martes, enero 28

El registro fósil, recogido y explicado por la literatura popular (5)

por Heraclio Astudillo Pombo, Universitat de Lleida, Dept. Medi Ambient i Ciències del Sòl


La leyenda de "las patadas del demonio", de la ermita de La Posa, en Isona (Pallars Jussà, Lleida)
Segunda parte

Recapitulación:

En la entrada publicada el 30 de septiembre pasado, se expuso la curiosa interpretación pre-científica, de tipo fantasioso-religioso, que hicieron los pobladores de la villa de Isona, hace algunos siglos, de un conjunto de numerosas concavidades, existentes en una superficie inclinada de roca caliza, cercana a una ermita dedicada a la Virgen María.
El que esto escribe pudo recoger, casualmente, una narración legendaria de boca de un habitante del lugar, tal relato popular debió servir para intentar comprender la presencia y explicar o justificar el origen de una inexplicable concentración de concavidades, en forma de una especie de rastros caóticos, constituido por numerosas concavidades, de origen desconocido. Tales depresiones aparecían a en cierto lugar de la ladera de un cerro, a la población leridana de Isona, sobre cuya cima se asentaba la ermita de la "Verge de La Posa".
De la primitiva explicación legendaria que debió ser ampliamente conocida en la subcomarca, a finales del siglo XX, sólo parecía haberse conservado un topónimo.



Causas más probables de la interpretación errónea, fantasiosa, religiosa y acientífica, de un indescifrable conjunto de concavidades en una superficie pétrea


Reflexión inicial:

Aunque esta entrada y la siguiente, así como su contenido, inicialmente, no estaban previstos, la recepción de un correo electrónico, ridiculizando a los desconocidos autores de la interpretación mítico-legendaria y de la correspondiente leyenda etiológica, me han motivado a redactar dos entradas en las que intentar defender a sus autores, explicar sus métodos y a justificar sus conclusiones, erróneas y estrafalarias.
Se equivocan, completamente, quienes puedan llegar creer que nuestro@s ancestr@s eran personas idiotas, por el hecho de llegar a idear interpretaciones de un fenómeno geológico, tan bizarras y alejadas de la realidad, confundiendo ciertas concavidades rocosas, con pisadas diabólicas.


Las personas sencillas, sin ninguna clase de conocimientos científicos, disponen de conocimientos empíricos y de concepciones del mundo real e imaginario, generadas por sus creencias comunes y su lógica particular, propias de comunidades de un determinado lugar y de una época histórica específica.
Pintura al óleo, de Jean-François Millet, titulada "Las espigadoras", realizada en 1857.
Imagen:
Jean-François Millet

Debe recordársele a quienes se mofan de las habilidades de los antiguos que nuestr@s antepasad@s han sido capaces, durante el último millón de años, más o menos, de interpretar de forma más o menos acertada todo aquello que estaba al alcance de sus capacidades sensoriales y era descifrable con sus capacidades intelectuales. Su aciertos en cuestiones realmente relevantes para la supervivencia, les permitieron superar situaciones muy adversas, sobrevivir a grandes catástrofes y sacar gran provecho de recursos naturales escasos. Sus logros ha hecho posible que tod@s nosotr@s estemos, hoy, presentes el el planeta y dispongamos de una cultura material e inmaterial, impensable hace sólo una medio siglo.



Situación y descripción del lugar:

El extraño fenómeno geológico, denominado popularmente "les potadas del demoni", "las patadas del demonio", aparece sobre la superficie de un afloramiento rocoso, muy próximo a la ermita de la Mare de Déu de La Posa. Un santuario muy popular y frecuentado por los habitantes de Isona y de otros núcleos habitados de los alrededores. Está a sólo 3 km. de distancia del pueblecito de Isona y 3,5 km. del de Sant Romà d'Abella, cercanía que facilita las romerías religiosas o/y recreativas.
El espacio conteniendo el conjunto de las supuesta marcas demoniacas, consistía en una zona en forma de triángulo invertido, situado en la ladera,  a unos 100 m., de distancia de la puerta principal del santuario mariano, en un lugar situado un poco 
más abajo del santuario mariano.

Ermita de la Mare de Déu de la Posa, en Isona, vista por su lado de Poniente. El flanco más próximo y mejor orientado a la zona con las marcas diabólicas. Fotografía original de Gustau Erill Pinyot
Imagen: Mare de Déu de La Posa


Las incomprensibles marcas cóncavas, de contornos redondeados, con formas circulares o elípticas, parecían haber sido vaciadas o estampadas sobre una superficie de roca arenisca. La ladera y la roca afectadas presentan una mediana pendiente, orientación NO e inclinación hacia el fondo del barranco que, antiguamente, era conocido como barranco de La Posa, a pesar de que tanto entonces como ahora, aparecía cartografiado con el nombre de barranco de Colomera.

Aspecto de una de los millares de concavidades existentes en el yacimiento icnológico de La Posa, una vez extraído el suelo y los cepellones de la vegetación que las "okupaba".
Ésta icnita debe medir unos 40 x 30 cm., aproximadamente, pero existen otras mayores o menores que comparten un aspecto semejante y un origen común. Fotografía de Gustau Erill i Pinyot
Imagen: Mare de Déu de La Posa



¿Es razonable imaginarse un posible "Making-of"?

Por lo que, sobre este extraño y legendario lugar, se ha podido averiguar, parece ser que, en los últimos siglos, sólo ha recibido una única interpretación mítico-legendaria. Protagonizada por el arcángel Gabriel, el ángel más poderoso de su gremio y por su antagonista el Diablo, el demonio más poderoso de su gremio. Según la leyenda y creencia popular, las marcas en la roca, atestiguarían la veracidad del relato y la ubicación del lugar del enfrentamiento entre entre ambos personajes, en la violenta disputa por el dominio de la ermita.
Para que pueda comprenderse cómo pudo ser posible que los lugareños de Isona llegasen a una interpretación que hoy día puede parecer tan estrafalaria, fantasiosa y poco acertada, se intentarán reconstruir cuáles debieron ser las condiciones naturales, cuya observación habría podido conducir hasta una interpretación tan poco acertada, como bien adaptaba y coherente con el cuerpo de conocimientos físico-naturales de los que podía disponer una persona vulgar, en aquella zona remota y poco ilustrada, muy semejantes a los disponibles en cualquier región española de esa misma época.


Grabado antiguo representando un paisaje y una escena común en la Europa moderna de siglos pasados. Labriegos, por lo general, analfabetos, realizando diferentes labores agrícolas en los campos, no lejos de la población.

El proceso de reconstrucción histórica, partirá de las condiciones naturales que debió tener el lugar en el que está emplazado el yacimiento de icnitas, tendrá en cuenta el contenido del relato legendario y los posibles efectos de la influencia que la combinación de pensamiento mítico-religioso y desconocimiento geológico, cualidades que debieron caracterizar a los antiguos pobladores enfrentados a resolver el misterio de las numerosas marcas en la roca, pudo tener en el resultado de sus elucubraciones.

Un grupo de geoturistas, visitando el yacimiento de icnitas de La Posa. El aspecto actual del terreno es muy diferente del que tuvo hace, tan sólo, unos cuarenta años, cuando la gran mayoría de las concavidades no estaban a la vista, rellenas de tierra y cubiertas de matas de hierbas.
Imagen: Lleidatur

Antiguamente, las marcas visibles en la superficie rocosa, no podía sera tantas y tan clara como ahora pueden verse, no se había realizado la limpieza, a fondo, de la zona. Además se decía que las "potades del dimoni" sólo aparecían en una zona de la ladera, muy próxima a la ermita y a lo largo de un sendero llamado "Drecera del Dimoni" o "Drecera de les Potades del Dimoni". Una especie de atajo que desde la explanada de la ermita descendía hasta las cercanías del fondo del barranco de la Colomera, posiblemente causado por una combinación de erosión pluvial y animal. Antiguamente las condiciones naturales eran muy distintas a las actuales, conseguidas mediante la destrucción del suelo y vegetación que enmascaraba la mayor parte del yacimiento. La "limpieza" del yacimiento icnológico de La posa, fue llevada a cabo entre 1984 y 1985, para que, pudiera realizarse el estudio científico de unas icnitas que se presuponían causadas por dinosaurios y que si se confirmaba podía llegar a ser la bomba atómica de la dinosauriología europea.

Vista aérea de la zona, en una fotografía reciente. El yacimiento icnológico, es la franja de terreno alargada, de unos 270 x 40 m., rectangular, grisácea y en disposición diagonal. Resulta bien visible por haberse eliminado su primitiva capa de suelo y cubierta vegetal. La ermita, es el edificio, aislado, que aparece en el ángulo inferior derecho (42° 7.536', 1° 4.684'), donde finaliza la carreterita asfaltada L-511, para el acceso motorizado.
Imagen: Google Maps


Los únicos científicos que, durante el siglo XX, conocieron el lugar en el que aparecían las concavidades o icnitas, en las mismas o parecidas condiciones de visibilidad que las conocían los lugareños de la población de Isona y de sus alrededores que aún podían conservar alguna opinión o creencia relacionada con la antigua interpretación legendaria, debieron ser los paleontólogos Alexander Liebau y Margarita Díaz Molina. Ambos paleontólogos estuvieron prospectando por la zona con motivo de la realización de los trabajos de campo, para sus respectivas tesis doctorales. Liebau visitó la zona y el lugar en 1970, citando que existía un yacimiento de icnitas, en las cercanías de Isona, sin poder precisar cual podía ser su origen, concreto, situándolo en el Cretácico superior (Maastrichtiense).

Antiguo corte geológico desde Isona (W) hasta la ermita de La Posa (E), en el que se puede ver la distinta distribución de materiales geológicos a ambos lados del barranco de la Posa que es la depresión representada entre ambos puntos. Las denominadas "pisadas del diablo" están situadas en la parte alta del lado derecho del barranco, en esta imagen, bajo la ermita.
Imagen:
Cretàcic. Estudi dels principals jaciments fossilífers peninsulars

Margarita Díaz visitó la zona y el lugar en 1980, puntualizando que el yacimiento estaba en las cercanías de la ermita de La Posa y alertando de la posibilidad de que pudiera tratarse de icnitas de dinosaurios, aspecto particular que comunicó a un dinosauriólogo, por si pudiera interesarle realizar una investigación detallada del fenómeno.

Continuarà

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