas, resultando en ambos casos como inequívocamente correspondientes a la especie Persististrombus latus (Gmelin, 1791).

Ejemplar fósil de la caracola marina de la especie Persististrombus latus (Gmelin, 1791), del Pleistoceno superior (117.000 a.), hallada en el Camp de Tir de Palma, Isla de Mallorca, (Islas Baleares),  Col. José Juárez Ruiz.
Imagen: Gastropoda Stromboidea: 
http://www.stromboidea.de/?n=Species.PersististrombusLatus 

Se trata de una especie fósil registrada, por primera, vez en los depósitos del periodo Tirreniano (1). Esta especie llegó a persistir hasta el Pleistoceno, coincidiendo sus últimos registros más recientes con el último periodo interglaciar (ca. 80000 a. a.n.e.). 
Se requieren nuevos estudios para determinar la procedencia geográfica de ambos ejemplares arqueológicos, para poder localizar sus yacimientos menos lejanos, en donde la especie aparezca como fósil autóctono. 
Se desconoce la función de uso, personal o social, que pudo haber tenido este tipo de gran caracola marina fósil, hace entre 5000 y 6000 años, en la cultura local de aquella época, en cada una de ambas comunidades sociales, relativamente cercanas en el tiempo y en el espacio. Parece ser que, en la antigüedad, las conchas marinas, fósiles o no, que formaban parte de los ajuares funerarios estaban relacionadas con la satisfacción de las necesidades del difunto, en la vida de ultratumba... 

3.4. Sitios arqueológicos de la Edad del Cobre, con fósiles

La Edad del Cobre es un periodo cultural de enorme dinamismo social y pujanza económica que se desarrolló durante, aproximadamente, un milenio, entre los años 3200 y el 2200 antes de nuestra era. Durante ese extenso periodo de tiempo se produjeron diferentes innovaciones culturales que supusieron un importante desarrollo de la complejidad social de aquella época.

3.4.1. Tumba 5-Señorío de Guzmán, en Castilleja de Guzmán (Sevilla) 

En el mega-sitio arqueológico de Valencina de la Concepción - Castilleja de Guzmán (Sevilla), existe la denominada Tumba 5, del Calcolítico, en el Sector denominado Hacienda Divina Pastora-Urbanización Señorío de Guzmán

Entre el ajuar funerario documentado en este sitio, se halló un collar hecho de guijarros perforados y conchas contemporáneas de cauríes (Trivia sp.). La particularidad paleontológica del collar era que incluía un gran fragmento de un gran escafópodo que, originalmente, fue identificado como Dentalium por López et al. (2015)

Fig. 6B: collar del Señorío de Guzmán / Tumba-5; la concha fósil de escafópodo (Pi), situada abajo en el centro, corresponde a un ejemplar de la especie Paradentalium  inaequale

El análisis reciente realizado por especialistas en paleomalacología permitió comprobar que, en realidad, el ejemplar corresponde a una concha fósil de un escafópodo de la especie  Paradentalium  inaequale (Fig. 6B, Pi). 

Un estudio del ejemplar, en curso en el año 2019, debía poder determinar su más probable procedencia geográfica, localizando el lugar donde yacía como fósil autóctono. 

Como en otras muchas ocasiones, actualmente se desconoce si la función del fósil y de los demás elementos que componían el collar, tenían una finalidad común y ordinaria, como un objeto meramente ornamental o si pudo tener una finalidad extraordinaria de tipo espiritual o psicológico, al habérsele atribuido algunas capacidades protectoras de índole mágica, por alguna razón que hoy nos resulta desconocida. 


3.4.2. El Oficio, Cuevas del Almanzora, Almería

El Oficio es un yacimiento arqueológico argárico situado en la pedanía de Grima, en el municipio de  Cuevas del Almanzora, Almería, España. Se levanta sobre la cima y las laderas de un cabezo de 235 m de altura y de difícil acceso, ubicado en el norte de Sierra Almagrera, zona rica en metales. En su base hay dos pequeñas ramblas y tres fuentes naturales. El mar está a cinco km al E.

Miguel Cortes-Sánchez, uno de los autores del reciente estudio multidisciplinar de revisión de restos zoológicos antiguos hallados en contextos arqueológicos descubrió en una pulsera que actualmente se exhibe en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, varias cuentas de fragmentos de conchas de escafópodos, que atrajeron su atención (Fig. 6C: Pi, Ps). Los ejemplares  formaban parte de una pulsera compuesta de cuentas compuestas de materiales diferentes: concha, hueso, serpentina y cobre. 

Fig. 6 C: collar con fragmentos de conchas de escafópodos fósiles y cuentas de piedra y metal de El Oficio. Identificación de las especies de escafópodos fósiles:  Paradentalium inaequale (Pi);  P. sexangulum (Ps:). Imagen: "Fossils in Iberian prehistory: A review

Esta pulsera (Fig. 6C) con el número de inventario MAN-C1276, en los fondos del Museo Arqueológico Nacional de Madrid, fue reportada e ilustrada por primera vez por Siret y Siret, a finales del siglo XIX (1890: Fig. 63). 

El estudio reciente de la pulsera por especialistas en paleomalacología reveló la presencia de tres cuentas consistentes en fragmentos de conchas de escafópodos fósiles, consistentes en dos especímenes de  Paradentalium sexangulum y uno de P. inaequale. Un estudio en curso en 2019 debería determinar el lugar menos lejano como su lugar de procedencia como fósil autóctono.

Se desconoce la función específica que cumplían las conchas fósiles de escafópodos en la constitución del collar, si era de tipo ornamental, apotropáico o signalético...

3.4.3. Cueva sepulcral de Los Alcores,  Caravaca de la Cruz (Murcia) 

En la excavación de la Cueva sepulcral eneolítica de “Los Alcores”, en Caravaca de la Cruz (Murcia), se halló una gran caracola marina identificada como Srombus sp., una especie contemporánea (García, 1980). El estudio reciente del mismo espécimen, realizado por  especialistas en paleomalacología permitió comprobar que el ejemplar estaba en estado fósil y que pertenecía, en realidad, a la especie Persististrombus latus (Gmelin, 1791).

Parece ser que, en la antigüedad, las conchas marinas, fósiles o no, que formaban parte de los ajuares funerarios, estaban relacionadas con la satisfacción de las necesidades del difunto, en la vida de ultratumba... 

3.4.4. Otros sitios de la Edad del Cobre, con fósiles

Dos sitios de la Edad del Cobre con fósiles son Campo Real, con dos especímenes de  Paradentalium sexangulum noe (SI / PC / 56A / 1. Casa Museo Bonsor), y Casal do Pardo (Gonçalves et al., 2018), donde se recuperaron un Pecten maximus y tres dientes de tiburón. Estos últimos fueron identificados originalmente como tiburón azul: Prionace, pero la buena calidad de las ilustraciones nos permitió identificar a dos de ellos como pertenecientes a Isurus (o Cosmopolitodus) sp. y Hemipristis serra (Agassiz, 1843).
Como ya se ha mencionado en ocasiones anteriores, hoy día se desconoce cuál pudo ser la funcionalidad de estos fósiles en el contexto social y cultural de la comunidad que los valoraba positivamente.

3.5. Observaciones finales

Nuestra colección de 143 ejemplares está dominada por restos de escafópodos (83,2%), con un aporte anecdótico de restos de mamíferos (0,7%), que son los únicos fósiles de origen continental , y con aportes secundarios de dientes de tiburones (9,1%), restos de gasterópodos (4,2%) y de bivalvos. (2,8%) (Cuadro S3). 

En términos de pertenencia a períodos culturalesel Solutrense, que representa aprox. el 39,6% de los elementos paleontológicos y el 17% de los sitios arqueológicos y el Neolítico  que representa aprox. el 40% de los elementos paleontológicos y el 21,7% de los sitios  arqueológicos, constituyen la mayor parte de los registros arqueológicos, mientras que todos los demás períodos histórico-culturales son secundarios, cuando no son anecdóticos (Tabla S4).

Tomando los datos al pie de la letra, no se detecta ninguna tendencia temporal en términos de elementos paleontológicos o sitios arqueológicos que aumenten con el paso del tiempo, ya que sus contribuciones parecen fluctuar a lo largo de la secuencia temporal. Aún así, este fenómeno requeriría un análisis más detallado, dado que no solo los períodos paleolíticos son significativamente más duraderos (entre 5 y 12 ka) que los de épocas posteriores (1 e 2.8 ka), sino también porque los fenómenos probabilísticos, como ha sido el hallazgo de un collar con fósiles, puede sesgar mucho las muestras cuando son pequeñas.


4. Discusión

4.1. Fósiles en el registro arqueológico ibérico

En la literatura se detectaron un total de 490 fósiles de 62 sitios ibéricos adicionales y se compararon con nuestros registros (143 fósiles y 20 sitios). Ese proceso tomó varios años debido a las dificultades para localizar fuentes y especímenes (Tablas 2 y S2). Los registros publicados, que representan 82 sitios y 100 depósitos, van desde el Gravetiense hasta la Edad del Bronce (~ 34e4 ca ka BP).

Su ubicación geográfica y los elementos registrados en ellos aparecen en la Tabla S1 y la Fig. 12. 
Combinado, nuestro estudio ha elevado el registro ibérico de fósiles arqueológicos en más de un 20% en términos de sitios y en un ~ 24% (~ 40% cuando los fragmentos están excluidos) en términos de artículos. 
A pesar de que nuestra investigación se basó en en el uso de protocolos sólidos, la serendipia (azar favorable) también jugó un cierto papel, al final el factor decisivo en el proceso de localización de determinados elementos fue el ejercicio de aplicar el principio de que "un investigador/a consigue encontrar aquello que busca, una vez que ha aprendido qué es aquello que debe buscar ''. 
Este aumento sustancial en el números de hallazgos sugiere que las búsquedas equivalentes, realizadas en otros períodos históricos y "contextos culturales" deberían producir un aumento, igualmente significativo, en el hallazgo de registros.

4.1.1. Paleolítico superior

Hasta el momento de la investigación (2020) no se ha registrado la presencia de fósiles en los depósitos del Auriñaciense ibérico. 
Los fósiles gravetienses son escasos y están restringidos a los sitios arqueológicos cántabros (norte de España) (Fig. 12, Tabla 2). Estos restos fósiles incluyen tres gasterópodos marinos. Se trata de caracoles de tipo nerita, de la especie Neritina picta (Ferussac, 1823), procedentes de la cueva de Aitzbitarte III (Nivel III) y un cuarto ejemplar procedente del nivel E de La Garma (Álvarez, 2011; Álvarez y Avezuela, 2013). Tales ejemplares arqueológicos, de caracoles fósiles fueron perforados artificialmente, presumiblemente, para permitir que su propietario pudiera llevarlo colgando, ya fuese como ornamentación o símbolo de estatus personal o como un signo de identificación grupal o tribal. Se informa que todos esos ejemplares provienen de depósitos del Mioceno medio-bajo, los más próximos en la cuenca de Aquitania (Francia), (Álvarez y Avezuela, 2013). Los ejemplares del sitio de Aitzbitarte no pudieron ser estudiados directamente, pues no se pudieron encontrar, a pedido de los investigadores.
 
Además de los dientes fósiles de tiburones de Parpalló y de Aitzbitarte IV (secciones 3.3 y 3.6), otro diente de tiburón fósil solutrense es el de Otodus (Megaselachus) megalodon (Agassiz, 1843) encontrado en Higueral de Valleja (Cuadro 3). Este espécimen que no ha sido representado en ninguna parte, presentaba en sus bordes, originalmente dentados  "Claros rastros de su uso instrumental, en forma de bordes desgastados (Giles et al., 2012: 42), tal vez como herramienta cortante, punzante o raspadora.

La mayoría de los invertebrados fósiles de Solutrense que alberga el Museo de Altamira, muy posiblemente, podrían provenir de ciertos estratos de lugares cercanos, del Cretácico superior.
Breuil y Obermaier (1935: 207) informaron que las "espinas de Cidaris" halladas en la cueva de Altamira "en los niveles del Solutreano, posiblemente provenían, por desprendimiento natural, de la roca de las paredes de la cueva." Curiosamente, el estudio geocartográfico más reciente de la cueva de Altamira, no logró detectar ningún fósil, ni sus rastros, en las paredes de la cueva. Por esta razón, debe suponerse que los invertebrados fósiles de Solutrense que alberga el Museo de Altamira (es decir, 18 espinas de cidáridos [ANMRC-CE04172], dos caparazones de equinoideos de Holectypidae [ANMCR-CE00935] y un molde interno de braquiópodo de Rhynchonellidae [ANMCR-CE00933]), posiblemente provendrían de ciertos estratos del Cretácico superior, de lugares cercanos.

Fig. 12. Distribución de los yacimientos ibéricos con fósiles de animales. (A) Paleolítico superior-Epipaleolítico; (B) Neolítico; (C) Edad del Cobre; (D) Edad del Bronce.
Imagen: "Fossils in Iberian prehistory: A review

Finalmente, se ha descrito un fósil de cefalópodo marino de tipo nautiloideo (Mesozoico-Cenozoico) [ANMCR-CE01478], pero su procedencia geográfica y estratigráfica siguen sin estar claras. Aunque algunos de estos ejemplares inéditos están bellamente ilustrados en una publicación, (http://ceres.mcu.es/), al no haber podido estudiar los ejemplares, 
directamente, nos obliga a dejar su estatus taxonómico poco preciso, pudiendo determinar su identificación, únicamente, a nivel de familia zoológica.

Restos fósiles de megafauna, el Magdaleniense es el único período del Paleolítico Superior donde están documentados los resto fósiles de grandes mamíferos. Además del elefante de El Pirulejo (Elephas antiquus) (sección 3.9), el hueso no especificado de un rinoceronte del género Stephanorhinus fue recuperado en un nivel del Magdaleniense Superior en la cueva de El Castillo y 14C/AMS data de ~ 36.2 cal ka BP.
Este hueso posiblemente fue hallado en el campo y recogido: "... como un objeto especial, tal vez como un trofeo" (Bernaldo et al., 2006: 457). En el nivel IIIA de la cueva de Gorham, Gibraltar, se recuperó el fragmento de un molar superior de un rinoceronte de estepa Dicerorhinus cf. hemitoechus (Falconer, 1868), un sinónimo inválido de Stephanorhinus hemitoechus (Falconer, 1868) (Riquelme et al., 2011).
Dado que los restos óseo de la especie se encuentran en las brechas fosilíferas del Pleistoceno medio-superior de Gibraltar y en los depósitos musterianos de las cuevas de Gorham y Genista y que presumiblemente se extinguió alrededor de 40 ka AP, por lo tanto, el hallazgo debe representar un estado fósil (Currant et al., 2012). Aún así, dada la estrecha ventana temporal que existe entre el Magdaleniense y la extinción, postulada, de la especie, se requeriría una fecha absoluta precisa o un análisis geoquímico para certificar la certeza del estado fósil de este espécimen más allá de toda duda.

Los fósiles de invertebrados magdalenienses, publicados anteriormente, incluyen una amonita de Parpalló (actualmente, en paradero  desconocido) y un fragmento de coral de la cueva de Las Caldas que se había trabajado en forma de colgante (Pericot, 1942; Corchon y Ortega, 2017).

Invertebrados fósiles inéditos del Paleolítico superior son reportados por González y Freeman (2015: 42) en el contexto funerario del "Santuario de la mascara" del Magdaleniense Inferior (ca. 14 cal ka) de El Juyo, donde mencionaron “… una colección de moluscos marinos del Cretácico que normalmente están incrustados en las paredes de piedra caliza de esta cueva y que por sus caprichosas formas debieron llamar la atención de los cazadores de El Juyo.
En el restringido espacio de las tumbas se recogieron 21 de estos elementos ”. En este mismo santuario González y Freeman (2015: 53) también informaron del hallazgo de “fósiles (algunos de muy gran tamaño)… en un pozo de cimentación. De estos, dos braquiópodos del género Rhynchonella, que por el momento deberían dejarse con más seguridad solamente al nivel de la Orden (es decir, Rhynchonellida) y que se encuentran depositados en el Museo de Altamira pero que carecen de números de catálogo. El Museo de Altamira alberga dos ejemplares adicionales, inéditos, de este mismo tipo de braquiópodo procedentes de los niveles del Magdaleniense Superior Final, hallados en la cueva de La Pila y que también carecen de números de catálogo (Gutiérrez et al., 2000). Al no haber podido tener acceso directo a ninguno de estos 25 especímenes, debemos dejar abiertos la mayoría de los problemas relacionados con ellos.


Notas 

(1) Tirreniano. Periodo geológico de la serie marina del Pleistoceno, de la era Neozoica, (Tirreno de Issel, 1914), siguiendo a los periodos Calabrés y Siciliano, con estratos de caracoles (Strombus) y con fauna que incluye algunas especies senegalesas y por tanto con la impronta de un clima cálido.