Fósiles ibéricos relacionados, por la tradición popular española, con determinados santos y santas (3)
Las "piedras de san Esteban", en Salvatierra/Agurain (Álava)
Introducción
En la entrada de hoy se va a tratar sobre dos tipos de piedras relacionadas con el mismo santo, san Esteban Mártir. Las denominadas "piedras de san Esteban" de Salvatierra, en Álava (País Vasco, España), y las denominadas "piedras de san Esteban" de Tarascón, Provenza-Alpes-Costa Azul (Francia). Aunque en este blog solamente se trata sobre fósiles ibéricos, hoy se ha hecho una excepción al incluir un fósil francés. Ello se debe a cuatro coincidencias, pues en ambos casos:
- Se trataba de equínidos fósiles de forma acorazonada, ambos del Cretácico.
- Se les denominaba de la misma manera, tanto en España como en Francia
- Se les creía directamente relacionadas con el martirio y causantes de la muerte del mismo personaje, san Esteban Mártir
- En la actualidad, tanto en España como en Francia, se sabe muy poca cosa sobre el folclore relacionado con ellas.
Las "piedras de san Esteban" españolas
Todo lo que se ha podido averiguar sobre esta clase de "piedras", consideradas en siglos pasados de formación portentosa y cualidades prodigiosas, es muy escaso y bastante antiguo. La escasísima información que trata sobre ellas, procede del primer tercio del siglo XX, no habiéndose hallado nada más.
Según publicó Federico Baraibar, en sendas publicaciones de 1903 y 1908, dedicadas a tratar sobre el léxico naturalista alavés no recogido en el diccionario de la lengua castellana de su época, la causa por la que los habitantes de Salvatierra (Álava) utilizaban la curiosa denominación de "piedras de san Esteban" para denominar a cierto tipo de fósiles de erizos marinos se basaba en la existencia de una antigua creencia legendaria local. Los habitantes de esa localidad alavesa, suponían que la lapidación de San Esteban mártir había sido ejecutada por los judíos, utilizando esa clase de piedras como proyectiles.
Tales "piedras" supuestamente martiriales, consistían en ejemplares de equínidos fósiles del género Micraster, que los lugareños hallaban en los campos y laderas de aquella localidad alavesa. Mayoritariamente se trataría de ejemplares de las especies M. brevis y M. cor anginum, por ser los más frecuentes y abundantes en esa zona geográfica.
"Piedra de San Esteban—Erizo fósil— (Micraster cor anguinum Klein)" (1908)
Representación gráfica, moderna, de la ejecución de san Esteban, considerado un hereje por el judaísmo oficial de su tiempo (s. I), por medio del apedreamiento colectivo o lapidación. En tiempos bíblicos, entre los judíos, esta forma bárbara de ejecución era una costumbre aceptada socialmente. La víctima arrodillada en el suelo, aparece rodeada y a merced de sus fanáticos y sanguinarios ejecutores.
Imagen: FESTIVITA’ DI S.STEFANO
Algo muy semejante a lo mencionado por Baraibar, y posiblemente procedente de esa fuente, escribía el geólogo y paleontólogo Mariano Faura Sans, en 1921, en la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana Espasa:
"Piedra de San Esteban. Nombre popular dado en Álava a ciertas piedras de forma ovoide, muy lisas y con una figura como de cruz en la parte superior que es la más convexa. En realidad se trata de fósiles de erizos de mar (equínidos) del género Micraster coranginum. El nombre popular deriva de que se creía que este tipo de piedras eran las que habían usado los judíos para lapidar al santo mártir."
Fantasía, credulidad y necesidad de protección
Además, esta clase de "piedras" atípicas, en el lado convexo o superior, presentaban una marca central en forma de cruz (en realidad es de estrella de cinco brazos, pero uno es muy corto y no lo tenían en cuenta), que es el símbolo de Cristo, de su amor a la humanidad y de la religión cristiana.
Antiguamente, se habrían considerado ambas características, la forma cordiforme y la marca cruciforme, como exclusivas de este tipo de fósiles, y supuestamente como dos "señales divinas", cuya finalidad, se presuponía, era para que pudieran ser identificadas por los cristianos, como un tipo de piedras "muy especiales", puesto que habían sido "modeladas" y "marcadas" por la voluntad de Dios. Tales características servían para poner en evidencia su naturaleza sagrada, su origen sobrenatural y sus virtudes extraordinarias... y también para ayudar a los cristianos a que recordasen un episodio memorable y ejemplar de la Historia Sagrada cristiana: el martirio y muerte de Esteban por no querer renunciar a sus creencias religiosas cristianas.
Aspecto claramente acorazonado, típico de la especie, que muestra un ejemplar de Micraster coranginum, del Cretácico superior. Además en esta imagen, debido a la iluminación, se aprecia muy bien la marca en forma de cruz que muchas personas creen ver en cuatro de los cinco surcos ambulacrales. Ambas características, forma acorazonada y marca cruciforme, son típicas de esta especie y han dado origen de muchas interpretaciones legendarias, creencias y usos populares en ciertas localidades de Álava, Guipúzcoa y Navarra.
Imagen: Hontza museo
Un topónimo interesante
Sabemos de la existencia de una antigua ermita consagrada al culto de San Esteban, en el término de Salvatierra/Agurain que fue conocida con el nombre de san Esteban de Paternina y que se mantuvo en pie hasta finales del siglo XVIII. Anteriormente había sido la iglesia parroquial de la antigua aldea de Paternina, pequeña localidad que había quedado despoblada en el siglo XVI.
Desconocemos si las llamadas "piedras de San Esteban" de Salvatierra/Agurain, pudieron proceder del entorno de la antigua ermita de san Esteban de Paternina, pudiendo haber adquirido su "envoltura cultural" al ser asimiladas por la mentalidad popular de siglos atrás y debido a su relativa proximidad al santuario consagrado al culto de San Esteban Mártir.
Demasiada oscuridad
En el caso de los erizos marinos fósiles del territorio de Salvatierra/Agurain, hasta el momento presente, tampoco ha podido llegar a conocerse si aquellos fósiles de Micraster que eran encontrados en los terrenos de la localidad alavesa y se vinculaban con el santo mártir, llegaron a ejercer algún tipo de influencia cultural en las costumbres populares, a parte de las léxicas y legendarias ya citadas. Nos referimos a influencias culturales de tipo mágico o supersticioso que hubieran podido favorecer la aparición de alguna otra creencia irracional, relacionada con algunas supuestas propiedades extraordinarias, aprovechables en beneficio individual o colectivo, que hubiera podido inspirar algún tipo de uso protector supersticioso (amuleto, remedio curativo). Todo ello inducido por el hecho de tratarse de una clase de piedras muy especiales, de formación prodigiosa, milagrosa en este caso particular, al estar relacionadas con el santuario dedicado a la advocación de san Esteban Mártir y también con la causa directa de su martirio y muerte.
Un caso muy semejante en la Provenza francesa
Resulta curioso que, antiguamente, en cierto territorio del sur de Francia, concretamente en una localidad de la Provenza, también se había relacionado una cierta clase de "piedras marcadas", pertenecientes a esta misma categoría zoológica (equínidos), con el martirio y muerte de san Esteban. Concretamente como las piedras usadas como proyectiles por los judíos para martirizar y dar muerte al santo, por el sistema de apedreamiento colectivo denominado ejecución por lapidación.
Además, según escribió Frédéric Mistral, en su obra autobiográfica "MES ORIGINES. Mémoires et récits", publicada en 1906, cuando él era un muchacho adolescente, en la localidad de Tarascon, se denominaba a los erizos fósiles "pèiro de sant Estève", en provenzal, o "pierres de saint Étienne", en francés, es decir "piedras de san Esteban". Además cuenta que él y los muchachos internos en la abadía de saint Michel de Frigolet, reconvertida en internado, en sus ratos de ocio, buscaban y recogían aquellas piedras curiosas en los barrancos existentes en las faldas de "la Motatgnetta", por los alrededores de la antigua abadía de saint Michel de Frigolet.
Iniciada la investigación geológica, estratigráfica y paleofaunística pertinentes, por quien escribe este trabajo, pudo llegar a saberse que muy probablemente se trataría de ejemplares de erizos fósiles del género Toxaster y más exactamente de ejemplares de las especies T. amplus y T. retusus, del Cretácico inferior.
Aspecto relativamente acorazonado, típico de la especie, que muestra un ejemplar de Toxaster retusus, del Cretácico inferior.
Este sería el aspecto que tendrían algunas de las denominadas "pierres de saint Étienne", en francés, o "pèiros de sant Estève", en provenzal.
Imagen: NHM London
De momento, se desconoce si aquellos ejemplares de erizos marinos fósiles que, a mediados del siglo XIX, eran recogidos por los muchachos, luego les dieron algún uso particular, o si la diversión consistía en encontrarlos, reunirlos, competir en número, perfección o tamaño e intercambiarlos. También se desconoce si los adultos de la localidad, contemporáneos o sus ancestros de siglos anteriores, les habían atribuido alguna clase de virtudes maravillosas y, en consecuencia, les dieron usos supersticiosos específicos.
También se desconoce si una misma forma de denominación vulgar, para identificar dos tipo distintos de "piedras figuradas" de aspecto semejante, comunes en ambas zonas, surgió de manera casual e independiente. Siendo la vinculación con san Esteban Mártir una pura y simple coincidencia, o si el nombre aplicado a aquellas dos clases de "piedras" se originó en una de las dos localidades y fue trasladado hasta la otra, por población trashumante (pastores, arrieros), emigrantes temporales o clérigos. Es decir, si tal asociación y denominación era originaria de España o si procedía de Francia.
Patronazgos atribuidos a san Esteban mártir
Según la tradición de la Iglesia católica y la religiosidad popular, San Esteban es patrono de la ciudad de Roma, y de la población alavesa de Narvaja, lugar donde sus habitantes paganos, según cuenta la leyenda popular, hartos de sus sermones recriminatorios o propagandísticos expulsaron a pedradas a san Elías, tirándole, precisamente unas estrañas piedras que acabarían por recibir el nombre de "piedras de san Elías", que no eran otra cosa que ejemplares de Micraster fósiles (Si se desconoce el caso o flojea la memoria, es recomendable ver la entrada dedicada a estas piedras).
En relación a los oficios, San Esteban es protector de los caballos y de los mozos de cuadra, de los cocheros de coches de caballos, de los canteros, de los albañiles, de los carpinteros, de los tejedores, de los sastres y de los toneleros.
En relación a la salud humana, San Esteban es protector contra la obsesión, las formación interna de piedras o cálculos, la aparición de la pleuresía y los dolores de cabeza. También es abogado intercesor para pedirle una buena muerte. Su fiesta se celebra el 26 de diciembre.
Imagen: Wikipedia
Se desconoce si este tipo de equínidos fósiles, debido a su vinculación con el martirio y muerte de san Esteban fueron utilizados antiguamente como amuletos protectores u objetos defensivos de tipo milagroso por los habitantes de Salvatierra /Agurain (Álava) o por los de Tarascon (Provenza). Pues en otros lugares, fósiles con un origen equivalente, fueron utilizados para defenderse contra las amenazas personales latentes en el entorno. Se les suponía objetos milagrosos capaces de anular los efectos perjudiciales que amenazaban a la integridad física y/o la salud personal o la conservación de sus bienes materiales y de las posesiones que constituían su medio de vida.
Justificando un origen milagroso para esta clase de piedras
Aunque no se ha podido encontrar ningún documento que contenga alguna explicación precisa, de origen popular, para la formación de las "piedras de San Esteban" españolas o para las "pierres de saint Étienne" francesas, antes mencionadas, conocemos algunos otros casos que, sl menos hipotéticamente, podrían llenar este vacío.
Sabemos que en algunas leyendas tradicionales españolas, se atribuía la forma tan extraña como característica que presentaban ciertas clases de "piedras", relacionadas con determinados personajes del santoral católico, por la influencia milagrosa, con efecto transformador instantáneo.
Se decía que la transformación de la piedra común en piedra especial, había sido causado por la poderosa influencia milagrosa que ejercía el cuerpo del santo, en si mismo y en su alrededor. La total transformación, instantánea y milagrosa, de las piedras vulgares lanzadas por sus enemigos, en otras de piedras de curioso aspecto (fósiles), se justificaba en unos casos por el "contacto directo" de aquellas piedras, inicialmente vulgares, con el cuerpo del personaje sagrado y en otros casos, por haber pasado a escasa distancia del mismo. Finalmente, en otras ocasiones, la transformación se justificaba por haber permanecido, durante un cierto tiempo, en su inmediata proximidad.
Por medio de alguna de las tres "sencillas" y muy creíbles maneras, antes mencionadas, antiguamente, se explicaba cómo unas piedras originalmente vulgares y de aspecto común, se habían podido transformar en unas piedras con unas formas tan extrañas, como características.
Además tales "piedras especiales" solían ir acompañadas de ciertas marcas, estampadas o esculpidas sobre su superficie que también eran interpretadas en clave mítica, atribuyéndoles un origen sobrenatural, siendo consideradas como auténticas señales divinas.
Tal conjunto de características morfológicas típicas de aquella clase de "piedras especiales" y de naturaleza extraordinarias, parecía "certificar", claramente, un supuesto "origen "prodigioso-milagroso" para aquella clase de piedras. En España, en esta clase de piedras portentosas, predominan los equinodermos fósiles, ya se trate de equinoideos o de crinoideos.
Una última sorpresa
Federico Baraibar Zumárraga, en las dos obras antes mencionadas, recoge la existencia de un nombre sinónimo para las "piedras de san Esteban" que también se utilizaba en Salvatierra y su comarca: "matacristos".
Matacristos [Salvatierra] s. m. Erizo fósil. Micraster brevis, M. cor anginum. Dicen las gentes del campo que con esta clase de piedras hirieron los judíos a Jesús. De ahí el nombre. En la misma comarca "piedra de San Esteban" por igual creencia (1903), (p. 168)
Matacristos — Erizo fósil — (Micraster cor anguinum Klein). Los campesinos dicen que con esta clase de piedras hirieron los judíos á Jesús. Por parecida leyenda llaman también á estos fósiles "piedras de San Esteban" ó "piedras de Santa Catalina". (1908) (p. 284)
Fuentes
- Anónimo. Base de données de la collection d'échinodermes fossiles du Muséum. Muséum national d'Histoire naturelle. Paris.
- Anónimo (2016). ¿Quién era San Esteban? ¿Por qué se celebra el 26 de diciembre? LAS PROVINCIAS, 26/12/2016
- Baraibar Zumárraga, Federico. 1903. Vocabulario de palabras usadas en Álava y no incluídas en el diccionario de la Real Academia Española (decimotercia edición) o que lo están en otras acepciones o como anticuadas. Madrid. Establecimiento Tipográfico de Jaime Ratés (Sucesor de P. Núñez) Plaza de San Javier, núm. 6. (p. 203)
- Baráibar Zumárraga, Federico. 1908. Nombres vulgares de animales y de plantas usados en Álava y no incluidos en el «Diccionario de la Real Academia Española» (Décimatercia edición). Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural», Junio de 1908. Madrid, Fortanet. 1908 (p. 285)
- Baráibar Zumárraga, Federico. 1908. Nombres vulgares de animales y de plantas usados en Álava y no incluidos en el «Diccionario de la Real Academia Española» (Décimatercia edición). Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural», Junio de 1908. Madrid, Fortanet. 1908 (p. 285)
- Faura Sans, Mariano (1921). Piedra de San Esteban. Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana Espasa, vol. 44. Espasa. Barcelona. (p. 660)
- Mistral, Frédéric (1879). "LOU TRESOR DOU FELIBRIGE" ou "DICTIONNAIRE PROVENÇAL-FRANCAIS" , T.2, (p. 522)
- Mistral, Frédéric (1906). Moun espelido. Memòri e raconte/ Mes origines. Mémoires et récits Plon. Edición bilingüe provenzal-francés (p. 153)
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