domingo, septiembre 18

El registro fósil ibérico y el santoral católico, en la religiosidad popular de España y Portugal (10)

por Heraclio ASTUDILLO-POMBO, Universitat de Lleida



Fósiles ibéricos relacionados, por la tradición popular española, con la Virgen María, la Madre de Dios o con Nuestra Señora (7)




SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DEL MONTE TORO (MENORCA)



En el centro geográfico de la isla de Menorca, se alza una montaña de altura muy modesta denominad "Monte Toro", nombre que recibe porque según una leyenda exist en su cumbre un feroz toro que custodiaba la cima de la montaña, impidiendo que nadie alcanzara la cumbre. Este monte con sus 357 m. de altitud es la mayor elevación del terreno de la isla de Menorca, por lo que en días limpios y claros, desde su cumbre se puede divisar la mayoría del paisaje terrestre y marino de la isla, así como muchas de las poblaciones y caseríos y viceversa, el monte es visible desde casi cualquier lugar de la isla y de sus costas.

Panorámica de una parte de la isla de Menorca, tomada desde el mirador del Monte Toro.
Imagen: albolm911


En la cima del mencionado monte existe un santuario en el que se venera, desde la época de la reconquista de la isla a los ocupantes sarracenos, una antigua imagen de estilo gótico que representa a la Virgen María como Madre de Dios, con el Niño Jesús sentado sobre su brazo izquierdo. A a sus pies, en su lado derecho, aparece postrado un minúsculo toro que parece estar mirando a la Madre de Dios con mucha devoción. Según los historiadores del arte, esa imagen fue llevada a Menorca durante la conquista de la isla a los moros, por las tropas del rey Alfonso III de Aragón, en 1287. Resultando ser la imagen religiosa mejor conservada y más antigua de la isla de Menorca. 


La imagen de la Virgen del Toro, según una antigua estampa religiosa es una talla en madera, policromada, realizada entre finales del siglo XIII y principios del XIV. Con el feroz toro legendario postrado, sumiso, a sus pies.
Imagen: Leyenda del Monte Toro (Menorca)


Esta antigua imagen de la Madre de Dios es la patrona protectora de la isla de Menorca, por lo que siempre ha gozado de gran devoción entre todos los creyentes que han habitado la isla de Menorca.
Cuenta la leyenda popular que cuando la isla fue invadida por los moros el año 903, la santa imagen fue ocultada por los cristianos en el interior de una pequeña cueva que existía en la cima de la montaña, para proteger la imagen de la destrucción que los fanáticos invasores, iconoclastas reconocidos pretendían llevar a término. Esa cueva legendaria aún puede verse hoy en día en el interior de una de las capillas laterales del actual santuario de la "Mare de Déu del Toro". 
Según la misma leyenda popular, tras la reconquista cristiana de la isla de Menorca, la imagen pudo ser recuperada gracias a la intervención milagrosa de un prodigioso toro que habitaba en la cima donde actuaba como custodio protector de de la imagen. El anteriormente feroz toro guió a los monjes del primitivo convento que había al pie de la montaña hasta la cima del monte, a través de la espesa vegetación y de las impenetrables peñas de la montaña, algunas de las que rompió con sus cuernos para abrir paso a la comitiva procesional (Pas des Bou), hasta la entrada de la cuevecilla de la que surgía una un haz de brillante luz, delante de la que se postró respetuosamente. 


Marcas en las rocas atribuidas a los pies de la Virgen María

En algunos lugares de las vertientes del Monte Toro, por los que pasaba el antiguo camino que ascendía hacia el santuario de la Virgen del Toro, la superficie de las rocas aparece salpicada de unas curiosas marcas, constituidas por conjuntos de finas líneas radiales que en algunos casos muestran un fondo ligeramente más oscuro. Antiguamente y hasta mediados del siglo XX, las gentes sencillas de los pueblos de los alrededores y muy devotas de la patrona del santuario, denominaban a cada una de esa marcas, en lenguaje menorquín, "petjada de la Mare de Déu", es decir, "pisada de la Madre de Dios". 


Muestra de mano, de la denominada "piedra del Toro", una caliza dolomítica del Triásico medio, en la que se ven conchas y fragmentos de valvas de Daonella lommeli incrustadas. Estas fueron las antaño denominadas "petjada de la Mare de Déu"
Imagen: Josep Quintana Cardona

Si se busca alguna semejanza  entre la forma de las marcas en la roca y la de un pie humano o celestial, no se encuentra ninguna similitud. La justificación popular lo explica diciendo que no son las impresiones directas de las huellas de los pies de la Virgen sino que se trata de una especie de "chispazos", "llamaradas" o "fogonazos". Tales marcas radiales presentes en la roca cuyo verdadero origen resultaba incomprensible e inexplicable para la gente común, fueron atribuidas a la descarga de una cierta clase de "rayos" o "chorros de luz" surgidos de los santos pies de la Virgen del Toro al hacer contacto con la superficie de aquellas peñas. 
Se suponían que el milagroso fenómeno habían quedado "petrificados" sobre las rocas por voluntad divina, con la finalidad de que su contemplación pudiera servir a los humanos de prueba o testimonio del portentoso paso de la Virgen del Toro por aquel lugar. 



Interpretación científica del fenómeno

En realidad, las marcas atribuidas a las emisiones energéticas de los pies de la Virgen del Toro, corresponderían a la parte externa de unas valvas incrustadas de una especie de moluscos lamelibranquios marinos o a las impresiones dejadas por esas mismas superficies sobre la matriz pétrea. Las marcas milagrosas eran las valvas y las "improntas" o "moldes externos", fosilizados de un tipo particular de bivalvos marinos prehistóricos. Según los científicos que han estudiado estos restos fósiles, pertenecerían a ejemplares de la especie Daonella lommeli (Wissmann, 1841). Una especie de moluscos lamelibranquios con la concha casi plana, con estrechas costillas y surcos de distribución radial, formando grupos o haces, separados por surcos más profundos, que habitó esta zona durante el Triásico medio, (más conocido anteriormente como Muschelkalk), cuando los materiales que ahora constituyen esta montaña, entonces formaban capas de sedimentos en el fondo de un océano llamado Tetis. !Hace de esto, nada más y nada menos que entre 228 y 245 m. a. ¡  


Aspecto de una valva de Daonella lommeli del Triásico medio,  limpia de sedimentos y bien conservada, según un dibujo ilustrativo aparecido en la obra de Carl Hermann Credner, Elemente der Geologie (2 vols.) 1872. 
Imagen: Geovirtual

En el monte Toro, las conchas fosilizadas de Daonella lommeli que hace algunos pocos siglos dieron lugar a la interpretación mítica antes comentada, solamente aparecen  en aquellos materiales que corresponden al nivel denominado Ladiniense superior.   A los científicos estas y todas las demás conchas fósiles que encuentran sobre el terreno, les sirven como marcadores cronoestratigráficos, como testimonios de relaciones paleogeográficas y como indicadores de condiciones paleoecológicas particulares que les permiten realizar interpretaciones mucho más complejas que suelen resultar mucho más incomprensibles e increíbles que las sencillas interpretaciones míticas y explicaciones milagrosas.

Aspecto de la "impronta" dejada por una valva entera de Daonella lommeli, sobre el antiguo sedimento litificado de la denominada "piedra de Alcover", una dolomía de color ocre amarillento, de grano muy fino y finamente estratificada. Ejemplar procedente del yacimiento de Alcover-Mon-Ral (Sierra de Prades, Tarragona), expuesta en el Museu Geològic del Seminari de Barcelona
Imagen: Museu Virtual


Debido a la estrecha distribución radiada de las costillas y surcos de la superficie externa de las valvas de esta especie de bivalvos y de sus improntas, al ser percibidas dispersas sobre la superficie rocosa, daban la impresión visual de que la superficie de piedra estaba salpicada de pequeñas marcas causadas por pequeñas explosiones o impactos de origen misterioso...



Algunas otras explicaciones míticas populares 

Antiguamente, al menos, existieron dos ingenuas versiones explicativas populares que pretendían precisar más aún sobre "porqué y cuando" se habían originado aquellas curiosas "marcas petrificadas" atribuidas al paso de la Virgen del Toro sobre algunas de las rocas que eran visibles en ciertos lugares del Monte Toro. 
Según una de las dos versiones, las marcas eran las huellas dejadas por los "rayos" que habían salido de los pies de la Madre de Dios, cuando después de llegar a la isla de Menorca, tuvo que ascender andando, por su propio pie, por las faldas de la montaña, yendo de camino para ir a instalarse en lo alto del monte, en la que fue su primera casa, una pequeña ermita, construida allí donde actualmente se encuentra el santuario de la Virgen del Toro.
Según la otra versión popular explicativa del mismo fenómeno,  resulta que cuando la Virgen se aburría de estar encerrada en el interior de las cuatro paredes del templo, salía a pasear por los alrededores para poder distraerse contemplando, desde su atalaya montañosa, el hermoso paisaje isleño y también para interesarse por sus fieles devotos, observando sus actividades, preocupaciones y tribulaciones. Allí donde la Virgen había estado contemplando el paisaje y puesto sus celestiales pies, durante sus paseos recreativos y contemplativos, era donde aparecían aquellas marcas indicadoras de su actividad itinerante.

Panorámica de una parte de la isla de Menorca, a la izquierda el pueblo de Es Mercadal y a la derecha la silueta del Monte Toro, en cuya cima está el santuario de la patrona de toda la isla y cuyas vertientes, según la leyenda, eran su atalaya benefactora.
Imagen: Toni Pons Barro




Antiguos usos populares de tipo supersticioso

La vida humana en el medio rural insular de las Baleares, siglos o décadas atrás, no fue nada fácil, por eso resulta comprensible y nada extraño que las gentes más crédulas e ignorantes y las más necesitadas de ayuda divina para resolver las dificultades de sus vidas cotidianas, de la isla, pudieran llegar a imaginarse que aquellas figuras grabadas en algunas de las rocas del monte sagrado y que creían "marcas celestiales marianas", pudieran estar cargadas de alguna clase de energía benéfica y de virtudes protectoras. 
En los casos de medicina popular supersticiosa, vinculada con la religiosidad popular, son comunes las prácticas basadas en la magia simpática, en la que se da por seguro que la proximidad, el contacto o la ingestión de ciertos objetos considerados "auténticas reliquias" de santos, como eran el caso de aquellas "señales celestiales petrificadas", éstas podrían beneficiar a los devotos de la Virgen del Toro, que las usasen con mucha fe, de alguna manera que resultara favorable a la satisfacción de sus necesidades materiales o espirituales. 

Reproducción de un pliego con los Gozos de la Virgen del Toro. En su versos cantados durante el día de su patronazgo, el 8 de mayo, se enumeran las grandes cualidades benefactoras que esta advocación ejerce sobre sus fieles devotos menorquines.
Imagen: Goigs de la Mare de Déu del Toro

 
Se conocen algunos usos supersticiosos populares, tradicionales, asociados a las supuestas "reliquias marianas" arrancadas de la roca viva o recogidas de los derrubios, desprendidas de forma natural, por los peregrinos y romeros que ascendían al santuario de la Virgen del Toro, para venerar su imagen e implorar su ayuda. 
Fragmentos de las piedras del Toro, con valvas o impresiones de valvas de Daonella lommeli, fueron usadas como amuletos protectores de la integridad de las personas y de los bienes de su propiedad, contra los efectos de desgracias de orígenes diversos. 
Como defensa contra temporales y salvaguarda contra naufragios del barcos y sus ocupantes, como defensa contra incendio de viviendas o muerte por impacto de rayo, como defensa contra ataques de plagas y destrozos de granizadas sobre futuras cosechas, como defensa contra la corrupción de alimentos y de bebidas, almacenadas en despensas y bodegas, etc.

Antiguamente y hasta mediados del siglo XX, algunos isleños creían que las extrañas marcas dejadas por los pies de la Virgen del Toro sobre algunas roca de la montaña de su santuario, tenían propiedades mágico-curativas. Esta creencia supersticiosa motivó que las utilizaran como remedio para el tratamiento de todo tipo de problemas sanitarios, se usaron internamente, en forma de polvos obtenidos por raspadura e ingeridos dispersos en algún liquido y, también, externamente como ingredientes de emplastos. 

Se da la casualidad de que, antiguamente, los habitantes "ladinos" de la zona italiana alpina de Trentino-Alto Adigio y Véneto, en la zona montañosa de las Dolomitas, también consideraban a este mismo tipo de conchas fósiles como un tipo de objetos cargados de energía positiva, pues se creían que eran una forma mágica de "petrificación" de los "rayos de luz del sol naciente". Por este motivo se consideraba a los fósiles de Daonella lommeli, como objetos de efecto protector o portadores de la "buena suerte".




Fuentes:


- Anónimo. Santuario de la Virgen del Toro. Wikipedia.
- Casasnovas, Andrés. 1931. Leyendas menorquinas: La Virgen de Monte Toro. Ilustración Católica, Nº 22. La Hormiga de oro. Barcelona p. 352-353 (28/05/1931)
- Llompart, C., Obrador, A., Rosell, J. 1979. «Geologia de Menorca». Vidal, J. M. (dir.): Enciclopèdia de Menorca. Vol. I (Geografia Física). Maó: Obra Cultural Balear de Menorca, p. 3-83.
- Martel Ravelo, Antoni. 2013. Geologia de Menorca. Itineraris educatius
- Mas, G., Astudillo, H., Quintana, J. , Obrador, A. 2014. «Etnopaleontonímia balear. Recull de noms populars de fòssils de les Illes Balears», Estudis Romànics, 36, (pp. 131-164) 

- Moll Marquès, Marc. (2003): Medicina popular menorquina, segles XVI-XXI. Plantes, animals, minerals i altres modalitats curatives. Palma de Mallorca. Edicions Documenta Balear. 238 pp.
- Obrador Tudurí, Antoni. 2012. Comunicación personal. Datos etnográficos inéditos
- Rosell, J., Llompart, C., Márquez-Aliaga. A., A. Goy . 1987. El Muschelkalk de la isla de Menorca. Cuadernos Geología Ibérica 1. Vol. 11. Madrid. Págs. 323-335
- Rosell, Joan & Llompart, Carme. 2002. El naixement d’una illa: Menorca. Guia de geologia pràctica. Maó. Institut Menorquí d'Estudis. Moncada i Reixac, Impressió i relligat Dacs, Indústria Gràfica, S.A.
- Veny Clar, Joan. 2014. «Terra, pedra i paraula». Actes de la jornada Terres, pedres i paraules: El valor i l’aprofitament del vocabulari tradicional en el discurs tecnicocientífic. Acadèmia Valenciana de la Llengua. València.  (pp. 11-21)
- Wachtler, Michael. Fossilien der Dolomiten mit Erklärungsweisen aus der Mythologie. DoloMythos. Das größte Dolomitenmuseum
 

No hay comentarios: