viernes, marzo 14

Arqueoetnopaleontología (20)

 por Heraclio Astudillo-Pombo, Universitat de Lleida

Los usos sociales y funciones culturales de los fósiles en la antigüedad, inducibles gracias a la necesaria contribución y la imprescindible colaboración de la arqueología moderna (17)

La revisión actual de la fauna fósil incluida en los antiguos hallazgos arqueológicos ibéricos ha permitido mejorar la identificación zoológica, la datación y la interpretación paleoetnológica (Quinta parte)   


Introducción

Se prosigue con la presentación, en formato "digest" y en versión traducida al castellano, del artículo "Fossils in Iberian prehistory: A review of the palaeozoological evidence"originalmente publicado en la revista Quaternary Science Reviews 250, en el año  2020. Dada su enorme transcendencia, desde nuestro punto de vista, para el estudio y conocimiento etnopaleontológico de las culturas locales de la antigüedad, en el ámbito de la península ibérica. 

Sus autores fueron Miguel Cortes-Sánchez, María D. Simón-Vallejo, José-Carmelo Corral, María del Carmen Lozano-Francisco, José Luis Vera-PeláezFrancisco J. Jiménez-Espejo, Antonio García-Alix, Carmen de las HerasRafael Martínez Sánchez, María Dolores Bretones García, Ignacio Barandiaran-Maestu y Arturo Morales-Muniz.

Hay que advertir al lector/a que desconoce esta advertencia, repetida en anteriores ocasiones, que como ha venido sucediendo en todas las entradas anteriores, cuyo contenido trataba sobre  temática arqueopaleontológica, el contenido de esta entrada también se basa en una selección de aquellas partes del texto original, consultado, que en nuestra opinión, estén especialmente relacionados con los objetivos específicos del blog Folklore de los Fósiles Ibéricos y podrían resultar más relevantes para nuestr@s lectores/as. El texto seleccionado previamente, luego ha sido reconstruido, con muy escasas modificaciones de contenido y de estilo originales. Las pocas modificaciones introducidas se han hecho con la finalidad de mejorar la comprensión de determinados conceptos, de cierta complejidad, por parte de aquell@s de nuestros lectores/as que no estén habituad@s o especializad@s en temática arqueológica ni paleontológica. Los comentarios personales aparecen en forma de párrafos escritos en letra cursiva.


3. Resultados (Cuarta parte/Continuación)  

Los diversos yacimientos revisados en la investigación arqueopaleontológica colectiva, se muestran ordenados cronológicamente, de mayor a menor antigüedad.

3.3. Otros yacimientos neolíticos con fósiles

3.3.1. El Tossal de les Basses y Les Jovades (Alicante)

Los trabajos publicados sobre el estudio arqueológico de dos yacimientos valencianos en cuevas neolíticas, 
registran dos casos de hallazgo de especímenes de caracolas marinas fósiles de mediano a gran tamaño. Corresponden al estudio arqueológico del Tossal de les Basses (Lujan y Rosser, 2013: Fig. 4.3), un cerro en la zona de la  Albufereta de Alicante, del IV milenio a.n.e. y al estudio arqueológico del poblado neolítico de Les Jovades (Pascual, 1993: 86, Fig. 6.3), en Cocentaina, (Alicante), del III milenio a.n.e.. 
Sus respectivos autores informan del hallazgo de una concha de caracola marina en ambos yacimiento, que identifican como pertenecientes al género contemporáneo "Strombus" o Srombus sp. La buena calidad de las representaciones de ambos ejemplares, en las ilustraciones de las respectivas publicaciones, permitió a los especialistas en paleomalacología identificar las verdadera identidad de ambas conchas, resultando en ambos casos como inequívocamente correspondientes a la especie Persististrombus latus (Gmelin, 1791).

Ejemplar fósil de la caracola marina de la especie Persististrombus latus (Gmelin, 1791), del Pleistoceno superior (117.000 a.), hallada en el Camp de Tir de Palma, Isla de Mallorca, (Islas Baleares),  Col. José Juárez Ruiz.
Imagen: Gastropoda Stromboidea: 
http://www.stromboidea.de/?n=Species.PersististrombusLatus 

Se trata de una especie fósil registrada, por primera, vez en los depósitos del periodo Tirreniano (1). Esta especie llegó a persistir hasta el Pleistoceno, coincidiendo sus últimos registros más recientes con el último periodo interglaciar (ca. 80000 a. a.n.e.). 
Se requieren nuevos estudios para determinar la procedencia geográfica de ambos ejemplares arqueológicos, para poder localizar sus yacimientos menos lejanos, en donde la especie aparezca como fósil autóctono. 
Se desconoce la función de uso, personal o social, que pudo haber tenido este tipo de gran caracola marina fósil, hace entre 5000 y 6000 años, en la cultura local de aquella época, en cada una de ambas comunidades sociales, relativamente cercanas en el tiempo y en el espacio. Parece ser que, en la antigüedad, las conchas marinas, fósiles o no, que formaban parte de los ajuares funerarios estaban relacionadas con la satisfacción de las necesidades del difunto, en la vida de ultratumba... 

3.4. Sitios arqueológicos de la Edad del Cobre, con fósiles

La Edad del Cobre es un periodo cultural de enorme dinamismo social y pujanza económica que se desarrolló durante, aproximadamente, un milenio, entre los años 3200 y el 2200 antes de nuestra era. Durante ese extenso periodo de tiempo se produjeron diferentes innovaciones culturales que supusieron un importante desarrollo de la complejidad social de aquella época.

3.4.1. Tumba 5-Señorío de Guzmán, en Castilleja de Guzmán (Sevilla) 

En el mega-sitio arqueológico de Valencina de la Concepción - Castilleja de Guzmán (Sevilla), existe la denominada Tumba 5, del Calcolítico, en el Sector denominado Hacienda Divina Pastora-Urbanización Señorío de Guzmán

Entre el ajuar funerario documentado en este sitio, se halló un collar hecho de guijarros perforados y conchas contemporáneas de cauríes (Trivia sp.). La particularidad paleontológica del collar era que incluía un gran fragmento de un gran escafópodo que, originalmente, fue identificado como Dentalium por López et al. (2015)

Fig. 6B: collar del Señorío de Guzmán / Tumba-5; la concha fósil de escafópodo (Pi), situada abajo en el centro, corresponde a un ejemplar de la especie Paradentalium  inaequale

El análisis reciente realizado por especialistas en paleomalacología permitió comprobar que, en realidad, el ejemplar corresponde a una concha fósil de un escafópodo de la especie  Paradentalium  inaequale (Fig. 6B, Pi). 

Un estudio del ejemplar, en curso en el año 2019, debía poder determinar su más probable procedencia geográfica, localizando el lugar donde yacía como fósil autóctono. 

Como en otras muchas ocasiones, actualmente se desconoce si la función del fósil y de los demás elementos que componían el collar, tenían una finalidad común y ordinaria, como un objeto meramente ornamental o si pudo tener una finalidad extraordinaria de tipo espiritual o psicológico, al habérsele atribuido algunas capacidades protectoras de índole mágica, por alguna razón que hoy nos resulta desconocida. 


3.4.2. El Oficio, Cuevas del Almanzora, Almería

El Oficio es un yacimiento arqueológico argárico situado en la pedanía de Grima, en el municipio de  Cuevas del Almanzora, Almería, España. Se levanta sobre la cima y las laderas de un cabezo de 235 m de altura y de difícil acceso, ubicado en el norte de Sierra Almagrera, zona rica en metales. En su base hay dos pequeñas ramblas y tres fuentes naturales. El mar está a cinco km al E.

Miguel Cortes-Sánchez, uno de los autores del reciente estudio multidisciplinar de revisión de restos zoológicos antiguos hallados en contextos arqueológicos descubrió en una pulsera que actualmente se exhibe en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, varias cuentas de fragmentos de conchas de escafópodos, que atrajeron su atención (Fig. 6C: Pi, Ps). Los ejemplares  formaban parte de una pulsera compuesta de cuentas compuestas de materiales diferentes: concha, hueso, serpentina y cobre. 

Fig. 6 C: collar con fragmentos de conchas de escafópodos fósiles y cuentas de piedra y metal de El Oficio. Identificación de las especies de escafópodos fósiles:  Paradentalium inaequale (Pi);  P. sexangulum (Ps:). Imagen: "Fossils in Iberian prehistory: A review

Esta pulsera (Fig. 6C) con el número de inventario MAN-C1276, en los fondos del Museo Arqueológico Nacional de Madrid, fue reportada e ilustrada por primera vez por Siret y Siret, a finales del siglo XIX (1890: Fig. 63). 

El estudio reciente de la pulsera por especialistas en paleomalacología reveló la presencia de tres cuentas consistentes en fragmentos de conchas de escafópodos fósiles, consistentes en dos especímenes de  Paradentalium sexangulum y uno de P. inaequale. Un estudio en curso en 2019 debería determinar el lugar menos lejano como su lugar de procedencia como fósil autóctono.

Se desconoce la función específica que cumplían las conchas fósiles de escafópodos en la constitución del collar, si era de tipo ornamental, apotropáico o signalético...

3.4.3. Cueva sepulcral de Los Alcores,  Caravaca de la Cruz (Murcia) 

En la excavación de la Cueva sepulcral eneolítica de “Los Alcores”, en Caravaca de la Cruz (Murcia), se halló una gran caracola marina identificada como Srombus sp., una especie contemporánea (García, 1980). El estudio reciente del mismo espécimen, realizado por  especialistas en paleomalacología permitió comprobar que el ejemplar estaba en estado fósil y que pertenecía, en realidad, a la especie Persististrombus latus (Gmelin, 1791).

Parece ser que, en la antigüedad, las conchas marinas, fósiles o no, que formaban parte de los ajuares funerarios, estaban relacionadas con la satisfacción de las necesidades del difunto, en la vida de ultratumba... 

3.4.4. Otros sitios de la Edad del Cobre, con fósiles

Dos sitios de la Edad del Cobre con fósiles son Campo Real, con dos especímenes de  Paradentalium sexangulum noe (SI / PC / 56A / 1. Casa Museo Bonsor), y Casal do Pardo (Gonçalves et al., 2018), donde se recuperaron un Pecten maximus y tres dientes de tiburón. Estos últimos fueron identificados originalmente como tiburón azul: Prionace, pero la buena calidad de las ilustraciones nos permitió identificar a dos de ellos como pertenecientes a Isurus (o Cosmopolitodus) sp. y Hemipristis serra (Agassiz, 1843).
Como ya se ha mencionado en ocasiones anteriores, hoy día se desconoce cuál pudo ser la funcionalidad de estos fósiles en el contexto social y cultural de la comunidad que los valoraba positivamente.

3.5. Observaciones finales

Nuestra colección de 143 ejemplares está dominada por restos de escafópodos (83,2%), con un aporte anecdótico de restos de mamíferos (0,7%), que son los únicos fósiles de origen continental , y con aportes secundarios de dientes de tiburones (9,1%), restos de gasterópodos (4,2%) y de bivalvos. (2,8%) (Cuadro S3). 

En términos de pertenencia a períodos culturalesel Solutrense, que representa aprox. el 39,6% de los elementos paleontológicos y el 17% de los sitios arqueológicos y el Neolítico  que representa aprox. el 40% de los elementos paleontológicos y el 21,7% de los sitios  arqueológicos, constituyen la mayor parte de los registros arqueológicos, mientras que todos los demás períodos histórico-culturales son secundarios, cuando no son anecdóticos (Tabla S4).

Tomando los datos al pie de la letra, no se detecta ninguna tendencia temporal en términos de elementos paleontológicos o sitios arqueológicos que aumenten con el paso del tiempo, ya que sus contribuciones parecen fluctuar a lo largo de la secuencia temporal. Aún así, este fenómeno requeriría un análisis más detallado, dado que no solo los períodos paleolíticos son significativamente más duraderos (entre 5 y 12 ka) que los de épocas posteriores (1 e 2.8 ka), sino también porque los fenómenos probabilísticos, como ha sido el hallazgo de un collar con fósiles, puede sesgar mucho las muestras cuando son pequeñas.


4. Discusión

4.1. Fósiles en el registro arqueológico ibérico

En la literatura se detectaron un total de 490 fósiles de 62 sitios ibéricos adicionales y se compararon con nuestros registros (143 fósiles y 20 sitios). Ese proceso tomó varios años debido a las dificultades para localizar fuentes y especímenes (Tablas 2 y S2). Los registros publicados, que representan 82 sitios y 100 depósitos, van desde el Gravetiense hasta la Edad del Bronce (~ 34e4 ca ka BP).

Su ubicación geográfica y los elementos registrados en ellos aparecen en la Tabla S1 y la Fig. 12. 
Combinado, nuestro estudio ha elevado el registro ibérico de fósiles arqueológicos en más de un 20% en términos de sitios y en un ~ 24% (~ 40% cuando los fragmentos están excluidos) en términos de artículos. 
A pesar de que nuestra investigación se basó en en el uso de protocolos sólidos, la serendipia (azar favorable) también jugó un cierto papel, al final el factor decisivo en el proceso de localización de determinados elementos fue el ejercicio de aplicar el principio de que "un investigador/a consigue encontrar aquello que busca, una vez que ha aprendido qué es aquello que debe buscar ''. 
Este aumento sustancial en el números de hallazgos sugiere que las búsquedas equivalentes, realizadas en otros períodos históricos y "contextos culturales" deberían producir un aumento, igualmente significativo, en el hallazgo de registros.

4.1.1. Paleolítico superior

Hasta el momento de la investigación (2020) no se ha registrado la presencia de fósiles en los depósitos del Auriñaciense ibérico. 
Los fósiles gravetienses son escasos y están restringidos a los sitios arqueológicos cántabros (norte de España) (Fig. 12, Tabla 2). Estos restos fósiles incluyen tres gasterópodos marinos. Se trata de caracoles de tipo nerita, de la especie Neritina picta (Ferussac, 1823), procedentes de la cueva de Aitzbitarte III (Nivel III) y un cuarto ejemplar procedente del nivel E de La Garma (Álvarez, 2011; Álvarez y Avezuela, 2013). Tales ejemplares arqueológicos, de caracoles fósiles fueron perforados artificialmente, presumiblemente, para permitir que su propietario pudiera llevarlo colgando, ya fuese como ornamentación o símbolo de estatus personal o como un signo de identificación grupal o tribal. Se informa que todos esos ejemplares provienen de depósitos del Mioceno medio-bajo, los más próximos en la cuenca de Aquitania (Francia), (Álvarez y Avezuela, 2013). Los ejemplares del sitio de Aitzbitarte no pudieron ser estudiados directamente, pues no se pudieron encontrar, a pedido de los investigadores.
 
Además de los dientes fósiles de tiburones de Parpalló y de Aitzbitarte IV (secciones 3.3 y 3.6), otro diente de tiburón fósil solutrense es el de Otodus (Megaselachus) megalodon (Agassiz, 1843) encontrado en Higueral de Valleja (Cuadro 3). Este espécimen que no ha sido representado en ninguna parte, presentaba en sus bordes, originalmente dentados  "Claros rastros de su uso instrumental, en forma de bordes desgastados (Giles et al., 2012: 42), tal vez como herramienta cortante, punzante o raspadora.

La mayoría de los invertebrados fósiles de Solutrense que alberga el Museo de Altamira, muy posiblemente, podrían provenir de ciertos estratos de lugares cercanos, del Cretácico superior.
Breuil y Obermaier (1935: 207) informaron que las "espinas de Cidaris" halladas en la cueva de Altamira "en los niveles del Solutreano, posiblemente provenían, por desprendimiento natural, de la roca de las paredes de la cueva." Curiosamente, el estudio geocartográfico más reciente de la cueva de Altamira, no logró detectar ningún fósil, ni sus rastros, en las paredes de la cueva. Por esta razón, debe suponerse que los invertebrados fósiles de Solutrense que alberga el Museo de Altamira (es decir, 18 espinas de cidáridos [ANMRC-CE04172], dos caparazones de equinoideos de Holectypidae [ANMCR-CE00935] y un molde interno de braquiópodo de Rhynchonellidae [ANMCR-CE00933]), posiblemente provendrían de ciertos estratos del Cretácico superior, de lugares cercanos.

Fig. 12. Distribución de los yacimientos ibéricos con fósiles de animales. (A) Paleolítico superior-Epipaleolítico; (B) Neolítico; (C) Edad del Cobre; (D) Edad del Bronce.
Imagen: "Fossils in Iberian prehistory: A review

Finalmente, se ha descrito un fósil de cefalópodo marino de tipo nautiloideo (Mesozoico-Cenozoico) [ANMCR-CE01478], pero su procedencia geográfica y estratigráfica siguen sin estar claras. Aunque algunos de estos ejemplares inéditos están bellamente ilustrados en una publicación, (http://ceres.mcu.es/), al no haber podido estudiar los ejemplares, 
directamente, nos obliga a dejar su estatus taxonómico poco preciso, pudiendo determinar su identificación, únicamente, a nivel de familia zoológica.

Restos fósiles de megafauna, el Magdaleniense es el único período del Paleolítico Superior donde están documentados los resto fósiles de grandes mamíferos. Además del elefante de El Pirulejo (Elephas antiquus) (sección 3.9), el hueso no especificado de un rinoceronte del género Stephanorhinus fue recuperado en un nivel del Magdaleniense Superior en la cueva de El Castillo y 14C/AMS data de ~ 36.2 cal ka BP.
Este hueso posiblemente fue hallado en el campo y recogido: "... como un objeto especial, tal vez como un trofeo" (Bernaldo et al., 2006: 457). En el nivel IIIA de la cueva de Gorham, Gibraltar, se recuperó el fragmento de un molar superior de un rinoceronte de estepa Dicerorhinus cf. hemitoechus (Falconer, 1868), un sinónimo inválido de Stephanorhinus hemitoechus (Falconer, 1868) (Riquelme et al., 2011).
Dado que los restos óseo de la especie se encuentran en las brechas fosilíferas del Pleistoceno medio-superior de Gibraltar y en los depósitos musterianos de las cuevas de Gorham y Genista y que presumiblemente se extinguió alrededor de 40 ka AP, por lo tanto, el hallazgo debe representar un estado fósil (Currant et al., 2012). Aún así, dada la estrecha ventana temporal que existe entre el Magdaleniense y la extinción, postulada, de la especie, se requeriría una fecha absoluta precisa o un análisis geoquímico para certificar la certeza del estado fósil de este espécimen más allá de toda duda.

Los fósiles de invertebrados magdalenienses, publicados anteriormente, incluyen una amonita de Parpalló (actualmente, en paradero  desconocido) y un fragmento de coral de la cueva de Las Caldas que se había trabajado en forma de colgante (Pericot, 1942; Corchon y Ortega, 2017).

Invertebrados fósiles inéditos del Paleolítico superior son reportados por González y Freeman (2015: 42) en el contexto funerario del "Santuario de la mascara" del Magdaleniense Inferior (ca. 14 cal ka) de El Juyo, donde mencionaron “… una colección de moluscos marinos del Cretácico que normalmente están incrustados en las paredes de piedra caliza de esta cueva y que por sus caprichosas formas debieron llamar la atención de los cazadores de El Juyo.
En el restringido espacio de las tumbas se recogieron 21 de estos elementos ”. En este mismo santuario González y Freeman (2015: 53) también informaron del hallazgo de “fósiles (algunos de muy gran tamaño)… en un pozo de cimentación. De estos, dos braquiópodos del género Rhynchonella, que por el momento deberían dejarse con más seguridad solamente al nivel de la Orden (es decir, Rhynchonellida) y que se encuentran depositados en el Museo de Altamira pero que carecen de números de catálogo. El Museo de Altamira alberga dos ejemplares adicionales, inéditos, de este mismo tipo de braquiópodo procedentes de los niveles del Magdaleniense Superior Final, hallados en la cueva de La Pila y que también carecen de números de catálogo (Gutiérrez et al., 2000). Al no haber podido tener acceso directo a ninguno de estos 25 especímenes, debemos dejar abiertos la mayoría de los problemas relacionados con ellos.


Notas 

(1) Tirreniano. Periodo geológico de la serie marina del Pleistoceno, de la era Neozoica, (Tirreno de Issel, 1914), siguiendo a los periodos Calabrés y Siciliano, con estratos de caracoles (Strombus) y con fauna que incluye algunas especies senegalesas y por tanto con la impronta de un clima cálido.