jueves, septiembre 15

Paleontología popular mítica o Etnopaleontomitología (2)

 por Heraclio ASTUDILLO-POMBO, Universitat de Lleida

Sobre Paleontología popular de tipo mítico o Etnopaleontomitología (2)

Algunas precisiones sobre el significado clásico de los términos "mito" y "mitología", sobre los que se fundamenta nuestro trabajo

Los mitos son fábulas dramáticas que forman parte de escritos sagrados que autorizan la continuidad de determinadas instituciones, costumbres, ritos y creencias antiguas o que aprueban sus alteraciones, en aquella región en donde se han originado o son funcionales socialmente. La palabra "mito" es griega, la "mitología" es un concepto griego y el estudio de la mitología se basa en ejemplos extraídos de la mitología griega. Nuestro trabajo utiliza los términos mito y mitología con el significado tradicional que le otorga la acepción más clásica del diccionario castellano.

Mito. 1. m. Narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y protagonizada por personajes sobrehumanos de carácter divino o heroico. (Definición del Diccionario de la RAE.
La Mitología particular de una determinada comunidad social, está formada por un conjunto de relatos de gran antigüedad de cuyos autores individuales originales, se ha perdido la memoria. Se trata de un conjunto de narraciones más o menos fantasiosas, relativamente cohesionadas e interconectadas o con una cierta continuidad entre ellas, o bien de grupos de relatos que, con el paso del tiempo, se han ido adhiriendo unos a otros, de forma paralela, formando los escalones o partes de una secuencia temporal. 

Los mitos son narraciones fabulosas, propias de una determinada cultura étnica o comunidad religiosa que sirven para justificar su origen, privilegios y localización (mitos fundacionales), sus creencias y prácticas religiosas (mitos sagrados), pueden ser situados cronológicamente en una época histórica concreta o geográficamente, en una zona territorial concreta. 
Con frecuencia los mitos forman parte de relatos sagrados más o menos complejos que forman la base falsamente histórica, argumental y fundacional de la narración, sobre la que se ha ido desarrollando una determinada  cultura filosófica, espiritual o religiosa o. Existen básicamente dos tipos de religiones: las politeístas y las monoteístas, las primeras aceptan la coexistencia de varias divinidades que se reparten el dominio del mundo y de la humanidad, por ej. la religión griega o romana, mientras que las segundas, solo aceptan la existencia de un dios único y supremo, por ej. la religión judía, la cristiana o la musulmana.

Los mitos son relatos basados en la tradición ancestral y en las leyendas antiguas, con frecuencia son narraciones creadas para explicar el origen y funcionamiento del universo, el origen y funcionamiento del mundo, las causas invisibles de los fenómenos naturales y cualquier cosa para la que no haya una explicación tan simple que la pueda comprender cualquiera, incluso un niño pequeño. 
Sin embargo, no todos los mitos tienen siempre propósito explicativo, a veces solo pretenden magnificar el poder, habilidad, ingenio, audacia de algún personaje protagonista de otro mito. 
La mayoría de los mitos están relacionados con alguna fuerza natural identificada con alguna deidad, pero muchos son simplemente historias y leyendas que contienen alguna enseñanza moralizante, como sucede con los cuentos para niños y jóvenes, que se han ido transmitiendo oralmente, de generación en generación, durante siglos.


Los antiguos mitos en la mitología de la Antigüedad Clásica, como ejemplo del proceso humano de interpretación subjetiva y mitificación de la naturaleza

Existe constancia literaria, tanto en narraciones orales como en documentos de diversa naturaleza, antiguos y modernos, de que en todos los tiempos y en todos los lugares, siempre han existido grupos humanos que han creído en la existencia de una gran variedad de seres muy superiores a los seres humanos comunes, por suponerse que estaban dotadas de unas capacidades de acción directa o indirecta muy superiores a las de los seres humanos y de los que se creyó que sus intervenciones habrían modificado las vidas de los individuos y de las comunidades, en sentido positivo cuando eran favorables y amistosos o con efecto negativo  cuando eran desfavorables y no amistosos.


Serie de sencillos dibujos coloreados, en la que se ha representado el aspecto físico y los atributos iconográficos personales de los llamados "dioses olímpicos" que eran las principales divinidades de la mitología griega en tiempos de la Grecia clásica, según la tradición antiguaLos atributos particulares con que son representados los diversos "dioses del Olimpo", les identifican como poseedores de ciertos poderes y como administradores de ciertos procesos naturales o actividades sociales. La mitología de la Roma clásica, sufrió una fuerte influencia por parte de la mitología por lo que se encuentran muchas similitudes y equivalencias entre ambas.

En la antigua Grecia clásica(s. V-IV aC), los mitos eran un sistema formado por numerosas narraciones fantásticas, es decir, un conjunto de relatos fabulosos relacionados entre sí en los que se recogían las "biografías" de una serie de personajes sobrenaturales de diversa categoría e importancia social. Unos eran muy importantes y poderosos para una determinada sociedad o cultura antigua, como podía ser la sociedad de la Grecia clásica o cualquier otra contemporánea, eran las llamadas "divinidades mayores", por estar consideradas muy superiores a todas las demás divinidades, en cuanto a categoría divina y poder de actuación. También recogían las "biografías" de otros personajes sobrenaturales menos importantes y poderosos, llamados "divinidades menores" por ser consideradas inferiores en categoría divina y poder de actuación, respecto de las anteriores. 
Además recogían las biografías de ciertos personajes especialmente audaces, vigorosos y astutos, capaces de realizar las hazañas más increíbles en un ser humano común. Eran el resultado de las relaciones intimas mantenidas entre ciertos humanos y determinadas divinidades, fueron llamados héroes míticos o seres heroicos, además debido a su origen mixto eran de naturaleza mixta, semi-divina y semi-humana. 
También recogían las "biografías" de seres sobrenaturales poco importantes socialmente y poco poderosos. los seres sobrenaturales de esta cuarta categoría, ocupaban el rango inferior en la jerarquía de los seres dotados de capacidades sobrehumanas, categoría poder y de posesión. unos eran de naturaleza inmaterial y de aspecto variable, eran los llamados espíritus, genios o espectros. En el mismo nivel se hallaban otros seres corpóreos de aspecto sorprendente y generalmente temible, algunos resultaban de aspecto extraño y sorprendente, otros repugnantes y algunos horribles, eran los llamados "seres monstruosos" o monstruos míticos.

Serie de sencillos dibujos coloreados, en la que se ha representado el aspecto físico que, según la tradición, tenían los diferentes y variados seres monstruosos que formaban parte de la mitología griega de la Grecia Clásica 
Imagen: Pinterest

Tales conjuntos míticos, poblados de personajes imaginarios, formaban sistemas dinámicos de interacciones permanentes, que aparecen recogidas en los relatos míticos correspondientes a cada cultura.
Cada etnia o cultura tenía su propio sistema mítico formado por seres sobrehumanos específicos, considerados como si fueran personajes reales muy poderosos, por sus respectivos adoradores.
Las culturas próximas geográficamente, compartían personajes míticos y narraciones míticas, pero esto también sucedía con los territorios lejanos que habían sido colonizados culturalmente, de manera que la mitología, como el idioma, las costumbres, los procedimientos técnicos o las creencias fuero exportados a lugares más o menos alejados de Grecia como la península itálica y la península ibérica.
Los personajes míticos superiores o divinidades fueron imaginados con la capacidad mágica
 de poder residir en lugares donde los humanos no podía vivir, trasladarse de un lugar a otro a grandes velocidades, atravesar medios sólidos o desplazarse a través del medio aéreo o acuático sin dificultad ni esfuerzo alguno. También podían hacerse invisibles o visibles a voluntad, o transformarse o introducirse en el interior del cuerpo de personas, animales, vegetales o de ciertos tipos de "piedras" o minerales, materiales naturales u objetos artificiales. 

La imaginaria superioridad sobrehumana de todos aquellos seres inventados por la fantasía humana de los ancestros que, en muchos casos, se identificaron con determinadas divinidades o con ciertos seres no divinos pero sobrehumanos, provendría del simple hecho de haberlos imaginado inicialmente como seres dotados con unas capacidades de acción directa o de actuación indirecta, muy superiores a las limitadas capacidades que poseían los seres humanos, comunes y corrientes.

El comportamiento caprichoso y arbitrario que era característico de algunos de los seres míticos recogidos en la mitología de la Grecia clásica o de otras mitología próximas y contemporáneas, muy probablemente habría sido inspirado por la conducta de determinadas personas poderosas que fueron famosas en aquella lejana época de la Antigüedad clásica. Tales personajes poderosos y famosos en su tiempo, que fueron inspiradores de la personalidad o biografía de personajes imaginarios constituyentes de las tres primeras categorías míticas, podían ser reyes y reinas, príncipes y princesas, líderes militares, magos, brujos, chamanes o sacerdotes.
Todos los seres míticos, independientemente de su categoría de poder individual, eran considerados como mucho más poderosos y peligrosos que cualquier persona humana común, excepto aquellas pocas que se creían dotadas por alguna divinidad con poderes especiales y superiores, como podían ser los magos, brujos, chamanes, sacerdotes o profetas, considerados como humanos más poderosos que el resto de la gente común.


Los mitos antiguos describían a una serie de personajes imaginarios sobrehumanos pertenecientes a las tres categorías superiores de una forma humanizada y muy detallada, es decir, los personificaban, mostrándolos como semejantes a las personas. Así unos era mostrados como seres siempre generosos o benévolos, mientras que otros eran presentados como egoístas, malvados, vengativos y temibles, otros parecían ser inestables y caprichosos, otros podían ser alegres y despreocupados y otros lujuriosos, bebedores o grande comedores, etc. etc. etc. Cada uno de ellos mostraba una personalidad muy típica y particular, semejante a la que mostraban algunos humanos. Esta semejanza de ciertas divinidades con determinados humanos, favoreció que se los vinculara con ciertas actividades o entornos humanos y se les constituyera en patronos o protectores de las mismas.
Muchos de estos personajes imaginarios de la antigüedad clásica formaron o aún forman parte de las correspondientes Mitologías regionales o mitologías multiétnicas, o aparecían en las correspondientes Teogonías étnicas (Relatos sagrados que explicaban el supuesto origen mítico de los distintas divinidades) y de las correspondientes Cosmogonías étnicas (Relatos sagrados que explicaban el Origen mítico del Universo y del mundo local, en cada cultura)

La gama de seres sobrehumanos imaginados por la humanidad, desde la Antigüedad clásica hasta la actualidad, es muy amplia y variada, resultando particular y característica de ciertas sociedades, en función del lugar geográfico y del momento histórico escogidos. Condiciones culturales que determinarían el tipo de mentalidad de las personas descubridoras, interpretadoras y explicadoras del hallazgo y de la comunidad social receptora de sus interpretaciones y descripciones. Según que la mentalidad de unos y otros sea del mismo tipo o de tipos contrarios, pudiendo ser de tipo racionalista y naturalista o de tipo  irracionalista y sobrenaturalista, los resultados serán unos u otros. Puesto que la forma de concebir la constitución elemental del mundo y conocer las leyes que determinan el funcionamiento del universo físico visible, por parte de la mayoría de los miembros de una determinada comunidad social y cultural, les conducirá a escoger opciones muy distintas de enfoque y de interpretación de las observaciones de fenómenos naturales que les conducirán a obtener unos resultados muy diferentes o se aceptarán de buen grado ciertas interpretaciones o se rechazarán por resultar incompatibles con el marco de conocimientos disponible. 
Según se parta de formas de pensamiento primitivas o mágicas, de concepciones espiritualistas de los fenómenos naturales y de interpretación sobrenaturalistas de las observaciones realizadas, entonces solo pueden resultar unas explicaciones de tipo fabuloso cargadas de fantasía y subjetivismo. Cuando por el contrario, se parte de formas de pensamiento más "modernas" de tipo racionalista, concepciones del funcionamiento del mundo de tipo naturalistas o materialistas, entonces las interpretaciones resultantes serán de tipo racionalista o "protocientífico" y las explicaciones serán de tipo realista, tal como sucedió con las filósofos jonios en el siglo VI aC.

Todos o la mayoría de los seres con capacidades sobrehumanas, ya fuesen seres de aspecto humano, humanoide o monstruoso, que constituían un mismo sistema mítico, estaban vinculados entre ellos por relaciones de diversos tipos, que podían ser de antagonismo o de odio, de cooperación o de amistad, a veces, por relaciones de parentesco o de familia, de condominio sobre una región o lugar geográfico o de un medio físico, de aquellos cuatro elementos que antiguamente se consideraban como los componente del mundo físico. Todos aquellos personajes además de estar relacionados entre ellos, también estaban relacionados con el género humano, mediante relaciones favorables o benéficas de tipo protector o defensivo o por medio de relaciones desfavorables o maléficas de tipo agresivo, según que aquellas personas con las que se relacionaban fuesen veneradores o servidores suyos o, por el contrario, los ignorasen, menospreciasen u ofendiesen.

Originalmente los mitos eran narraciones de una gran antigüedad que tenían una gran importancia social, por su contenido moral y normativo. Inicialmente fueron conservadas por transmisión oral o/ formas de expresión cultural de origen sagrado y función religiosa, en forma rituales en celebraciones litúrgicas de veneración a la divinidad, danzas o canciones sagradas, oraciones petitorias, fórmulas mágico-religiosas (conjuros y exorcismos) que posteriormente fueron recogidas en textos o libros sagrados escritos por personas cultas que eran las únicas que en la antigüedad sabían leer y escribir. Con el paso del tiempo y la evolución del pensamiento individual y colectivo desde las sociedades antiguas hacia las medievales-renacentista y de estas a la sociedad moderna, el pensamiento y el conocimiento mítico-religioso antiguo se fue convirtiendo en anticuado e inútil para las situaciones de los nuevos tiempos, por lo que fue perdiendo utilidad y relevancia social y moral, primero se fueron secularizando, pasando a ser tratados, adaptados y conservados como cuentos, canciones o juegos populares infantiles.

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