martes, noviembre 1

Paleontología popular mítica o Etnopaleontomitología (3)

por Heraclio ASTUDILLO-POMBO, Universitat de Lleida.


Sobre Paleontología popular de tipo mítico o Etnopaleontomitología (3)


El universo mítico cristiano heredero del universo mítico judío 

Introducción

Desde los tiempos más remotos de la humanidad, en la lejana prehistoria, hasta el día de hoy, ciertos grupos humanos, o individuos aislados, debido a poseer una mentalidad mágica primitiva, han sido más propensos que otros, a creer ingenuamente que a su alrededor existían seres invisibles y poderosos, predispuestos a ayudarles unos o a perjudicarlos otros.
En todas las sociedades humanas de mentalidad "primitiva" que tienen un concepción mágica del funcionamiento del mundo, sus mitologías conocidas han venido clasificando a todos aquellos seres fabulosos que han imaginado como reales, en dos grupos, segús imaginarias relaciones con ellos: el grupo de los seres sobrehumanos favorables, benevolentes o amistosos con los humanos y el grupo de los seres desfavorables, malevolentes o enemigos de los humanos. 
Los del primer grupo, logicamente, despiertan entre los humanos sentimientos de simpatía, afecto, agradecimiento y veneración, mientras que los del segundo despiertan sentimientos de antipatía, desafecto, odio y temor. 
Todos estos principios básicos de formas  de relaciones positivas o negativas con los seres sobrehumanos que son válidos para cualquier religión, antigua o moderna, mayoritaria o minoritaria, politeísta o monoteísta, occidental u oriental, etc., se mantuvieron o aplicaron cuando se formó el cristianismo. Una religión relativamente "moderna" surgida en el siglo I dC, a partir de la evolución dogmática, teológica e ideológica de una pequeña secta judía heterodoxa que apareció en la Palestina romanizada, pero que prosperó, evolucionó y se expandió fuera de las fronteras de su país de origen. En las provincias romanas del sur de Europa, especialmente en la península itálica,  durante los tiempos finales del imperio romano, caracterizados por gran inestabilidad económica, decadencia cultural y descomposición social, coincidiendo con una situación de cierta debilidad y desorganización militar y una persistente lucha por el poder entre diversos aspirantes, condiciones favorables que aprovecharon los llamados pueblos "bárbaros" del este de Europa, para acosar sus fronteras, por medio de insistentes y sucesivos ataques que facilitarían las posteriores y sucesivas invasiones

Aquello que había comenzado en las provincias romanas del sur de Europa, como una religión exótica, numéricamente muy minoritaria y socialmente poco significativa e influyente, pasados apenas dos siglos, se habían convertido en una importante masa de adeptos, mayoritariamente de bajo rango social, pero entre los que había algunos de alta categoría social o alto rango militar, el poder político más conservador y el poder religioso  más fanático e institucionalizado empezaron a inquietarse. La nueva religión empezó a ser considerada como un peligroso competidor de las normas sociales, políticas y religiosas romanas tradicionales, que podía poner en peligro la estabilidad y continuidad de sus privilegios y estatus, por lo que fue primero prohibida y luego sus seguidores serían perseguidos de forma implacable, cruel y sanguinaria, durante reinado de diversos emperadores romanos. Finalmente en el siglo IV dC, siendo Constantino I emperador de Roma, acabó transformándose en la religión imperial y por tanto en la religión oficial del Imperio romano de Occidente, con el nuevo alto estatus conseguido por el cristianismo en Occidente, el número de sus nuevos adeptos iría aumentando de forma rápida e imparable. 

Detalle de un mosaico de estilo bizantino, realizado hacia el año 1000, existente en la entrada suroeste de la antigua basílica de Santa Sofía de Constantinopla (Estambul), Turquía. Se ha representado al emperador romano Constantino I,  en el acto de presentación de un modelo de la ciudad fortificada a santa María para obtener su bendición. Aparece con aura de santidad, por haber sido el primer emperador romano en adoptar e imponer esta religión, razón por la que luego fue canonizado como santo.
Imagen: Wikipedia
  
Un elemento ideológico o filosófico que ayudó enormemente a la expansión del cristianismo en una sociedad aristocrática y clasista, como era la romana, en la que abundaban los extranjeros y los esclavos, fue su mensaje igualitario, pacífico y esperanzador. En los aristocráticos mitos griegos y romanos, quedaba claro que el ingreso al Paraíso, estaba vedado para aquellos difuntos de origen extranjero (que no hubiesen podido adquirir, antes de morir, la nacionalidad correspondiente, griega o romana), para los esclavos y para los delincuentes, pues todos ellos, después de la muerte, estaban condenados a vagar eternamente en el temible Tártaro, lugar lúgubre, profundo y oscuro de suplicios horribles, un lugar equivalente al infierno de los cristianos. En cambio entre los cristianos, como entre los judíos (de los que habían heredado este principio), ni el origen geográfico ni la categoría social eran una condición excluyente para entrar en el Paraíso, la única condición que debía cumplir el difunto era que debía haber adoptado la religión correspondiente, judaísmo o cristianismo, y haber cumplido sus correspondientes preceptos o normas religiosas, sin que importase nada la nacionalidad, el estado social o los antecedentes penales para poder acceder al paraíso celestial. 

Representación pictórica de un supuesto hecho histórico protagonizado por Jesucristo, consistente en un discurso pronunciado ante una multitud de simpatizantes y seguidores de sus enseñanzas, desde la cima de un altozano, para que todos los asistentes pudieran verle y escucharle mejor. Obra artística realizada por Carl Bloch (1877), titulada "El Sermón de la Montaña" 
Imagen: Wikipedia

Tras los primeros tiempos de la sencilla e igualitaria  Iglesia cristiana primitiva, ésta se fu impregnando de los valores aristocráticos grecoromanos y se produjo una progresiva institucionalizción, una enorme jerarquización y una estricta regulación de los ritos, los dogmas y las creencias, formalización que acabaría dando origen al "catolicismo" y a la Iglesia católica, apostólica y romana. Religión que con el paso del tiempo y tras diversas controversias teológicas e ideológicas entre algunos de sus líderes, daría lugar a sucesivos enfrentamientos que al no ser resueltos correctamente acabarían en "cismas" o divisiones que acabarían en fragmentaciones. En unos casos darían origen a pequeños o medianos grupos calificados como heréticos y en otros casos a grandes grupos disidentes que se transformaron en otras tantas iglesias cristianas, separadas y enfrentadas con la Iglesia católica, como por ej.: iglesia ortodoxa, en el Este de Europa; iglesia luterana, en la zona del centro y norte de Europa, etc. 

Debido a su origen primordialmente judío, todas las religiones cristianas tienen como fundamento básico de sus creencias, algunos de los residuos de la antigua Mitología hebrea que se habían conservado en los textos sagrados oficiales del Judaísmo religioso, ya que como su finalidad era primordialmente moralizante, se habían estado depurando de los numerosos mitos populares primitivos, algunos de ellos muy poco ejemplarizantes.    

El cristianismo recoge gran parte de la mitología bíblica tradicional, en la parte conocida como el Antiguo Testamento, como son el mito de la creación del Universo y del hombre en seis días, el mito de la rebelión celestial, la expulsión de los ángeles rebeldes y su transformación en demonios, el mito de la expulsión de los primeros padres de la humanidad del Jardín del Edén, el mito del Diluvio universal y el arca de Noé, el mito del Juicio Final, el mito del Paraíso celestial, etc. etc.

Ilustración moderna de estilo bizantino, imitando un antiguo mosaico, representando el mito del Arca de Noé. A la izquierda se ha representado al patriarca Noé recibiendo la información divina sobre la catástrofe que se avecina y la orden de construir la enorme nave refugio. A la derecha aparece Noé y diversas parejas de diferentes especies de animales, preparadas para embarcar, mientras su familia está en la cubierta para regular la distribución de la fauna en el interior de la nave. 
Imagen: Planeta misterio

Además de su herencia mítica hebrea, la mitología cristiana está enriquecido con otras aportaciones míticas populares de origen histórico o semihistórico (legendario) y otras de naturaleza claramente fabulosa, relacionadas con sucesos portentosos como el supuesto origen divino del fundador de la religión o con todos los sucesos sobrenaturales de su biografía como son sus numerosos milagros, la mayoría realizados en vida y otros después de su muerte como su resurreción tras tres días difunto y su posterior ascensión al cielo. 

Hermosa miniatura representando uno de los grandes milagros de Jesús de Nazaret. Se trata de una ilustración titulada "Resurrección de Lázaro", (c. 1410) folio 171r del libro titulado Très Riches Heures du Duc de Berry", realizado por el taller de los hermanos Herman, Paul y Johan Limbourg hacia 1410 por encargo del duque Juan I de Berry. Las numerosas y hermosas miniaturas que iluminan esta obra fueron realizadas por el pintor Jean Colombe. Conservado actualmente en el Musée Condé, en el castillo de la localidad Chantilly,  Francia.
Imagen: Wikipedia

Todos los relatos míticos cristianos no heredados de la mitología judaíca estarían recogido en los textos contenidos en cuatro libros denominados "Evangelios canónicos o auténticos" que son considerados como los "textos oficiales" sobre la vida de Cristo, admitidos por la Iglesia católica, fueron escritos por cuatro de sus discípulos más próximos, bastantes años después de la muerte de Jesús. Esos escritores son cuatro de sus doce apóstoles que se transformaron en notarios de su vida y milagros, son conocidos como los cuatro evangelistas y son Juan, LucasMarcos y Mateo

Representación pictórica de los cuatro evangelistas y sus símbolos iconograficos, en un estilo semejante al de los iconos ortodoxos griegos.

En esos cuatro libros, con algunas ligeras diferencias entre ellos, se recoge "la vida, obras y milagros" del fundador de esa religión: Jesucristo y, también algunas otras historias no biográficas como el Apocalipsis de san Juan. Todo esa información aceptada oficialmente, es ampliada por la contenida en algunos otros libros que tratan sobre la vida de Cristo que son denominados "evangelios apócrifos"de autor desconocido o no aceptado como tal por los investigadores. 


Uno de los mitos fundamentales de la religión católica: la lucha permanente del bien contra el mal, o sea, el enfrentamiento del ejército de Dios contra el ejército del Diablo (1)

Los ángeles fieles forman parte del ejército de Dios, desde el principio de los tiempos en que se produjo su creación, mucho antes de la creación del mundo y del hombre, pero este ejército se ha ido ampliando con la incorporación de los buenos cristianos, personas de comportamiento religioso excelente, que actúan en su nombre y siguiendo las enseñanzas de Jesucristo, realizando "buenas obras", los cuales al morir pasan a convertirse en "santos" y a residir en el "cielo" junto a Dios y los ángeles. 
Como contrapartida y en clara oposición están los llamados "ángeles caídos": el Diablo, ateriormente Luzbel o Lucifer, y las legiones de demonios, antiguos ángeles de diversos estratos subalternos, complementados por los humanos pecadores que con sus "malas obras" ayudan al Demonio en su lucha eterna contra Dios y su ejército. 


1. Dios, los ángeles y los santos: una legión de seres luminosos, benévolos y protectores

Los seres benévolos, benefactores y protectores eran considerados como seres virtuosos y buenos y por lo tanto resultaban seres modélicos para los buenos cristianos, la conducta de los buenos católicos debía ser semejante a la de estos personajes positivos moralmente. A todos estos personajes supuestamente históricos, diversos relatos les habían atribuido ciertas intervenciones extraordinarias, o unos supuestos comportamientos amistosos o protectores hacia algunos individuos humanos, componentes de una determinada comunidad cristiana o ciertas intervenciones providenciales para la protección del conjunto de toda una comunidad cristiana. 
La respuesta individual era la conversión en devoto de aquel personaje sagrado protector. La respuesta colectiva, era el nombramiento de aquel personaje sagrado como patrón protector de toda la comunidad social o de la población. Con frecuencia era una forma sencilla de demostrar públicamente el agradecimiento comunitario a cambio del enorme favor milagrosos recibido, la forma de materializarlo según los medios económicos podía consistir en la edificación de una capillita, una ermita o una iglesia consagradas en su honor o un altar en el interior de la iglesia parroquial.

En la religión católica en esta categoría de seres sobrehumanos positivos o amistosos, se incluye a Dios, en sus tres personas divinas: Dios Padre, Dios Hijo (Jesucristo) y Dios Espíritu Santo. A todos los ángeles de las categorías y a todos los incontables santos y santas, recogidos en Santoral católico, destacando por encima de los otros algunos que reunen más méritos, com son la Virgen María, madre de Jesucristo, los santos profetas,  todos los santos mártires y los apóstoles. 

Representación de la Corte celestial en una miniatura que ilustra un ejemplar de lujo del libro "Le Roman de la Rose", realizada en el siglo XV, en Francia. La primera parte del libro es original de Guillaume de Lorris y se reprodujo manualmente entre 1225 y 1240 y la segunda parte original de Jean de Meung   se reprodujo entre 1275 y 1280.
Arriba, a la izquierda la Virgen María, detrás un grupo de querubines, en el centro "el misterio" de la Santísima Trinidad: un solo Dios como tres personas distintas, a la derecha un coro de ángeles cantores. Debajo, formando un círculo, una multitud de santos y santas, la mayoría mártires, varias vírgenes y muchos eclesiásticos. Muchos de ellos se pueden identificar por los atributos iconográficos particulares, bien visibles. Entre ellos aparecen intercalados muchos ángeles. Arriba, en el centro, Adán y Eva y tres ángeles. A la dercha Moisés con cuernos y las tablas de la Ley. Abajo del todo, a la derecha, un dragón tumbado que representa a Satanás vencido por el poder de Dios todopoderoso. Esta imagen muy parcial, recoge una parte representativa pero ínfima del Santoral católico de aquella época. El concepto católico de Corte celestial sería equivalente al concepto pagano de "panteón" ya que reúne a todas sus figuras sagradas más importantes para que los católicos las conozcan y veneren.
Imagen: Alamy Stok Fotos

Aunque se creía que los personajes sagrados protectores normalmente no resultaban visibles, para los humanos comunes, temporalmente y de forma ocasional podían mostrar su verdadero e imponente aspecto a algunos devotos especialmente piadosos, futuros santos, mediante apariciones, manifestaciones o visiones particulares. 
También se decía y se creía que cuando les convenía poner a prueba las virtudes cristianas de algunos humanos, podían adoptar alguna forma humana despreciable o mísera o incluso las formas de ciertos animales "buenos" o de vegetales protectores, Estas apariciones servían para premiar a las personas caritativas, respetuosas o virtuosas (buenos cristianos) y castigaban a las personas egoístas, irrespetuosas o pecaminosas (malos cristianos)

Además, se suponía que la residencia habitual de los seres sobrenaturales buenos o luminosos y benévolos, estaba situada en determinados lugares de las regiones más elevadas, luminosas, ventiladas, como las cimas de ciertas montañas, aéreas, como las nubes de buen tiempo, o celestiales, el firmamento diurno o ciertos astros. 


Pintura mural de Francesco Botticini (1475), representando la Asunción de la Virgen María, Madre de Jesucristo, al llegar al Paraiso celestial, tras su muerte. En la cúpula abovedada de la nave eclesiástica, en la parte superior de la imagen, se pueden apreciar los componentes de las tres jerarquías o círculos celestiales que rodean el trono de Dios, según la propuesta realizada por Pseudo Dionisio Areopagita.
Imagen: Wikipedia

También se suponía que habitualmente, es decir, en situaciones totalmente normales, los seres sobrenaturales positivos, benevolentes y "luminosos", acostumbraban a mantenerse más activos, vigilantes, vigorosos y poderosos, en condiciones naturales de buena luminosidad. Coincidiendo con aquellas horas del día en que el sol brilla con mayor fuerza o, por lo menos, cuando el astro rey estaba situado por encima del horizonte, es decir, su poder era máximo durante las horas diurnas y en los días más soleados, como si su poder estuviera vinculado a la fuerza de sol, el astro rey del firmamento diurno. 

Símbolo sintético de Jesucristo, dentro del circulo que despide rayos curvos que podrían simbolizarr la luz que representan las enseñanzas morales de Jesús, rayos rectos que podrían significar la defensa de los principios morales cristianos contra las tentaciones diabólicas o las tendencias de las baja pasiones humanas y que en conjunto representaría al astro rey dador de vida. En el interior el acrónimo IHS que significa en latín Jesús Salvador de la Humanidad. Por encima la cruz, símbolo de salvación eterna y por debajo, los 3 clavos de Cristo, símbolos de la pasión, como precio de redención humana 
Imagen: Cristo luz del mundo

Aquellos seres sobrenaturales positivos, elegidos como patronos de la comunidad por haber recibido de ellos un gran favor considerado milagroso, eran venerados y agasajados colectivamente, como supuestos seres protectores y benefactores de toda la comunidad, en su conjunto, y de sus individuos. A cambio de la protección ordinaria o extraordinaria recibida del patrón, los patrocinados se comprometían a construirle alguna clase de monumento, donde rendirle culto religioso de veneración, hacerle periódicamente ofrendas materiales o espirituales que le pudiesen resultar agradables al patrón, organizarle actos conmemorativos el día de su  festividad, organizar actos de reconciliación, cuando creían que estaba enfurecido, por causa de alguna ofensa "particular" o contra la religión católica, cometida por aquella comunidad. Se creía que como medio para castigarlos colectivamente había permitido que sobreviniese algún mal importante para aquella comunidad: sequías o lluvias prolongadas, plagas de insectos, inundaciones, incendios, granizadas, guerras, epidemias, etc.. 

San Roque es patrón de peregrinos y santo antipestífero por excelencia, antiguamente fue uno de los santos más venerados en Occidente. Su culto fue muy intenso, especialmente en Francia, lugar donde nació. Sus biografías, de carácter legendario, se remontan al siglo XV, aunque fue más conocido por la devoción popular que suscitó tras su muerte, con ocasión de numerosos episodios de peste que se produjeron en toda Europa occidental, que por las historias referentes a su vida. 
El objeto representado es un "Portapaz" de marfil, elaborado en el último tercio del siglo XV en Francia. Conservado en el Musée Thomas Dobrée de Nantes (Francia),
Imagen: San Roque de Montpelier,

La condición necesaria para que un determinado personaje sobrehumano fuera considerado como positiva, benévola y protectora, para una comunidad determinada, provendría de la tradición ancestral o reciente, recogida en alguna narración mítica o legendaria, en la que se recogía alguna intervención extraordinaria realizada por aquel personaje en favor de la comunidad. Había de ser de características protectoras muy prodigiosas y sus efectos tenían que haber resultado extraordinariamente favorable a los intereses económicos, las necesidades alimentarias o a la supervivencia de aquella comunidad social favorecida.

La creencia humana en que estos personajes sobrehumanos "positivos", mantenían una actitud o predisposición protectora o benévola hacia los humanos, o que sus intenciones siempre eran favorables y que sus intervenciones resultaban providenciales o beneficiosas para los intereses, necesidades y peticiones de los buenos cristianos y practicantes de los rituales religiosos vinculada a aquella figura sagrada y a todas las que estaban vinculadas  positivamente con ella, provendría de la fé individual y de las tradiciones colectivas, basadas en la creencia en los relatos míticos propios de aquella comunidad social y cultural como hechos de la realidad histórica.

Una categoría muy especial de seres sobrenaturales, benévolos y protectores de los humanos es la constituida por los ángelessegún la Biblia, son criaturas inmortales de gran pureza por ser totalmente inmateriales o completamente espirituales, es decir, habitualmente son incorpóreos, aunque en ciertas ocasiones se pueden hacer visibles tomando forma humana. Según algunos autores son seres andróginos, por lo que mostrarían una apariencia física muy particular, intermedia entre la femenina y la masculina, como de adolescentes en los de aspecto adulto y una apariencia infantil en los de aspecto muy joven.  


Grabado en el que se muestran de forma gráfica las 9 categorías angelicales distintas que existen, según la Biblia. 
Imagen: On The Nine Ranks Of Angels

Las nueve categorías distintas de ángeles que existen, según la Biblia estarían distribuidas en 3 jerarquías de poder y de relación directa o proximidad a Dios. Cada una tiene aspectos, capacidades y funciones específicas diferentes. 
La 1ª jerarquía angelical: son los serafines, los querubines y los tronos, se les considera los consejeros de Dios. La 2ª jerarquía: son las dominaciones, las virtudes y las potestadesSon los mandos intermedios, actúan como enlace entre la primera jerarquía y la tercera. La 3ª jerarquía: son los principados, los arcángeles y los ángelesActúan como mensajeros de Dios y son los encargados de las relaciones directas con los humanos. 

El Antiguo Testamento que compone la primera parte de la Biblia cristiana es una herencia cultural procedente del origen judío del cristianismo. Está constituido por una serie de libros que recogen todos los relatos y personajes míticos, más primitivos y de mayor antigüedad, con una gran variedad de temas. El Antiguo Testamento se compone del Libro del Pentateuco, y otras series de libros históricos, sapienciales y proféticos. En total se llegan a numerar en el Antiguo Testamento hasta 39 libros distintos, en la versión de las diferentes Iglesias protestantes o evangélicas, 46 libros, en la versión de la Iglesia católica, y 51 libros, en la versión de la Iglesia ortodoxa.

Continuará

No hay comentarios: