lunes, agosto 9

Gastronomía ibérica de inspiración paleontológica (1)

por Heraclio ASTUDILLO-POMBO, Dept. MACS, Universidad de Lleida

Introducción a algunas formas de relación gástrica  entre humanos y fósiles.


1. Relaciones gástricas, con ciertos fósiles, en tiempos relativamente lejanos

A pesar del título y subtítulo que encabezan esta entrada del blog, debemos informar a nuestr@s lectores/as que los fósiles más típicos, los constituidos por calcita, aragonito, sílice, pirita o carbón, no se han usado, nunca, como alimento, ni como aditivo alimentario, por el simple hecho de no contener nutrientes de ninguna clase, ni resultar de sabor atractivo, en ninguna de sus variedades.  

En los tiempos antiguos e incluso en los modernos, con cierta frecuencia, se han ingerido fósiles de composición calcítica, con finalidades sanitarias, los más pequeños podían ser tragados enteros, otros fósiles de mayores dimensiones fueron ingeridos en forma de granulado, una vez triturados, en otros casos se ingerían en forma de polvo fino, obtenido por raspadura de su superficie o por molido de fragmentos. Los polvos fueron ingeridos en forma de suspensiones en líquidos de diversa naturaleza, caldos, aceite, agua o vino, otras veces disueltos en vinagre... 
En ninguno de los casos, anteriores, se buscaba aprovechar las propiedades nutritivas de los fósiles, pues desde la prehistoria se sabía que no las tenían, sino beneficiarse de sus, supuestas, cualidades mágico-preventivas, con las que preservar la salud humana o animal, ante determinadas amenazas imaginarias, como podía ser el "mal de ojo" o frente a ciertos peligroso reales, las mordeduras de serpiente, de escorpión, de perros, etc, latentes en el medio natural o social en que se desenvolvía la vida cotidiana. 
También se usaron ciertos fósiles para beneficiarse de las cualidades mágico-curativas, generalmente imaginarias, para conservar o mejorar la salud, cuando ésta ´debía hacer frente a diversas dolencias y lesiones.


En la comarca de Tortosa, hasta hace muy pocos años, se ingerían los minúsculos artejos del tallo de Pentacrinus neocomiensis, que eran llamados, popularmente "estrelletes de la Mare de Déu" con un trago de agua o incluidos en sopas, o se bebían sus infusiones, para tratar diversas dolencias.
Fotografía original de Álvaro Arasa
Imagen:
http://www.terra.es/personal2/aarasa/fosil.htm


Pero debemos recordar que la ingestión de fósiles calcíticos, previamente reducidos a polvo y luego dispersos en alimentos sólidos o líquidos o disueltos en bebidas ácidas hasta el siglo XVIII, fue una práctica relativamente común en la medicina culta de Europa, incluida la península ibérica, en siglos pasados.  
Es evidente que los usos de este tipo, estaban sólo relacionados con las antiguas materias médicas y con las viejas fórmulas de farmacopea, de naturaleza mineral, puesto que se trataba de una forma, antigua y convencional, de litoterapia, aplicada por medio de ciertas formulas magistrales ideadas por médicos y boticarios, en tiemposde la medicina antigua y pre-científica, para el tratamiento o la prevención de muy diversas dolencias.
 
Entre los marineros del Reino Unido, hasta finales del siglo XIX, fue muy popular durante sus travesías marítimas el uso de los polvos calciticos, obtenidos del raspado de los llamados, popularmente, "chalk eggs", es decir "huevos de la creta", en aquella epoca identificado como Echine marinae, equinídos fósiles, cretácicos. La finalidad era reducir la acidez de estómago, así como mitigar los efectos del mareo, de tal manera que los marineros, afectados de tales problemas, nunca emprendían una ruta marina sin llevar consigo alguno de aquellos "huevos" medicinales.
Imagen: http://www.amberabg.com/a_for_sale/x_echinoderm46.html

Según las creencias y prácticas medico-mágicas, de aquellas épocas, no tan lejanas en el tiempo y el espacio, el agua resultante de "inmersiones", infusiones y decociones de ciertos tipos de fósiles y, también, la ingestión de gránulos o polvo, obtenido de su trituración o raspado, eran usados como  ingredientes mágicos, fundamentales, en la preparación de ciertos remedios antiguos, tradicionales, propios de prácticas comunes en la medicina popular europea e incluso española, durante siglos, práctica que resistió o suplió los avances de la farmacopea científica, hasta mediados del siglo XX.

Representación pictórica de un boticario antiguo, en la sencilla "oficina" de su botica, pulverizando en su mortero de bronce, algún ingrediente natural que bien podría ser algún fósil calcítico, con el que preparar un remedio específico, para algún encargo particular. Por su expresión, de una actitud vigilante, parece ser que está a la espera de que el cliente-paciente aparezca, de un momento a otro, por la puerta, entreabierta, que da a la calle.


También debemos recordar que se utilizaron ciertos fósiles, desde la Edad media hasta la época de la Ilustración, en relación indirecta con la gastronomía, por las supuestas virtudes que poseían ciertas piedras prodigiosas que eran capaces de reaccionar como detectores y neutralizadores de venenos, ocultos, en la comida y la bebida que se consumía en los banquetes de la gente muy principal. Personas que por su condición de gobernantes, elevada posición social y uso leonino del poder, solían padecer, no sin razón, el síndrome del terror, permanente, a morir por el emponzoñamiento de las suculentas viandas, los apetitosos postres o las selectas bebidas que consumían. Las personas que ocupaban altas posiciones en la jerarquía del poder, laico o eclesial, solían ser conscientes que contaban con bastantes enemigos, suficientemente resentido y malvados, como para contratar los servicios de envenenadores profesionales. 


Escena esculpida, en madera, en un banco del coro de la iglesia de Guimaec (Francia), en la que se representa el acto de probar la bebida y la comida de un noble, para prevenir el envenenamiento del señor feudal. Arrodillado en el suelo, el probador ya está manifestando los primeros síntomas de envenenamiento
Imagen: http://argoul.com/2005/08/13/saint-melar-de-bretagne/

Los temores ansiosos, con frecuencia muy bien fundamentados, generalmente, acababan por convertirse en pánico paranoico, pues se sabían acosados por sucesores, ya fueses familiares directos o indirectos, o colegas, que espoleados por el ansia de poder o/y por la más pura codicia, padecían de una impaciencia apremiante y de unos deseos irrefrenables de alcanzar la sucesión, a toda prisa, y la forma más rápida era la defunción fulminante, inducida, por medio de alguna sustancia ponzoñosa, ingerida de forma inconsciente, en compañía de suculentos manjares o de apetecibles vinos, suministrada por algún servidor infiel, codicioso o resentido. 


Ambiente en un banquete principesco, durante la época del Renacimiento, la mayor parte de los comensales, no sin motivo, podían temer el envenenamiento en el transcurso de estas reuniones.
Imagen: http://www.lessing-photo.com/dispimg.asp?i=32010568+&cr=68&cl=1

Muy posiblemente, la existencia de ese tipo de sucesos, graves, gravísimos o mortales, relacionados con la alimentación que habían sido conocidos de forma indirecta por relatos oídos a informantes diverso o conocidos de forma directa, por haber sido presenciados o, incluso, sufridos en carne propia, habría estimulado la prudente prevención de ese tipo de peligrosos 'accidentes' gastronómicos. Accidentes que eran, relativamente, comunes en ciertas épocas históricas, bastante o muy revueltas, en las que las sucesiones entre los miembros de diversas, altas, categorías de la nobleza civil y eclesiástica, se producían de forma inesperada pero muy oportuna para l@s oportunistas que estaban en el secreto y eran los causantes. 

Sello español de 1965, representando el intento de envenenamiento de fray Luis Beltrán, dominico español, misionero y predicador, en América, que resultó frustrado milagrosamente.  
En este grabado, el veneno ha sido representado, con forma de pequeño dragón volátil que huye de la bebida que contiene la copa que el santo sostiene en su mano.

Imagen: Sellos del mundo


En relación a todo lo anteriormente comentado, recuérdese la popularidad de que gozaron, en los palacios laicos y eclesiásticos de Europa y, por supuesto de nuestra península, ciertas piedras prodigiosas que no sólo alertaban de la presencia de venenos, mediante signos observables, tales como el cambio de matiz o la formación de condensaciones en su superficie, sino que incluso tenían capacidad para neutralizarlos. Entre las diversas piedras con semejantes virtudes,  destacaron las denominadas "glossopetras",  “lenguas de víbora” o “lenguas de san Pablo” (dientes fósiles de escualos), las “piedras de sapo” u “ojos de víbora” (dientes fósiles de peces óseos ) y los “cuernos de unicornio fósil” (defensas de mamut, desenterradas), por citar, sólo algunos de los nombres comunes más conocidos, de algunos restos fósiles, de los que hoy día sabemos que, en realidad, se trataba de ciertos restos óseos fosilizados.
 
Un artilugio protector, denominado "linguario", "portalenguas" o "árbol de lenguas", de plata dorada y piedras semipreciosas que sostiene en su parte superior una quincena de dientes fósiles de tiburón. 
Antiguamente, los dientes fósiles de tiburón, eran considerados lenguas de serpiente, petrificadas milagrosamente por san Pablo. Este tipo de objetos, mágicos, generalmente ricamente ornamentados y muy costosos, constituían talismanes o amuletos, contra todo tipo de venenos y envenenamientos. En los banquetes principescos de toda Europa, durante la Edad Media y el Renacimiento, constituían un centro de mesa con el que se realizaba "l'épreuve" introduciéndo uno de los dientes en la comida o bebida sospechosa.
Imagen: "Natternzungen-Kredenz" de 1450, de las colecciones del Museo de Historia de Viena (Austria)



2. Relaciones gástricas con ciertos fósiles, en tiempos relativamente cercanos

En esta ocasión, no vamos a ocuparnos de unos aspectos paleontológico-gastrológicos tan arcaicos, esotéricos, sorprendentes y doctos, sino en mostrar, a nuestr@s lectoras y lectores, algunos aspectos gastronómico-paleontológicos, también curiosos, pero mucho más modernos, cotidianos, nutritivos e inocuos, o no, y mucho más prosaicos, relacionados con la utilización de determinados fósiles como imágenes comerciales, utilizadas en la preparación, presentación y promoción de diversos alimentos sólidos o líquidos. 


Molde metálico de hornear, con forma de dinosaurio, el bizcocho resultante, que será la base del pastel, tiene las formas que reproduce la etiqueta de papel que aparece en su interior, obviamente, para conseguir un efecto tan atractivo como el de la etiqueta, deberá recubrirse el bizcocho con algunas sustancias alimentarias coloreadas. Imagen: Gadgets & cuina

En tiempos relativamente recientes y gracias a los avances de la química orgánica, moderna, ciertos materiales geológicos, fósiles, concretamente el petróleo, sirvieron como materia prima para producir diversas substancias "sintéticas" de uso alimentario, tales como margarinas, ceras, aceites, conservantes, emulsionantes, y colorantes artificiales.

Amplia gama de colorantes alimentarios, artificiales, utilizados en repostería industrial...y artesanal
Imagen: Colorante alimentare in gel 28 gr Wilton

Ese tipo de derivados del petróleo son consumidos, habitualmente, como ingredientes de múltiples y muy diversos alimentos sólidos y líquidos, por la mayoría de los humanos de sociedades industriales, más o menos, avanzadas. Este tipo de aprovechamiento sólo ha sido posible con los llamados "fósiles químicos", concretamente, con el petróleo, una materia geológica de tipo orgánico, pero este tipo de fósiles comestibles, en el conjunto del registro fósil, no son la regla general, sino la la excepción particular.

Cortador de pan de molde, con el que se obtienen dos figuras de dinosaurios, idénticas de cada rebanada. Un artilugio ideal para preparar sandwiches para niños y adultos dinomaniac@s e inapetentes
Imagen: Dinosaur Sandwich Cutter

En este nuevo capítulo temático, intentaremos mostrar y convencer como la influencia del registro fósil, ibérico, en general, y la dinomanía, en particular, junto con la globalización del mercado, han conseguido afectar un ámbito humano tan generalizado y común como es el de la gastronomía, influyendo de forma evidente sobre diversas costumbres alimentarias que incluyen, desde los alimentos de tipo más cotidiano hasta los de tipo más festivo.
 

De todos los sectores de la industria alimentaria moderna la relación paleontológico-alimentaria, resulta mucho más frecuente, intensa y variada, en el sector de la dulcería o repostería artesanal e industrial, tal relación se suele manifestar en productos tales como chocolates, galletas, pasteles, caramelos, etc. De manera que del atractivo y consumo  tales productos, se desprende que las relaciones y sus repercusiones culturales, gastronómico-paleontológicas, afectan más intensamente a los consumidores infantiles y a los adultos golosos que a los adultos estándar. 

Bolsa con 10 Ammonites de chocolate de tres variedades distintas: chocolate con naranja, chocolate con leche y chocolate blanco. Las chocolatinas han sido modeladas dejando enfriar el chocolate fundido en el interior de un molde obtenido a partir de un auténtico amonites fósil. 
Imagen: Belgian Chocolate Ammonites  

La mayor incidencia social, de los productos paleonto-alimentarios ha sido posible por el más fácil acceso comercial a elementos e instrumentos que facilitan el trabajo, como pueden ser la aparición de nuevos utensilios, la disponibilidad de más ingredientes y el acceso a mucha información divulgativa. Las empresas productoras de repostería industrial o artesana, ahora disponen de unas condiciones más favorables que anteriormente y pueden elaborar una amplia gama de productos paleonto-alimentarios atractivos a la vista y al paladar.  
Por otra parte la mayor disponibilidad económica de las familias, el alto grado de hedonismo y el hábito consumista, le ha deparado una buena acogida comercial, siendo destinados a su consumo en ciertas fiestas y celebraciones especiales o para usos cotidianos tales como desayunos y meriendas o como las poco recomendables “chuches”, en niñ@s, urban@s, excesivamente sedentarios. 




Dinosaurus, fueron las primeras galletas, en forma de dinosaurio, que aparecieron  en el mercado español, a principios de la década de 1980
Imagen: Ulabox

Tal como hemos anticipado, en un párrafo anterior, las relaciones paleontológico-alimentarias en el mundo de los adultos resultan menos frecuentes, intensas y variadas, pero no podemos descartarlas, totalmente, pues están presentes en ciertos tipos de postres ceremoniales (monas de Pascua y pasteles de aniversarios) o productos estivales (helados, tartas heladas, etc.) y aún, mucho más relacionadas con el consumo de bebidas, ya se trate de la ingesta de  líquidos espirituosos (vinos y cavas, cerveza) y más raramente líquidos analcóholicos (refrescos).

 


Fuentes:

- Anónimo. Historia del veneno Wikipedia 

- Anónimo. La Toxicología en el Arte. Universidad de Granada
- Koke. 2010 ¿Por qué las galletas Dinosaurus ya no son de LU? Blogkoke 26/05/2010
-   Kunz, George F. 1915 The magic of jewels and charms, Philadelphia London, J.B. Lippincott company: http://archive.org/details/magicjewelsandc00kunzgoog
- Moreira, Joan. 1934. Del folklore tortosi: costums, ballets, pregàries, parèmies, jocs i cançons del camp i de la ciutat de Tortosa. Tortosa. Imprenta Querol 
- Sequeira Fernandes, Antonio C. 2005. Fósseis: mitos e folclore Anu. Inst. Geocienc. v.28 n.1 Rio de Janeiro jun. 2005
- van der Geer, Alexandra  & Dermitzakis, Michael. 2008.  Fossil medicines from “snake eggs” to “Saint’s bones”; an overview. Calicut Medical Journal. 2008;6(1) y también en: http://www.academia.edu/1155480/Special_article_Fossil_medicines_from_snake_eggs_to_Saints_bones_an_overview
&
- Zammit-Maempel, George. 1975. Fossil Sharks’ Teeth A Medieval Safeguard against Poisoning. [Published by the Malta Historical Society]. Melita Historica. 6(1975)4(391-410)

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